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Etica pública

EL CONTROL INTERNO EN LOS ORGANISMOS DEL ESTADO

Hernán Saldarriaga A.

La modernización del Estado, a través de las leyes nuevas que buscan actualizar los modelos administrativos gerenciales propios de toda organización, pública o privada, ha hecho hincapié en la importancia del fomento de la cultura del Control interno, no sólo en aquellos que tienen posiciones de mando, sino en todos los servidores públicos.

Las contralorías, entes generalmente de tendencia fiscal, cuya vigilancia se orienta más a al análisis de los estados financieros y a las formas mecanicistas de los documentos probatorios, han relegado a su mínima expresión, el fomento de la cultura organizacional basada en la reconstrucción de los valores éticos empresariales.

No se ve, en los organismos estatales, una clara disciplina programática de inculcar, por ejemplo, el autocontrol como el mejor y más eficiente de los controles.

Por el contrario, han enfocado sus esfuerzos a la pesquisa de las evidencias negativas del Servidor Público, y no en la regeneración de la cultura de este valor. Claro que aquella acción es importante, pero es simplemente correctiva, por lo que la prevención está resultando secundaria.

Es una clara obligación de los organismos de control el fomento de la cultura del autocontrol en todos los niveles de los organismos del Estado.

p281

Semana anterior

¿SE PUEDE DERROTAR LA CORRUPCION?

Hernán Saldarriaga

Transparencia Internacional para Latinoamérica y el Caribe, nos hizo reflexionar con los siguientes interrogantes:

¿Se puede evitar la corrupción?

¿Se puede lograr que el gobierno evite la corrupción?...

¿Se puede lograr que el gobierno y la oposición eviten la corrupción?...

¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición y los ciudadanos eviten la corrupción?...

¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición, los ciudadanos y los empresarios eviten la corrupción?...

¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición, los ciudadanos, los empresarios y también los periodistas eviten la corrupción?...

La verdad que nuestra respuesta inicial pese a nuestra permanente lucha contra la corrupción, era pesimista: La corrupción parece una hidra, de muchas cabezas, incapaz de ser derrotada, por más esfuerzos que hagamos.

Pero la respuesta que da Transparencia , a todos sus interrogantes es un sí rotundo y explica que una de las formas de lograrlo es con el programa de Contrataciones Transparentes.

De este programa, que considera como sistema preventivo simple y económico para el control de la corrupción, detalla dos componentes fundamentales: Las Audiencias públicas y el Pacto de Integridad.

Las audiencias públicas son foros convocados por las autoridades, donde todo ciudadano puede exponer sus objeciones sobre las condiciones previstas para la contratación.

El Pacto de Integridad es un convenio celebrado ente el gobierno y todas las empresas que compiten por un contrato, para evitar el pago de “mordidas” entre los proveedores y el Estado.

Se espera que a través de estas prácticas de transparencia se reduzca la corrupción, se ahorre el dinero del erario público, y se genere confianza en las licitaciones.

La transparencia en las contrataciones del Estado, es absolutamente necesaria en un régimen que busque mayor inversión social para sus conciudadanos, y no el beneficio de los depredadores que se enriquecen y que corroen las entrañas del Bien Común, con el beneplácito de los gobiernos débiles.

p274

Semana anterior

SISTEMA DE ESTÍMULOS PARA LOS SERVIDORES PUBLICOS

Hernán Saldarriaga

El decreto número 1567 de 1998, que regula el sistema de estímulos para los servidores públicos, presenta unos principios axiológicos que deben regir estos actos administrativos fundamentales en la vida de la organización pública y que, muchas veces, no se practican por la economía de reconocimientos en que son expertos muchos servidores públicos con mando, porque creen que el solo pago con dinero es la retribución debida a un trabajo hecho con dignidad y con decoro.

Esos principios son:

a. Humanización del trabajo. Toda actividad laboral deberá brindar la oportunidad de que las personas crezcan en sus múltiples dimensiones cognitiva, afectiva, valorativa, ética, estética, social y técnica y desarrollen sus potencialidades creativas mejorando al mismo tiempo la gestión institucional y el desempeño personal.

b. Equidad y justicia. Este principio considera que sin desconocer la singularidad de cada persona, el sistema de estímulos deberá provocar actitudes de reconocimiento para todos en igualdad de oportunidades, de tal manera que la valoración de los mejores desempeños motive a los demás para que sigan mejorando.

c. Sinergia. Este principio se orienta a buscar que todo estímulo que se dé al empleado beneficie a la organización en su conjunto a través de la generación de valor agregado; más que considerar la motivación de unos pocos empleados en el corto plazo, debe procurar el bienestar del conjunto de empleados en relación con la organización y dentro de la continuidad del tiempo.

d. Objetividad y transparencia. Los procesos que conduzcan a la toma de decisiones para el manejo de programas de bienestar e incentivos deberán basarse en criterios y procedimientos objetivos, los cuales serán conocidos por todos los miembros de la entidad.

e. Coherencia. Este principio busca que las entidades desarrollen efectivamente las responsabilidades que les corresponden dentro del sistema de estímulos. Las entidades deberán cumplir con los compromisos adquiridos a través de sus programas de bienestar e incentivos.

f. Articulación. La motivación del empleado deberá procurarse integrando acciones, proyectos, programas y estrategias que contribuyan simultáneamente a la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.

p273

Semana anterior

EL NUEVO RETO DEL EDUCADOR

Hernán Saldarriaga

Llámele maestro, profesor, educador, como quiera, él tiene en sus manos el futuro de su país.

No obstante tan gran responsabilidad entregada, el educador en muchas ocasiones no comprende, no reflexiona sobre su tarea forjadora de hombres y mujeres para la competitividad del país a nivel internacional.

Si la capacidad de generar riqueza de un pueblo, para beneficio de sus habitantes, aprovechando sus fortalezas en comparación con otras naciones, está influida enormemente por la el conocimiento, por la actitud, por los valores y por el desarrollo humano de su gente, se entiende que en manos de los educadores está el moldear y orientar esa materia prima que reciben para sembrar en sus mentes y en sus corazones una semilla de excelencia en el ser, en el saber y el servir, fundamentales para transformar la concepción que los demás países tienen del hombre y la mujer latinoamericanos.

Nuestros países, llamados por vocación, dadas sus enormes riquezas naturales, a mantener elevados ingresos de su producto bruto interno, para beneficio común, se encuentran en inferiores lugares en la comparación que se hace con el resto de países del mundo.

Nuestra pasión, nuestra creatividad, nuestra entrega, y un sinnúmero de valores que compartimos en la región, no son visibles para los demás países, porque igual pasión, igual creatividad e igual entrega caracterizan a quienes obran mal y deterioran, así, el buen nombre de millones de gente de bien.

Se impone, entonces, la tarea de educar para esa competitividad desde los bancos escolares, con los procesos necesarios para que el producto de ellos sea gente de calidad humana, entendida como gente no sólo de gran saber sino forjada y revitalizada en sus auténticos valores humanos.

Esto es lo que se espera del servidor público que ejerce el cargo de educador.

p272a

Semana anterior

EL COMPROMISO SOLIDARIO DEL GOBERNANTE

Hernán Saldarriaga

Hace falta reconocer a los gobernantes sus ejecutorias, cuando en cumplimiento de sus compromisos morales, más que programáticos, son capaces de desafiar la geografía, el clima y la subversión, para empeñarse, con un puñado de alegres y solidarios conciudadanos, en un propósito de mostrar la solidaridad de un pueblo con los pueblos que padecen la injusticia de la barbarie y del secuestro colectivo de su gente, de sus bienes y de sus productos.

Y aunque el gobernante tiene entre sus obligaciones la de liderar sus pueblos hacia los ideales propios de la nación; aunque esa sea su labor fundamental, el generoso aplauso, el estímulo franco y abierto, el agradecimiento inmenso por la tarea emprendida, tiene que resonar, así los resultados de su esfuerzo sean minimizados por acción de quienes tienen el propósito perverso de la búsqueda del poder destrozando pueblos y vidas.

Cada alcalde de municipio, cada gobernador de departamento, tiene que mantener en alto, entre su pueblo, el ideal de la resistencia pacífica a través de la no violencia, para hacer frente a forajidos de todas las corrientes, y no sentarse a rumiar su incapacidad, cuando tiene en sus manos el instrumento de liderazgo capaz de enardecer a su gente, en la defensa de bienes, vida y honra, con sus banderas de libertad, de orden y de justicia.

A cada gobernante empeñado con pasión en esta tarea. A cada gobernante caído en esta lucha de no violencia contra la violencia. A cada gobernante amenazado por las fuerzas oscuras, pero firme en sus propósitos de dar lo mejor de sí para bien de su pueblo, hacemos el homenaje de nuestro reconocimiento y gratitud.

p271

Semana anterior

CORRUPCION EN LA SEGURIDAD SOCIAL

Hernán Saldarriaga

Uno no entiende por qué, si todo mundo sabe donde está el nido de corruptos, la corrupción no se mengua.

Los organismos de salud del Estado, sobre todo aquellos que tienen la responsabilidad de la seguridad social, se han convertido en antros de este flagelo.

Y que tengan que ser estas instituciones las que aparezcan en las primeras filas de las investigaciones como de mayor podredumbre, produce mayor extrañeza, porque tales prácticas atentan directamente contra la salud y la calidad de vida de las comunidades de trabajadores.

Tampoco sabe uno si es que el Estado no tiene voluntad para perseguirlos o simplemente cohonesta o por incapacidad o por otras prioridades o simplemente por complicidad.

Estas entidades, además, tienen organizaciones de control, con responsabilidades serias frente a la creación de la cultura del control interno, pero tampoco se siente la actitud erguida de los funcionarios de las contralorías, auditorías, que denuncien para que lleven a la cárcel, pero a la cárcel, no a las mansiones por cárcel, a quienes defraudan en provecho propio o de terceros, los servicios de quienes con su aporte, está buscando la permanencia de su salud, como garantía de la calidad de su vida.

Pero tampoco se ve una acción clara de los organismos sindicales, que son los llamados a proteger los derechos de los trabajadores, para que las cosas se enderecen.

Será que todo mundo piensa como un lector, que al responder a una de nuestras preguntas de la semana, nos escribió diciéndonos que antes lo que había que hacer era reglamentar la “mordida” para tener buenos servicios. Qué tal. Dios mío.

p270b

Semana anterior

LA PRUDENCIA DEL MANDATARIO

Hernán Saldarriaga

El servidor público, en la medida en que asciende en la escala de las posiciones del Estado tiene que proveerse de mayor prudencia en su hacer y en su decir.

Lo que dice, lo que hace, las decisiones que toma tienen repercusión incalculable en la vida de sus comunidades. Por ejemplo:

Los cambios insuficientemente estudiados de los sistemas de tráfico vehicular, producen accidentes en los que se lesionan o mueren personas o se producen daños en los bienes patrimoniales de ellas, sin que nadie responda.

El uso inapropiado de las fuerzas del Estado para disolver manifestaciones pacíficas, puede derivar en grandes tragedias nacionales.

Y aunque no estamos de acuerdo con el irrespeto al funcionario público que ostenta la dignidad de la república, si es preciso reconocer que es explicable la espontánea ira de un pueblo, manifestada en silbatina o en frases unísonas de rechazo de una multitud, cuando esa multitud percibe los efectos desastrosos de las decisiones imprudentes.

En los regímenes dictatoriales, en aras de un nacionalismo extremo, se conduce a los pueblos a la barbarie contra sus hermanos, o contra los pueblos vecinos, en acciones de las cuales la historia de los pueblos se avergüenza.

Igualmente, muchos pueblos guardan vergonzosas historias por la imprudencia de sus dirigentes.

p270a

Semana anterior

ETICA Y POLITICA

Hernán Saldarriaga

Fernando Savater, en su libro ética y política, recoge el sentir de la mayoría de la gente cuando dice que muchos consideran la política un asco.

No parece que pudiera hablarse de ética en política, porque la experiencia es que la búsqueda del poder conlleva a la realización de cualquier acto, porque en ella se acepta que el fin justifica los medios.

Vemos cómo, en el ascenso al poder, se irrespeta toda norma de buen comportamiento ciudadano; se compran votos y votantes; se seduce a los seguidores de otros políticos con prebendas; se construyen ilusiones a base de promesas que conquistan a los incautos y a los que creen en las ardorosas palabras promeseras.

Sin embargo, también vemos políticos honestos, con interés de llegar a las altas corporaciones públicas influidos del deseo de cambiar las tradiciones politiqueras de la nación.

La democracia está exigiendo unas reglas de juego y unos comportamientos éticos, fundamentales para allanar el camino de la convivencia y la compresión entre los ciudadanos.

Pero es necesario que esta democracia trabaje con mayor vigor en la formación política de sus ciudadanos a base de repetir y hacer que se constate que la política es servicio, servicio de sus dirigentes para su pueblo.

Si no, ¿Para qué democracia? ¿Para qué políticos? ¿Para qué instituciones?

p269B

Semana anterior

¿POR QUE SIEMPRE HAY QUE HACER UN PARO PARA QUE EL ESTADO CUMPLA?

Hernán Saldarriaga

Se ha convertido en un hecho común que cualquier organismo del Estado sólo atiende sus obligaciones cuando se le amenaza o se le hace un paro.

No se atiende oportunamente el pago de los maestros, el de los funcionarios de los servicios hospitalarios, éstos hacen huelga, y luego de escuchar frases de cajón como: "El Estado no negocia bajo presión", "haremos caer el peso de la ley sobre los manifestantes", ni lo uno ni lo otro ocurre, porque el Estado hace aparecer los recursos y paga y conviene con los organizadores que no habrá represalias, que hay "borrón y cuenta nueva".

Esta actitud del Estado es una actitud miope e injusta.

Todo paro, necesariamente, causa perjuicios a otra parte de la población que queda en el medio del conflicto.

A veces esos perjuicios son enormes desde el punto de vista económico, pero absolutamente perturbadores de procesos de formación, fundamentados en la justicia y en la equidad, porque toda la comunidad va aprendiendo que para que el Estado reconozca sus derechos básicos, hay que hacerle un paro. Y si el Estado enfrenta la fuerza pública con los manifestantes, estos se arman de palos, piedras, llantas, porque al final del paro, el Estado cederá, negociará, reconocerá derechos, se comprometerá, aunque las más de las veces no cumplirá exactamente lo negociado.

Y esa es la lección que deja: que el Estado es mentiroso, engañador, promesero y pícaro.

Entonces, ¿por qué dejar que las cosas vayan a esos extremos? ¿Por qué, obrando inteligente y pedagógicamente, no cumple sus compromisos con oportunidad, para evitar el caos?

Es muy común ver la sonrisa de los candidatos en campañas políticas, convertirse en gestos de dientes afiliados cuando llegan a las posiciones del Estado. Y la mano que se posaba acariciadora sobre las espaldas del posible votante, se convierte en la mano que sostiene el látigo contra el pueblo que se levanta para exigir sus elementales derechos, que prometieron cumplir, pero que no cumplen.

El Estado, con esta actitud, está maleducando a sus usuarios, a los ciudadanos, y está fomentando la anarquía.

¿De qué se extrañarán entonces, cuando el pueblo termine por erguirse, unánime, ante tanta burla?

p269A

Semana anterior

LO SOCIAL, EN LO PUBLICO

Hernán Saldarriaga

El título de este comentario parece redundante

Necesariamente, lo público, tiene un carácter tan social, que todo, lo económico, lo político, lo administrativo de un Estado, tiene que estar dirigido a conseguir el bien de los ciudadanos.

Pero hay unos gobernantes que por la gula del poder, olvidan las prioridades de sus pueblos y se enfrascan en realizaciones que en nada contribuyen a las grandes necesidades del conglomerado.

En América Latina, la urgente necesidad de los sectores más pobres, es la posibilidad de un trabajo, de un empleo.

Nadie hay más pobre, que aquel que ni siquiera tiene un trabajo del cual derivar su sustento.

Por lo tanto, los esfuerzos tienen que estar orientados hacia la generación de empleo.

Cuando las empresas privadas por causa de la globalización de la economía, tienen dificultades en su comercialización nacional e internacional, es el Estado quien tiene que entrar a subsanar los problemas de la desocupación.

Pero nuestros países hacen lo contrario. Si el sector privado no da empleo, el Estado coincide también con sus grandes volúmenes de lanzamiento a la desocupación.

Cuestiones de economía, se dirá. Disposiciones de los prestadores de dinero. Exigencia de los Fondos Monetarios. Mandatos legales.

Sí. Pero también inconsciencia. También falta de visión. También insolidaridad. También injusticia.

El Estado no ha recibido un mandato de que solo un 50% de la población esté en condiciones favorables, no.

El mandato constitucional de todo Estado es que la totalidad de sus ciudadanos tengan garantizados sus derechos.

Por lo tanto, es necesario que los que detentan el poder en el Estado, orienten sus esfuerzos hacia más generación de trabajo para los menos beneficiados económicamente, para los menos instruidos. Así esos empleos no sean productivos.

Sólo podrá detenerse esta bomba de la injusticia social con la posibilidad cierta de que los pobres puedan hallar trabajo.

p268

Semana anterior

¿Qué es la Transparencia?

Hernán Saldarriaga

Jim Wesberry de Casals & Associates y Director del Proyecto AAA México responde esta pregunta en la conferencia recientemente dictada en su país: “La transparencia es mucho más fácil de comprender que la ética, pero es igualmente difícil de lograr y mantener.

Específicamente exige la eliminación del secreto oficial y la elaboración de información útil y comprensible para su receptor. Algo transparente es libre de mentira o engaño, es claro sin explicación o interpretación, es fácilmente comprendido, es obvio. La transparencia no puede esconder un secreto.

La empresa transparente es la que divulga su información gerencial y financiera públicamente. Este requisito se está convirtiendo en una obligación inevitable de la empresa grande con múltiples accionistas cuyas acciones son compradas y vendidas públicamente en bolsas de valores o de cualquier otra manera.

El gobierno transparente es aquel que no tiene secreto oficial, con excepción de lo relacionado con la seguridad nacional, que permite el informe periodístico de todas sus acciones y decisiones en base de reuniones abiertas al público y la prensa.

Un gobierno transparente publica sus estados financieros oportunamente en formato fácilmente compreNsible, lleva a cabo sus transacciones de adquisiciones y contrataciones públicamente con participación abierta a todos.

La transparencia en los negocios y el gobierno constituye uno de los requisitos de conducta ética. La ley puede obligar la transparencia, pero la ética siempre la demanda".

p267

Semana anterior

LA ETICA DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

En los organismos del estado se impone con mayor rigor una concepción de la ética de las personas que participan de la Función pública.

El hombre o mujer que trabaja en ellos recibe de la comunidad un encargo perentorio de administrar los bienes públicos dentro de los postulados del bien común a su leal saber y entender.

Por eso, no administra éticamente la cosa pública:

Quien se apropia directa o indirectamente de los dineros y bienes de la comunidad, en su provecho o en beneficio de otros.

Quien desempeña un cargo a sabiendas de su propia ignorancia en materia relacionada con la descripción de su oficio.

Quien ejerce presión sobre sus recomendados para inferir ganancias políticas o económicas a cambio de perseverar en su recomendación.

Quien tolera, permite o facilita que otros defrauden las organizaciones públicas por razón de su conciencia de clase.

Quien insinúa, cobra o exige participación porcentual para la aprobación de contratos o su adjudicación o su implementación.

Quien desde las oficinas donde se desempeña, a través de donaciones, tolerancias, aceptaciones, pactos, adjudicaciones, ocultamientos, prepara para sí una posición importante en el sector privado, o en otra organización pública.

Quien pacta adjudicación de beneficios, para que cuando esté por fuera de la organización estatal se le adjudiquen semejantes beneficios en contraprestación.

Quien por disciplina política boicotea la normal actividad de su trabajo para perjudicar la buena obra del gobernante elegido en contrariedad a sus ideales.

Quien sigue considerando al ciudadano colombiano, como súbdito y no como un usuario o cliente del estado.

Quien ante la inminencia de no quedar colocado en el siguiente período gubernamental, atesora para sí recursos públicos con el pretexto de cubrir con anticipación el período que estará sin empleo.

Quien olvida la práctica de las virtudes básicas propias del poder público y no rinde tributo a la dignidad, decoro y honor con que debe estar investido su cargo y su propia persona.

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Un autor anónimo definió así el servicio público:

“La tremenda oportunidad que tenemos como seres humanos de estar en un medio en donde puedes ayudar; y eso es además de una oportunidad, un gran compromiso con uno mismo y con la sociedad. En el lugar más modesto y en el lugar más encumbrado, en los dos hay responsabilidades; con un grado de trascendencia, si se quiere, distinto, pero al final del día es una forma de trascender, una forma de ayudar” .Anónimo

p266

Semana anterior

LA ADMINISTRACION DE LA ETICA EN LA ORGANIZACION PUBLICA. - 2ª. Parte-

Hernán Saldarriaga

Decíamos que el Código de Etica no puede quedarse como un hermoso enunciado para admiración de los visitantes.

Es preciso: Administrarlo. Hacerlo conocer de toda la organización. Hacer que la organización lo asimile y lo convierta en actos reflejos, a través de la capacitación, la divulgación, la recordación, el estímulo, la evaluación del desempeño y la disciplina. Sembrarlo en el personal nuevo. Auditar los comportamientos desde el interior y el exterior. Estimular su aceptación con el ejemplo de su práctica por parte de la alta dirección.

Las organizaciones modernas, públicas y privadas están exigiendo un nivel elevado de compromiso de su Talento Humano con actitudes y valores que permitan elevar la competitividad del país en el mundo globalizado. Estas actitudes y valores que hay que revitalizar en nuestra gente, se encuentran dentro de los principios universales que todo hombre o mujer profesan por el solo hecho de pertenecer al género humano, principios universales que la ética civil empresarial propone a consideración de su adopción por parte de las organizaciones públicas estatales. Para ello es necesario direccionar esas actitudes a través del código de ética o cuerpo de valores o deberes de la organización y alcanzar así la calidad humana porque donde no exista esta calidad, no hay posibilidad de alcanzar la expectativa de calidad de nuestro servicio.

SI HAY CALIDAD HUMANA, HAY LA POSIBILIDAD DE CALIFICAR AL PAIS EN UN MEJOR NIVEL COMPETITIVO INTERNACIONAL.

QUÉ GRAN CALIDAD HUMANA OSTENTAN LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS QUE RINDEN CULTO A LA RESPONSABILIDAD, A LA VERDAD, A LA VIDA, A LA HONRADEZ,A LA JUSTICIA Y A LA SOLIDARIDAD.

p265

Semana anterior

LA ADMINISTRACION DE LA ETICA EN LA ORGANIZACION PUBLICA. - 1ª. Parte-

Hernán Saldarriaga

Para lograr que el conjunto de personas que constituyen la organización pública, oriente su acción a los mínimos éticos exigibles, y para obtener que en cada una de ellas se fortalezcan, se revitalicen, se asimilen y se posicionen esos principios, es necesario que los administradores públicos orienten la construcción del código de ética o cuerpo de valores o deberes o principios, como un enunciado de comportamientos esperados que su organización busca sembrar en el corazón y en la mente de sus miembros, a fin de que a todos sirva de espejo para revisar sus pensamientos, sus palabras, sus actos o sus deseos.

Esto es necesario porque sabemos que cada organización tiene una personalidad social que la hace diferente de las demás.

Esta personalidad es el alma colectiva, producto de la cultura organizacional. En esa cultura hay un acervo de tecnologías, conocimientos, principios, valores, normas, pautas de comportamiento que la hacen irrepetible. Por eso, quien ingresa a una organización, proveniente de otra, requiere de una información oportuna para asimilar esa cultura y no enfrentar el choque de dos culturas, con sus comportamientos.

Para empezar a construir el código de ética, se requiere una actitud participativa de los aportantes a la organización, y que se den los siguientes pasos:

1. Organizar un grupo interdisciplinario para la construcción del Código.

2. Organizar talleres para la definición del entorno y para la determinación de los principales comportamientos esperados con él, con base en los mínimos éticos exigibles.

3. Recopilar la información obtenida en los talleres.

4. Elaboración del proyecto de código de ética, por parte de un grupo representativo de los participantes en los talleres, coordinados por el grupo interdisciplinario.

5. Presentación del proyecto para su discusión.

6. Presentación del proyecto ante el organismo cúpula para su aprobación.

Finalmente, el Código de Etica no puede quedarse como un hermoso enunciado para admiración de los visitantes.

p264

Semana anterior

MINIMOS ETICOS. 2a. parte- parte-

Hernán Saldarriaga

Los otros cuatro mínimos éticos, de los cinco que estamos proponiendo a los servidores públicos, son: el respeto por la vida, la honradez, la solidaridad y la justicia.

El respeto por la vida, traducido en todas las manifestaciones de compresión, más que de tolerancia, y en una actitud de no violencia activa, que nos permita desarmar a los violentos por la fuerza de la compresión, de la reflexión y de la serenidad.

La honradez, fruto de una profunda convicción interna del respeto a los bienes físicos y espirituales de los demás. En donde el buen uso de los bienes del común sea una exigencia extrema de todo servidor público; donde la transparencia de sus actos sea cada vez más reconocida, también por la extrema delicadeza en sus acciones de uso o vigilancia de los bienes y patrimonio de la nación. Y en donde el respeto por las ideas y sugerencias de los demás compañeros, jefes, colaboradores o subalternos, nos impida apropiarnos de ellas o presentarlas como si fueran nuestras. Y en donde finalmente, la honra y fama del otro sea custodiada por nuestra extrema prudencia al emitir juicios acerca de los demás.

La solidaridad, traducida en el apoyo y colaboración a cada uno de los que conformamos el conjunto organizacional, para que juntos podamos alcanzar nuestros objetivos. Y en donde el espíritu de servicio, la lealtad, el espíritu de grupo, la discreción, la guarda del secreto profesional, contribuyan a mantener los nexos de compañerismo, que permitan un ambiente de mutuo acompañamiento en la tarea diaria del ejercicio de nuestras aptitudes, para beneficio de los ciudadanos colombianos.

La justicia, aprehendida por cada uno de los actores empresariales, como reconocimiento mutuo de sus derechos, nacidos de su relación laboral contractual.

Con el cumplimiento de estos seis mínimos éticos exigibles al servidor público, estaremos concentrando todas las virtudes básicas y modernas que deben profesar los servidores públicos de una nación.

p263

Semana anterior

MINIMOS ETICOS. 1a. parte- parte-

Hernán Saldarriaga

Estamos proponiendo, en nuestras organizaciones privadas y públicas, desde la ética civil, que restauremos la exigibilidad y la adopción de seis principios mínimos éticos universales, que nos permitan redireccionar las intervenciones en nuestras culturas organizacionales, en forma didáctica y metodológica, a fin de que lleguen a convertirse en modos de acción dentro de la actividad diaria del ejercicio del trabajo.

Estos mínimos éticos exigibles que estamos proponiendo son: La responsabilidad. El respeto por la verdad. El respeto por la vida. La honradez. La solidaridad.La justicia.

Hoy trataremos de la responsabilidad y del respeto por la verdad.

La responsabilidad, entendida no tanto como el cumplimiento a cabalidad de las funciones que se nos han encomendado, sino como la capacidad de responder por nuestros actos, adecuados o no, a manera de enfrentamiento consciente con la realidad.

Este concepto de responsabilidad, nos permite humanizar la tarea y entender a los demás, en forma más humana. Cuando exigimos cumplimiento a cabalidad, estamos exigiendo perfección y sabemos que la perfección, aunque se busque, no alcanza a obtenerse. En cambio cuando elaboramos un sentido de responsabilidad como capacidad de dar respuesta, de responder, por los actos humanos, conscientes, deliberados, libres, que realizamos, damos la oportunidad de que aquellos actos que no son adecuados, o que son erróneos, puedan ser evitados en el futuro porque reconocemos nuestras equivocaciones y aceptamos que los demás puedan equivocarse.

El respeto por la verdad, entendida como la concordancia entre lo que pensamos y sentimos con lo que hacemos o decimos, nos exige manifestarla, no como la ruda franqueza, si no como la verdad serena, capaz de incidir en el cambio de comportamiento de nuestras gentes, por la forma descriptiva, más que evaluativa, como la presentamos a su consideración para ayudarle a conseguir los objetivos propios y los objetivos de la organización.

p262

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-7ª parte-

Hernán Saldarriaga

COMPRENSION. Se está imponiendo en el medio la llamada cultura de la tolerancia. Pero el concepto de tolerancia no puede entenderse en un significado diferente al de la virtud de la comprensión.

La comprensión hace entender al servidor público las razones que tiene el otro para obrar y aceptarlo tal cual es.

Comprendemos sus debilidades en relación con nosotros y con los otros. Comprendemos su falta de tacto. Su lenguaje que a veces nos hiere. Sus modales diferentes. Sus ofuscaciones. Hay que comprenderlo pero también hay que buscar la modificación de su comportamiento cuando ello sea necesario. Es, pues, preferible la comprensión a la tolerancia, porque tolerar tiene una connotación negativa -como no hay mas remedio, hay que aguantarlo-. También hay situaciones en las cuales la tolerancia se convierte en claudicación. Tolerar la infamia, el delito, el daño ajeno, es complicidad.

La comprensión, así entendida, nos permite romper la cadena perversa de la corrupción, en donde cada corrupto busca que los demás funcionarios de bien se vuelvan corrompidos como él, por su tolerancia.

OTRAS VIRTUDES DEL SERVIDOR PUBLICO. Mariano Rajoy Brey, ante el seminario de ética organizado por el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, afirmaba: "Ser honesto, íntegro e imparcial son virtudes básicas para el ejercicio del poder, pero hoy se necesita que los hombres públicos sepan manejarse en supuestos de complejidad creciente y que sepan interpretar las responsabilidades que llevan aparejadas los constantes y acelerados cambios sociales y políticos.

Hoy más que nunca, se hace necesaria una mayor sensibilidad hacia los derechos humanos, un mayor respeto a las minorías, una mayor conciencia ecológica y una mayor operatividad del concepto de la dignidad de la persona."

p261

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-6ª parte-

Hernán Saldarriaga

DIGNIDAD, DECORO Y HONOR. Nada hay que haga sentir más orgullosa a una comunidad que el contar con unos servidores públicos, dignos, decorosos y de honor. Esta dignidad, este decoro y este sentido del honor, a su vez revierten en gran credibilidad y distinción por parte de esa comunidad, hacia sus funcionarios públicos. Cuando estas tres virtudes no aparecen fuertes, la comunidad siente un profundo desprecio por el servidor público. En estas tres virtudes se compendian las fuentes de ese amor, de ese respeto, de esa veneración que pueden tributar los pueblos a sus jueces, a sus alcaldes, a su secretarios de despacho, a sus cortes, a su gobernantes, a sus legisladores.

Y en contrario sentido, de la falta de dignidad, de la falta de decoro y de la falta de honor, nace el menosprecio, el estereotipo de que todo funcionario público es corrupto, es ineficaz, es un ciudadano de tercera categoría.

El honor es la cualidad moral que nos lleva al más severo cumplimiento de nuestros deberes respecto del prójimo y de nosotros mismos, y la gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas.

Cuando empeñamos nuestra palabra, cuando hacemos una promesa a alguna persona, cuando asumimos un cargo, cuando nos responsabilizamos de una actividad, cuando aceptamos una dignidad, cuando ejercemos un voluntariado, siempre encontramos en ello comprometido nuestro honor.

Está siendo muy común que una persona falte a su palabra, que no cumpla una promesa, que no sea fiel a los compromisos del cargo para el cual fue elegido, que no responda por la actividad en la cual se ha comprometido, que no sea disciplinado o puntual en el ejercicio de sus actividades de voluntariado.

Estas personas en nada valoran esta cualidad moral del honor y en nada aprecian el valor de la gloria o de la buena reputación.

Ellas olvidan que el honor es la consecuencia de la virtud y de los méritos y creen que el deshonor se cubre con la mentira y el dinero y que se pierde en la memoria de los demás.

Mas es necesario que el servidor público, ya sea gobernante, legislador, juez o control, tenga el honor en su propia escala de valores, porque gobernantes con honor, forjan pueblos de honor.

p260

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-5ª parte-

Hernán Saldarriaga

USO DE INFORMACION. El deber de guardar el secreto profesional es un imperativo en el servidor público. Por sus manos pasan las informaciones más delicadas en relación con la vida económica y social de los colombianos. La divulgación de esa información puede alentar acciones de los delincuentes tan graves como el chantaje, el secuestro, la extorsión. Pero además el servidor público no puede utilizar información privilegiada para su beneficio particular o de terceros, información que podría tener graves incidencias en los planes económicos de empresas, organizaciones o personas. Indudablemente que el uso de la información está en relación directa con la discreción.

Detengámonos un momento en una reflexión sobre la discreción y los rumores: Los rumores suelen presentarse en las empresas públicas, con mucha frecuencia.

Son informaciones que corren en la organización y que nadie quiere responsabilizarse de ellas. Generalmente, estos rumores preceden a decisiones, acciones, cambios y encuentran campo abonado en las expectativas de las personas. Por eso corren con suma facilidad.

El rumor se da porque hay alguien interesado en oírlo y alguien dispuesto a transmitirlo. El interés por escucharlo nace de la ansiedad que produce la no oportuna información que se dé a través de los canales formales de la entidad.

El canal informal por el que circula el rumor, de amigo a amigo, de pariente a pariente, de asociado a asociado, de militante a militante, transfiere información que va de lo inocuo hasta asuntos de suma importancia para las personas o para la organización.

El rumor predispone el ánimo del servidor público hacia la aceptación o no de una decisión, de una orden, de una actividad, de un cambio. El rumor predispone al superior para una valoración, para un ascenso, para un reconocimiento, para un estímulo o para una sanción de su colaborador. El rumor hace perder objetividad, crea prejuicios, y hasta coloca a los participantes a la defensiva.

Pero el más grave daño que crea el rumor está en lo que hace con la honra de las personas: acaba con ella, sin que la persona pueda explicar sus comportamientos, responder por sus actitudes, justificar sus acciones.

El rumor en la organización, gravemente perjudicial, se reduce si hay conciencia del daño que se produce a otros, si hay gente más segura de sí misma en el trabajo, si se mejora la comunicación formal, y si aprendemos a cortar la cadena del rumor.

Al rumor, a veces, también se le llama chisme

p259

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-4ª parte-

Hernán Saldarriaga

COLABORACION. En los sucesos adversos o emergencias en que puede situarse la organización o las personas que la conforman, se espera la presencia activa de los demás funcionarios, para mitigar o superar las dificultades que se presenten. Esta colaboración tiene que ir muy directamente relacionada con el compañerismo. En las relaciones del trabajo público, se exige a los funcionarios que sea compañeros, no se les exige amistad, pero sí ese nivel de compañerismo.

Pero frecuentemente menospreciamos o menos valoramos al compañero, cuando un compañero es alguien que nos acompaña en camino laboral de nuestra existencia.

Hagamos un homenaje al Compañero:

Compañero: La vida nos unió aquí en esta entidad pública.

Venimos de diferentes mundos. Pertenecemos a diferentes familias, Tenemos distintos ideales.

Pero aquí estamos, tú y yo, trabajando juntos, en esta organización que nos brindó su techo, sus confianza, su esmero, para que juntos pudiéramos obtener el salario que nos permita alcanzar nuestros ideales.

Posiblemente no soy tu amigo, pero sí tu compañero.

Un compañero es alguien que acompaña a uno por un sendero para hacer más fácil el viaje. Vamos juntos por este sendero de la vida. Yo te respetaré, te ayudaré, buscaré comprender lo que te hace diferente de mí; toleraré tu modo de ser, no tomaré lo que es tuyo, te señalaré tus errores y cuando estés fatigado, tomaré parte de tu carga para que te repongas en la tarea.

Recordaremos que así como nosotros necesitamos de esta entidad, la entidad también necesita de nuestro servicio, hecho con amor, con calidad, con honestidad, con perseverancia.

Cuando tengamos diferencias, recordaremos que tenemos que continuar nuestro camino.

Cuando veas que desfallezca, ayúdame. Cuando vea que no esté siendo fiel a la empresa, recuérdamelo. Cuando me sientas ofuscado, tolérame, tenme paciencia. Cuando observes que estoy desanimado, anímame. Que también yo te ayudaré, te lo recordaré, te tendré paciencia y te animaré.

Para eso tú y yo somos compañeros.

p258

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-3ª parte-

Hernán Saldarriaga

INDEPENDENCIA DE CRITERIO. Obliga al servidor público obrar independientemente en la toma de decisiones referidas a la prestación del servicio, desechando lazos de consaguinidad, política, raza, religión, favoritismos o preferencias, lo que le llevará a ser equitativo e igualitario en el trato, la atención y cumplimiento de los compromisos. La lealtad primera de un servidor público es con su país por encima de otras personas, partidos políticos o instituciones.

EJERCICIO ADECUADO DEL CARGO. Este ejercicio del cargo se entiende como la actitud desapasionada, equitativa de ofrecer sus funciones al servicio de su público, cualquiera que él sea y de prestar su concurso a su leal saber y entender, sin esguinces, sin espera de recompensa distinta a su salario y a su reconocimiento como buen servidor público.

USO ADECUADO DE LOS BIENES DEL ESTADO. Tiene gran responsabilidad el servidor público en el uso de los bienes puestos a su servicio. La propiedad de estos bienes es del común, y su uso debe contribuir al beneficio de todos. Se espera de cada uno de los servidores públicos que la utilización de esos bienes no se haga en provecho personal de ellos o de terceros, sino que, de acuerdo con las normas y la justicia, los bienes del estado contribuyan al bienestar ciudadano.

USO ADECUADO DEL TIEMPO DE TRABAJO. La eficiencia, la eficacia y la economía son principios aplicables al uso del tiempo en el trabajo del servidor público. La falta de atención oportuna a los usuarios, los comentarios en los pasillos, la pérdida de tiempo en el teléfono, la desatención al público por las conversaciones intrascendentes, las reuniones innecesariamente prolongadas, hacen de la tarea diaria un pasatiempo sin resultados de efectividad en el quehacer del funcionario públicos

p257

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-2ª parte-

Hernán Saldarriaga

TRANSPARENCIA, Define el comportamiento del servidor público que será traslúcido de tal manera que quien quiera observarlo encuentre en él la clara nitidez de sus ejecutorias.

OBEDIENCIA. Exige el respeto y acatamiento del superior y de sus órdenes dentro del concepto de la excelencia del servicio.

Reflexionemos un poco sobre el acatamiento:

Para que exista la autoridad tiene que existir la obediencia.

En los modernos tiempos, la palabra obediencia suena como con un sentido raro. Ha de ser obediente el funcionario a quien se le da una orden o se le solicita un servicio o se le encomienda una tarea.

No puede pensarse que la obediencia está pasa de moda, así esté muy altamente valorada la rebeldía.

Es necesario pensar, creer y actuar en función de esa aceptación de la autoridad que conlleva la práctica del acatamiento debido.

Nadie tiene porqué sorprenderse de que esa obediencia se deba porque el acatamiento a la ley, al superior y a las normas es eso: obediencia.

Cuando la obediencia es abandonada por la soberbia, es necesario recordar que nadie, absolutamente nadie, es tan libre que no tenga a alguien quien le controle o le determine procedimientos o comportamientos.

Cuando una entidad pública tiene temor a rendir culto a la obediencia, necesariamente entroniza en su cultura la anarquía y el desorden.

Obedecer es, simplemente, acatar las disposiciones, la norma y la autoridad.

Este respeto hace que, cuando se ejerza el mando, se sepa hacerlo porque la conciencia de la obediencia también ejercita la conciencia de la autoridad.

p256

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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER

-1ª parte-

Hernán Saldarriaga

APTITUD, es entendida como las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar el cargo. Estas habilidades y conocimientos exigen una permanente capacitación para llegar a los niveles de competencia necesarios para su ejercicio.

LEGALIDAD. Obliga al servidor público a orientar su conducta irreprochable de acuerdo con la Constitución y las leyes.

VERACIDAD. Exige que cada servidor del Estado se convierta en guardián de la verdad serena, respetuoso de la concordancia entre su pensamiento y la acción.

Hagamos una reflexión sobre la verdad serena:

La verdad a veces resulta dolorosa.

Todos queremos saber la verdad, pero a veces esas verdades nos hieren, nos duelen, nos lastiman el amor propio.

¿Qué hay en el ser humano que amante de la verdad, siente que hay verdades que, al escucharlas, le ponen en actitud defensiva?

Cuando un funcionario pregunta acerca de cómo va en su trabajo, es necesario decirle la verdad.

Cuando un jefe pide una opinión acerca de una orden, un trabajo o sobre sus actuaciones, es necesario decirle la verdad.

Cuando un trabajo no ha sido hecho a satisfacción, por algún colaborador nuestro, es necesario decirle la verdad.

Cuando alguien ha cometido un error, es necesario decirle la verdad.

La verdad no debería herir a nadie. Mas no es la verdad lo que hiere. Lo que realmente hiere es la intención con la que manifestamos esa verdad; intención que es fácilmente captada por los demás cuando lleva un mensaje oculto de crítica, de reproche, de desquite, de humillación, de intolerancia.

La ruda franqueza, que generalmente nace de la intención de cantarle a otro las "verdades", levanta barreras en la relación humana, que impiden la aceptación constructiva, por parte del otro, de la información cierta contenida en los mensajes.

La verdad no tiene porqué herir, cuando en nuestro ánimo está ayudar al otro a observar su conducta para que pueda direccionar sus comportamientos a fin de que alcance sus objetivos.

Es la verdad serena.

p255

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La gran vergüenza nacional

Hernán Saldarriaga

Muchas veces, la falta de delicadeza del servidor público no permite observar los posibles conflictos de intereses que surgen en sus relaciones.

Recientemente escuchamos a un altísimo funcionario, con responsabilidad en combatir el contrabando del cigarrillo, afirmar que fumaba determinada marca que le obsequiaba la firma extranjera.

También recientemente, otro alto funcionario encargado del control de calidad de las drogas, informaba que había aceptado que un poderoso laboratorio internacional financiara programas para sus empleados oficiales.

La falta de delicada e ilustrada conciencia de funcionarios así, es una de las causas por las cuales llegamos a ocupar puestos entre los más corruptos en el mundo. Insistimos: ¿No es una vergüenza nacional?

Mas para que exista un corrupto necesariamente tiene que haber un corruptor.

Es admirable la actitud de algunas empresas que han definido en sus políticas su clara intención de no contribuir a este flagelo nacional.

Tal posición las pone, ciertamente, en desventaja, cuando multinacionales o grandes empresas nacionales no escatiman formas disfrazadas o directas de donaciones, regalos, cumplidos, para ganar la ventaja que puede darles una conciencia así comprada, en el momento de las grandes decisiones.

Pero los corruptos y los corruptores, también caerán.

La modernización estatal tiene que seguir orientado todo su esfuerzo administrativo a obtener un Talento Humano que aporte su capacidad integral a la gran empresa nacional de servicios sociales, como es el Estado, dentro de unos principios de eficacia, eficiencia y economía, orientados por una misión, como razón de ser, y una visión como propósito a largo plazo, dentro de un concepto de globalización de su economía, del cual, querámoslo o no, no es posible sustraernos, pero siempre con enorme transparencia y gran honestidad.

p254

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¿Y QUE ES LA CORRUPCION?

Hernán Saldarriaga

Según el informe TASC de Chile "El término corrupción en general se utiliza para englobar una serie de faltas a la probidad que se observan tanto en el sector público como en empresas privadas. Ejemplos son el tráfico de influencia, el uso de información privilegiada y la aceptación de dádivas.

En términos simples, la corrupción se puede entender como la utilización de un cargo en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución. Volvamos a repetirlo: En términos simples la corrupción se puede entender como la utilización de un cargo en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución.

Hay un tipo de corrupción que es abiertamente rechazada cuando involucra el enriquecimiento de unos pocos en actos claramente ilegales. Por ejemplo, vender o comprar información sobre una futura devaluación.

Pero otro tipo de corrupción que tiene menos impacto en la opinión pública y que incluso se mira con cierta simpatía corresponde a lo que puede denominarse "amiguismo" o "compadrazgo". Este tipo de corrupción de origen "cultural", que parece tener gran presencia en sociedades latinas, consiste en utilizar el poder de un cargo para otorgar pequeños favores a familiares o amigos. Un ejemplo típico de esta corrupción "inocente" es la agilización de un trámite.

En la medida que esta fuente de corrupción se encuentre enraizada en la cultura de un país, indudablemente será difícil de combatir”.

p253

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CONTRA LA CORRUPCION

Hernán Saldarriaga

Los organismos de control del Estado (los no corruptos) encargados de la vigilancia, la veeduría, la auditoría y la fiscalía de las acciones de los empleados públicos, tienen que aguzar su inteligencia y su diligencia y redoblar sus esfuerzos, para reducir esta maldita corrupción de “servidores públicos” descarados que están acabando con el empleo que brinda el sector privado.

Las mil formas como se disfraza la especie corrupta, las garras ocultas que utiliza, la manera sutil como induce a que se le retribuya por servicios que ya le compensa el Estado con el buen salario reconocido, están haciendo desistir, a empresas serias, de continuar en la brega, porque no sólo hay que luchar por la conquista de mercados nacionales e internacionales, ya de por sí difíciles, sino que también hay que luchar contra aquellos sinvergüenzas que en sus intervenciones de control de las empresas están teniendo actitudes intolerantes con quienes han definido con claridad que no van a pagar sobornos, y, que pase lo que pase, no van a contribuir a aumentar la corrupción.

Y el corrupto se ensaña contra esas empresas y convierte en graves, circunstancias de lenguaje, de presentación, de procedimientos que en otras admiten o toleran o ayudan a solucionar, para mantener su imperio de temor y beneficio.

Por eso es necesario que los organismos auditores y fiscalizadores del Estado, no corruptos, revisen con gran lupa las intervenciones de los mandos medios públicos y de los analistas que los organismos de control envían a las empresas para que sus abusos no contribuyan a desalentar el mantenimiento y la creación de empleo. Con tanto enemigo la industria privada no puede ser eficiente.

Pero también es preciso que dentro de las opciones democráticas, los empresarios honestos, solidarios, ejerzan acción de vigilancia y observen con especial cuidado acciones estatales en aquellas empresas que han definido no dar sobornos y que sistemáticamente están siendo demoradas, dilatas en aprobaciones necesarias para su funcionamiento.

p252

Semana anterior

LA ETICA DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

La ética de los servidores públicos debe empezar a revitalizarse en las aulas, para poder llegar a tener funcionarios transparentes, éticos, respetuosos del bien común

Se dice que los jóvenes de la antigua Antenas prestaban el siguiente juramento: “Nunca traeremos vergüenza sobre nuestra ciudad mediante actos de deshonestidad o cobardía. Lucharemos por los ideales y las cosas sagradas de la ciudad, tanto individualmente, como en grupo. Reverenciaremos y obedeceremos las leyes de la cuidad, y haremos todo lo posible para alentar la reverencia y el respeto en quienes estén por encima de nosotros y sean propensos a soslayarlas o desobedecerlas. Lucharemos sin cesar para agudizar el sentido del deber cívico en el pueblo. De esta manera legaremos una ciudad aun más grande y esplendorosa que la que hemos recibido”.

Y en Tito 2:6-8 encontramos, en versión moderna,...”aliente a los hombres jóvenes para que ejerzan autocontrol. Para todo, actúe como un ejemplo haciendo solamente actos buenos. En su enseñanza muestre integridad, seriedad y solidez de palabra que no pueda ser condenada, para que así todos aquellos que se opongan a usted, nunca puedan decir nada malo sobre nosotros”.

Mensajes llenos de profundo contenido de amor por la ciudad y de compromiso por la enseñanza de valores profundos.

¿Y cuál es el ejemplo que hoy está dando el Servidor Público a los jóvenes ciudadanos que esperan su turno para llegar a regir los destinos de la ciudad?

p251

Semana anterior

LOS DERECHOS DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Los servidores públicos por razón de los reconocimientos que les otorga la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, no sólo son sujetos de deberes, también es preciso garantizarles el cumplimiento oportuno de tales derechos.

Por eso, no es claro cómo un gobierno no paga oportunamente la remuneración fijada cuando el servidor público ha cumplido con su compromiso contractual.

Tampoco se entiende que se le restrinjan su deseos de formación y capacitación a la que tiene derecho para poder cumplir su deber con la idoneidad correspondiente.

Y menos se comprende por qué en sus relaciones con los superiores no recibe el estímulo debido o el tratamiento cortés que es imperativo.

Al servidor público hay que estimularlo, hay que reconocerle su trabajo, su compromiso, sus méritos, no sólo con el homenaje moral del elogio oportuno, sino también con el interés del superior por el bienestar de cada uno de sus colaboradores.

Es cierto que al Servidor Público le exigimos el cumplimiento a cabalidad de sus deberes por su papel de servidor del Bien Común, pero también es de justicia reconocerle sus derechos con la equidad que el desempeño de su cargo demanda.

p250

Semana anterior

LA IDONEIDAD DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Una de las virtudes más necesarias, menos exigida, en el Servidor Público es la IDONEIDAD.

El conocimiento profundo de las actividades del cargo que le corresponde desempeñar, la capacidad de tomar decisiones acertadas con base en ese conocimiento y dentro de las funciones que le competen, sólo puede adquirirse a través de la formación previa a su desempeño y de la permanente actualización en el saber exigido y en la normatividad permanentemente cambiante, relacionada con sus tareas.

Esa idoneidad, tiene que convertirse en una constante y habitual actitud del Servidor Público, porque significa mayor capacidad para responder dentro de sus competencias, por sus actos y disminuir los riesgos de omisión o de extralimitación por ignorancia.

La idoneidad tiene muchas fuentes de donde nutrirse, por lo cual no puede el Servidor Público alegar poca disponibilidad económica para ello: Desde la actualización a través de la consulta bibliográfica, la asistencia a conferencias, el estudio a través de internet, las entrevistas con los expertos, y la asistencia a las programaciones de formación que hacen las propias empresas, son formas que no significan grandes erogaciones para el Servidor Público.

También, debe hacer el esfuerzo de asistir a los Centros Educativos de Enseñanza Superior como esfuerzo personal propio para mantener los altos niveles de idoneidad que el ejercicio de su profesión demanda.

La idoneidad, entonces, a la vez que garantiza el ejercicio adecuado del cargo, mantiene abiertas las puertas para el crecimiento personal y en el medio social en el que interactúa el servidor público.

p249

Semana anterior

COMUNIDADES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCION DE LOS GRANDES

Hernán Saldarriaga

Los países latinoamericanos, aunque con asombro, están teniendo una actitud muy firme en vencer el fenómeno de la corrupción en los niveles más altos de su sociedad.

Ya no es tolerable que un presidente de una república se enriquezca en el poder con el juego sucio de aceptación de los sobornos.

Y aunque el rigorismo de la oposición política pueda presentarse, la transparencia de la justicia en los actos de detención a los mandatarios corruptos, deja poco lugar a la vacilación en la creencia de que tales detenciones obedezcan a persecución política.

Los escándalos de los presidentes están tocando a organismos tan importantes como la OEA, que en un breve lapso pierde su Secretario Ejecutivo por la mancha de la corrupción en el ejercicio del poder.

Esta cruzada de lucha contra la corrupción hay que apoyarla y todo servidor público, cualquiera que sea el cargo que desempeñe, debe entender que siempre el bien de la nación, el bien común, tiene que estar por encima de las pretensiones personales.

Así como el mal ejemplo de los altos mandatarios, ejerce tanta influencia en la conducta de los ciudadanos, el castigo ejemplar sirve también de ejemplo para disuadir conductas corruptas.

Que tiemblen también los poderosos porque hay una comunidad que se une para hacer respetar su patrimonio.

p248

Semana anterior

CODIGOS DE ETICA EN EMPRESAS DEL ESTADO

Hernán Saldarriaga

Algunas contralorías están recomendando a las empresas del Estado que formulen sus códigos de ética.

Esta recomendación, un poco extraña por venir de un ente de control generalmente fiscal, es una clara muestra de que el control del Estado ha entendido a cabalidad que sin una definición de los principios que deben orientar a tales organizaciones, sin una convergencia de todos los servidores públicos de esas empresas, en torno de los valores más importantes de su cultura, sin una declaración de la normatividad exigida para el comportamiento con sus grupos de interés, el cabal cumplimiento de sus responsabilidades no podrá lograrse.

Por otra parte, está claramente establecido que los organismos de Control tienen que velar por la introyección en la cultura de estas organización del Control Interno, como los prescriben las leyes, especialmente para quienes tienen mando.

Pero el Control Interno, tiene que fincarse, principalmente en el autocontrol, que a su vez, nutre su información del querer ético de la empresa definido en su Código de ética.

Por consiguiente, el definir el Código de Etica de una institución, promueve el que todos los servidores públicos ajusten sus comportamientos a él y, a la vez, les sirva de espejo para mirar si su comportamiento es como la empresa lo desea.

p247

Semana anterior

POR GANAR VOTOS

Hernán Saldarriaga

El panorama político latinoamericano, presenta un común denominador, en las maromas que se realizan para lograr un voto.

La interpretación amañada que se asume ante un hecho: La oposición siempre ve mal todo. La fracción gobernante, todo lo ve bien.

El que gana es un ladrón, el que pierde un amargado. La oposición siempre verá fraude en toda elección por pulcra que sea. El que gana siempre dirá que las reales quejas del perdedor son pataleos por no saber perder.

El acto bien intencionado del gobernante, tiene siempre detractores. Palo porque bogas, palo por que no bogas.

El insulto al opositor es estrategia para caldear los ánimos de los seguidores e invitarlos a la contienda o la manifestación pública. No importa que después, con el opositor, en el club, se den un fuerte abrazo de amigos.

Hay quienes no sólo lanzan sus dardos verbales en las manifestaciones sino que también les tiran piedras, físicas piedras, a sus propios manifestantes para que la manifestación se exalte, porque manifestación pacífica es poco atractiva para los medios de comunicación y sobre todo para la televisión.

Para lograr un resultado que beneficie al político o al partido, si hay que aliarse con el que está a la orilla opuesta de sus ideas y de sus valores, hay que aliarse.

La mejor manera de ganar votos, de los políticos sin conciencia, es atacando sin razón. Porque la alianza con quien está en el poder, el reconocimiento de su obra benéfica para todos, no da tantos votos. Lo que da votos es la sagacidad en el ataque calumnioso, porque a la masa le gusta los careos: Dale rojo, dale; dale azul, dale; dale verde, dale.

El príncipe bueno se desgasta, el maquiavélico, es exaltado porque la masa olvida.

Por eso hay que reinventar la democracia, porque la democracia latinoamericana todavía tiene mucho de farsa.

p243

Semana anterior

IMPORTANCIA DE LAS RENDICIONES DE CUENTAS DE LOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO

Hernán Saldarriaga

Uno de los sistemas modernos que los estados han promulgado para incidir en el control de la corrupción y en el cumplimiento de los compromisos programáticos que llevaron a gobernantes a ocupar el puesto de Jefe del Estado, es la rendición de cuentas.

Es un ejercicio informativo de amplias proyecciones y contenidos que está mostrando, con cifras relevantes y verificables, qué tanto se está cumpliendo el plan de desarrollo o los planes de acción de todos los organismos del Estado.

Con frecuencia se ve, a quienes están en la rama ejecutiva, desplegar ante el país los resúmenes de sus ejecutorias, pero pocas veces se observa a los demás poderes entregar información sobre sus actividades, comparadas con los objetivos o metas propuestas.

La OEA en su resolución sobre el acceso a la información pública: Fortalecimiento de la democracia, aprobada en su cuarta sesión plenaria, , insiste en la necesidad de “Alentar los esfuerzos de los Estados Miembros para que, a través de su respectiva legislación nacional y otros medios apropiados, adopten las medidas necesarias para facilitar la disponibilidad electrónica de la información pública.

Reiterar que los Estados tienen la obligación de respetar y hacer respetar el acceso a la información pública a todas las personas y de promover la adopción de disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para asegurar su reconocimiento y aplicación efectiva.

Reafirmar que toda persona tiene la libertad de buscar, recibir, acceder y difundir informaciones y que el acceso a la información pública es un requisito indispensable para el funcionamiento mismo de la democracia”.

Porque, definitivamente, rendir cuentas de su gestión al pueblo habla de buen gobierno y de democracia estatal.

p242

Semana anterior

LAS AMÉRICAS EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD

Hernán Saldarriaga

En su cuarta sesión plenaria, la OEA aprobó, entre otras, la siguiente resolución en la lucha contra la corrupción y la impunidad.

“Reafirmar que la lucha contra la corrupción y la impunidad es un compromiso fundamental y un deber mutuo de los estados de las Américas, como garantía del ejercicio de la democracia y la consolidación de sus instituciones, la gobernabilidad, el fortalecimiento del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos; ya que la corrupción, pasiva y activa, constituye una amenaza a la seguridad de los Estados, socava las instituciones públicas y privadas, así como obstaculiza el desarrollo de los pueblos”

La razón de ser de esta declaración de la OEA está en la comprobación que ha hecho de que “la corrupción ha dejado de ser un problema local para convertirse en un fenómeno transnacional que afecta a todas las sociedades y economías, lo que hace esencial la cooperación internacional para prevenirla y luchar contra ella”.

Estos enunciados y estas resoluciones, dan un marco de principios y de búsqueda de una voluntad política colectiva regional para reducir a la mínima expresión estos flagelos que azotan nuestras Américas.

Suscriben estas resoluciones jefes de Estado, aún aquellos comprometidos con graves denuncias públicas en sus gobiernos, pero es un paso importante para que la sociedad civil exija el cumplimiento de estos compromisos a todos nuestros gobernantes, porque como lo dice la resolución comentada: “ el combate contra la corrupción fortalece las instituciones democráticas, evita distorsiones en la economía, vicios en la gestión pública y el deterioro de la moral social; y que, en esta lucha es responsabilidad de los Estados la erradicación de la impunidad, siendo la cooperación entre ellos necesaria para que su acción en este campo sea efectiva”.

El camino está, pues, expedito para dar la batalla contra la corrupción y la Impunidad.

p241

Semana anterior

LA POBREZA, LA MISERIA Y LA VIOLENCIA

Hernán Saldarriaga

El Estado tiene una inmensa responsabilidad en los fenómenos económicos de una nación. Más, cuando el Estado ha acorralado hasta el extremo la iniciativa privada, la empresa privada, la que ha sido un claro modelo de contribución a la generación de riqueza nacional para beneficio de todos los ciudadanos.

Es razonable y aceptable la intervención del Estado para regular la relación de justicia y equidad entre las gentes.

Pero no puede el Estado ni tomarse el derecho de saquear inmisericordemente, los capitales de trabajo de las empresas a través de los tributos, como tampoco puede deshacerse de funciones sociales básicas que son indelegables como la salud, la educación y los deportes, ni estar incrementando constantemente el déficit fiscal, por el derroche en sus gastos.

La enorme brecha, creciente, que va dejando la línea de pobreza y de miseria, desdice no sólo del humanismo de los servidores públicos, sino de su credo político y de los reales intereses por la nación.

Da tristeza percibir una clase social alta que considera vergonzoso vivir en un país como el nuestro, que considera a las demás clases sociales como una raza de menos valor, o que buscan fugarse con sus capitales, en vez de quedarse a vivir aquí, a pesar de las dificultades, a invertirlos en empresas generadoras de empleo para reducir los niveles de pobreza y reducir, de contera, el caldo de cultivo de la violencia. Estas gentes necesitan que empiecen a vibrar con el amor por una patria que lo merece todo. Y por sobre ese todo, el respaldo honesto, hasta el sacrificio, de los servidores públicos para estimular la reducción de la brecha.

p240

Semana anterior

EL EJEMPLO EN LA FUNCION PUBLICA

Hernán Saldarriaga

Un ex ministro de estado, consejero presidencial y asesor de empresas, al preguntársele que haría por dinero, respondió que todo.

¿Todo?

Al preguntársele si diría mentiras, respondió que cada vez que fuera necesario.

A un hombre así, con unos criterios como esos, ¿cómo es que se le confía la función de aconsejar a un presidente de una República, donde la corrupción impera, donde la trampa y la triquiñuela están tan metidas en la cultura absurda de unos pueblos?

¿Cómo puede un presidente de una República pensar que su consejero le va a recomendar lo mejor para su pueblo, lo mejor para la vida ciudadana, lo mejor para sacar a Colombia de este atolladero de violencia, de corrupción, de pobreza, de miseria, si es capaz de decir que por dinero lo haría todo? Sin poner restricciones. Por dinero mataría, por dinero mentiría, por dinero se llevaría en los cachos a sus amigos, por dinero entregaría la República en manos del mejor postor, por dinero no vacilaría en entregar a sus allegados para que sean vendidos, así como suena, vendidos a los secuestradores. Eso es lo que en este país los malos hijos hacen por dinero.

Duele inmensamente que por tan alto cargo del Estado pase gente que piensa así, porque quien así piensa, de tal manera obra.

No hay dignidad, no hay decoro, no hay limitación responsable a la avaricia, a la ambición, lo que complementado con la mentira y la aceptación de su uso para conseguirse lo que quiera, muestra a este Consejero como un ejemplar claro de la miseria humana.

Y lo peor es que ese mal ejemplo, se pega porque se pega.

p239

Semana anterior

PERSPECTIVAS DE LA ETICA PUBLICA

Hernán Saldarriaga

Según José Manuel Canales Aliende, en Internet, en la Administración Pública, habría al menos tres perspectivas de la ética pública:

a) su consideración como actividad social, que persigue un bien público; b) su aspecto organizativo, habida cuenta que una organización, es un grupo humano compuesto por personas especialistas que trabajan juntos en una tarea común y; c) una cultura organizacional, o sólido grupo de creencias sobre las que se orienta la política y acciones; porque las organizaciones son comunidades morales, que interactúan y desarrollan relaciones humanas, y resulta esencial en este grupo humano las buenas relaciones, las relaciones de cooperación entre quienes trabajan en ella y los ciudadanos.

Desde este punto de vista, los valores específicos de una Ética de la Función Pública, serán entre otros: la profesionalidad, la eficiencia, la calidad en el producto final, la atención y el servicio al ciudadano, la objetividad, la transparencia, la imparcialidad y la sensibilidad suficiente para percatarse de que el ciudadano es el centro de referencia de su actividad, y quien da sentido a su existencia (MARTÍNEZ BARGUEÑO, 1997).

Como causas actuales que favorecen la corrupción pública, podrían citarse entre otras las siguientes: a) la anomia o falta de valores; b) la mayor fragmentación y diversidad de intereses sociales; c) el poder de los expertos; d) el individualismo y el egoísmo; e) el consumismo; f) la falta de control y de transparencia de las nuevas tecnologías; g) la mayor externalización de servicios en el sector público; y h) la desmoralización y las bajas retribuciones del sector público.

p235

Semana anterior

BENDITA DEMOCRACIA

Hernán Saldarriaga

Pero ¿cuándo?..

Fernando Savater en una conferencia servida en Méjico, profundizó interesantemente sobre el tema ética y política.

La política, dice, como toda profesión tiene sus exigencias éticas, o su propia deontología.

Y es que, aunque parece lo contrario, la política también tiene su normatividad y los políticos han de responder por sus actos ante tribunales de honor tan exigentes como la opinión pública.

Realmente, hay ciudadanos que sienten un rechazo compulsivo por los políticos, lo que tiene su razón de ser en la manera como muchos han ejercido su profesión, no para el servicio del pueblo, sino para el beneficio de su hacienda particular o de sus compadrazgos, en la tramoya.

Y muchos principiantes en estos menesteres, en vez de llegar con remozadas conductas a mejorar ese estadio nauseabundo, contribuyen con sus aviesos comportamientos a hacerlo más repulsivo.

Los buenos políticos, que por lo demás tienen que ser muchos, no alcanzan a reducir esa pestilencia, porque pareciera que la campaña política para los altos cargos públicos, les contagiara, también, de ese hacer, decir, pensar o desear cualquier cosa con tal de ganar la buena voluntad del electorado.

Uno quisiera ver surgir una clase política con claras propuestas de visiones a largo plazo, propicias para un país (país que no puede entenderse como la hacienda de un partido) y planeadas con sistemas prospectivos, apuntando eficazmente al mejoramiento de las condiciones de vida de todos, pero de todos, los ciudadanos, y expuestas en la plaza pública no con gritos enardecedores de los sentimientos beligerantes de las masas, sino con la reflexión serena de quien tiene la capacidad de ser un conductor de masas entre el laberinto de los odios y fanatismos partidistas, para congregar la voluntad de unos y otros en la solución de los problemas de pobreza, injusticia, miseria, hambre, desasosiego social y guerra que se enseñorearon de nuestros pueblos.

Entonces sí, uno podría decir: Bendita democracia.

p234

Semana anterior

VIGILANDO AL VIGILANTE

Hernán Saldarriaga

¿Lo ha visitado un funcionario público de control en su empresa? ¿Ha notado que, muchas veces, sus exigencias sobrepasan lo que la ley, los reglamentos y los principios de auditoría y revisoría indican? ¿Ha sentido la impotencia de tener que agachar la cabeza, pese a que los requerimientos no hacen parte del juego claro y transparente, y de tener que entregar su conocimiento, su “good will”, sus fórmulas y sus procedimientos, sin saber a dónde van a parar?

Bien, eso esta pasando con algunas actividades de auditoría, revisión, certificación, verificación. Debería bastar con que el funcionario verificara el cumplimiento de la norma en la institución, sin que de ella tuvieran que salir los secretos, los cómos y los porqués de las actividades centrales de la empresa.

Una cosa es que se generen reportes financieros, contables, y otra muy distinta que cualquier empleado público, sin que medie acción judicial alguna, se adueñe del conocimiento, del saber, que tienen las empresas. Esto se convierte en un atropello, escudado en las funciones asignadas a los cargos de vigilancia y control.

No es ético, de ninguna manera puede serlo, en el más alto y significativo sentido que tiene esta palabra, que las autoridades se adueñen de las empresas, bajo la excusa de una prueba objetiva del cumplimiento de su trabajo. Si se necesita la prueba, verifíquela en la empresa, no la saque.

No son pocas las veces que por el inadecuado manejo que se hace de la documentación empresarial o industrial, no sólo la competencia, sino también grupos de interés, se apropian de bienes y conocimientos que costaron a las empresas años, dinero y tiempo de sus empleados.

Nos surgen muchos interrogantes:

¿Quién está respaldando a los empresarios honestos que tienen que soportar estos atropellos? ¿Qué puede pasar si usted se opone a que su conocimiento sea hurtado bajo la aparente necesidad de pruebas objetivas?

¿Que hacer si no se confía en el servidor público que interviene en los procesos de auditoría?

¿Si hay funcionarios públicos que para ejercer su control creen que los empresarios privados siempre obran de mala fe, por qué los empresarios sí tienen que creer en ellos?

¿Quién está vigilando a los vigilantes?

p232

Semana anterior

EMPRESARIOS Y SERVIDORES PUBLICOS HONESTOS

Hernán Saldarriaga

Este formativo de Etica Civil Empresarial, quiere hacer claro su pensamiento:

Son muchos los servidores públicos y los empresarios honestos, honrados, transparentes.

Son muchos los que creen que la ética y los valores humanos deben primar en sus tareas de construir un mundo mejor desde la óptica del servicio al público y desde la doctrina de la empresa privada al servicio de las causas del Bien Común.

Pero también son muchos, más de los que pueden tolerarse en un Estado de Derecho, los que hacen de la triquiñuela y el soborno el camino expedito para enriquecerse ilícitamente.

Contra estos, nuestra posición es dura, igual que dura de ser la actitud del Estado para castigar tanto atropello, porque ante el tamaño de semejante desgreño, las acciones adelantadas se observan débiles, ineficaces, pírricas.

El problema serio que aquí denunciamos es que los empresarios buenos quedan en tremenda desventaja porque no dan soborno, ni coimas, y porque sus empresas por ello están en grave riesgo. Si no hay una acción decidida, de Estado, empresarios y medios de comunicación, veremos flaquear a muchos de los que hoy están convencidos de que sobornar es el peor camino para una empresa seria.

Y en esto, todos estos empresarios buenos tienen que ser solidarios, absolutamente solidarios con los demás empresarios en riesgo porque son sometidos a las presiones de infames servidores públicos.

Hay que detener esa mancha del mal que crece y crece.

p231

Semana anterior

LA CONFIDENCIALIDAD EN EL SECTOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Si alguien debe conocer a fondo las obligaciones de la guarda del secreto profesional, es el servidor público.

Por normatividad del Estado, hay mucha información que el ciudadano debe entregar a las diversas instancias de funcionarios. Esa información va desde sus datos personales requeridos para la identificación, hasta su declaración de renta anual. Es decir cualquier servidor público, tiene toda la información relevante de una persona.

Estas informaciones, mal utilizadas o puestas en manos de la subversión y delincuencia común, se convierten en instrumento para el chantaje, el secuestro, la amenaza y aún la muerte.

Por la trascendencia que esa información tiene, en un país azotado por el terrorismo y la barbarie, la información confidencial debería estar celosamente guardada.

Las medidas extremas de seguridad y garantía de la reserva de esta información resultan escasas, cuando empieza a develarse a través de archivos fotocopiados, o préstamos de documentos, o imprudencias en su manejo, o no destrucción oportuna de papeles que son arrojados a la basura sin medir las consecuencias.

Muchas veces se ha oído decir que la subversión o la delincuencia común manejan más información sobre los ciudadanos que el mismo Estado. Los cruces provenientes de fuentes como los bancos, los despachos de tránsito, las notarias, las registradurías del estado civil, las registradurías de instrumentos públicos, los archivos de facturación de los servicios públicos, son instrumentos que caen fácilmente en manos indeseables, por la falta de ética de servidores públicos en el manejo de estos documentos.

Y nada se sabe acerca de lo que el Estado está haciendo para evitarlo.

p229

Semana anterior

LOS CUERPOS COLEGIADOS EN LAS DEMOCRACIAS

Hernán Saldarriaga

La existencia de los cuerpos colegiados para la legislación, el control político y gubernamental, es necesaria en las democracias.

Su existencia busca garantizar el ejercicio de la libertad y del orden en el Estado- Nación.

Pero qué dura carga imponen estas democracias, cuando en razón de la pluralidad o de las mismas amnistías con los grupos armados se tiene que aceptar que personas, cuya opción fue la violencia y el crimen, sean los nuevos legisladores, controladores o gobernantes de un pueblo.

Pero bien, esa es la democracia.

Pero lo que uno no ve bien es que frente a los magnicidios, a las masacres, a los desbordes de terrorismo, no se observe una unidad nacional grande, liderada por estos cuerpos colegiados del Estado que faciliten el camino para que la sociedad civil, de la cual son responsables de su vida, honra y bienes, pueda salir de esa encrucijada de hordas de terror, de violencia y de muerte.

Claro que hay muchos intereses que no parecieran ser el interés de la patria unificada en torno a los valores de libertad y orden; que hay quienes sacan ganancias del desorden y de coartar las libertades. Pero es preciso que en razón de la hombría de bien que se espera de quienes conforman tales cuerpos colegiados, se sacrifiquen mezquinos intereses por el interés de la Nación.

Estamos convencidos de que los buenos son muy pocos, por ello, hay que insistir, hay que trabajar, para que la mancha del bien se extienda y sea mayor en nuestros cuerpos colegiados.

La verdadera democracia, no su remedo, lo está exigiendo.

p228

Semana anterior

LA PROPAGANDA EN LAS EMPRESAS DEL ESTADO

Hernán Saldarriaga

Los regímenes totalitarios de izquierda y de derecha, han basado siempre su fuerza política en la propaganda.

Invierten en ello sumas inmensas de dinero porque saben, a ciencia cierta, que la repetida incursión del panegírico político de sus ideas, en la mente, en la familia, en el trabajo y en los lugares de circulación y de recreación, termina por amansar a los pueblos.

Por eso, cuando uno ve a empresas de comunicaciones del Estado, hacer alardes publicitarios enormes y desaforados de sus ventajas o fortalezas, de sus propósitos y buenas intenciones, pero rezagadas en el cumplimiento de sus compromisos ofrecidos, no puede uno menos de pensar, que se está usando la propaganda como sistema totalitario para encubrir los errores.

Estas empresas, suelen incursionar pisando duro para entrar en los mercados, rayando inclusive en la propaganda desleal, para luego salir con realidades distintas a la que su propaganda ofrece, por lo que también inducen a engaño a las personas objetivos de su mensaje.

Los avisos de rendiciones de cuentas de los gobiernos, también se están convirtiendo en formas promocionales de pírricas realizaciones gubernamentales, más buscando la propia alabanza que la serena información que el mandatario debería entregar en reportajes, debates, presentaciones ante auditorios con capacidad de respuesta, y no en grandes avisos cuya verisimilitud quedará siempre en duda, o en presentaciones televisivas sin alternativas de interlocución.

La propaganda de los organismos del Estado tiene que responder y concordar con los conceptos y valores de la democracia, o ¿será que es mentira que lo nuestro es una democracia?

p227

Semana anterior

CORRUPCION Y VIOLENCIA

Hernán Saldarriaga

Los corruptos, son en gran parte, responsables de la violencia de nuestros pueblos.

Estados modernos han encontrado que a través de la tributación equitativa, (donde quien más posee debe aportar más al bien común), pueden llegar a una mejor distribución del ingreso nacional y favorecer a los más necesitados.

Sin embargo, la voracidad de algunos políticos y servidores públicos corruptos, en sus componendas con empresarios del sector privado, se apropian de grandes sumas de dineros, billones y billones, que deberían ir a resolver problemas de asistencia ciudadana, planes de mejoramiento de condiciones de vida, vivienda, desplazados, inversión social.

Pero no, la pobreza de nuestros pueblos crece, la miseria se hace más extensa cada día, y la lucha contra la corrupción apenas como si le hiciera leves rasguños a un mal que hay que erradicar, caiga quien cayere.

Las cifras de la violencia también son elevadas, y aunque uno observa, tristemente, satisfacción de los gobernantes con la reducción estadística de los actos violentos, esta reducción no resulta tan significativa frente a los que todavía se siguen cometiendo. Porque cuando se dice que se han reducido en un 30% los homicidios, cuando se habla de decenas de miles de muertos al año, los rimbombantes porcentajes estadísticos de reducción se quedan cortos frente al grave mal que nos atormenta.

La Corrupción es necesariamente una de las causas objetivas de la violencia porque un pueblo en miseria y con hambre, ¿cómo podrá vivir en paz? Y esto no es demagogia.

p226

Semana anterior

LOS ESTADOS FISCALES Y LA CORRUPCION A

Hernán Saldarriaga

Se plantea en la dirección del Estado, diversas formas de orientar los destinos de los pueblos.

Una de ellas es el Estado Fiscal, denominado así por su direccionamiento fundamentado en financiar el gasto público a base de tributos de las personas y organizaciones dentro de sus límites territoriales.

Un Estado con esta concepción no cesa de crecer en sus gastos porque siempre pensará que la capacidad de endeudarse y de obtener ingresos provenientes de los impuestos es casi infinita.

Este tipo de Estado centra también su acción de lucha por la distribución del ingreso en la aplicación de impuestos irrigados de tal manera que quien tenga más, aporte más y quien tenga menos tribute menos.

Lo singular de este modelo es que la inversión social va quedando relegada a planos secundarios porque los gastos del Estado consumen el mayor porcentaje de sus ingresos.

Pero muy ligado a este modelo está el avance del monstruo de la corrupción, porque en un organismo de tan grandes proporciones difícilmente hay control y las grandes fugas de dinero no tienen freno, porque parecen ser parte del juego tolerado del establecimiento.

De todo esto se deduce que es necesario, sobre todo en épocas de mejoramiento de la economía nacional, reducir lo más posible los gastos del Estado para que las organizaciones privadas asuman aquellos servicios en los que la eficiencia y la eficacia de esta iniciativa puedan llegar a ser superiores; para que el saco roto fiscal sea controlado; para que el robo del erario sea descubierto y sancionado, y para que pueda haber inversión social a favor de los millones de pobres que el sistema viene arrojando año tras año, en forma creciente

De lo contrario, el Estado Fiscal es un monstruo devorador del capital privado, por ser Estado derrochador.

p225

Semana anterior

LA BANCA PUBLICA

Hernán Saldarriaga

Las entidades bancarias públicas tienen que poner más esmero en la capacitación de los servidores públicos que prestan sus servicios en estos organismos.

Parece que la ineficacia y la ineficiencia estatal, también contamina a las empresas de este sector y que la mala cara, la mala atención y el amiguismo de muchos servidores, se vaya constituyendo en el común denominador de estos organismos.

Hay bancas públicas que están recibiendo las mesadas de los pensionados. Estos adultos ya mayores requieren una atención especializada que los banqueros públicos, o desconocen o no quieren conocer, pero que de entrada se observa que son incapaces de relacionarse con la tercera edad.

El adulto mayor requiere mucha comprensión, tiene mucha necesidad de ser escuchado, de ser atendido, quiere ser agradable con su conversación, no tolera el rompimiento de las normas establecidas, demuestra especial interés en que se respete la fila y muchas veces llega con alta carga emocional por la generalizada pequeñez de su mesada.

Personas así, merecen un trato diferente al inicuo e indignante que algunas entidades bancarias públicas le prodigan. Trato que resulta muy diferente al que utilizaron cuando hicieron la apertura de su cuenta.

p224

Semana anterior

EL CINISMO EN LA POLITICA

Hernán Saldarriaga

Es, por decir lo menos, asombroso el cinismo que manejan algunos políticos en sus respuestas o en sus apreciaciones, cuando se refieren a un funcionario público que no es de su agrado.

Peor aún, cuando estos políticos, en momento en que ostentaron cargos importantes, no fueron capaces, siquiera, de alcanzar el mínimo de logro que han obtenido aquellos a quienes critican.

No es su crítica leal, ni un esfuerzo sereno por ayudar a cambiar el rumbo de las cosas que consideran equivocado. No.

Es el afán de destruir a otro que está haciendo los esfuerzos que ellos no quisieron o fueron incapaces de hacer.

Uno se asombra de la incomprensión y de la violencia de los pueblos, pero ¿qué puede esperarse si quienes fueron sus máximos dirigentes mantienen el verbo encendido, la palabra hiriente y la cínica sonrisa, cuando un devoto servidor público busca, se esfuerza por cumplir a su leal saber y entender el compromiso patriótico que ha asumido?

No puede reducirse la democracia a hablar mal del otro, a cobijarse con el manto del fuero expresidencial o político para vejar, calumniar, o zaherir a otro con el sarcasmo, el cinismo y la ironía populachera.

Los políticos honestos, probos, hacen de la crítica una enseñanza, un sistema de ayuda para que un servidor público no se desvíe de sus objetivos, o corrige con franqueza y decisión a quien haya cometido error grave o leve, pero no recurre al verbo hiriente e injurioso y menos humillante, para rebajar al otro, hasta convertirlo en pedestal de su infame gloria.

Eso no es democracia.

p223

Semana anterior

DEBER SER Y DEBER TENER DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Los servidores públicos, por serlo, tienen la imperiosa obligación de ser:

Responsables. Disciplinados. Probos. Integros. Rectos. Honrados. Honestos. Humildes. Nobles. Colaboradores. Comprensivos. Corteses. Sinceros. Justos. Prudentes. Respetuosos de los derechos humanos. Respetuosos del medio ambiente. Respetuosos de las leyes.

Los servidores públicos, por serlo, tienen la imperiosa obligación de tener: Capacidad. Iniciativa. Entusiasmo. Superación. Vocación. Independencia de criterio. Apertura al cambio. Interés en aprender. Amor por la comunidad.

Los servidores públicos, por serlo, han de ser ejemplo de las virtudes ciudadanas que deben distinguir a un pueblo en proceso de desarrollo de su verdadera soberanía, respetada y reconocida por sus valores en el concierto internacional de naciones.

p222

Semana anterior

MÁS VEEDURÍA PÚBLICA Y PRIVADA.

Hernán Saldarriaga

Los organismos de control del Estado (los no corruptos) encargados de la vigilancia, la veeduría, la auditoría y la fiscalía de las acciones de los empleados públicos, tienen que aguzar su inteligencia y su diligencia y redoblar sus esfuerzos, para reducir esta maldita corrupción de “servidores públicos” descarados que están acabando con el empleo que brinda el sector privado.

Las mil formas como se disfraza la especie corrupta, las garras ocultas que utiliza, la manera sutil como induce a que se le retribuya por servicios que ya le compensa el Estado con el buen salario reconocido, están haciendo desistir, a empresas serias, de continuar en la brega, porque no sólo hay que luchar por la conquista de mercados nacionales e internacionales, ya de por sí difíciles, sino que también hay que luchar contra aquellos sinvergüenzas que en sus intervenciones de control de las empresas están teniendo actitudes intolerantes con quienes han definido con claridad que no van a pagar sobornos, y, que pase lo que pase, no van a contribuir a aumentar la corrupción.

Y el corrupto se ensaña contra esas empresas y convierte en graves, circunstancias de lenguaje, de presentación, de procedimientos que en otras admiten o toleran o ayudan a solucionar, para mantener su imperio de temor y beneficio.

Por eso es necesario que los organismos auditores y fiscalizadores del estado, no corruptos, revisen con gran lupa las intervenciones de los mandos medios públicos y de los analistas que los organismos de control envían a las empresas para que sus abusos no contribuyan a desalentar el mantenimiento y la creación de empleo. Con tanto enemigo, la industria privada no puede ser eficiente.

Pero también es preciso que dentro de las opciones democráticas, los empresarios honestos, solidarios, ejerzan acción de vigilancia y observen con especial cuidado acciones estatales en aquellas empresas que han definido no dar sobornos y que sistemáticamente están siendo demoradas, dilatas en aprobaciones necesarias para su funcionamiento.

p220

Semana anterior

LA MOTIVACION Y EL COMPROMISO EN EL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Otros hábitos que hay que fomentar en el servidor público latinoamericano son el compromiso con su tarea y la permanente motivación por su ejecución.

Se observa, con frecuencia, que su compromiso está más con la línea política que le apoya en el puesto, que con el servicio a su comunidad.

Y su motivación, también con frecuencia, responde más al salario que recibe, que a las ganas de obrar en beneficio de esa comunidad.

Un servidor público, probo, sabe que su entrega generosa a trabajar por el bien común mejorará las condiciones de vida de sus pueblos, elevará su nivel de capacidad de enfrentar sus problemas y proveerá de servicios adecuados en su atención y en sus costos, a gente que en su gran mayoría es pobre.

Igualmente, el acicate para realizar obras en beneficio de sus regiones, estará centrado en el amor por su pueblo como principal motor de sus acciones, como verdadero motivador de todos sus actos.

Esta motivación y compromiso del servidor público, es el instrumento básico para mover todos los resortes de la acción estatal hacia acciones perdurables en la vida de los pueblos, las que verdaderamente dejarán en el recuerdo de las generaciones, los nombres de hombres y mujeres que fueron capaces de superar sus egoísmos y sus ambiciones, para hacer de sus países unos mejores lugares para la convivencia y el desarrollo.

Hay, pues, que insistir en que es preciso que el Estado centre su atención en fomentar, revitalizar o crear la verdadera motivación y el compromiso del Servidor Público, si queremos definitivamente romper la cadena de corrupción.

p212

Semana anterior

LA CONFIANZA EN EL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga

Los estados latinoamericanos están en mora de implementar profundos cambios en las responsabilidades de los servidores públicos.

Enfrascados, como deben estar, en la lucha contra la corrupción porque es un fenómeno de grandes proporciones desastrosas para estos países en desarrollo, olvidan con frecuencia, que es preciso revitalizar o formar en ellos actitudes habituales que les hagan realmente servidores de la comunidad.

Varias son esas actitudes habituales requeridas.

Por ejemplo, es necesario que el servidor público genere mayor nivel de confianza entre los ciudadanos. No sólo debe ganarse la confianza de ellos, sino exceder las pruebas de que es merecedor de la confianza del público.

Porque en manos de estos funcionarios queda muchísima información que mal utilizada puede causar severos perjuicios a quien confió ampliamente en él, por razón de su investidura.

Un servidor público, probo, vigilará con celo la documentación confidencial que se le entregue, evitará las indiscreciones en los comentarios con sus compañeros sobre el público que atiende, preservará con esmero la contraseña de la base de datos de sus usuarios para no dejarla a merced de quien quiera, de mala fe, acceder a ella.

Esmerará la guarda de información sobre el patrimonio, las inversiones o posesiones que deben ser dadas por razones impositivas o de certificación, por la trascendencia que ella tiene para garantizar la legítima pertenencia.

Debe pues, fortalecerse entre los servidores públicos de nuestros países ese elevado nivel de confiabilidad, lo que generará respeto ciudadano y garantía de honesto manejo de la información.

p211

Semana anterior

¿CUÁNDO CEDERÁ LA MALDITA CORRUPCIÓN?

Hernán Saldarriaga

Año tras año, los informes de las organizaciones comprometidas en la lucha contra la corrupción nos traen sus indicadores.

Algunas veces se observan mejoras logradas por los países en sus procesos de erradicarla.

Otras veces aparecen índices o cifras escandalosas, cuando se esperaba que se le hubiese torcido el cuello a tan aberrante práctica.

Las últimas cifras del Banco Mundial para un país como Colombia, dejan mal parado al gobierno actual, a los empresarios y a muchos servidores públicos.

Dos billones, dos billones de pesos, por año, es la cifra que alimenta este monstruo.

La mayoría de los empresarios contratistas del Estado han dado sobornos para adquirir el contrato.

Un porcentaje importante servidores públicos manifiesta haber recibido propuestas del sector privado para ceder en lo que por ley y por conciencia no se debería ceder.

Servidores públicos y sector privado en un círculo inacabable de comportamientos que atentan contra la economía de la nación.

¿Qué inversionista se atreverá a colocar sus capitales en un nido de ratas?

¿Qué aliciente tiene el ciudadano de cumplida acción en sus obligaciones tributarias, si está cierto de que sus pagos van a engrosar las arcas de los corruptos?

¿Cuando cederá la maldita corrupción? ¿Cuándo caerán los corruptos?

p210

Semana anterior

EL PORCENTAJE EN LAS CONTRATACIONES PUBLICAS

Hernán Saldarriaga

La voracidad presupuestal de muchas de las personas que ocupan los cargos de concejales municipales, o diputados a las asambleas departamentales o congresistas, ha tomado tal nivel de desvergüenza que a nadie perturba el cobro descarado de porcentajes que se hace a contratistas, por haber ayudado directa o indirectamente a su adjudicación.

En una reunión de concejales escuchamos, en alguna oportunidad, decir a uno de aquellos al que considerábamos que era del grupo de los servidores públicos honestos, que la corrupción estaba tan avanzada que ya los funcionarios no se contentaban con el 10% que era "lo normal", sino hasta con más del 25%.

Es decir, que ya hasta para los más probos, resulta que el porcentaje que cobran es legítimo, que lo que no es ético es aumentarlo.

Con esta cultura tan arraigada en el país la lucha contra la corrupción tiene que ser frontal, tiene que ir más allá del simple enunciado de acabar con ella.

Porque mientras prevalezca metida en la vivencia del Común, la aceptación de tal práctica, la corrupción será ama y señora en nuestros países.

Aunque a los desvergonzados les parezca legítima la utilización de su sagacidad política.

p209

Semana anterior

EL ESTADO NO ES PROPIEDAD DE LOS SERVIDORES PUBLICOS

Hernán Saldarriaga

Se viene observando en muchos servidores públicos, actitudes que demuestran que están considerando al Estado y sus bienes como si fuesen de su propiedad.

Estas actitudes y comportamientos se dan, tanto en el campo de la prestación del servicio como en el del uso y manejo de los bienes del Común.

Considera que el Estado es de su propiedad, aquel funcionario que no cumple con los horarios establecidos.

Que utiliza los materiales y los equipos para su beneficio particular.

Que da mal trato a los útiles, muebles o instrumentos que se le han confiado para el ejercicio de su cargo.

Que responde con desgano a la solicitud de los servicios de los usuarios

Que no atiende con diligencia las reclamaciones de quienes presentan sus quejas.

Que trata de influir sobre los votantes para que privilegien con su voto al padrino político de su cargo.

Cuando los servidores públicos se apropian del Estado, entonces, crece la burocracia, se debilita el afán de servir; la entrega y el compromiso desaparecen y se crean feudos, donde son amos y señores, en detrimento del crecimiento económico de la Nación.

p208

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (9)

Hernán Saldarriaga

Vamos a concluir este tema de la reunión de la Evaluación del Desempeño, con dos recomendaciones especiales. La primera tiene que ver con la Postreunión, o análisis que debe hacer el evaluador, inmediatamente termine la entrevista. No debe dejarlo para después porque se corre el riesgo de olvidarlo, y esta es parte importantísima del mismo proceso. La segunda, hará énfasis en algunas actitudes que es necesario evitar en todo el procedimiento.

Una vez terminada la entrevista, el evaluador debe hacer una reflexión sobre su comportamiento personal dentro de la reunión, a fin de enmendar en lo sucesivo los posibles errores cometidos, o para ir formando un hábito con aquellas fortalezas observadas, para las sucesivas reuniones con otros evaluados

De igual modo debe reflexionar sobre la conducta del evaluado, para tener una claridad acerca de cómo recibió las recomendaciones, si realmente asumió compromiso de cambio, si le observó desinterés o indiferencia. Toda esta información, positiva o no, debe llevarse al cuaderno de Bitácora, a fin de que como evidencia, ayude a preparar las próximas reuniones con esta persona, ya que su interés tiene que estar centrado en que su colaborador sí logre los objetivos concertados para beneficio de todos.

De inmediato, debe enviar toda la información a las dependencias respectivas, para el registro y archivo del formato de evaluación o para continuar el proceso en caso de solicitud de apelación o reposición por parte del evaluado. No debe esperar que el funcionario de Gestión Humana, que tiene la responsabilidad de administrar este proceso, reclame los resultados de la evaluación.

Es importante recalcar, como conclusión, que usted, en este proceso, no debe dejar aflorar sus debilidades de temor, de desidia. Ellas surgen cuando usted no ha preparado suficientemente la evaluación. Jamás utilice una tendencia central para calificar, por temor a la reacción del evaluado o al que dirán en la organización, ello demostraría falta de carácter y por lo tanto incapacidad de administrar. Recuerde que la evaluación no debe estar basada en el último acontecimiento molesto, sino en todos los comportamientos positivos y negativos observados durante el período a evaluar. No discuta sobre opiniones, por eso es preciso tener muy presente los hechos, sobre los hechos las discusiones son menores. Pero por sobretodo evite el lenguaje evaluativo, utilice un lenguaje descriptivo que le permita demostrar fácilmente las razones por las cuales usted calificó determinada cantidad en la valoración de méritos.

Finalmente, recuerde, que no debe dejarse llevar de la simpatía ni de la antipatía, porque está evaluando es el desempeño de la persona en relación con su cargo. Póngase en el lugar del evaluado, y evalúelo de la manera objetiva como a usted le gustaría que lo hicieran con usted.

Y acuérdese de que trata con personas humanas, no con ángeles ni con demonios... Personas humanas.

p207

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (8)

Hernán Saldarriaga

La tercera fase de la reunión es el Cierre:

Esta fase es tan importante como las anteriores.

Consideramos en ella varios pasos: a) Información sobre la conclusión de la reunión. Conviene dar a conocer al evaluado que la reunión sobre evaluación de desempeño se encuentra en su etapa final, esto le va a permitir reflexionar sobre alguna otra información necesaria que tenga que aportar y no tomarlo desprevenido, con un cierre intempestivo que podría dejar una sensación de rompimiento unilateral de la conversación.

b) Hecho este anuncio, el evaluador hará una síntesis breve de lo acordado a fin de quede claro el acuerdo o se hagan las precisiones necesarias para tal claridad.

c) Se firman a continuación los documentos de constancia, haya o no aceptación de la valoración por parte del evaluado. En caso de no haber aceptación, el evaluador, con tono cordial explicará al evaluado los derechos que le asisten por la no aceptación y los pasos a seguir y los plazos disponibles para ello.

d) Tanto en caso de aceptación o no, el evaluador reiterará la invitación al mejoramiento de los resultados a través del cumplimiento mutuo de los compromisos para la próxima valoración.

e) El evaluador debe despedir a su evaluado con la cortesía y caballerosidad propia de un administrador que sabe que esa persona continuará contribuyendo al logro de los objetivos organizacionales, o que deberá retirarse de la empresa, por un proceso formativo que influirá en su vida, positiva o negativamente. Esmerará, cuando esto último tenga que suceder, sus cordiales explicaciones e invitaciones a recibir esta sanción última como un aprendizaje para su vida posterior en otro empleo.

Pero aquí no concluye aún la actividad del evaluador. Es preciso dar otro paso, materia de nuestra próxima reflexión, que es la POSTREUNION.

p206

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (7)

Hernán Saldarriaga

La segunda fase de la reunión es la Central:

En ella hay varias acciones para realizar.

Con base en la calificación hecha en la etapa de preparación inmediata, se presentan los resultados en forma detallada, punto por punto. Aquí es necesario respaldar la información con el cuaderno de Bitácora y con ejemplos precisos de los hechos que dieron lugar a esa calificación. Claro que si usted ha desarrollado en su colaborador la destreza o capacidad de autovalorarse, esta actividad de compartir información, resulta más fácil por la comparación que puede establecerse.

La otra actividad es el análisis de los resultados por parte del evaluado a fin de que pueda llegarse a establecer un diálogo sobre los acuerdos acerca del cumplimiento o no de los objetivos, y la realidad o no de las fortalezas y limitaciones.

Si en el transcurso del diálogo el evaluado demuestra que la calificación que usted le ha dado a sus méritos no es justa, no vacile en hacer la corrección necesaria. Usted no puede dejar en su conciencia el convencimiento de haber cometido una injusticia por no rectificar. Si usted no rectifica por temor a perder autoridad, está equivocado, porque permanecer en la injusticia sí le quita todo reconocimiento a su autoridad.

Si hubo acuerdos, proceda a elaborar con el evaluado el plan de mejoramiento y compromisos, enunciando las actitudes o comportamientos que se cambiarán, la fecha de iniciación y terminación del compromiso y el responsable de ese compromiso. Habrá algunos en los cuales usted tendrá responsabilidades claras.

Si hubo desacuerdos y el evaluado no acepta la calificación, usted deberá hacerle conocer con claridad las actitudes o comportamientos que debe cambiar y el plazo para ello, y hacer el registro pertinente en la valoración.

Recuerde, en todo momento, que usted está orientando a esa persona, para que tanto ella como usted y la organización puedan alcanzar sus objetivos.

p205

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (6)

Hernán Saldarriaga

La reunión de evaluación, en la que evaluador y evaluado se encuentran para dar y recibir información acerca de la valoración que éste recibirá del primero, por su trabajo durante todo el período del año transcurrido, tiene tres fases bien importantes.

La primera fase es la de apertura:

En esta fase que ha de iniciarse con esmerada puntualidad por parte de las dos personas que intervienen en ella, se debe buscar un clima de franqueza, de sinceridad, de armonía. Son dos compañeros de trabajo que van a realizar una tarea conjunta importantísima para todos. El evaluador no debe escudarse en su escritorio, ni sentarse en una larga mesa, alejado del evaluado. Un acercamiento físico en la pequeña mesa de reuniones, o en la sala de atención del evaluador, le da un carácter de relación más abierta. El evaluador no debe tener temor de perder autoridad cuando no se siente en la silla de su escritorio, no. Es que la autoridad no está en la silla sino en él, él es la persona que la encarna, en cualquier parte que se siente, allí estará él revestido de autoridad.

Este acercamiento va a permitir un gracejo, una alusión a algo agradable, al equipo favorito del evaluado, a su familia, lo que hará que se distensionen los participantes.

Luego de esa amable acogida, es importante recordarle al evaluado la objetividad necesaria para recibir y dar información, el interés que la empresa tiene de que continúe el próximo año desarrollando esos comportamientos que constituyen sus fortalezas, o que modifique aquellos que son debilidades y que le impiden alcanzar sus objetivos.

Explíquele nuevamente las políticas de la empresa al respecto. Y háblele con el tono amable con que se suele hablar a un compañero sobre el interés que usted puso para interpretar fielmente los méritos del evaluado.

Coméntele el proceso que llevará en la reunión y despierte, en él, interés por escuchar con tranquilidad, paciencia y entusiasmo su valoración, pero por sobre todo, a que exponga con igual tranquilidad, paciencia y entusiasmo sus desacuerdos y sus acuerdos.

En esta fase, usted como evaluador debe predisponer el ánimo del evaluado para que aprecie su valoración en todo su contenido, humano, justo, administrativo.

Recuerde que esta reunión no puede ser interrumpida, por nadie, ni por su superior, a no ser que se trate de algo sumamente urgente, pero sumamente urgente. En tal caso, es mejor que convoque de nuevo al evaluado para otro momento, con las excusas y explicaciones de rigor.

p204

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (5)

Hernán Saldarriaga

Una vez realizada la preparación remota y próxima de la reunión de evaluación de desempeño, es necesario convocar al evaluado para informarle sobre los resultados de su evaluación.

Para ello es preciso fijar el día, la hora, el lugar donde se hará la reunión. Se informará de ello al evaluado, se le explicará el objetivo y la importancia y trascendencia de este acto y se le invitará también a que se prepare, inclusive haciendo el mismo su propia autoevaluación para tener una base de comparación que permita un diálogo más objetivo.

Para ese día usted debe tener llenos los documentos proformas de la evaluación, tener razones explicativas y ejemplos que permitan precisar, con honestidad, el porqué de tal o cual calificación.

A la vez es necesario que usted esté predispuesto a aceptar los razonamientos de su colaborador, en caso de que éste presente alguna objeción a su calificación, para explicarle, para entender sus razones y aún, si es preciso, para cambiar el valor del punto de calificación en la que el evaluado tenga razón.

Esta sana predisposición parte del principio de que somos humanos, que podemos equivocarnos y que reconocer el error no implica pérdida de autoridad, sino, por el contrario, afianzar una autoridad basada en la justicia.

La próxima semana entraremos a explicar los tres grandes pasos o fases de que consta la reunión de evaluación.

p203

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (4)

Hernán Saldarriaga

A la reunión de evaluación de desempeño es necesario darle toda la seriedad y ritualidad, propia de un acto de tan gran trascendencia para la vida de la empresa, para el evaluador mismo, para el evaluado y para el país.

Para la empresa, la reunión de evaluación es el acto por medio de cual busca fortalecer las virtudes de sus trabajadores, y reducir sus debilidades. El promedio de la suma de todas las valoraciones le permite observar la calidad humana de su gente, y sobre tales observaciones construir los estímulos o las correcciones o las disciplinas necesarias.

También le permite compararse con otras organizaciones y ver su nivel de calidad humana.

Para el evaluador mismo, este acto le permite orientar su grupo de trabajo hacia el logro de los objetivos de su dependencia, de una manera estratégica, tal como un general prepara y orienta a sus soldados para la batalla. No puede pensarse que un general no sea amado por su ejército, no sea reconocido, ni obedecido, ni menos, que no esté clara la disposición para seguir su estrategia. El evaluador tiene que preparar su grupo y saber la respuesta que ese grupo es capaz de dar en todo momento, así sea de dificultad.

Para el evaluado, interesado como debe estar en el mejoramiento continuo de su calidad humana, la información de retorno que se produce sobre sus fortalezas y debilidades, debe entusiasmarle. Además, porque los resultados de esta evaluación, se traducen en estímulos cuando las calificaciones son sobresalientes.

Para el país, débil en la competitividad internacional de su "capital humano", el fomento, control, y mantenimiento de las fortalezas propias de los ciudadanos, le permitirán mejorar en la escala comparativa entre las naciones del mundo que participan de esta medición.

Por todas estas razones, es preciso, preparar la reunión de evaluación y seguir todo el ritual que ella demanda.

p202a

Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (3)

Hernán Saldarriaga

También al evaluado corresponde responsabilidad en la fase de preparación, próxima y remota de la reunión de evaluación o valoración del mérito.

Esta responsabilidad se centra en concertar con diligencia y entusiasmo los objetivos reales que en cantidad y calidad podrá racionalmente alcanzar durante el período de la evaluación.

Ni la pereza, ni el temor a la carga normal de trabajo, ni el temor al compromiso, pueden llevarle a proponer objetivos ínfimos, irrealizables, inmedibles.

Igualmente, debe hacer seguimiento periódico a sus objetivos, para estar al tanto de los porcentajes de logro alcanzados en los períodos previstos.

Y próximo a la reunión de valoración de méritos, el evaluado debe realizar su propia valoración, lo más objetivamente posiblemente, para poder tener puntos de referencia para analizar los acuerdos o desacuerdos que se presenten con la valoración que hará su superior.

Cuando el evaluado entiende que la valoración es una ayuda que le hace su superior, para que pueda alcanzar sus objetivos personales y organizacionales, entonces, pondrá todo su interés en esta etapa de preparación, porque tendrá argumentos serenos, objetivos y apreciaciones reales sobre su comportamiento que podrán influir en el concepto del evaluador justo.

Igualmente para esta preparación, el evaluado debe acostumbrarse a llevar su propio Cuaderno de Bitácora, que le permitirá registrar los hechos, las fortalezas y debilidades que él se encuentra en el proceso de cumplimiento de sus objetivos concertados.

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Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (2)

Hernán Saldarriaga

La reunión de evaluación del desempeño, requiere de preparación, por parte del evaluador y del evaluado.

Hoy nos centraremos en la responsabilidad del evaluador.

Las fases de una reunión de evaluación son: Preparación, próxima y remota. Convocatoria. Apertura. Centro. Cierre y Post-reunión.

La preparación remota exige acción desde el momento mismo en que se inicia el período de evaluación, con la concertación de los objetivos, la definición, con el evaluado, de los elementos de productividad, administración de personal y conducta laboral, que se le evaluarán.

Continúa con los procesos de seguimiento tanto a la concertación de objetivos, para observar cómo se están cumpliendo y si es necesario redefinirlos o reconcertarlos. Y un análisis de los demás elementos que constituyen la evaluación. En el Instituto Latinomericano de Etica, hemos diseñado y estamos recomendando el uso del Cuaderno de Bitácora, como instrumento facilitador de los registros necesarios para ser más justos, más descriptivos, más reales, en este seguimiento.

La preparación próxima exige una revisión de todo el proceso seguido, con anticipación. La consulta del Cuaderno de Bitácora. El diligenciamiento de las proformas de evaluación. La calificación de los puntos que se evaluarán. La preparación de los ejemplos con los cuales se ilustrarán las razones por las cuales se otorgaron esos puntos. Y la forma como orientará el inicio, el Centro y el Cierre de la reunión. De igual manera preverá la posible fecha de la reunión de evaluación

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Semana anterior

LA REUNION DE EVALUACION DEL DESEMPEÑO (1)

Hernán Saldarriaga

La reunión de evaluación del desempeño, en el sector público, consta de dos partes fundamentales: La concertación de objetivos y el análisis de la conducta laboral, la productividad y la administración de personal.

Este sistema de evaluación de personal en carrera administrativa, moderniza la administración estatal y le confiere un ordenamiento fundamentalmente participativo en la vida del ente público por parte de todos los servidores vinculados a la carrera.

El proceso que contiene unos pasos fundamentales como concertación de objetivos, seguimiento y reconcertación, y valoración, necesariamente demanda un sistema de reuniones entre el evaluador y el evaluado.

Pero uno observa que por desidia o por temor o por ignorancia, a estas reuniones no se les está dando toda la importancia que el espíritu de la normatividad exige.

Tampoco ha calado en la mentalidad de los evaluadores y evaluados, los componentes éticos civiles exigibles en este proceso, que de entrada está imponiendo alta responsabilidad, cuidadosa justicia y equidad, elevada imparcialidad, profundo respeto por la verdad y gran honestidad.

La desidia, el temor, la ignorancia o la falta de ética en este proceso, puede también derivarse del no entendimiento del valor que tiene para contribuir al desarrollo del Talento humano, a la competitividad del organismo del Estado, a la modelación del grupo de acuerdo a las expectativas del líder y a la trascendencia para el país.

Y como no se entiende así, entonces se toma como un juego, como una obligación desesperante, como un período del cual uno quisiera deshacerse, con lo cual no quisiera comprometerse, o lo toma como el momento propicio para desquitarse, para vengarse del evaluado, o para no dar las respuestas positivas que el evaluador está esperando de su colaborador o subalterno.

Tanto evaluador como evaluado, deben entender que el proceso es fundamental para uno y otro, para la dependencia, para la organización y para el país. Y con esta apertura mental, se ha de acercar a este proceso evaluativo.

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Semana anterior

ESTRATEGIAS, POLÍTICAS Y PROGRAMAS PREVENTIVOS

Hernán Saldarriaga

El Estado usa con mayor fuerza la sanción, para hacer que los Servidores Públicos, mantengan sus comportamientos adecuados, reduciendo al mínimo la prevención.

El miedo a la cárcel, a la sanción, a la pérdida del empleo, es el sistema pedagógico más utilizado por los orientadores de quienes trabajan en los organismos del Estado.

El resultado es la permanencia de un comportamiento, elaborado de tal manera, que no pueda ser cogido con facilidad en el engaño.

Con ello muchos servidores públicos caen en la trampa de la creencia de que nunca van a ser atrapados en la falta y roban, difaman, chismosean, lanzan anónimos, trafican con subversivos, aceptan sobornos, etc. etc. confiados en la perfección de su sistema de camuflaje.

En cambio si el Estado asumiera la pedagogía de la Prevención, la revitalización de la ética civil en sus servidores, tendría un grupo de trabajo, movido en sus comportamientos por la convicción, por la fuerza de la creencia en los valores, en sus contenidos, por encima de todo.

Su reflexión autocontrolaría sus actos y la fuerza de sus creencias reduciría y minimizaría sus comportamientos no adecuados.

Porque la ética es el instrumento poderoso que una organización estatal tiene para reducir los niveles de corrupción.

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Semana anterior

CONFLICTOS DE INTERESES

Hernán Saldarriaga

Se presentan conflictos de intereses al servidor público, cuando en una relación de servicio, encuentra con que hay posibilidades de obtener beneficios personales en detrimento del Estado o de otros.

De hecho la sola presencia del conflicto no constituye la falta. Esta se configura cuando se acepta el beneficio personal en detrimento de otros.

El servidor público puede alcanzar prestigio por prestar un servicio. Puede hacer méritos para su ascenso. Puede obtener reconocimiento de sus superiores, de sus compañeros, de su comunidad.

El obtener tales beneficios personales como consecuencia del buen servicio, es de justicia.

Pero buscar su beneficio personal defraudando a los demás, se convierte en un atentando con las normas éticas y legales.

Cuando se reciben obsequios y se agilizan trámites que a un ciudadano común u corriente demoraría mayor tiempo, allí hay conflicto de intereses.

Cuando se liquidan servicios y parte se entrega al Estado y la otra se apropia, o se da a un tercero, allí hay conflicto de intereses.

Cuando, por la contraprestación que dará el político recomendante, se preferencia a su recomendado por encima de las capacidades de los otros candidatos, allí hay conflicto de intereses.

Lo que ocurre, a veces, es que eso es tan común y corriente que no pareciera falta de ética cometerlo, sino falta de viveza no hacerlo.

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Semana anterior

LOS ASUNTOS PROPIOS DE LA ETICA PUBLICA

Hernán Saldarriaga

La ética pública presenta una gama muy amplia de temas que son propios de su reflexión, entre varios queremos destacar los siguientes: Conflictos de Intereses de funcionarios, empleados y servidores públicos; capacitación e instrucción en ética pública; códigos de conducta para funcionarios, empleados y servidores públicos; interacción entre el Gobierno y la empresa privada; auditoría y control interno; participación de la sociedad civil; compras y contrataciones públicas; estrategias, políticas y programas preventivos; la probidad administrativa; los indicadores objetivos de efectividad de los programas..

Como puede observarse, la ética pública no se restringe simplemente a reflexionar y fomentar comportamientos sobre la transparencia en los negocios.

Es una actividad importantísima, más aún, cuando cada día cobra mayor fuerza la acción corruptora. Pero no pueden descuidarse, de modo alguno, los demás frentes fundamentales de reflexión de la ética que en su unidad llevan a la probidad en el servicio al Estado.

Uno de esos temas es el análisis objetivo de la efectividad de los programas que realizan los organismos del Estado. Muchos autores coinciden en que ni la corrupción ni la subversión causan tanto mal a un país, como la ineficacia e ineficiencia del Servidor Público.

Por ello, hay que insistir en que un servidor público ético, necesariamente tiene que desarrollar un servicio con una gran calidad humana que se traduce en efectividad para beneficio del Común.

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Semana anterior

LA CORRUPCION EN NUESTRA REGION LATINOAMERICANA

Hernán Saldarriaga

Con profunda tristeza, aún como periodista, uno tiene que registrar la noticia de la corrupción, en nuestra región latinoamericana.

Las actitudes corruptas de servidores públicos y empresarios, no sólo significan billones de dólares que nuestros países dejan de invertir para atender las necesidades más urgentes de sus pueblos, sino que alimentan las fuerzas soterradas de quienes no ven otra salida a este lastre, que las armas.

No sé que maldita herencia cargamos nosotros, o qué atávico placer nos hace enorgullecer de ser los sagaces depredadores del Bien Común, que no hemos sido capaces de sacudirnos de este yugo de vergüenza regional, que nos muestra ante el mundo, como naciones de tan elevada corrupción.

Los caminos de la paz de nuestras naciones no pueden trazarse sino sobre la pulcritud, la probidad, de los hombres y de las mujeres en el manejo de los bienes del común. Esto tienen que entenderlo nuestros gobernantes, tal vez llenos de buenos propósitos, pero rajados en la tarea de ordenar el ejercicio honesto de los bienes de la república.

En el caso colombiano, con los billones de dólares denunciados recientemente, que defraudaron al país, no tendríamos necesidad de plañir ayudas internacionales para resolver nuestros conflictos internos, y podríamos hacer inversión social capaz de reconstruir nuestro mal trecho tejido social.

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Semana anterior

EL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD

Hernán Saldarriaga

El servidor público, a quien compete la responsabilidad de la honra, la vida y los bienes de los asociados, tiene en sus manos un poder que le confiere la Constitución y las leyes, para poder cumplir tan importante cometido.

Pero uno como que les observa cierto miedo y vacilación en el ejercicio de ese poder o autoridad que se les ha dado, porque temen ser llamados "autoritarios".

Claro que en nuestros países, cualquier servidor honesto que templa la rienda suelta de sus conciudadanos es llamado "autoritario", porque se olvidan que la libertad plena no se concibe en un estado de derecho, sino en relación con la libertad de los demás.

Algunos quisieran tener plena libertad para hacer lo que quieran, para publicar lo que quieran, para vender las armas que quieran, para robar lo que quieran, para explotar al que quieran, para enriquecerse a costa de otros como quieran, para subvertir el orden público como quieran.

Entonces, se les dice que eso no puede ser así, y escudados en libertad de prensa, en libertad de empresa, en libertad de acción, en libertad de movilización, gritan que se les están conculcando sus derechos, cuando son ellos los que han privado de sus derechos a la mayoría de sus conciudadanos.

El servidor público no puede tener miedo a ejercer la autoridad, menos en pueblos tan indisciplinados como los nuestros, aunque haya organizaciones nacionales e internacionales de corean voces de protesta como eco, cuando se busca el bien común sobre el bien individual desbordado.

¡Y cómo estamos de desbordados!

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Semana anterior

LA AMENAZA DE LA PÉRDIDA DEL EMPLEO

Hernán Saldarriaga

La semana anterior llamamos la atención a los líderes de los organismos del Estado para que fincaran sus energías en ahorrar gasto público en frentes como la corrupción, las compras desmedidas, en salarios para los altísimos funcionarios con sueldos también altísimos, en gastos superfluos del Congreso.

Qué tristeza tener que decir que los "padres de la patria" o mejor los padres de este feudo en que han convertido a nuestras naciones, tienen gastos superfluos, cuando debían ser señalados ejemplos.

Pero es necesario también decirles a los servidores públicos que a cambio de la reducción de la amenaza de la pérdida del empleo, es necesario mayor eficiencia, mayor eficacia y por lo tanto mayor efectividad en sus puestos de trabajo.

Cuando hemos dicho que es necesario conservar los empleos de los servidores públicos en momentos en que la recesión azota a nuestros países, porque el empresario privado no puede generar nuevos empleos en la lucha con los mercados globalizados, lo hemos dicho pero en relación con aquellos hombres y mujeres que vienen cumpliendo a cabalidad sus funciones, en los cargos que realmente está necesitando la nación.

Porque para esos otros servidores públicos sinvergüenzas, sin sentido de responsabilidad con su patria, sin pundonor, sin probidad, sin honradez, sin palabra, sin puntualidad, injustos y groseros, el desempleo tiene que ser su ejemplar castigo.

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Semana anterior

LA AMENAZA DE LA PÉRDIDA DEL EMPLEO

Hernán Saldarriaga

El Servidor Público está en permanente zozobra en relación con su puesto de trabajo.

Los mandatarios de turno suelen presentar como trofeo de caza el número -mientras más voluminoso mejor-, de puestos de trabajo recortados o de servidores públicos con los cuales se llega a arreglos para que se retiren de la institución.

Es absolutamente claro que el recorte de los gastos públicos, es una imperiosa necesidad para fomentar la inversión social.

Pero también es claro que en una economía en dificultades -también por acción u omisión gubernamental-, no puede arrojarse a la calle legiones de servidores públicos, que no encontrarán empleo en el sector privado y que tendrán que derrochar sus liquidaciones, en esfuerzos de aprendizaje, a través del ensayo error de prácticas de pequeños empresarios, para los cuales no están preparados, o que tendrán que ir a ocupar los puestos que les ofrece la subversión.

Los grandes recortes presupuestales tienen que hacerse pero no en perversas acciones como es la de arrojar mas leña al fuego de la tasa de desempleo ya alta en los países latinoamericanos.

Los gobernantes, capaces, tienen que vencer la corrupción que es la vena rota de la economía. Ahí si se mide su talla administrativa, no en el fácil acto de quitarle un pobre salario a un grupo familiar que depende del servidor público.

Los economistas se retorcerán en sus asientos oyendo este mensaje, pero si estamos con grandes problemas sociales por culpa de un sistema económico, tenemos que buscar el mayor desarrollo del Estado como empleador, mientras las dificultades económicas, propias de la globalización, son superadas.

O para qué demonios sirve, entonces, el Estado.

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Semana anterior

LO PÚBLICO

Hernán Saldarriaga

El hombre y la mujer que trabajan en el sector público tienen que estar convencidos de que a ellos obliga con mayor exigencia el cumplimiento de la normatividad ética porque se constituyen o en personeros o en administradores del bien común, por razón de su cargo.

El gobernante probo encamina su gestión a lograr que su equipo de trabajo, todo su equipo de trabajo, tenga la transparencia, el afán de servicio, la entrega que demanda toda labor en función de lo común.

Pero no puede dejar al azar o a la sola interpretación de las personas la línea de conducta esperada durante el ejercicio de su mandato.

Desde ya, quienes se preparan a ofrecer su nombre a consideración de sus conciudadanos electores tienen que delinear, a manera de cuerpo de deberes, las actitudes o comportamientos que esperarán de quienes les acompañarán en su gestión.

Ese cuerpo de deberes hará énfasis en aquellos valores y principios básicos que el administrador considera prioritarios para el éxito de su trabajo por el bien común.

Cifrará su mayor empeño ya en la probidad, ya en la prudencia, ya en la justicia, ya en la templanza, ya en la idoneidad, ya en la responsabilidad, pero desde ellas buscará un gran respeto a los derechos humanos, un especial trato a las minorías, una mayor conciencia ecológica y por sobre todo un gran respeto a la dignidad humana, como lo escribiera el ministro español de Mariano Rajoy Brey.

Porque en el funcionario público es en quien la comunidad delega la administración de su bien, es por lo que el aspirante a orientar el talento humano del estado y sus empresas, debe mostrar, en su plan programático, su intención de servir y servir con honestidad. ¡Y cumplirlo!

p190

Semana anterior

EL MIEDO EN EL SERVICIO PUBLICO

Hernán Saldarriaga

El servidor público tiene que entender que su cargo es, fundamentalmente, un cargo de servicio a la comunidad.

Servir a la comunidad exige una vocación diferente a la que exigen los otros cargos en empresas que no son del Estado.

Esto lo tienen que entender todos los servidores públicos, muy claramente, porque esa vocación para estas posiciones, demandan espíritus valientes y no pusilánimes ni cobardes.

Un juez tiene que saber y tiene que admitir al tomar posesión de su oficio, que hay muchos riesgos implícitos en su tarea. Riesgos grandes, inmensos, relacionados con su patrimonio, con su libertad y con su vida.

El militar y el agente de policía, igualmente tienen que entender que hay riesgos tremendos, en el ejercicio de salvaguardar los bienes, la honra y la vida de los ciudadanos.

Como ellos, los ciudadanos que buscan el favor de la comunidad a través de las urnas, no pueden, cuando las fuerzas de la subversión amenazan su libertad, su vida y la vida de sus familias, huir como atemorizados gazapos, ante tales amenazas. Ellos tuvieron que ser conscientes de los riesgos que asumían cuando aceptaron el reto de una democracia en dificultades.

Esto es duro decirlo, pero así es. No honran a su patria, ni honrarán su memoria, ni honrarán su puesto en la historia con esas actitudes.

En cambio sí, hay Servidores Públicos, que están encarando con honor, con valentía, y aún con heroísmo este momento de dificultad histórica, en respuesta a su juramento ante Dios y ante la Patria.

Que Dios y la Patria premien con abundancia su actitud heroica.

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Semana anterior

La meritocracia

Fernando Estrada Gallego, en internet

Frente al deprimente panorama del clientelismo que campea arrogante en el manejo de las entidades oficiales como en el sector privado, la urgencia de calificar y mejorar la meritocracia cobra cada día fuerza. Y exige a sí mismo pensar que la depuración de las instituciones va de la mano con una ilustración abierta sobre los aspectos más preocupantes de las malas costumbres que hasta hoy tenemos. Colombia requiere una ética de los cargos públicos, una discusión crítica sobre las éticas del servidor público.

Nos ha recordado Michael Walzer, que lo importante en la distribución de los cargos es que con ellos (o con ciertos cargos) se distribuye mucho más: honor y status, poder y prerrogativas, comodidades. El cargo es un bien dominante que trae consigo otros más. La exigencia de cuestionarlos es “el riesgo de su insolencia” y salvo excepciones, la necesidad de controlar su manipulación. Alguien se puede creer con el derecho a la apropiación de un bien que le pertenece a todos.

El cargo es una forma de establecer relaciones de poder. En el más insignificante nombramiento se promueve una jerarquía de trabajo y en las relaciones con sus colegas. Propiamente hablando, sus colegas son subordinados. Mientras más grande sea la distancia que se pueda establecer, más grandes son los secretos de que disponen, y menos incierto que las amenazas se cumplen. En las actuales circunstancias de relativa incertidumbre, como lo hemos visto, algunos no resisten la tentación de pasar de la autoridad del conocimiento a la conducta autoritaria, es otra recompensa del cargo.

Los cargos directivos en el sector público suelen arrastrar los vicios propios de sus poseedores, por desgracia en muy contadas ocasiones, sus virtudes.

p186

Semana anterior

LOS DERECHOS DEL SERVIDOR PUBLICO

Hernán Saldarriaga A.

Los servidores públicos por razón de los reconocimientos que les otorga la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, no sólo son sujetos de deberes, también es preciso garantizarles el cumplimiento oportuno de tales derechos.

Por eso, no es claro cómo un gobierno no paga oportunamente la remuneración fijada cuando el servidor público ha cumplido con su compromiso contractual.

Tampoco se entiende que se le restrinjan sus deseos de formación y capacitación a las que tiene derecho para poder cumplir su deber con la idoneidad correspondiente.

Y menos se comprende por qué en sus relaciones con los superiores no recibe el estímulo debido o el tratamiento cortés que es imperativo.

Al servidor público hay que estimularlo, hay que reconocerle su trabajo, su compromiso, sus méritos, no sólo con el homenaje moral del elogio oportuno, sino también con el interés del superior por el bienestar de cada uno de sus colaboradores.

Es cierto que al Servidor Público le exigimos el cumplimiento a cabalidad de sus deberes por su papel de servidor del Bien Común, pero también es de justicia reconocerle sus derechos con la equidad que el desempeño de su cargo demanda.

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Semana anterior

LA IDONEIDAD DEL SERVIDOR PUBLICO

Cuidado con los millones que se pierden en los contratos pequeños...

Hernán Saldarriaga A.

Una de los valores más necesarios, pero menos exigido, en el Servidor Público es la IDONEIDAD.

El conocimiento profundo de las actividades del cargo que le corresponde desempeñar, la capacidad de tomar decisiones acertadas con base en ese conocimiento y dentro de las funciones que le competen, sólo puede adquirirse a través de la formación previa a su desempeño y de la permanente actualización en el saber exigido y en la normatividad permanentemente cambiante, relacionada con sus tareas.

Esa idoneidad, tiene que convertirse en una constante y habitual actitud del Servidor Público, porque significa mayor capacidad para responder dentro de sus competencias, por sus actos y disminuir los riesgos de omisión o de extralimitación por ignorancia.

La idoneidad tiene muchas fuentes de donde nutrirse, por lo cual no puede el Servidor Público alegar poca disponibilidad económica para ello: Desde la actualización a través de la consulta bibliográfica, la asistencia a conferencias, el estudio a través de internet, las entrevistas con los expertos, y la asistencia a las programaciones de formación que hacen las propias empresas, son formas que no significan grandes erogaciones para el Servidor Público.

Ha, también, de hacer el esfuerzo de asistir a los Centros Educativos de Enseñanza Superior como esfuerzo personal propio para mantener los altos niveles de idoneidad que el ejercicio de su profesión demanda.

La idoneidad, entonces, a la vez que garantiza el ejercicio adecuado del cargo, mantiene abiertas las puertas para el crecimiento personal y en el medio social en el que interactúa el servidor público.

p184

Semana anterior

COMUNIDADES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCION DE LOS GRANDES

Cuidado con los millones que se pierden en los contratos pequeños...

Hernán Saldarriaga A.

Los países latinoamericanos, aunque con asombro, están teniendo una actitud muy firme en vencer el fenómeno de la corrupción en los niveles más altos de su sociedad.

Ya no es tolerable que un presidente de una república se enriquezca en el poder con el juego sucio de aceptación de los sobornos.

Y aunque el rigorismo de la oposición política pueda presentarse, la transparencia de la justicia en los actos de detención a los mandatarios corruptos, deja poco lugar a la vacilación en la creencia de que tales detenciones obedezcan a persecución política.

Los escándalos de los presidentes están tocando a organismos tan importantes como la OEA, que en un breve lapso pierde su Secretario Ejecutivo por la macha de la corrupción en el ejercicio del poder.

Esta cruzada de lucha contra la corrupción hay que apoyarla y todo servidor público, cualquiera que sea el cargo que desempeñe, debe entender que siempre el bien de la nación, el bien común, tiene que estar por encima de las pretensiones personales.

Así como el mal ejemplo de los altos mandatarios, ejerce tanta influencia en la conducta de los ciudadanos, el castigo ejemplar sirve también de ejemplo para disuadir conductas corruptas.

Que tiemblen también los poderosos porque hay una comunidad que se une para hacer respetar su patrimonio.

p183

Semana anterior

DONDE ANIDAN LOS CORRUPTOS

Cuidado con los millones que se pierden en los contratos pequeños...

Hernán Saldarriaga A.

En esto de la corrupción, sobre todo en los países de nuestra región, no puede el gobernante venir a escudarse en que sus dependientes son corruptos porque el sector privado los corrompe.

Admitimos que para que haya corrupción se requiere que haya corrompido y corruptor.

Pero, en esta materia, generalmente los corrompidos son los de las agallas, los que han hecho doblegar el ánimo de no soborno de muchas gentes del sector privado por los trámites reales e inventados, por el ofrecimiento del tráfico de influencia, por el abuso de la necesidad de un registro del comerciante, del empresario, del particular.

Que no vengan los alcaldes y funcionarios del sector público a aparecer como simples víctimas ahora que hay mayor energía en los gobiernos democráticos latinoamericanos de cazar los corruptos y escudriñar con firmeza los nidos públicos, porque es allí donde se siguen empollando esas negras aves de rapiña.

Para el caso colombiano, se observa un avance entre el año anterior y el corriente, de 10 puntos de mejoría en la escala de calificación de Transparencia Internacional. Y eso es bueno.

Pero, como lo anotaba el Director de Coldeportes Nacional, si bien en los grandes contratos se ha logrado un resultado claro contra la corrupción, con los pequeños contratos se está abriendo el apetito voraz de muchos “servidores públicos”.

Y es aquí, señores alcaldes, donde hay que dar la pelea, no simplemente lavándose las manos con el sector privado, sino encarando con entereza la triste realidad de que somos el país 60 entre 146 en la escala que mide el nivel de corrupción, donde 1 es el menos corrupto y el 146 el más.

Porque ese indignante puesto 60, para la competitividad de una país, no es bueno.

p182

Semana anterior

CODIGOS DE ETICA EN EMPRESAS DEL ESTADO

Hernán Saldarriaga A.

Algunas contralorías están recomendado a las empresas del Estado que formulen sus códigos de ética.

Esta recomendación, un poco extraña por venir de un ente de control generalmente fiscal, es una clara muestra de que el control del Estado ha entendido a cabalidad que sin una definición de los principios que deben orientar a tales organizaciones, sin una convergencia de todos los servidores públicos de esas empresas, en torno de los valores más importantes de su cultura, sin una declaración de la normatividad exigida para el comportamiento con sus grupos de interés, el cabal cumplimiento de sus responsabilidades no podrá lograrse.

Por otra parte, está claramente establecido que los organismos de Control tienen que velar por la introyección en la cultura de estas organizaciones del Control Interno, como los prescriben las leyes, especialmente para quienes tienen mando.

Pero el Control Interno, tiene que fincarse, principalmente en el autocontrol, que a su vez, nutre su información del querer ético de la empresa definido en su Código de ética.

Por consiguiente, el definir el Código de Etica de una institución, promueve el que todos los servidores públicos ajusten sus comportamientos a él y, a la vez, les sirva de espejo para mirar si su comportamiento es como la empresa lo desea.

P179