2016 - Enero 

El Papa Francisco y Enrique Torres 

ex alumno Promoción Doyon 67

Post date: Feb 5, 2016 9:16:33 PM

Lo hice reir un momento y el me emocionó hasta las lágrimas.

Me preparé mucho para trabajar con las palabras y trabajé mucho para poder vivir de ellas. Difícilmente una situación "me deje sin palabras". A veces no me alcanzan, como cuando a la mujer de mi vida le quise decir que era la mujer de mi vida y sólo me salió un "te amo". Aún hoy eso no me alcanza. Pero en general salgo hablando de todas las situaciones. Bien o mal, pero salgo. 

Cuando supe que conocería a Francisco me preparé. Pensé "cosas inteligentes" para decirle. "Sentí cosas" que quería decirle. Sabía que tenía poco tiempo, de modo que debería ser "sintético". Yo mismo me estaba exigiendo jugarla "cortita y al pie". 

Y decidí lo que le iba a decir. 

De pronto Francisco se acercó. Me miró y mi síntesis, mis "palabras inteligentes" y toda "la mar en coche" se evaporó como por arte de magia. No es que no supe que decir. No pude decir nada porque estaba temblando. Emocionado o algo así. Algo que no pude ni puedo describir. 

Me miró y supo que sin su ayuda, no le iba a poder decir nada. Y me hizo sentir que no era necesario decirle nada.

Anabella, a mi lado, no podía creer mi silencio. Francisco pidió "recen por mí". Y recién ahí dije lo primero que se me ocurrió. Los que me conocen mucho saben que puedo decir un disparate en cualquier momento. Pues ése fue uno de esos momentos. Afortunadamente le resultó gracioso y su risa me hizo bien. Luego, cuando nos dio la bendición descubrí que le había regalado una carcajada al Papa. Y también descubrí que lo inteligente, fue no haber dicho nada inteligente. Anabella, muy emocionada y con lágrimas en sus ojos, me miró sorprendida y me dijo: Jamás te había visto así. ¿Emocionado?, pregunté yo. No, respondió ella: en silencio. Te dejó sin palabras. 

Sí. Me dejó sin palabras. Y que bien me hizo.

Enrique Torres