Karst: la acción modeladora del agua
La disolución de las rocas calizas en el agua es un proceso lento y dilatado que da como resultado un relieve de formas tan llamativas como caprichosas.
La capacidad que tiene el agua de modelar el paisaje se hace muy evidente en las formaciones geológicas conocidas como karst, caracterizadas por la presencia de gargantas, cañones, simas, cuevas y dolinas, entre otros accidentes geográficos, así como por la escasez e incluso ausencia de ríos y lagos en la superficie–el drenaje hace que las corrientes de agua vayan por el subsuelo–. El término karst proviene de la palabra eslava kras, que significa "lugar sin agua", y fue adoptado por la región italo-eslovena donde este tipo de relieve es más característico.
El karst es el resultado de la acción del agua sobre las rocas solubles, en un lento proceso de disolución que tarda en desarrollarse miles e incluso millones de años –aproximadamente son unos 5 mm de avance en la roca cada cien años–. El fenómeno es común en rocas calizas, aunque también se produce en otras rocas menos abundantes, como las evaporitas –el yeso y la sal–, dolomitas y cuarcitas.
En el proceso químico que provoca la disolución kárstica, el dióxido de carbono que contiene el agua ligeramente ácida –por ejemplo, la que proviene de precipitaciones o del deshielo– interactúa con la roca caliza y crea bicarbonato cálcico, un compuesto muy soluble. A partir de ahí, cuando las aguas superficiales y subterráneas penetran en las grietas de las rocas, las disuelven poco a poco hasta crear las cuevas y otras formas características de este relieve.
La creación de un karst pasa por tres estados principales, cada uno de ellos caracterizado por una morfología particular. Así, en el primer período, llamado juvenil, se produce la disolución del macizo de caliza a nivel superficial, formándose lapiaces o lenares. En el segundo período, llamado de madurez, se crean sumideros y se agrandan los sifones por donde pasa el agua subterránea, por lo que aparecen grutas y cavernas. Éstas pueden hundirse, dando a lugar a dolinas y poljés en la superficie. En esta fase, además, dentro de las cavidades se desarrollan estalactitas en el techo y estalagmitas en el suelo. Finalmente, en el período llamado de senilidad o degradación, la erosión de la superficie saca a la luz las cavidades interiores.
Formas características de un paisaje kárstico
Acuíferos muy valiosos pero vulnerables
En México se están llevando a cabo diferentes proyectos para explotar racionalmente los acuíferos en zonas de karst.
En diversas zonas del planeta, los karsts son de enorme importancia para las comunidades humanas, ya que contienen grandes depósitos de agua dulce subterránea. Estos acuíferos son en ocasiones muy difíciles de explotar y, debido a sus propiedades hidrológicas, tremendamente vulnerables frente a la contaminación. De ahí que, desde hace algunos años, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) esté alertando de la importancia de su cuidado y protección.
LAPIACES O LENARES. Son surcos bastante profundos, aunque no excesivamente grandes y separados por paredes con estrías afiladas. En la foto, un lapiaz en la Sierra de Grazalema (Cádiz).
SIFÓN. Se produce cuando el agua presente en una cavidad o galería la llena hasta el techo. Los hay de tal extensión que pueden considerarse como ríos subterráneos.
PONOR. Apertura natural en el terreno por donde una corriente fluye total o parcialmente hacia un sistema de agua en el subsuelo.
La lista de elementos que pueden encontrarse en este tipo de relieve, ya sea en superficie o en el subsuelo, es muy extensa. A continuación se explican los más habituales y representativos.
Un tipo de relieve prácticamente universal
El karst es característico de aquellos lugares donde existen macizos de piedra caliza, un tipo de roca muy abundante en todo el planeta.
SIMA. Es una cavidad que se conecta con el exterior mediante un pozo o una caverna vertical o muy inclinada. En la imagen, la espectacular sima de Padirac, en la región francesa de Midi-Pirenees.
DOLINA. También llamada torca, es una depresión circular originada por el hundimiento de una cueva. Dolina en Lagunilla del Jubera (La Rioja).
En España, ejemplos de este tipo de relieve son La Ciudad Encantada de Cuenca (foto) o el Monasterio de Piedra en Zaragoza, entre muchos otros.
En la costa occidental de Irlanda se encuentra The Burren, un paisaje kárstico que se extiende por más de 200 km2 como si fuera un mar de rocas.
En Georgia, cerca del Mar Negro, la cueva de origen kárstico Voronia, con 2.197 m de desnivel, es considerada como la más profunda del mundo.
Kentucky, en los Estados Unidos, es otra famosa región kárstica. Allí se encuentra Mammoth Cave, el sistema de cuevas más extenso del mundo.
Los cenotes y acuíferos existentes en la península del Yucatán forman parte del paisaje kárstico propio de esta provincia centroamericana. En la imagen, cenote de Ik-Kil, cerca de Chichen Itzá.
Las colinas de karst existentes en las provincias meridionales de China fueron designadas en 2007 como Patrimonio de la Humanidad. En la imagen, paisaje de la provincia de Guangxi.
Los altiplanos de origen kárstico presentes en los límites sur y occidental del Macizo Central francés reciben el nombre de "Causses".