Día 0 – Paris aeropuerto-Paris-Paris aeropuerto hotel

Comento brevemente este peculiar primer día de viaje, relacionado con Air Madagascar, por si alguien se encuentra en una situación parecida. Los que vuelen al país con Air France se lo pueden saltar.

Me presento en el aeropuerto CDG de París para facturar mi vuelo confirmado en mi billete electrónico con Air Madagascar para el día de hoy. El vuelo había sido cancelado y no hay nadie en los mostradores de facturación. Como no hay ningún vuelo de Air Mad durante el día no hay nadie tampoco en su mostrador de venta de billetes. Pregunto en uno de los mostradores de información de aeroports de Paris e intentan localizar a alguien de la compañía. En todo el aeropuerto parece que no hay nadie, y les dan un par de teléfonos que se supone son de su oficina del Centro de París. Intentan llamar a alguno de los teléfonos que les han dado, pero en ninguno les cogen el teléfono. La chica de aeroports de París se cansa y me dice que mañana tienen vuelo. Vamos, que me busque la vida y vuelva mañana.

En fin, no sé hasta que punto es normal que en los mostradores de información de aéroports de Paris, se supone un aeropuerto europeo, no se pueda localizar a nadie de una compañía que opera en él.

No obstante, pido en dicha información la dirección de la oficina de Air Mad en el Centro de París (73 Boulevard Haussmann) para ir a reclamar personalmente. Antes de ir, por agotar posibilidades, pregunto en Air France, que suele volar con código compartido con Air Mad a Madagascar, por si pueden meterme en su vuelo de hoy, pero aunque lo intentan me confirman que sólo Air Mad puede cambiar la reserva.

Ya sé que hoy no volaré a Madagascar, por lo que iré a las oficinas de Air Mad en el Centro de París sin prisas (Hasumann St Lazare RER E). La chica de Air Mad que me atiende, tras consultar con el director, me dice que el vuelo de hoy había sido cancelado y me enviaron un email avisándome de la cancelación. Es mentira, porque lo hubiera recibido. Me informa que se cambió mi reserva para el vuelo de mañana y que me van a proporcionar hotel y comidas en un hotel del aeropuerto. Al preguntarle yo por el transporte hasta el hotel, vuelve a consultar con el encargado y vuelve con un billete de 10 € para que vuelva en el RER ¿?. Se nos escapa la risa a ambos.

Al volver al aeropuerto, en su mostrador de venta de billetes ha aparecido un tipo con la identificación de Air Mad que me dará el correspondiente voucher que cubre el alojamiento y todas las comidas en el Ibis CDG airport hasta el vuelo de mañana por la tarde.

 Día 1,2 – Paris-Antananarivo(Tana)-Antsirabe

Larga cola en los mostradores de facturación de Air Madagascar, dos horas y media antes de la hora de salida, a las 5’30 pm. Vuelo mayormente nocturno con Air Mad –de hecho es un avión de Air France, al igual que casi toda la tripulación, pintado con el logo de Air Madagascar - y llegada puntual a las 5’30 am a Antananarivo. 

Trámites rápidos para hacerme el visado de 30 días –gratuito en el 2012-. Para cambiar dinero, el mejor cambio en el aeropuerto lo ofrece Socimad, que parece tan bueno como el que ofrece en la ciudad. Salgo fuera y veo la Navette bus, que por 10.000 ARY va dejando a los pasajeros en los diferentes hoteles del Centro de la ciudad, siendo la opción más económica para los viajeros individuales; pero como ya he perdido un día de viaje y está empezando el día, prefiero dejar Tana para el final e ir directamente a Antsirabe. Hay que ir a la gare routiere du sud. El bus no va directamente, y como he sido casi el primero en salir del aeropuerto, aún tardaría en irse ya que suele esperar a que salgan todos los pasajeros, por lo que negocio ir con un taxi (30.000 ARY).

Rumbo a la gare routiere, amanece en Tana. En 20-30 minutos llegamos, y sólo apercibirse de mi presencia ya vienen unos tipos a captarme para su taxi brousse. Paso de ellos, y me fijo en el que está más lleno, que pronto saldrá hacia Antsirabe (8.000 ARY).

Antsirabe. Esta ciudad, situada a 1.540 metros, sobresale principalmente por el colorido que le dan los numerosísimos pousse pousse que andan por sus calles.

Sobre las 3 horas llegamos a la principal gare routiere de la ciudad. Varios pousse pousse se me acercan. Les digo para ir al hotel Hasina, que está en el centro. Empiezan pidiendo 5.000 ARY, y me acabarán llevando por (2.000 ARY) hasta el hotel Hasina (37.000 ARY b).

Para comer, degusté en uno de los puestos del Petit Marché el plato del día más popular: una buena ración de arroz acompañada con algún trocito de buey, pescado o pollo. En este caso, arroz con buey (1000 ARY). Para cenar, no creo que haya una mejor recomendación que el restaurante Razafimanjy, con música africana en directo. Un gran steak frites (8.000 ARY) + cerveza THB (4.000 ARY).

Para mí Antsirabé fue la primera toma de contacto con el país -obviando el ritmo frenético de la gare routiere del sur de Tana-, seguramente mucho más relajada de lo que hubiera sido la capital. Como ya he comentado, el colorido de sus pousse pousse es lo que más resaltaría de ella. También recomendaría, si hacemos parada en la ciudad, un paseo relajado por su vieja y ya abandonada estación de ferrocarril, por el colonial hotel Aux les Thermes y alrededor del lago Ranomafana, como puntos de interés principales de la ciudad.

Excursiones populares desde Antsirabé

Una opción a valorar para mañana era una excursión en bicicleta por los lagos Andraikiba y Tritiva, y fui a informarme a Rando VTT (261 rue Stavanger), enfrente del restaurant l’Arche, donde alquilan bicicletas (10.000, 20.000, 30.000 ARY). La chica, muy atentamente, me dio un mapa casero donde pone los kilómetros de cada tramo y me fue explicando el tiempo teórico en recorrerlos. Era una excursión de todo el día y un poco exigente. Recomendó no empezarla más tarde de las 9’00 h.  Quedamos que mañana al levantarme decidiría, pero yendo con un día de retraso en el viaje y teniendo las excursiones en bicicleta de antaño un poco olvidadas, casi me fui al hotel con la decisión ya tomada.

Antsirabé también suele ser un buen punto para contratar la popular y turística excursión de 3d/2n en canoa desde Miandrivazo hasta Belo sur Mer, con la posibilidad de enlazar desde aquí con otra de 3 días más para visitar el Tsingy Bemaraha NP y acabar en Morondava viendo antes la imprescindible puesta de sol en la famosa avenida de los baobabs. Es una opción práctica, sobretodo para viajeros individuales que quieran realizar la segunda excursión, pero no la consideré en la planificación previa del viaje por ser demasiados días organizados y no llamarme demasiado la primera parte de bajada en canoa.

En Antsirabé, tanto en el hotel como varias personas por la calle me ofrecieron esta excursión, por tanto no parece necesario reservarla previamente con una agencia antes de iniciar viaje.

 Día 3 – Antsirabe-Ambositra-Fianarantsoa(Fianar)

Día para desplazarme hasta Fianarantsoa, que será la base para las visitas de los próximos días, con parada de 1-2 horas en Ambositra.

Cojo un pousse pousse enfrente del hotel Hasina hacia la gare routiere de Antsirabe (3.000 ARY). Es un largo camino, mayormente de subida. El hombre llega extenuado. Como es costumbre, intentan liarte en la elección y el precio del taxi brousse a Ambositra (5.000 ARY). Sobre las dos horas llegamos a su gare routiere du nord.

Ambositra. Esta ciudad suele ser el punto de partida para visitar los poblados Zafimary, alrededor de Antoetra. Como no tenía previsto visitarlos, sería solamente para realizar una parada. Comí en un puesto local cerca de la gare routiere y después caminé hasta la cercana Plaza Central, que es el lugar donde hay más ambientillo  -sobretodo de tiendas de artesanía- del pueblo. Cuando vi que pasaba un taxi brousse con el letrero de “Fianar” (7.000 ARY), ya me subí a él. No saldría enseguida porque estuvieron revisando el motor del taxi brousse un buen rato. Tras partir, sobre las tres horas llegamos a Fianarantsoa, ya en noche cerrada.

Fianarantsoa. La segunda ciudad del país, situada casi a mitad de camino de la RN7 entre Tana y Tulear, es una buena base para visitar el Ranomafana NP, la Plantación de Té de Sahambavy y llegar hasta Soatanana. Si queda tiempo, un paseo por su pequeño sector de la Haute Ville también tiene su encanto.

Desde la gare routiere de Fianar cojo un taxi (3.000 ARY) hasta el Hotel Zomatel (40.000/80.000 ARY). 

Para cenar cerca sólo hay un hotely –que hoy estaba cerrado-, algunos puestos locales con fideos, sopas o fritos –hoy tampoco había ninguno- y los diferentes restaurantes del hotel, donde degustaré en uno de ellos, un gran y sabroso filete de zebú con patatas fritas (10.000 ARY).

 Día 4 – Fianar-Ranomafana NP-Fianar

Día para visitar el Parc National de Ranomafana.

Está amaneciendo y cojo un taxi (3.000 ARY) hasta la gare routiere de Fianar. Ayer, al llegar de noche no me fijé en el trayecto, pero desde el Zomatel basta con bajar la empinada calle que queda a su derecha y torcer en el primer desvío también a la derecha, para llegar a la gare. Aún sin salir del taxi, ya vienen corriendo un par de comisionistas para preguntarme adónde voy. Al no ver ningún taxi brousse con el nombre les digo “Ranomafana”, y enseguida me llevan hasta él. No está lleno, pero al llegar otro ya está a punto de salir. Los tipos me piden, insistentemente, que les pague a ellos el trayecto ¡10.000 AR!. Es evidente que se han pasado, y les digo que ya le pagaré al chófer, pero ellos insisten. Una pasajera que está dentro dice ¡4.000 ARY¡ Ya les ha chafado el negocio. A la buena mujer le dicen de todo, pero tras pagarle al chófer los 4.000 ARY, salimos.

En un par de horas ya estoy en la entrada del Parque de Ranomafana (25.000 ARY entrada) –que queda unos 6 km antes de llegar al pueblo-, cuya característica principal es una espesa vegetación de bosque de altura húmedo. El objetivo principal es poder localizar varias especies de lemures. Los exclusivos aquí son el Golden bamboo lemur y el Greater bamboo lemur, pero siendo el primer Parque a visitar, todos los lemures que se puedan ver serán bienvenidos.

Voy a la recepción del Parque a ver los posibles circuitos. Hay una pareja italiana que, aconsejado por un guía que habla italiano, está pagando el circuito Vatoharanana. Según la explicación expuesta, el circuito se interna en el Parque para luego volver por el mismo camino. La duración teórica total son 8 horas y vale 75.000 ARY, el más caro que puede hacerse en un solo día. Me proponen compartirlo. Yo solo, seguramente me hubiera decantado por alguno de los circuitos circulares más cortos, suficiente para ver lemures; pero éste se interna más en la selva y se supone aún amplía más la posibilidad de verlos. Al poder compartirlo, aún me sale más económico que los cortos en solitario. Les digo que sí.

Ya adelanto que no realizamos el Vatoharanana. En la primera parte del recorrido seguimos el trayecto de uno de los circuitos circulares cortos. Tras el Mirador Belle Vue, donde hicimos la parada para el lunch, fuimos saliendo de la espesura del Parque descendiendo hasta una Cascada. Luego ya seguimos paralelos al río hasta llegar al Poblado de Ranomafana, pasando por sus termas, sobre 4’30-5 horas después de empezar la excursión. O sea, que el circuito que realizamos fue inventado por el guía y no tuvo nada que ver con el que pagamos. La pareja italiana, que es quien realmente lo había elegido –aconsejados por el guía- no tenía ni idea del trayecto realizado. No obstante, hay que decir en favor del guía, que en la primera parte del recorrido intentó encontrar varios tipos de lemures. Incluso iba con nosotros un chico que se encargaba de localizarlos. Primero vimos el Golden Bamboo Lemur, que está más o menos localizado por el camino; pero luego, yendo selva a través, llegamos hasta una pareja del Greater Bamboo Lemur. Y luego, casi lo mejor para mí: apareció un grupo numeroso del Red Fronted Brown Lemur, estando un buen rato con nosotros,  con una gran curiosidad por vernos de cerca. También nos localizaron después unos ejemplares del Red Bellied Lemur –lemur de vientre rojo-, que estaban durmiendo en los árboles, despertándolos para nosotros. En el fondo, es para estar contento y satisfecho con el resultado final de la excursión, cuyo principal objetivo era la localización de los lemures, pero el engañarte con el circuito a realizar para poder cobrarte el más caro posible de un solo día –con el beneplácito de los empleados del Parque que están en Recepción, y que alguna comisión se llevarán- no deja de ser criticable y censurable.

Ya en el Poblado de Ranomafana espero a que pase un taxi brousse hacia Fianar. Mientras espero, saboreo  una dulce piña (1.000 ARY) en uno de los muchos puestos de fruta que hay. En otro hubiese comprado un avocado (300 ARY), pero no tienen cambio de 10.000 ARY. Pasa el taxi brousse, y me apretujo hasta la gare routiere de Fianar (5.000 ARY). Subiré andando hasta el Zomatel. Ahora, sábado tarde, hay bastante ambiente local en el pequeño mercado que se forma frente al hotel. Cenaré de tapas picoteando en los diferentes puestecitos locales que ofrecen comida (raciones de fideos, pinchos de carne a la plancha, sopa con huevo hervido, buñuelos fritos…).

Tras la Misa y la Comunión, siguiendo a su portavoz, salimos al exterior del recinto de la iglesia. Nos presenta al actual Presidente de la Congregación. Él inicialmente se interesa por la procedencia de los 7 turistas que somos, y luego, tras saber que yo había venido andando los últimos 9 km, tiene como más curiosidad por saber cosas de mí. Tras las presentaciones, saldremos todos en Procesión por las calles del pueblo,  mientras cantan sin parar. La portavoz ya nos había dicho antes que podíamos hacer todas la fotos que quisiéramos.

Llegamos hasta una especie de patio, al lado de la casa del Presidente. Aquí nos sentaremos en un banco, donde nos lavarán los pies, en señal de amor hacia nosotros. La peña sigue cantando a nuestro alrededor.

Tras secarnos los pies, subiremos a la casa del Presidente –en concreto al Comedor-, donde en la mesa ya hay grandes platos con arroz y buey, que luego nos ofrecerán. Nos sentamos los siete turistas -más el guía/conductor del grupo-, el Presidente, su mujer y dos o tres individuos más de la Congregación. No cabíamos más. Como esta Misa se vaya haciendo más popular entre los turistas, habrá que cambiar el lugar del banquete. Mientras, todo el resto de la peña seguía cantando.

Sólo tras la comida, y ya para despedirnos, nos hicieron pasar al despacho del Presidente, donde nos preguntaron nuestra opinión sobre todo el acto y, al final, nos ofrecían la posibilidad de realizar alguna donación, pero insistiendo que no estábamos obligados.

Salimos de la casa para ir ya a buscar el coche de los franceses, y pasamos por delante de una diminuta tienda –parece que han empezado un pequeño merchandising- donde vendían unas bufandas y los clásicos manteles que venden por todo el país. También un CD con sus canciones –sólo tenían una copia que compré yo-. Y ya nos despedimos, agradeciéndonos continuamente nuestra visita. Hay que reconocer que cumplen sobradamente su lema de la hospitalidad. Todo en conjunto, una experiencia fantástica.

Para volver a Fianar tardamos casi dos horas, llegando ya habiendo anochecido. Los franceses me dejaron en el Centro, donde saboreé una sabrosa pizza (12.000 ARY) en el único pequeño restaurante que vi abierto por estas oscuras calles, para subir luego al Zomatel.

 Día 6 – Fianar-Sahambavy Tea Plantation-Fianar_Haute Ville

Hoy visitaremos la única plantación de té del país.

Excursión a la Sahambavy Tea Plantation.

El taxi brousse que va hasta el pueblo de Sahambavy (1.300 ARY) sale desde una pequeña gare routiere que está unos 400 metros más arriba de la principal. Soy de los primeros en subir al taxi brouse, por lo que tardará un poco en llenarse para salir. Voy tomando un café con pastas (400 ARY) en unos de los varios puestecitos que rodean la gare. También compro provisiones a alguno de los bastantes vendedores ambulantes que pululan por la gare. Por fin se llena –casi una hora-, y salimos. Sobre una hora después llegamos a la pequeña localidad de Sahambavy, que es el final del taxi brousse. Ahora queda andar unos 500 metros siguiendo la vía del tren, hasta llegar a un letrero que indica girar a la izquierda, y pronto aparecerá la entrada a la Plantación.

En la plantación de té (5.000 ARY) te muestran todo el proceso de producción y te dan a probar 2 tipos de té: natural y a la vanille, ofreciéndote la posibilidad de comprar. Luego puedes recorrer la Plantación a tu aire para poder localizar a las mujeres –y algún hombre- recolectando té. Esto es lo que realmente más me interesaba, ya que el proceso de producción no deja de ser el mismo que en otras plantaciones ya visitadas. Aquí recolectan todo el año, por lo que en una parte u otra de la gran plantación siempre debería haber algunas recolectoras trabajando. Tuve que andar casi 1 km para localizarlas, pero obtuve la bonita imagen esperada.

Tras la visita de la Plantación, volví al pueblo de Sahambavy a esperar a que se llenase el taxi brousse para volver a Fianar. En este caso no tardó tanto en llenarse. Llegando a Fianar, subo hasta el Zomatel.

Haute Ville de Fianar: Quedan dos o tres horas de luz y aprovecharé para subir y visitar esta parte alta, que fueron los inicios de la ciudad. Es relativamente pequeña y compacta. Básicamente es subir una calle, desde la cual se bifurcan pequeños callejones. Hay varias iglesias y algunas casas de época en el conjunto. Parece un pequeño pueblo situado en la colina. En mi opinión, vale la pena ir, sobretodo como contraste al resto anodino de la ciudad.

 Día 7 – Fianar-Ambalavao-Anja Reserve-Ambalavao

Día para llegar a Ambalavao y desde aquí visitar la Reserve de Anja en el día de hoy. Mañana, miércoles, se celebraban sus dos eventos principales: el Mercado de zebús y el Día de Mercado del pueblo.

Bajo a la principal gare routiere de Fianar y localizo enseguida el taxi brousse a Ambalavao –están a la entrada mostrando el cartelito- (2.000 ARY). Se llena enseguida y salimos.

Sobre hora y media después a la gare routiere de Ambalavao. Al lado de la gare está el hotel Aux Boungavillers, pero yo me dirigiré a la Residence du Betsileo (29.000 ARY b), situada en la calle principal del pueblo -queda a la derecha de la Iglesia que se ve desde la gare-. Aparecerá a la derecha de la calle, tras unos 300 metros-. 

Para cenar, aparte del restaurante del hotel, en la misma y oscura calle principal –sobre mitad de camino hacia la gare- hay un restaurante con parecidos platos y más barato.

Además de sus Mercados, la visita al pueblo de Ambalavao, aparte de su conocida fábrica de papel de Antaimoro, que está en el recinto del hotel Aux Boungavillers, consiste en pasear por su calle principal, donde hay bonitas y fotogénicas casas antiguas. El resto del día lo quiero aprovechar para visitar la Reserve de Anja, que queda a 13 km, conocida sobretodo por su numerosa población de Ring Tail Lemur -Lemur de Cola anillada (Lemur Catta)-. Para ir hasta allí, alquilaré una bicicleta (10.000 ARY) en el mismo hotel.

Excursión a la Reserve de Anja desde Ambalavao

El paisaje es muy bonito por esta zona, con grandes y altas paredes de roca que contrastan con el color rojizo del terreno. Paso por un par de pequeñas aldeas donde, al detenerme, soy el centro de atención. Me voy cruzando con ciclistas locales que me saludan al pasar. También con algún que otro rebaño de zebús. 

Tras el agradable paseo llego a la Reserve de Anja. Parece que desde Abril 2012 han subido los precios: entrada (10.000 ARY), y los circuitos para 1-2 personas (12.000 ARY 1h; 24.000 ARY 2h….); para 3-4 personas (16.000 ARY 1h; 32.000 ARY 2h…). Mientras me los miro, le digo al chico que se me ha acercado para hacerme de guía, que quizás me espero un poco y así comparto grupo. Enseguida me propone una rebaja del 50 % en el precio de la entrada a (5.000 ARY) –es el precio para residentes y estudiantes-. Ya no me vale la pena esperar. Escojo el circuito de 1 hora (12.000 ARY), ya que me asegura que los lemures se van a ver igual.

Reserve de Anja. La reserva tiene el bonito paisaje de roca –también hay un lago- que ya he ido viendo desde la carretera en los kilómetros anteriores. Además del guía, nos acompaña también otro chico que será el encargado de localizar los lemures. Jean Baptiste –el guía- intenta en todo momento que me guste la excursión. Me localizará varios camaleones, un gecko y tareks, además de la estrella aquí, el lemur Catta. Primero veremos varios ejemplares individuales en los árboles, y en rocas. Están acostumbrados a los turistas porque no se van aunque te acerques. Sólo se mueven y se van con el ruido. El momento especial es cuando encontramos un gran número de ellos, todos juntos encima de una roca, tomando el sol. Estoy sólo y hago todas las fotos que quiero de esta gran familia. Aún seguiremos un poco más localizando a otra familia de estos fotogénicos lemures de cola anillada. Ahora ya toca volver. Ya hace rato que la excursión había superado las expectativas. No obstante, le pido al guía si podemos volver a pasar por esa roca donde había tantos juntos… pero ya no estará ese gran grupo en ella. Había entonces más turistas por aquí y los deben haber ahuyentado. La casualidad es que esos turistas resultan ser la pareja italiana con quién compartí el circuito de Ranomafana !!!. Acabo la visita muy satisfecho, pasando antes por el lago que ahora tiene una luz muy fotogénica.

La vuelta a Ambalavao tendrá un poco más de subida que a la ida, pero no hay prisa. Pararé en una de las dos aldeas que hay de camino para comprar un racimo de pequeñas bananas: un mille me dicen, y es que se refieren a 1.000 FMG, o sea, 200 ARY.

 Dia 8 - Ambalavao Markets-Ranohira

Hoy miércoles se celebra el Día de Mercado en Ambalavao además de su famoso Mercado de Zebús. Resto del día de transición para llegar a Ranohira, puerta de entrada para visitar mañana el  Parc National Isalo.

Pregunto primero por los horarios: a partir de las 8’30 am se empieza a animar el Día de Mercado, y a partir de las 9’00 am empiezan a llegar la mayoría de pastores con sus rebaños de zebús al Mercado de Animales.

Sobre las 8 am desayuno un café con pastas (400 ARY) en un puestecito que está unos metros más adelante del hotel, y después me dirijo a la explanada donde se celebra el Día de Mercado (hay que seguir la calle que empieza enfrente de la Residence du Betsileo). Aún van trayendo mercancías con sus carromatos artesanales, y llegando más y más gente, pero ya hay muchos puestos instalados, sobretodo los de fruta. La luz para las fotos a esta hora es muy buena y no parece importarle demasiado que se las hagas.

Cerca de las 9’00 am ya quiero dirigirme a la colina donde se celebra el Mercado de zebús más famoso del país. Desde el mismo hotel, queda a la izquierda, saliendo del pueblo. En la cima ya hay algunos rebaños, pero se van viendo más y más rebaños venir por diferentes caminos. También hay una buena vista del bonito paisaje de montañas que rodea a Ambalavao. Espero en la colina a que vayan viniendo más rebaños de zebús. Algunos pastores (y pastoras) visten vivos colores. Hay algún zebú rebelde que intenta escaparse de uno de los grupos y los pastores le siguen montaña abajo. Sobre las 9’30 am ya habrán venido la gran mayoría. Cuando tengo bastante ya me dirigiré al hotel para recoger mi equipaje, e ir hacia la gare routiere a subirme en el primer taxi brousse que salga para Ranohira.

Llego a la gare pasadas las 11 am y me dicen en la única compañía que parece tener un taxi brousse a Ranohira, que saldrá en el aprés midi. Pues para ser después del mediodía se hicieron la una, las dos, las tres… y las 4’30 pm, cuando el taxi brousse parecía que arrancaba… pero no llegamos ni hasta la gasolinera. El coche estaba tan seco que el previsor conductor tiene que bajarse e ir andando a buscar un bidón de gasolina, para al menos poder llegar a la estación de servicio. Tras repostar volveremos a la gare a buscar a los últimos pasajeros y, ahora sí, salir definitivamente hacia Ranohira pasadas las 5 pm. Pararemos en la gare routiere de Ilhosy a cenar, llegando a Ranohira pasadas las 10 pm. Todo parece cerrado a cal y canto. Le había dicho al conductor que me dejara delante del Hotel Orchidée. Aparecen en la oscuridad los vigilantes del hotel, me abren la puerta, les pregunto el precio (40.000 b), y me conducen con la linterna hasta la habitación.

 Día 9 - Isalo NP

Día completo para visitar el Parc National Isalo.

Este Parque se caracteriza principalmente por el espectacular paisaje de cañones, más que por el número de lemures a ver; aunque por su parte más visitada, alrededor del Punto de Control y del Camping, cerca de la cascada de la Ninfas, hay alguna familia de lemures de cola anillada que casi siempre se suelen ver. También hay otra de sifakas de verraux cercana al riachuelo que se forma tras la dicha cascada.

Visita al Parc National Isalo

Salgo del Hotel Orchidée antes de las 7 h y voy a la oficina del ANGAP –a escasos 50 metros- a echar una ojeada a los diferentes circuitos que se ofrecen. Hay 2 grandes grupos de circuitos: los que visitan sólo la zona más próxima (Namaza) que forman el cuarteto: Cascade des Nymphes, Piscines Bleu et Noir, Piscine Naturelle y Crête, en los que NO se necesita coche –aunque si se tiene son 5.000 ARY menos-; y los circuitos que combinan el Canyon des Makis o Canyon des Rats con 1 ó 2 lugares de la zona Namaza en los que el coche es imprescindible si se quiere hacer en un día. Mientras miro los circuitos y precios ya hay un par de guías intentando captarme y, por supuesto, recomendando –sin yo pedirlo- el circuito más caro. De entrada, los que más me gustan son los que combinan el Canyon des Makis (o Rats) con la zona Namaza –y no tengo coche-, por lo que voy a desayunar en un puesto local (arroz caldoso con trocitos de buey 1.000 AR) que está enfrente de la oficina del ANGAP, a ver si aparecen más personas para compartir grupo.

Voy acabando el arroz…y asoma… la pareja italiana con quien compartí el circuito de Ranomafana !!! Ya se les había enganchado un guía que habla italiano, que está intentando convencerles –como no- para que hagan el circuito más caro que combina los 4 lugares a ver del circuito Namaza 113.000 ARY. Son sólo 4 horas teóricas de caminata. El precio parece superhinchado, ya que el segundo más caro visita 3 cosas del Namaza –sin la Crête (una vista más del cañón), cuyo acceso viene casi de camino- y vale 77.000 ARY. Como los italianos viajan con coche y conductor les propongo hacer el circuito que combina el Canyon des Makis con 2 lugares de la zona Namaza: la cascada y la piscina natural (no se ofrece la posibilidad de hacer 3 o los 4). Lo interesante de combinar ambas zonas es que vas durante varias horas por la cresta, y en una sola jornada te haces una buena idea de la dimensión y belleza del Parque. Este circuito son 8 horas teóricas de caminata y vale sólo (65.000 ARY) –de ahí que no se entienda que las 4 horas del Namaza las hayan valorado a 113.000 ARY ¿?-. El guía pone mala cara, pero a los italianos les parece buena idea y elegiremos este circuito. Yo compraré la entrada de un día (25.000 ARY). Los italianos piensan, en principio, dedicar al Parque un día más y compran la entrada de 2 días a 37.000 ARY. El guía intenta también que decidan y paguen el circuito de mañana, pero no les convencerá, ya que como le dicen, ¿y si hoy me rompo una pierna?. Ya adelanto, como se intuye, que el guía –REMI- fue en todo momento un interesado. En ningún momento se molestó en localizarnos los lemures o en que nos gustase la excursión. Sólo se preocupó de llevar un ritmo alto en la caminata e intentar sacar más tajada del precio, como ya comentaré.

Excursión Canyon des Makis, Cascade des Nymphes, Piscine Naturelle

Vamos con el coche de los italianos hasta el parking cercano a la entrada del Canyon des Makis –cañón de los monos-. En los últimos kilómetros ya se divisaban perfectamente las hendiduras en la roca de los dos cañones: el de Makis y el de Rats. Caminamos hasta la entrada del cañón que tiene una densa vegetación. La Bradt dice que por aquí suele haber lemures pero ahora no vemos ninguno –tampoco el guía intenta localizarlos-. Entramos apenas 30-40 metros dentro del cañón, y nos tenemos que conformar en ver lo largo y alto que es desde aquí. El guía ya se la tiene preparada para no entrar más en él: “Si llegamos tarde a la Cascada ya no estarán los lemures. A ellos les gusta el calor”. Vamos, por tanto, saliendo del cañón y, cruzando los árboles que hay en su entrada, veo un par de lemures encima de una gran roca –el guía, que ya iba como una moto, no los había visto-. Nos acercamos a ellos, pero rápidamente se van detrás de la roca –estos no parecían estar acostumbrados a los turistas-. Seguimos por el sendero, que sube un poco bordeando la roca, y me da a mí que los lemures de antes pueden estar allí detrás. Paso del guía que seguía sin parar, y ayá que voy. ¡Bingo! Ahí estaban los dos Red Fronted Brown lemurs de antes, a menos de un metro. Se van antes que pueda coger la cámara, pero ha valido la pena la iniciativa. 

Dejamos definitivamente el área del Canyon des Makis y empezamos a ascender hasta la cresta. Una vez arriba la vista es muy amplia: detrás queda el cañón, del que podemos apreciar su longitud desde arriba; a la izquierda, abajo, la amplia llanura por donde hemos venido con el coche; y, por delante, quedarán varios kilómetros a seguir por la cresta, desde la cual iremos viendo como va cambiando el paisaje de rocas y colores del Parque de Isalo. El guía no dice nada, pero nosotros iremos parando cuando vemos la ocasión de hacer fotos. Entre dos y tres horas de caminar por las alturas empezaremos a descender para llegar hasta la Cascada. El guía nos propone antes una “extensión del circuito”: como la cascada sólo está a 1’6 km de las piscinas azul y negra –y no estaban incluidas en nuestro circuito- nos ofrece ir a verlas primero, eso sí, añadiendo 32.000 ARY, que es lo que cuesta toda la excursión ofrecida por el ANGAP, que incluye la cascada y las dos piscinas. Como no nos estaba gustando su actitud, ni nos lo planteamos.

Bajamos hasta la Cascade des Nymphes, donde también aprovecharemos para comer y descansar un rato. La cascada queda bastante resguardada dentro del cañón y no es fácil apreciarla, aunque el lugar tiene su encanto. Reanudamos marcha y nos cruzamos con otro guía que va con una pareja. El otro guía le dice algo al nuestro en malgache, pero le entiendo “sifakas”. Sifakas? le digo a Remi. Me asiente, pero en lugar de ir a intentar localizarlos me vuelve a preguntar por la extensión de circuito antes comentada. Le vuelvo a repetir que NO. Seguirá camino dejando el riachuelo que se forma tras la cascada –por donde se suponía podrían estar los sifakas- y giramos ya hacia la derecha, camino de la Piscine Naturelle -que queda, según un panel, a 4’2 km de la cascada-. Ya hemos andado un trozo por este nuevo sendero, ascendiendo un poco, y, al abrirse un claro en la vegetación, el guía nos divisa –como a 200 metros- un sifaka de verraux –el lemur blanco- en lo alto de los árboles que estaban junto al riachuelo. Pienso yo: y no podías haber perdido antes un minuto para localizarlos cuando estábamos allí ?. En fin, suerte que unos días después, en el forest de Kirindy pude ver estos sifakas hasta hartarme. Llegamos al Punto de Control –hay también posibilidad de hacer camping-, donde registramos nuestro circuito. Por aquí el guía si se dará una vuelta por los árboles cercanos, para intentar localizar los Ring tail Lemur que rondan por la zona. Ahora no los encuentra, pero poco después, en un árbol por el mismo camino, veremos un par de estos lemures de cola anillada; aunque, tras haber visto tantos en la Reserve de Anja –tanto yo como los italianos-, como que no les hacemos mucho caso.

Los más de 4 km que hay hasta la Piscina Natural, quizás se hacen un poco largos tras la larga caminata de la mañana (quizás el cañón des makis y la cascada se combinen mejor con las piscinas azul y negra, que distan sólo 1,6 km de la cascada?); aunque también hay que decir que con el sol de la tarde se realzaban los colores de las paredes de roca con las que nos íbamos cruzando. Llegando a la Piscine Naturelle, de un color verde transparente, apetece darse un bañito –aunque el agua esté un poco fría-. Tras el baño ya sólo falta descender un poco hasta el parking, donde espera el conductor de los italianos, que nos llevará hasta la Oficina del ANGAP, en la entrada del Parque. Ha sido un bonito, intenso y cansado día de trekking –los italianos ya me confirmaban que renunciarían a su segunda día previsto en Isalo- cruzando una gran parte del Parc National Isalo, y disfrutando de su espectacular paisaje de rocas y cañones. El guía fue, simplemente, alguien a seguir para que nos enseñara el camino.