El Priorato de Sion (en francés: Prieuré de Sion) es el nombre dado a una organización fraternal fundada por Pierre Plantard el 20 de julio de 1956, según consta en el Boletín Oficial de la República Francesa número 167, página 6731, caracterizándose por sus tintes rosacrucianos modernos. En la década de los sesenta Plantard contò un trasfondo histórico para esta organización, que describió como una sociedad secreta fundada por Godofredo de Bouillon en el Monte Sion en el Reino de Jerusalén en 1099, y que tiene por propósito la instauración de un linaje secreto de la dinastía merovingia en los tronos de Francia y el resto de Europa. Posteriormente el mito sería ampliado y popularizado por el libro pseudohistórico El enigma sagrado en 1982, y más tarde fue descrito como un hecho en el prefacio de la novela El Código Da Vinci en 2003.
Históricamente, existió algo parecido al denominado "Priorato de Sion", ya que en 1099, los Cruzados de la Europa Occidental, tras conquistar Jerusalén del poder musulmán, edificaron una iglesia nueva sobre las ruinas de un antiguo templo bizantino llamado Hagia Sion. La nueva iglesia se llamó de Santa María, y el grupo de sacerdotes que la atendían eran conocidos como El Priorato de Nuestra Señora de Sion, un título que combinaba los nombres de ambas iglesias. Allí permanecieron hasta 1217, cuando los musulmanes destruyeron Santa María tras reconquistar Jerusalén. En aquel momento, se retiraron a Sicilia, donde continuaron ejerciendo su ministerio. El Priorato sobrevivió durante cuatro siglos más, hasta que, en 1617, sus últimos miembros se unieron a los jesuitas. En resumen, el Priorato de Sion fue una de las muchas órdenes y sociedades que han ido y venido a lo largo de la historia de la Iglesia católica. Sí existió un auténtico Priorato de Sion fundado en 1099, pero no tiene nada que ver con el actual Priorato de Sion, que no es más que un producto ficticio,tal y como el personaje de Plantard, que aparece en varias obras.entre las erratas de la obra podemos encontrar algunas imágenes bastardas como la idea de «gran maestres» que no pudo existir en el Priorato original, tal y como se nos muestra en la gran cantidad de libros y artículos sobre este tema, por la sencilla razón de que la cabeza de un priorato es un prior y no un gran maestre.
El Priorato de Sion, tal y como se le conoce gracias sobre todo a la novela de Dan Brown y otros autores del estilo de Lynn Picknett, Clive Prince y algunos otros que han escrito algo sobre temas como este, ha sido descrito como uno de las grandes ficciones históricas del siglo XX. Algunos escépticos han expresado su preocupación por la proliferación y popularidad de los libros, sitios web y películas inspiradas por este engaño que han contribuido al problema de las teorías de conspiración, pseudohistorias y otras confusiones cada vez más habitualeHistoria
Los historiadores, tras haber analizado todo lo relacionado al Priorato de Sion, indican que la antigüedad y los escritos sobre éste no son verídicos, llegando a la siguiente conclusión sobre la historia del Priorato de Sion:
Los manuscritos presentados por Pierre Plantard, indicando que provenían del padre Bérenger Saunière, quien los habría descubierto mientras reparaba su iglesia, habrían sido realmente escritos por el mismo Pierre Plantard y fabricados por su amigo Philippe de Cherisey. Así, estos documentos falsificados pretendían mostrar la supervivencia de la dinastía merovingia de los reyes francos, y de este modo atribuir un linaje real a Pierre Plantard. Plantard manipuló las actividades de Saunière en Rennes-le-Château para "demostrar" sus reclamaciones relacionadas con el Priorato de Sion. De este modo se calcula que entre 1961 y 1984 Plantard habría inventado el linaje legendario del Priorato de Sion, surgido de los restos de la Orden de Sion. Otra razón para señalar como falsa la antigüedad del Priorato de Sion sería el propio registro del Priorato el 20 de julio de 1956 en el Boletín Oficial de la República Francesa, ya que si presentara la antigüedad pretendida, y con ello un gran poder, no habría tenido la necesidad de registrar su orden de nuevo.
Para mantener su engaño, Pierre Plantard argumentó en 1989 que el Priorato de Sion en realidad había sido fundado en 1681 en Rennes-le-Château; pero en esta ocasión no pudo conservar su reputación y sus proyectos. Posteriormente, en septiembre de 1993, argumentó que Roger-Patrice Pelat había sido una vez el Gran Maestre del Priorato de Sion. Pelat era un amigo del entonces presidente de Francia François Mitterrand y fue el centro de un escándalo que implicó al primer ministro francés Pierre Bérégovoy. Un tribunal francés ordenó registrar la casa de Plantard, requisando muchos documentos, entre ellos alguna proclamación de Plantard como rey legítimo de Francia. Conforme al juramento, Plantard admitió que había ideado todo, inclusive la participación de Pelat en el Priorato de Sion. Ordenaron a Plantard que desistiera de todas las actividades relacionadas con la promoción del Priorato de Sion y vivió en el anonimato hasta su muerte el 3 de febrero de 2000, en París.
Autores franceses como Franck Marie (1978), Jean-Luc Chaumeil (1979, 1984, 1992) y Pierre Jarnac (1985, 1988) nunca han tomado en serio a Pierre Plantard y el Priorato de Sion. Concluyeron que todo era un fraude, y para ello los historiadores perfilaron detalladamente sus argumentos y dieron múltiples pruebas de que los investigadores de la novela del Santo Grial, del cual se hizo famoso mundialmente el Priorato de Sion, no habían contado la verdad y que habían omitido datos conocidos. Con ello, argumentan que las pruebas de estos últimos no podían mantener la versión mítica de la historia del Priorato.
Según el artículo I.c del original de 1956 de los Estatutos del Priorato de Sion, la asociación adoptó ese nombre de una montaña cercana a la ciudad francesa de Annemasse, llamada Sion. El objetivo de esta logia iniciática era un movimiento vanguardista dedicado a la restauración de la nobleza y la monarquía en Francia, mediante los derechos de realeza de Pierre Plantard.
Para ello, Pierre Plantard indicaba estos hechos y derechos mediante unos pergaminos que, según los partidarios, serían los que el padre Bérenger Saunière había descubierto mientras arreglaba su iglesia. Entre estos documentos indicó la existencia de un linaje legendario del Priorato de Sion, supuestamente surgido de los restos de la Orden de Sion, que había sido fundada en Jerusalén durante la Primera Cruzada por Godofredo de Bouillón. Así, con estos documentos pretendían mostrar la supervivencia de la dinastía merovingia de los reyes francos.
Los partidarios más cercanos a la idea de la existencia real del Priorato se basan en los siguientes argumentos:
Hay una lista de Grandes Maestres ilustres (mirar más abajo). Ello indicaría que la Orden de Sion tendría una larga historia que comenzaría con la creación de los Caballeros Templarios y sus frentes militar y financiero. No obstante, esta lista se basa en un documento reconocidamente falso.
Se dice que tuvo un importante papel en la promoción del mito del "río oculto de esoterismo", el Alph, en la Europa medieval.
Se jura reinstaurar la dinastía Merovingia, que gobernó el reino Franco de 447 a 751 d.C., en los tronos de Europa y Jerusalén, a pesar de no quedar ni un sólo descendiente acreditado de tal dinastía.
La orden protegería a esta dinastía real porque según la doctrina de la orden, la dinastía Merovingia serían los supuestos descendientes directos de Jesús y su supuesta esposaMaría Magdalena. Sin embargo, estudios genéticos efectuados en el año 2006, el programa Buscando la verdad (Digging for the Truth) del canal de televisión The History Channel, realizó un análisis genético de Aragunde, una de las primeras reinas merovingias, con el fin de probar o descartar que el linaje desciende de Jesús o María Magdalena. El resultado del análisis concluyó que el origen del linaje de la dinastía merovingia era sólo europeo y no estaba relacionado genéticamente con ninguna de las poblaciones del Oriente Medio, lo cual descarta que sea real la leyenda francesa sobre la supuesta descendencia de Jesús y María Magdalena, que claramente eran judíos.
Divisas secretas
Et in Arcadia ego se describe como la divisa oficial tanto de la familia Plantard como del Priorato de Sion, según se dijo en 1994. Es una frase en latín, la cual aparece inscrita en una tumba dibujada en un cuadro de 1640, Los Pastores de la Arcadia, del pintor francés Nicolas Poussin. Esto literalmente significa 'y en la Arcadia yo...'
Sin embargo, según esta leyenda existe un borrón añadido (que no estaba en el cuadro original de Poussin), que sugiere que falta una palabra. Aunque no sea necesario en gramática latina, se ha sugerido la terminación sum para significar: 'Y estoy en la Arcadia'. Además, se ha especulado con que la frase completa Et in Arcadia ego sum es un anagrama de Arcam dei tango Iesu, que significa "He tocado la tumba de Jesús". Esto implicaría que la tumba contendría el osario de Jesús de Nazaret. Independientemente de esta impresionante teoría, se llega a la conclusión de que es simplemente un argumento sin fundamento histórico, ya que todo esto no es parte de la historia de la pintura de Poussin, la cual está bien documentada.
Los objetivos últimos del Priorato de Sion
Los objetivos últimos del Priorato de Sion serían:
la fundación de un "Santo Imperio Europeo" que se convertiría en la siguiente superpotencia y el promotor de un Nuevo Orden Mundial de paz y prosperidad;
la suplantación de la Iglesia católica por una religión estatal ecuménica y mesiánica gracias a la revelación del Santo Grial y el Evangelio de Judas, que demostraría las causas de los seguidores de Juan el Bautista y sacaría a la luz pública a los descendientes de Jesús y María Magdalena;
la reinstauración del Rey ungido del Gran Israel (el descendiente del Rey David).
El Priorato de Sion y su relación con el antisemitismo
Dentro de estos objetivos últimos del Priorato de Sion, se indica que está presente una interpretación de un texto antisemita y que se considera fraudulento, debido a que tuvo su principal difusión en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Este texto, conocido como los Protocolos de los Sabios de Sion, que sus partidarios consideran de todos modos como una de las pruebas más persuasivas para demostrar la existencia y las actividades del Priorato de Sion.
Este manuscrito sería supuestamente un compendio de registros de las sesiones secretas mantenidas por los grandes sabios de la nación judía, exponiendo en ellos sus supuestos planes para la dominación del mundo por los judíos.
Debido a ello, cabe mencionar igualmente que algunos grupos, tales como los seguidores de la doctrina cristiana del Fin de los Días, aceptando estas hipótesis como hechos, vieron el Priorato de Sion como un cumplimiento profético del Libro de la Revelación y la supuesta prueba de una hipotética conspiración anticristiana de dimensiones universales.
Los protocolos de los sabios de Sion (en ruso: "Протоколы сионских мудрецов", o "Сионские протоколы") es un panfleto antisemita publicado por primera vez en 1903, en la Rusia zarista, cuyo objetivo era justificar ideológicamente los pogromos que sufrían los judíos. El texto sería la transcripción de unas supuestas reuniones de los "sabios de Sion", en la que estos sabios detallan los planes de una conspiración judía, la cual consistiría en el control de la masonería y los movimientos comunistas, extendida por todas las naciones de la Tierra, y tendría como fin último el hacerse con el poder mundial.
Los Protocolos de los Sabios de Sion es la publicación antisemita más famosa y ampliamente distribuida de la época contemporánea. Sus mentiras sobre los judíos, que han sido desacreditadas repetidamente, continúan circulando hoy en día, especialmente por Internet. Los individuos y grupos que han utilizado los Protocolos están unidos por un propósito común: diseminar el odio a los judíos.[1]
Actualmente, se considera uno de los fraudes literarios más notorios de la historia (como los Diarios de Hitler), e incluido dentro de los fraudes históricos importantes (como el descubrimiento del Hombre de Piltdown).
A principios del siglo XXI, en Occidente se ha reavivado el interés por las sociedades secretas, y en especial por el Priorato de Sion, gracias en parte al best-seller de Dan Brown, El código Da Vinci. En este libro el Priorato desempeña un papel muy importante, ya que algunos de sus personajes están enlazados directamente con el Priorato, cuya misión más importante es custodiar el Santo Grial y otros secretos relacionados con gnosticismo, ritos paganos y la vida de Jesús de Nazaret.
Cabe señalar que Brown toma para su novela teorías y estudios muy anteriores a la misma, así como también mitos y leyendas de lugares del sur de Francia, todos relacionados con los Caballeros Templarios, la Francmasonería y el Santo Grial.
Multitud de novelas anteriores a la de Brown han argumentado sobre el tema, siendo esta última la que ha alcanzado una mayor notoriedad. Otras novelas ejemplo de la tendencia son:
la saga de Los hijos del Grial de Peter Berling (nacido el 20 de marzo de 1934 en Meseritz-Obrawalde, antigua Prusia y actual Obrzyce, Polonia), ambientada en la época posterior a la Cruzada albigense;
o El péndulo de Foucault (Il pendolo di Foucault, 1988) escrito por el semiólogo italiano Umberto Eco. Es considerado un libro iniciático o quizás anti-iniciático y anti-esotérico, debido a los matices satíricos de la trama.
Pierre Plantard (18 de marzo de 1920, París- 3 de febrero de 2000 Colombes). Político y falsificador francés. Hijo único de una familia modesta, dejó la escuela a los 17 años y militó en varias organizaciones de extrema derecha. Monárquico y antisemita, durante la Francia de Vichy fundó varios grupos antijudíos: Renovación Francesa y Alpha Galates. Pero es su creación, en 1967, de los llamados Dossiers Secrets (archivos secretos) de Henri Lobineau, lo que le dio fama internacional.
En estos Dossiers Secrets se habla del Priorato de Sion, de la que pretende ser Gran Maestre entre los años 1981 a 1984. Plantard se arroga una descendencia real merovingia y adopta como nombre el de Pierre Plantard de Saint Clair e incluso se llega a denominar Chyren, en alusión a una profecía de Nostradamus sobre la venida de un gran monarca. Murió en Colombesel 3 de febrero de 2000.
El 20 de julio de 1956, en el Boletín Oficial de la República Francesa número 167, página 6731, se anuncia la fundación del Priorato de Sion. Es decir, el Priorato no inicia de la época de Las Cruzadas, como se pretende decir, sino que data de la fecha comentada. En una carta datada del 6 de julio de 1989, dirigida "A todos nuestros hermanos", dice: "... el Priorato de Sion es reciente.... ". Suele confundirse con La Orden de Sion, la cual sí fue iniciada en la época de las cruzadas, y orden de la cual Plantard denomina sucesor al Priorato de Sion.
Dossiers Secrets de la Biblioteca Nacional de Francia y que corresponden a documentos "Clave" de la descendencia y ascendencia de: Jesús "Jesucristo" o "El Mesías" y de su supuesta esposa María Magdalena "Mirian de Magdala" o "María Magdal-eder" (La Atalaya) o (Torre del Rebaño); la relación con los guardianes del Sang Grial o "Sangre Real" El Priorato de Sion"Sionis Priuratus", los protectores de la fe como lo fue La Orden del Temple u "Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalén" (Caballeros Templarios) y terminando con la Cruzada Albigense contra los cátaros. De igual forma, dichos documentos hacen una contrapartida con las familias monárquicas europeas.
1. "Genealogie des Rois Merovingies" (1956) de Henry Lobineau; depositado en la Biblioteca en 1964.
su título en francés es: "Généalogie des Rois Merovingios Origine et des diverses Familles Françaises et Etrangères de Souche merovingia d'Après L'Abbé Pichon, le Docteur Hervé et les Pergaminos de l'Abbé Saunière de Rennes-le-Château", con este documento realizó en la genealogía de Pierre Plantard se trata de demostrar que era descendiente de los merovingios, a cuyo caso del rey Dagoberto II. (Aún en comprobación de su autenticidad)
2. "Les Descendants Mérovinguens Sion lì Enigme du Razes Wisigoth" (1965) de Madeleine Blancasall.
3. "Un Trêsor Mérovingien a Rènnes-le-Château" (1961), supuesta re edición de la primera obra de 1884 de Antoine l´Ermite; depositado en la Biblioteca en 1966.
4. "L´affaire de Rènnes-le-Château, rêponse a Lionel Burrus" (1966) de S. Roux.
5. "Le Serpent Rouge" (1967) de Pierre Feugere, Louis Saint-Maxent y Gaston de Koker.
6. "Les Dossiers Secrt´s d` Henri Lobineau" (1967) de Philippe Toscan du Plantier
7. Una introducción a los documentos por Albe Edmond.
8. Los mapas de Francia y una genealogía merovingia de un libro académico no especificado
9. Recortes de prensa relativos a la libertad de Occitania
10. Una carta apócrifa atribuida a Noel Corbu relativas a Emile Hoffet
11. Una falsa carta de Marius Fatin de la Liga Internacional de Libreros Anticuarios
12. Una página de la Revista Regnabit, que puede ser en realidad un mosaico de puntos de "Le Cour", La Era de Acuario, en 1937.
13. Un obituario del sacerdote M. L'abbé Geraud de Cayron
También entre los Dossiers Secrets aparecen dos listados de los Grandes Maestres del Temple y del Priorato de Sion, que se detalla a continuación:
Hugues de Payen o Hugo de Payens............................1118-1131
Robert de Bourgogne.............................................1131-1150
Bernard de Tremblay.............................................1150-1153
Bertrand de Blancafort o Blanchefort............................1153-1170
Janfeders Fulcherine o Gaufridus Fulcherius/Geoffrey Foucher....1170-1171
François Othon de Saint Amand...................................1171-1179
Théodore (Theodoricus/Terricus) de Glaise.......................1179-1184
Francoise Gerard de Ridefort....................................1184-1190
Hugues de Payen................................................1118-1136
Robert de Craon................................................1136-1146
Everard des Barres.............................................1146-1152
Bernard de Tremelay............................................1152-1153
André de Montbard..............................................1153-1156
Bertrand de Blanquefort........................................1156-1169
Philippe de Milly..............................................1169-1170
Eudes de Saint Amand...........................................1170-1179
Arnold de Torroge..............................................1179-1185
Gerard de Ridefort.............................................1185-1191
Dichos documentos fueron utilizados como material, por los escritores Henry Lincoln (que en realidad no sabía que eran falsas) para una serie de entrevistas para la televisora británica BBCde Londres, consistentes en dos documentales en la década de 1970. Luego, en 1982, el mismo Lincoln y los co-autores, Richard Leigh y Michael Baigent, dieron provecho a este material para escribir el libro Holy Blood Holy Grail o El enigma sagrado, que fue un éxito de ventas en 1982 año en que salió a la venta y a su vez fue utilizado como material de partida para la exitosa novela de misterio publicada por primera vez por Random House en 2003, DaVinci Code o El código Da Vinci con ISBN 0-385-50420-9 escrito por Dan Brown
Rennes-le-Château (en idioma francés oficial, Rènnas le Castèlh en idioma occitano), es un pueblo y comuna francesa en el departamento de Aude, en el área del Languedoc.
Desde finales de los años 1970, y a raíz de la publicación de un libro de Gérard de Sède, El oro de Rennes (publicado en 1967), este pequeño pueblo ha recibido gran cantidad de turismo, asociado casi siempre a lo paranormal y lo esotérico, debido a una leyenda moderna sobre el antiguo párroco Bérenger Saunière. A comienzos del siglo XXI, y gracias al éxito del libro de Dan Brown El código da Vinci, ese interés no ha hecho sino aumentar ya que el argumento de esta novela tiene numerosas conexiones con la leyenda del párroco de Rennes.
Obra de Nicolás Poussin.
La leyenda cuenta que el párroco Bérenger Saunière (1852-1917) habría encontrado unos documentos o un tesoro secreto en uno de los pilares del altar de la iglesia mientras llevaba a cabo una reforma de la misma; cuestión que en su día corroboraron dos de los seis obreros que trabajaron en la obra, que fueron supuestos testigos, y que aún vivían en 1958.
Dos pergaminos de dudosa veracidad, que están reproducidos y expuestos en el museo del propio pueblo, serían parte del secreto que fue encontrado por Saunière. En uno de ellos se muestra el árbol genealógico de la dinastía merovingia, cuyos miembros, según algunas teorías que interpretan esta leyenda, serían descendientes de Jesús de Nazaret.
Se dice que al mismo tiempo que el cura descubrió el secreto oculto en la iglesia, su nivel de vida se disparó, y empezó a frecuentar selectos y restringidos círculos entre cuyos integrantes no faltaban miembros de la realeza europea. Los escépticos apuntan que este enriquecimiento se debía a que el padre Saunière vendía misas, haciendo caso omiso a las estrictas limitaciones de dicha actividad indicadas en el código eclesiástico; y que además solicitaba donativos para la construcción de una residencia de sacerdotes ancianos o enfermos que nunca se edificó, fondos que desvió muchas veces para su propio uso.
De igual modo, la leyenda asocia el descubrimiento del fabuloso tesoro al inicio de una serie de peculiares construcciones en el pueblo, tales como la Torre Magdala -dedicada a María Magdalena-, así como la reconstrucción de la iglesia parroquial, en la que el abate dejó varias señales, como una inscripción en la entrada en la que se lee: Terribilis est locus iste (Este lugar es terrible, cita extraída del Génesis). Esculturas representando al demonio Asmodeo, guardián de los secretos, y un viacrucis muy peculiar también adornan esta parroquia.
Al mismo tiempo Saunière también habría llevado a cabo una "reforma" en el cementerio de la iglesia, cambiando de lugar varias lápidas y borrando totalmente una de ellas.
La leyenda dice asimismo que Saunière estuvo tres semanas en París, donde pasó mucho tiempo en el Museo del Louvre y compró reproducciones de tres cuadros sin vinculación aparente entre sí: Los pastores de la Arcadia de Poussin, un San Jerónimo de Teniers y un retrato anónimo del papasan Celestino V. El cuadro de Poussin es quizá el más intesesante desde el punto de vista simbólico: en él se ven cuatro pastores frente a un sepulcro, observando una inscripción que dice Et in Arcadia ego (Y en la Arcadia yo [estoy]), una frase que recuerda la omnipresencia de la muerte incluso en la idílica Arcadia, tema muy desarrollado durante el Barroco.
El fallecimiento repentino de Saunière es otro de los enigmas, ya que se dice que su compañera y sirvienta encargó un féretro con su nombre antes de que el cura enfermara. En su lecho de muerte, se dice que fue visitado por un sacerdote vecino, quien salió pálido de la estancia, y se negó a darle la extremaunción.
Hoy en día una ordenanza municipal prohíbe expresamente excavar en el pueblo; sin embargo, los partidarios de los misterios afirman que los símbolos continúan allí para quien sepa verlos, y que éstos parecen querer ofrecer al visitantes ciertas pistas sobre lo que se oculta en Rennes le Château.
Algunos monumentos megalíticos demuestran que la zona donde se encuentra la actual población de Rennes-le-Château ya estaba habitada unos 4500 años a. C. Se han encontrado también vestigios de época romana (Villa Béthania). El camino de Santiago pasaba asimismo por Rennes-le-Château.
El pueblo actual fue fundado por los godos y se convirtió en plaza fuerte debido a su posición estratégica. Rennes es un pueblo situado a considerable altitud, por encima de los valles del Aude y del Sals, desde el cual se podía vigilar tanto el paso a los Pirineos como hacia la región del Languedoc. Posteriormente fue invadido por los árabes.
En el siglo XII, Alfonso II de Aragón reivindicó el territorio. Poco después se convirtió en zona de refugio para cátaros de la región hasta 1210, fecha en que Simón de Montfort lo tomó y entregó a su compañero de cruzada Pierre de Voisins.
En 1362 las tropas mandadas por Enrique de Trastámara destruyeron casi en su totalidad el pueblo, no siendo reconstruido de nuevo hasta finales del siglo XIX.
Calle mayor, con abundantes librerías dedicadas al esoterismo.
Iglesia parroquial dedicada a santa María Magdalena, con una curiosa pila sostenida por una figura representando al demonio Asmodeo, y diversos detalles de posible simbolismo masónico y rosacruz.
Cementerio adosado a la iglesia, con restos de un anterior cementerio neolítico de hace unos 3.000 años.
Torre Magdala, construida por Berenger Saunière.
Villa Béthania, donde vivió y murió el polémico párroco.
Torre Magdala
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Francois-Bérenger Saunière (11 de abril de 1852 - 22 de enero de 1917) fue el párroco de la localidad francesa de Rennes-le-Château, en el departamento de Aude, entre 1885 y 1909. Fue el protagonista de una serie de leyendas surgidas en la segunda mitad del siglo XX que lo relacionan con sociedades secretas y teorías conspirativas.
Estas especulaciones fueron documentadas en el libro de 1982 El enigma sagrado. Algunos elementos de estas teorías han sido utilizadas por Dan Brown en su best-seller El código Da Vinci. También aparece en la novela de Steve Berry Los Caballeros de Salomón, una controvertida novela sobre la Orden del Temple.
La controversia alrededor de Saunière se centra en dos puntos: los documentos que supuestamente encontró en su iglesia y su riqueza. Los que afirman que esta teoría es cierta dicen que Saunière encontró algunos documentos antiguos mientras se estaba reformando su iglesia, cuyo contenido consistía en un gran secreto histórico. Saunière, gracias a esos documentos, habría conseguido una gran fortuna, mucho más de lo que podría ganar cualquier otro párroco con sus actividades normales.
Lo cierto es que no hay mucha documentación que pruebe la verdadera existencia de los documentos ni el origen de su supuesta fortuna. Ejemplo de ello es que la contabilidad registraba unos gastos que no llegaban a los ciento cincuenta mil francos entre 1897 y 1910, muy lejos de la fantasiosa afirmación de monsieur Thibaux, autor de la novela Le secret de l´abbé Saunière. Igualmente se sabe que Saunière fue acusado de corrupción como consecuencia de vender misas, solicitardonativos, y desviar fondos para su propio uso; hay documentos que prueban todos estos extremos. Por dichos motivos, fue juzgado y condenado por el tribunal eclesiástico de Carcasona, y relevado de su cargo. Actuando ante ello con total indiferencia, trasladó el culto a su capilla privada, los aldeanos asistían a sus misas, dejando desierta la iglesia y a su sustituto con muy poco trabajo.
Bérenger Saunière.
Además de ordenar la remodelación completa de la iglesia del pueblo, dedicada a María Magdalena, mandó edificar una villa (Villa Betania) y una extraña edificación llamada Torre Magdala, que se ha convertido en icono de la pequeña localidad.
María Magdalena (en hebreo: מרים המגדלית; en griego antiguo: Μαρία ἡ Μαγδαληνή) es mencionada, tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Es considerada santa por la Iglesia católica, la Iglesia Ortodoxa y la Comunión Anglicana, que celebran su festividad el 22 de julio. Reviste una especial importancia para las corrientes gnósticas del cristianismo. Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala, localidad situada en la costa occidental de lago de Tiberíades y aldea cercana a Cafarnaúm.
Figuración del Abad Saunier y su doncella en Rennes-le-Château (Francia)
Santa María Magdalena
La información sobre María Magdalena en los evangelios canónicos es escasa. Es citada en relación con cuatro hechos diferentes:
De acuerdo con el evangelio de Lucas, María Magdalena alojó y proveyó materialmente a Jesús y sus discípulos durante su predicación en Galilea. Se añade que anteriormente había sido curada por Jesús: «Le acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido curadas de enfermedades y espíritus malignos: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios Lucas 8:1-3.
De acuerdo con los evangelios de Marcos, Mateo y Juan, estuvo presente durante la crucifixión de Jesús.
Estuvo presente en la sepultura y vio donde Jesús era puesto, según Mateo 27:61 y Marcos 15:47. Se la menciona junto a María la madre de Jacobo el menor.
En compañía de otras mujeres, fue la primera testigo de la resurrección, según una tradición en la que concuerdan los cuatro evangelios. Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás apóstoles.
Según un relato que sólo aparece en el evangelio de Juan, fue testigo de una aparición de Jesús resucitado.
Santa
Imagen Vicaria de Santa María Magdalena, patrona de Arahal (Sevilla).
Fallecimiento
Venerada en
Nacimiento
Los citados son los únicos pasajes de los evangelios canónicos en los que se nombra a María de Magdala. La tradición católica, sin embargo, aunque sin apoyarse en evidencias textuales de ningún tipo, ha identificado con María Magdalena a otros personajes citados en el Nuevo Testamento:
La mujer adúltera a la que Jesús salva de la lapidación, en un episodio que sólo relata el evangelio de Juan
La mujer que unge con perfumes los pies de Jesús y los enjuga con sus cabellos antes de su llegada a Jerusalén según los evangelios sinópticos, cuyo nombre no se menciona. La unción tuvo lugar durante el ministerio en Galilea.
María de Betania, hermana de Lázaro, a la que se atribuye en el evangelio de Juan la iniciativa antes mencionada, y que aparece en otros conocidos pasajes del cuarto evangelio, como la resurrección de Lázaro. Se identifica también con la María del episodio de la disputa entre Marta y María.
La identidad de María Magdalena como María de Betania y «la mujer quien fue una pecadora» fue establecida en un sermón que el papa Gregorio I dio en el año 591, en el cual dijo: «Ella, la cual Lucas llama la mujer pecadora, la cual José llama María [de Betania], nosotros creemos que es María, de quien siete demonios fueron expulsados, según Marcos».
Difundida por los teólogos de los siglos III y IV, esta teoría gozó de mucha popularidad en el siglo XIX y constituyó un tema frecuente en la iconografía cristiana occidental.
Patronazgo
Atributos
Festividad
Principal Santuario
Pelo largo, cráneo, vaso de perfume y abrazo a los pies deCristo crucificado
Basílica de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume
El evangelio de Pedro sólo menciona a María Magdalena en su papel de testigo de la resurrección de Jesús:
A la mañana del domingo, María la de Magdala, discípula del Señor -atemorizada a causa de los judíos, pues estaban rabiosos de ira, no había hecho en el sepulcro del Señor lo que solían hacer las mujeres por sus muertos queridos-, tomó a sus amigas consigo y vino al sepulcro en que había sido depositado.
Evangelio de Pedro, v.50. Santos Otero, de (1956, pp. 385-386)
En al menos dos de los textos gnósticos coptos encontrados en Nag Hammadi, el evangelio de Tomás y el evangelio de Felipe, María Magdalena aparece mencionada como discípula cercana de Jesús, en una relación tan cercana como la de los apóstoles. En el evangelio de Tomás hay dos menciones de Mariham (logia 21 y 114), que, según los estudiosos, hacen referencia a María Magdalena. La segunda mención forma parte de un pasaje enigmático que ha sido objeto de muy variadas interpretaciones:
Simón Pedro les dijo: «¡Que se aleje Mariham de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo»..
En el evangelio de Felipe (log. 32) es considerada la compañera (κοινωνος) de Jesús:
Tres (eran las que) caminaban continuamente con el Señor: su madre María, la hermana de ésta y Magdalena, a quien se designa como su compañera [κοινωνος]. María es, en efecto, su hermana, su madre y su compañera..
No todos los estudiosos, sin embargo, están de acuerdo en que los evangelios de Tomás y de Felipe se refieran a María Magdalena. Para Stephen J. Shoemaker se trataría más bien de una referencia a la madre de Jesús.
Por último, otra importante referencia al personaje se encuentra en el evangelio de María Magdalena, texto del que se conservan sólo dos fragmentos griegos del siglo III y otro, más extenso, en copto, del siglo V. En el texto, tres apóstoles discuten acerca del testimonio de María Magdalena sobre Jesús. Andrés y Pedro desconfían de su testimonio, y es Leví (el apóstol Mateo) quien defiende a María.
Así vio Tiziano la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena, según Juan 20:11-18.
Santa María Magdalena, (Villamuelas, Toledo, España).
Existe una antigua tradición cristiana de pintar huevos de Pascua. Estos huevos simbolizan la nueva vida y a Cristo emergiendo de la tumba, de hecho, los cristianos ortodoxos acompañan esta tradición con la consigna: «¡Cristo ha resucitado!».
Una tradición ortodoxa relata que tras la Ascensión, María Magdalena fue a Roma a predicar el evangelio. En presencia del emperador romanoTiberio, y sosteniendo un huevo de gallina, exclamó: «¡Cristo ha resucitado!». El emperador se rió y le dijo que eso era tan probable como que el huevo se volviera rojo. Antes de que acabara de hablar el huevo se había vuelto rojo.
Otra tradición habla de que el corazón sagrado de Cristo quedaría encerrado en un recipiente con forma de huevo del que María Magdalena sería guardiana.
Según la tradición ortodoxa, María Magdalena se retiró a Éfeso con la Virgen María y el apóstol Juan, y murió allí. En 886 sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla, donde se conservan en la actualidad. Gregorio de Tours (De miraculis, I, xxx) corrobora la tradición de que se retiró a Éfeso, y no menciona ninguna relación con Francia.
Más adelante, sin embargo, surgió en el mundo católico una tradición diferente, según la cual María Magdalena (identificada aquí con María de Betania), su hermano Lázaro y Maximino, uno de los setenta y dos discípulos, así como algunos compañeros, viajaron en barca por el Mar Mediterráneo huyendo de las persecuciones en Tierra Santa y desembarcaron finalmente en el lugar llamado Saintes Maries de la Mer, cerca de Arlés. Posteriormente, María Magdalena viajó hasta Marsella, desde donde emprendió, supuestamente, la evangelización de Provenza, para después retirarse a una cueva -La Sainte-Baume- en las cercanías de Marsella, donde habría llevado una vida de penitencia durante 30 años. Según esta leyenda, cuando llegó la hora de su muerte fue llevada por los ángeles a Aix-en-Provence, al oratorio de San Maximino, donde recibió el viático. Su cuerpo fue sepultado en un oratorio construido por Maximino en Villa Lata, conocido desde entonces como St. Maximin.
El primer lugar de Francia en el que se sabe que hubo culto a María Magdalena fue la ciudad de Vézelay, en Borgoña. Aunque, según parece, en sus inicios el templo de Vézelay estaba dedicado a la virgen María, y no a María Magdalena, por alguna razón los monjes decidieron que la abadía era el lugar de enterramiento de María Magdalena, y están atestiguadas las peregrinaciones al sepulcro de María Magdalena en Vézelay desde al menos 1030. El 27 de abril de 1050, una bula del papa León IX colocaba oficialmente la abadía de Vézelay bajo el patronazgo de María Magdalena. Santiago de la Vorágine refiere la versión oficial del traslado de las reliquias de la santa desde su sepulcro en el oratorio de San Maximino en Aix-en-Provence hasta la recién fundada abadía de Vézelay, en 771. El san Maximino de esta leyenda es un personaje que combina rasgos del obispo histórico Maximino con el Maximino que según la leyenda acompañó a María Magdalena, Marta y Lázaro a Provenza.
Un culto posterior que atrajo numerosos peregrinos se inició cuando el cuerpo de María Magdalena fue oficialmente descubierto, el 9 de septiembre de 1279, en Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, Provenza, por el entonces príncipe de Salerno, futuro rey Carlos II de Nápoles. En esa ubicación se construyó un gran monasterio dominico, de estilo gótico, uno de los más importantes del sur de Francia.
En 1600, las supuestas reliquias fueron depositadas en un sarcófago mandado realizar por el papa Clemente VIII, pero la cabeza se depositó aparte, en un relicario. Las reliquias fueron profanadas durante la Revolución francesa. En 1814 se restauró el templo y se recuperó la cabeza de la santa, que se venera actualmente en ese lugar.
María Magdalena es venerada por la Iglesia católica oficialmente como Santa María Magdalena. Existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta santa católica.
Mientras que el cristianismo oriental honra especialmente a María Magdalena por su cercanía a Jesús, considerándola "igual a los apóstoles", en Occidente se desarrolló, basándose en su identificación con otras mujeres de los evangelios (véase más arriba) la idea de que antes de conocer a Jesús, había sido muy pecadora y de ahí viene el suponer, aunque la Iglesia Católica no lo afirme, que se haya dedicado a la prostitución.
Esta idea nace, en primer lugar, de la identificación de María con la pecadora de quien se dice únicamente que era pecadora y que amó mucho; en segundo lugar, de la referencia en donde se dice, esta vez refiriéndose claramente a María Magdalena, que de ella «habían salido siete demonios». Como puede verse, nada en estos pasajes evangélicos permite concluir que María Magdalena se dedicase a la prostitución.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó a identificarse a María Magdalena con María de Betania y la mujer que entró en la casa de Simón el fariseo, pero ya en una homilía del papa Gregorio Magno (muerto en 591) se expresa inequívocamente la identidad de estas tres mujeres, y se muestra a María Magdalena como prostituta arrepentida. Por eso la leyenda posterior hace que pase el resto de su vida en una cueva en el desierto, haciendo penitencia y mortificando su carne, y son frecuentes en el arte occidental las representaciones de la «Magdalena penitente».
La imagen de María Magdalena como penitente también puede ser confundida gracias a la tradición de María Egipcíaca, santa del siglo V, quien según La vida de los Santos de Jacobo de la Vorágine, se había dedicado a la prostitución y se retiró al desierto a expiar sus culpas. Es común ver representaciones de María Egipcíaca, con los cabellos largos que cubren su cuerpo o envuelta con carrizos, símbolos de su penitencia en el desierto. Estos atributos en ocasiones acompañan a la Magdalena, creando a veces la confusión de ambas santas.
En la tradición católica, por tanto, María Magdalena pasó a ser un personaje secundario, a pesar de su indudable importancia en la tradición evangélica. El relegamiento que sufrió María Magdalena ha sido relacionado por algunos autores con la situación subordinada de la mujer en la Iglesia. A esta opinión oponen algunos teólogos católicos la especial consideración que guarda la Iglesia para con Santa María, madre de Jesús, venerada con hiperdulía, en tanto que los apóstoles y los otros santos son venerados con dulía.
En 1969, el papa Pablo VI retiró del calendario litúrgico el apelativo de «penitente» adjudicado tradicionalmente a María Magdalena; asimismo, desde esa fecha dejaron de emplearse en la liturgia de la festividad de María Magdalena la lectura del evangelio de Lucas acerca de la mujer pecadora. Desde entonces, la Iglesia Católica ha dejado de considerar a María Magdalena una prostituta arrepentida. Sin embargo, esta visión continúa siendo la predominante para muchos católicos.
María Magdalena fue fuente de inspiración para una de las místicas más importantes en la Iglesia Católica, santa Teresa del Niño Jesús, quién admiraba este amor tan profundo relatado en el Evangelio en el cual María Magdalena piensa en servir a quien ama; así, Teresa decidió dedicar su vida a quién más amaba: Jesús de Nazaret. En 1894 escribió: «Jesús nos ha defendido en la persona de María Magdalena».
Otra destacada mística católica que encontró inspiración y consuelo en María Magdalena fue la doctora de la Iglesia santa Teresa de Ávila, quien refirió haber recibido ayuda espiritual de la Magdalena.
Algunos autores recientes han puesto en circulación una hipótesis según la cual María Magdalena habría sido la esposa, o la compañera sentimental, de Jesús de Nazaret, además de la depositaria de una tradición cristiana de signo feminista que habría sido cuidadosamente ocultada por la Iglesia Católica.
Estas ideas fueron desarrolladas primero en algunos libros de pseudohistoria, como El enigma sagrado («The Holy Blood and the Holy Grail», 1982), de Michael Baigent, Richard Leigh, Henry Lincoln; y La revelación de los templarios («The Templar Revelation», 1997), de Lynn Picknett y Clive Princey. En estos libros se mencionaba además una hipotética dinastía fruto de la unión entre Jesús de Nazaret y María Magdalena. Posteriormente estas ideas han sido aprovechadas por varios autores de ficción como Peter Berling (Los hijos del Grial, ) y Dan Brown (El código Da Vinci, 2003), entre otros.
Los partidarios de esta idea se apoyan en tres argumentos:
1. En varios textos gnósticos, como el evangelio de Felipe, se muestra que Jesús tenía con María Magdalena una relación de mayor cercanía que con el resto de sus discípulos, incluidos los apóstoles. En concreto, el evangelio de Felipe habla de María Magdalena como «compañera» de Jesús y menciona que éste la besaba en la boca.
2. En los evangelios canónicos María Magdalena es (excluida la madre de Jesús) la mujer que más veces aparece, y es presentada además como seguidora cercana de Jesús. Su presencia en los momentos cruciales de la muerte y resurrección de Jesús puede sugerir que estaba ligada a él por lazos conyugales.
3. Otro argumento que esgrimen los defensores de la teoría del matrimonio entre Jesús y María Magdalena es que en la Palestina de la época era raro que un varón judío de la edad de Jesús (unos treinta años) permaneciese soltero, especialmente si se dedicaba a enseñar como rabino, ya que eso hubiese ido en contra del mandamiento divino «Creced y multiplicaos». No obstante, el judaísmo que profesó Jesús era muy distinto del actual, y el papel del rabino no estaba todavía bien definido. Sólo después de la destrucción del Segundo Templo, en 70, el papel del rabino quedó establecido con claridad en las comunidades judías. Antes de Jesús, está atestiguada la existencia de maestros religiosos solteros, por ejemplo en los círculosesenios. También Juan el Bautista fue soltero, según todos los indicios. Más adelante, algunos primeros cristianos, como Pablo de Tarso, serían también predicadores célibes.
Sin embargo, no existe ningún pasaje ni en los evangelios canónicos ni en los apócrifos que permita afirmar que María de Magdala fue la esposa de Jesús de Nazaret. Para la mayoría de los estudiosos del Jesús histórico es una posibilidad que ni siquiera merece ser tomada en serio; entre ellos destaca Bart Ehrman quien concluye que la evidencia histórica no dice nada, «ciertamente nada que indique que Jesús y María (Magdalena) tuvieron una relación sexual de ninguna naturaleza». Ehrman señala que la pregunta que la gente le formula con mayor frecuencia es si María Magdalena y Jesús se casaron. Su respuesta es: «No es verdad que los rollos del Mar Muerto contengan Evangelios que hablen de María (Magdalena) y Jesús. [...] No es verdad que un casamiento de María (Magdalena) y Jesús se discuta repetidamente en los Evangelios que no entraron en el Nuevo Testamento (el canon). De hecho, no se discute nunca ni se menciona siquiera una vez. [...] No es verdad que el Evangelio de Felipe llame a María la esposa de Jesús». Regino Cortes también concluye la inexistencia de tal relación marital como un error desde el punto de vista bíblico y una irrealidad desde un punto de vista fáctico. Otro biblista contemporáneo de primer orden ironizó al respecto:
A veces los biblistas que se dedican a buscar cualquiera de las obras que hasta el momento se dan por perdidas, o a publicarlas, no se ven libres del sensacionalismo; y, por supuesto, aunque no colaboren con ella, la prensa disfruta con el sensacionalismo. Si se me permite generalizar, con una cierta dosis de cinismo, los lectores que no tienen interés en lograr a través de los evangelios canónicos un mayor conocimiento de Jesús, parecen embelesados ante cualquier nueva obra que venga a insinuar que ¡Jesús bajara de la cruz, se casara con María Magdalena, y se fuera a la India a vivir tranquilamente!
Ramón K. Jusino propuso la teoría de que María Magdalena pudo ser el «discípulo a quien amaba Jesús» que se presenta como autor del Evangelio de Juan y que es tradicionalmente identificado con el apóstol Juan. Jusino se basó en el hecho de que en varios textos apócrifos, como los citados más arriba, se dice que hubo una relación de especial cercanía entre Jesús y María Magdalena. Raymond E. Brown hipotetizó que el Evangelio de Juan recogería la tradición de una comunidad a la que él denominó comunidad joánica o juánica. Según Jusino, esa comunidad podría remontarse al testimonio de María Magdalena como testigo ocular de Jesús. Esta teoría de Jusino no cuenta con la aceptación de la mayor parte de los historiadores e investigadores bíblicos.
Magdalena penitente, por Francesco Hayez.
Gregor Erhart (?): María Magdalena (Museo del Louvre.
Maria Magdalena, Giovanni Girolamo Savoldo
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Volver arriba↑ María Magdalena: ¿Autora del Cuarto Evangelio?
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John MacArthur: «Doce mujeres extraordinarias» (2006). Thomas Nelson Inc, Estados Unidos.
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Completo sitio dedicado a María Magdalena (en inglés)
Le culte de Marie Madeleine en France et ses mystères (en francés)
María Magdalena penitente + Noli Me Tangere 2 grandes líneas de María Magdalena en el arte
Evangelios apócrifos o extracanónicos es el nombre dado a escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret que no fueron incluidos posteriormente en el canon de la Iglesia católica, ni fueron aceptados tampoco por otras Iglesias cristianas históricas (Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana e Iglesias protestantes). Entre esos escritos se encuentran los Manuscritos de Nag Hammadi.
En general, el término «apócrifo» deriva del verbo griego «apokrypto» (= esconder, poner aparte). Con él se califican una cantidad de libros que las Iglesias cristianas de los primeros siglos no reconocieron como parte de la Sagrada Escritura, pero que se presentan con nombres o características que los hacen aparecer como si fueran libros canónicos.
A los evangelios apócrifos se les dio el nombre de evangelios por su aspecto, similar al de los cuatro evangelios admitidos en el canon del Nuevo Testamento. Sin embargo, difieren de los evangelios hoy llamados «canónicos» en su estilo y en su contenido, y fueron abrupta o progresivamente desconsiderados por las comunidades cristianas para el anuncio de la «buena noticia» (significado etimológico del término «evangelio»).
Imagen del códice II de Nag Hammadi, que muestra el final del evangelio apócrifo de Juan y el comienzo del evangelio de Tomás.
Estilo y contenido en general
Los evangelios denominados «canónicos» conservan el estilo propio de una predicación apostólica templada, carente de adornos. Algunos autores redactaron otros escritos distintos de los evangelios resultantes de aquella predicación apostólica. En los evangelios apócrifos, se pueden encontrar relatos resultantes de abundante fantasía (en algunos de ellos, Jesús realiza milagros mucho más numerosos y extravagantes), o doctrinas diferentes de las transmitidas en los evangelios canónicos, o enseñanzas misteriosas reservadas a unos pocos. Las Iglesias cristianas históricas consideraron que estos escritos son el resultado de una incorrecta intelección de lo que significa la palabra «evangelio». En general, se observa en los «evangelios canónicos» un estilo mucho más sobrio que en los «evangelios apócrifos». Varios apócrifos ya no fueron aceptados por las primeras comunidades cristianas.
Autoría
A diferencia de los evangelios canónicos, cuyos autores apenas señalan su autoría de los escritos, los autores de cada uno de los evangelios apócrifos destacan muchas veces la presunta autoría del escrito por parte de algún personaje distinguido de la comunidad (Pedro, Felipe, Santiago, María Magdalena, Tomás, etc.), buscando un respaldo en ese nombre.
Intelección
Algunos de los Evangelios apócrifos surgieron en comunidades gnósticas (por ejemplo, el evangelio de Tomás) y contienen «palabras ocultas» (en griego, apokryphos) al entendimiento de la mayoría, quizá con la finalidad de dar apoyo a sus doctrinas cuando éstas no estaban en total acuerdo con los materiales canónicos, incluidos hoy en la Sagrada Escritura. Estos mensajes ocultos entre los discursos atribuidos a Jesús estaban reservados a los iniciados en esas comunidades. Aunque en principio se calificó como «apócrifo» únicamente a este tipo de escritos, se extendió posteriormente esta valoración a todos los materiales que no se incluyeron en el canon del Nuevo Testamento, independientemente de su finalidad, oculta o no. Según el Diccionario de la lengua española (Real Academia Española), «apócrifo» significa «fabuloso», «supuesto» o «fingido». En nuestros días, la acepción más utilizada para el término «apócrifo» presenta una connotación de falsedad. Por tal motivo, se ha empezado a llamar también a esos escritos «evangelios extracanónicos», para evitar la evocación de algo falso, siendo que las Iglesias cristianas históricas consideran que son materiales no inspirados por Dios, aunque no por eso carentes de valor.
Durante algún tiempo, varios de esos escritos fueron tenidos como canónicos por comunidades o grupos del judaísmo o del cristianismo. Más aún, algunos de ellos dejaron su huella en textos y celebraciones litúrgicas y en la piedad popular. Si bien muchos textos apócrifos permearon ciertos aspectos de la liturgia y de la piedad de los fieles cristianos, las Iglesias cristianas históricas tienden a considerar que los materiales apócrifos en general no aportan contenidos de relevancia para la fe de los creyentes. Sin embargo, los estudiosos y especialistas de las propias Iglesias consideran que el estudio de los evangelios apócrifos puede ser útil para conocer el pensamiento y la forma de expresión de la fe que tuvieron ciertos grupos judíos o cristianos en momentos específicos de la Historia.
Entre los más de 50 descritos, pueden citarse:
Extractos del "Liber de Infantia Salvatoris" (cód. Arundel 404 del British Museum)
Otros apócrifos de la Natividad
Liber de Infantia Salvatoris (ms. lat. 11867 de la Biblioteca Nacional de París)
Evangelio de Pedro (fragm. de Akhmim)
Evangelio de Nicodemo, también llamado "Hechos de Pilatos" (Acta Pilati) y Escritos complementarios
"Logia" de Oxyrhynchus
Egerton pap. 2
Fragmento P. Ryl. III, 463
Fragmentos evangélicos coptos
Agrapha canónicos extraevangélicos
Variantes de los manuscritos evangélicos
Agrapha citados por los Padres
Agrapha de origen musulmán
Hay varias traducciones al español de los llamados Evangelios apócrifos. Entre las completas pueden citarse Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González-Blanco, Madrid, 1934, 3 tomos, reimpresa en 2 tomos por Hyspamérica-Ediciones Argentina, 1985; es la versión más completa, porque incluye textos que no se consideran hoy en día apócrifos; y la edición crítica bilingüe de Aurelio de Santos Otero, Los Evangelios Apócrifos, La Editorial Católica: Biblioteca de Autores Cristianos, 1956, reimpresa varias veces, la última en 2005. Hay muchas otras que no poseen nihil obstat ni imprimatur y otras parciales. Sumándolas todas son las siguientes:
Los Evangelios Apócrifos: Colección de textos griegos y latinos. Versión crítica, estudios introductorios, comentarios e ilustraciones por Aurelio de Santos Otero. Biblioteca de Autores Cristianos; t. 148. 1963. 10ª ed. (rev. y corr.) Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1999.
Evangelios apócrifos [recopilado por Joseph Carter]. Málaga, Sirio, D.L. 1996.
Evangelios apócrifos. Barberà del Vallès (Barcelona), Humanitas, D.L. 1994.
Los evangelios apócrifos: para esclarecer el Nuevo Testamento.Textos escogidos y presentados por Pierre Crépon; [traducido por M. García Viñó]. Madrid, Edaf, D.L. 1993.
Evangelios Apócrifos, según la versión de Uriel Koss. Pedro Muñoz (Ciudad Real), Perea, D.L. 1990.
Evangelios apócrifos, según la versión de Charles Michael..., P. Peeters. Barcelona, Edicomunicación, D.L. 1989
Evangelios apócrifos [traducción, Edmundo González-Blanco]. Barcelona, Hyspamérica, 1987.
La cueva de los tesoros. Apócrifos cristianos. Edición de Pilar González Casado. Editorial Ciudad Nueva. Madrid, España. ISBN 84-9715-054-6
Hechos apócrifos de los apóstoles. Edición de Antonio Piñero, Tomos I y II. Editorial Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, España. ISBN 84-7914-716-4 (Obra completa).
Hechos de Andrés y Mateo en la ciudad de los antropófagos. Martirio del Apóstol San Mateo. Apócrifos Cristianos. Edición de Concepción García Lázaro y Gonzalo Aranda Pérez, Editorial Ciudad Nueva. Madrid, España. ISBN 84-9715-007-4.
Biblioteca de Nag Hammadi. Volúmenes I, II, III. Textos Gnósticos. Edición de Antonio Piñero y colaboradores. Editorial Trotta. Madrid, España. ISBN 84-8164-163-4 (Obra completa).
El evangelio de Judas. Textos Gnósticos. Edición de Francisco García Bazán. Editorial Trotta. Madrid, España. ISBN 84-8164-837-X
Apócrifos árabes cristianos. Edición de Juan Pedro Monferrer Sala. Editorial Trotta. Madrid, España. ISBN 84-8164-541-9
La dormición de la virgen. Cinco relatos árabes. Edición de Pilar González Casado. Editorial Trotta. Madrid, España. ISBN 84-8164-542-7
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Volumen II: Evangelios, Hechos, Cartas. Colaboradores: Traducción, introducción y notas de Antonio Piñero, José Montserrat Torrents, Francisco García Bazán, Fernando Bermejo y Ramón Trevijano. Tapa dura, 1999 (4ª edición 2009). ISBN 978-84-8164-885-0.
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Papiro de Oxirrinco 1. Es un fragmento de papiro con dichos o pronunciamientos (logia) escritos en griego que el autor pone en labios deJesús. Fue descubierto por Grenfell y Hunt en 1897 y está datado de la primera mitad del siglo III. Se considera una sección del apócrifo evangelio de Tomás.