2017 - 28 de octubre

Palabras de Enrique Torres

28 de octubre de 2017

50 AÑOS

En 1963 entramos a este edificio con un montón de sueños adolescente debajo del brazo. Nuestros padres nos hablaban del futuro. Sin embargo para nosotros el futuro no pasaba del próximo fin de semana. De la chica con la que habíamos arreglado para salir o del “asalto” al que nos invitaba un amigo de un amigo de un amigo.

En este lugar nos divertimos. Estudiamos. Nos divertimos. Crecimos. Nos divertimos… Y sin proponernos hacerlo, respondimos una pregunta que se hicieron los filósofos de todas las épocas: ¿Qué es la felicidad?

Si nos fijamos en nuestros álbumes de fotografías (las viejas, de papel, y las telefónicas), veremos que todas las fotos son, siempre, de momentos felices. Tenemos fotos de comuniones, cumpleaños, las clásicas de toda la división posando para la foto anual, las de los partidos de fútbol… Las fotos de nuestras bodas, de nuestros hijos, de nuestros nietos… De una foto de un momento feliz, pasamos a otra también de un momento feliz. Eso es la felicidad. Ir de un momento feliz a otro momento feliz.

Yo tengo un montón de fotos tomadas entre estas paredes,  guiñando un ojo y archivadas en mi disco duro, hoy desprotegido sin nada que peinar. Son fotos inolvidables, queridas.

Aquí inventamos la amistad y después usamos ese invento a lo largo de nuestras vidas. Pero no todos tienen la suerte de seguir usando esos inventos después de más de cincuenta años de haberlos creado.

Nosotros somos afortunados. Primero gracias a la tozudez de unos pocos que nos mantuvieron unidos en el tiempo (Tone, Rodas y compañía). Y segundo, pero muy importante, porque seguimos sintiendo afecto cada vez que nos abrazamos.

En nuestra adolescencia hubo un filósofo barriobajero que por televisión decía “hay que abrazarse más”. Pues nosotros seguimos haciéndolo.

Al salir de aquí en el 67, cada uno peleó, con más o menos suerte, por lograr otros títulos. Pero el más importante lo conseguimos aquí, copiándonos entre nosotros. Y no fue el de bachilleres, sino el de buenas personas. Churchill dijo que el éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. Miremos a nuestro alrededor y comprobaremos que el entusiasmo está intacto. Como intacto está el recuerdo de los profesores y preceptores que nos marcaron. Gracias a todos ellos y gracias a las actuales autoridades que nos permiten este encuentro.

Dios quiera que el sol del cincuentenario nos ilumine con uno de sus rayitos. Porque cada uno de los que tenemos la camiseta del Reconquista en el alma, invertimos mucha vida entre estas paredes. Es un placer repetido y maravilloso recordar las emociones después de cincuenta años. Y es un orgullo legítimo pertenecer a este grupo. El Reconquista y el Saavedra no sólo son colegios. Son un sentimiento. Y no lo podemos parar.

Chicas, muchachos… esto es el éxito. Disfrutémoslo y posemos en otra foto para nuestro álbum. Felicidades.

Enrique Torres