Una de las evidencias de la falsedad de la existencia del Jesús histórico es, curiosamente, su propio nombre. Por un lado, si ya leíste el Tanaj/ A.Testamento ya sabés que los judíos se llaman Abraham, Isaac, Jacob, etc., todos nombres llenos de consonantes fuertes. Llegando al final del libro de los Hechos de los Apóstoles, aparece un judío llamado "Apolonio" (Hechos 18:24), que es muy instruido en las escrituras. ¿Desde cuándo los judíos se llaman "Apolonio"? (encima su biografía dice que nació en Turquía)Te reto a encontrar uno. Apolo era la divinidad Solar griega de la luz y la inteligencia racional. Su luz era la luz apolinea. Apolonio es un nombre totalmente griego.
Tengo otro sitio para hablar acerca de la religión Essenia. Ya que hice referencia a la influencia africana en el párrafo anterior, tengo que comentar que en los idiomas escritos ellos no incluían las vocales, sino sólo las consonantes, lo que hace sus textos increíblemente difíciles de leer e interpretar para nosotros. Muchos de ellos (sino todos) sólo pueden ser realmente entendidos por alguien que de antemano sabe lo que el texto dice, en especial los filosóficos y religiosos (que son casi todos los de la antigüedad porque lo único lo bastante santo e importante como para registrarlo para que no se olvide en las Eras oscuras era esto). Una de las variedades del culto solar era la Essenia, el culto a Esse, el "sol" para nosotros. Si le sacamos las vocales todo lo que resta es "SS". No es demasiado, pero da mucho con lo que jugar. En la época de la invención de la imprenta (saltando en el tiempo) por un asunto de necesidad de tipografías nuevas para representar sonidos que no teníamos se deformó la "i" y se la constituyó en "j" y "y", así que cualquier transliteración con esas tres letras es intercambiable: IES, es lo mismo que JES y que YES. En griego (como escribí en otra página), se escribe IHS y se lo puede apreciar en la imaginería eclesiástica bastante seguido.
Esta es una de las mejores, no te la vayas a perder porque vale su peso en oro.
Vamos a mirar un poco cómo se escriben los nombres de Dios y el de Jesús en hebreo. El más extendido de los nombres de Dios en el Tanaj/ A.T. es Jehová o Yaweh. Como las vocales no cuentan y vemos que las consonantes el transliterador un poco como que las cambia a gusto y placer, no te queda más que seguirme cuando vemos que las "H" en realidad no suenan y al intentar pronuncia JW lo más que podés hacer es lo que hacen los norteamericanos al decir "JEW" (Shiw). La palabra "judío" en inglés, curiosamente, se pronuncia igual. ¡Qué prodigio divino!
Así que el nombre de Dios y el de Su pueblo elegido son iguales. ¿Por qué esto es importante? Porque el "Verbo", la "Palabra", el "Nombre de Dios", es JEW. Su hijo es el "Verbo", la "Palabra", con lo que sacamos que todas estas frases implican su identidad. Dos que tienen el mismo nombre son idénticos. Cuando el hombre santo se vuelve uno con el Padre, sus identidades se confunden y él mismo es Dios manifestado. El hombre físico es una parte del Creador pero al emularlo todo lo perfectamente que puede el Creador puede expresarse a través suyo en nuestro plano. Cuando se dice que los judíos son el pueblo elegido de Dios, y que se llaman igual, está revelando el secreto para leer correctamente las santas escrituras diciéndote que cuando leas acerca de los judíos a partir de ese punto en el texto vas a estar leyendo acerca de Dios mismo.
Interesante, ¿verdad? Cuando uno por fin entiende el libro es maravilloso, pero hay que leerlo más de una vez y ser realmente puntilloso al hacerlo. Ahora examinemos el nombre de Jesús:
Essenio significa "seguidor de Esse", "seguidor del Sol".
¿Sabés los nombrecitos de quiénes terminan en "ús"? Los de los romanos (que aparecieron en escena más tarde según el N.T.). Ellos se llamaban "Fírmicus Maternus", "Máximus Augustus Magnus", y se investían con títulos como "Póntifex Máximus". Cuando por necesidad de una religión estatal para reinar tanto sobre los asuntos mundanos como sobre los espirituales el Emperador Constantino "limpia" el escenario (asesina en la mayor carnicería que conoce nuestra Tierra y que sigue hoy día, que se entienda bien) de todos los otros cultos, se apropia de la religión judeo-cristiana, que es muy completa, está fuertemente codificada en alegorías muy violentas en el caso del A.T. y le suma su versión modificada de la religión del IES, la religión de Ies-ús, Julio César (J.C.) se vuelve un descendiente directo o el mismísimo Jesús el Cristo (J.C.) y empieza el gobierno tiránico (Emperador-Apóstol) del mundo humano según nuestros libros de historia (yo creo que venía del Imperio de los turcos otomanos, bastante antes de la formación de Persia).
Antes puse el ejemplo del viajero Apolonio porque lo más probable, por el asunto de la interpretación alegórica de las santas escrituras como lo propuso Filón de Alejandría, es que sea una referencia a que el trasfondo de la vida del supuesto Jesús fuera tomado de la de alguien llamado Apolonio de Tiana cuya biografía escribió Filóstrato. En Hechos 13:6 aparece también un tal barjesús, que significa "hijo de Jesús" y de Pedro y Simón se dice que significan "piedra", pero tenés que saber lo que los nombrecitos significan para entender lo que la historia esconde. Es un libro interesantísimo de investigar a fondo en N.T. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche.
¡Cuando termine de traducir el libro "El púlpito del diablo" del Reverendo R. Taylor esta sección va a crecer un montón!
Hay una crítica reiterada acerca de que Jesús es en realidad un nombre judío deformado por la transliteración. Punto concedido, no altera en nada esta cuestión.También lo encuentro escrito así:
¿Ves cómo la diferencia entre una palabra y la otra es la letra que parece una "W"? Esa es la letra "shin", es la palabra "rey" porque parece una corona. Vos abrís el nombre de YHWH y le ponés la corona del rey en el medio y eso te da el nombre del "Salvador", del Emperador: Yeshúa... No sé si se nota: los primeros dos carteles tienen casi los mismo trazos pero escritos patas para arriba, ¡¡Son las mismas letras!! Es otra forma de jugar con las palabras, como en las alegorías pero diferente.