Abejas asesinas

Convierten abejas normales en abejas asesinas

La clave está en unos neuropéptidos encontrados en los cerebros de las abejas más peligrosas.

Abeja africanizada

Las abejas africanizadas (comúnmente llamadas abejas africanas o abejas asesinas) son híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana Apis mellifera scutellata con abejas domésticas pertenecientes a varias subespecies de A. mellifera, como Apis mellifera mellifera, Apis mellifera iberica y posiblemente otras.​

La particularidad de estos híbridos es su acentuado comportamiento defensivo, describiéndose como muy agresivos ante molestias. Atacan en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 400 metros de su colmena o enjambre. Este comportamiento ha provocado en América las muertes de alrededor de 1.000 personas en Estados Unidos con diez veces más picaduras que las de abejas comunes.

Historia

Con el propósito de incrementar la cosecha de miel en Brasil, se introdujeron en 1956 cerca de São Paulo, 47 abejas reinas de Apis mellifera scutellata originarias de Tanzania; a fin de desarrollar un programa de mejora genética a cargo de Warwick Kerr. Accidentalmente, algunas de estas abejas escaparon y se hibridaron con abejas domésticas. A partir de ese momento, se expandieron por todo el continente de manera constante. Avanzaron entre 150 y 300 kilómetros por año, llegando a América Central, México, y luego a los Estados Unidos en 1985, a los estados de Nuevo México, Nevada, Texas, Arizona y California.​

Productividad

Picaduras

Hay autores que han comparado estas abejas con razas europeas describiéndolas como más productivas en kilos de miel, otros concluyeron en sus trabajos que son menos productivas y otros no encontraron diferencias, no existiendo unanimidad en este criterio. Algunos creen que la africanización trae aparejada una disminución en la producción de miel por dos motivos:

  • Esta abeja híbrida en zonas tropicales acentúa su ritmo de reproducción (enjambrazón) tendiendo a una selección r más que las razas europeas de Apis mellifera que prácticamente se comportan con selección K. Mientras una abeja europea como Apis mellifera ligusticao Apis mellifera carnica puede producir de 1 a 3 enjambres, los híbridos africanizados llegan a producir 9 o más enjambres por año.

  • Se cree que muchos apicultores abandonan la actividad a causa de la agresividad de estas abejas.

Diagnóstico

A simple vista es difícil diferenciar estas abejas de las europeas. Es necesario un diagnóstico en laboratorio. Se utilizan métodos morfométricos en laboratorio, lográndose un diagnóstico correcto de las colmenas africanizadas, pero no son lo suficientemente sensibles para determinar las abejas híbridas.

El veneno está formado por una mezcla compleja: fosfolípido; hialorunidasa; melitina; fosfatasa ácida; alérgeno C; además de histidina, histamina y otros componente menores.

La gravedad del envenenamiento depende de la sensibilidad individual y del número de picaduras infligidas. Así, en un sujeto hipersensible puede ocurrir la muerte con una sola picadura como resultado de choque anafiláctico. Ha habido supervivientes de 500 picaduras. El veneno causa reacciones alérgicas y efectos tóxicos.​

  • Tratamiento: Control del dolor con aspirina y otros analgésicos, compresas frías y extracción cuidadosa de los aguijones para no exprimir la bolsa venenífera, lo que podría aumentar el daño; para el caso se usa una tarjeta de cartón o plástico para retirar el aguijón sin tocar la bolsa. Dada la emergencia son útiles los antihistamínicos y corticosteroides por vía intravenosa. El uso de epinefrina es necesario en los casos severos de choque anafiláctico. De acuerdo a la evolución el paciente puede requerir de apoyo vital avanzado.

Abejas africanas.

Mapa que muestra el crecimiento de la extensión de la abeja africanizada en los Estados Unidos entre los años 1990 a 2003.

Las abejas africanizadas, comúnmente conocidas como "abejas asesinas", son mucho más agresivas que sus homólogas europeas. Ahora , un equipo de investigadores han examinado los cambios en los neuropéptidos que tienen lugar en los cerebros de estas abejas durante su comportamiento agresivo y han demostrado que pueden convertir a las abejas normales en 'asesinas' al inyectarles ciertos péptidos.

Apenas unos pocos neuropéptidos marcan la diferencia entre una abeja melífera y otra que tiene una necesidad irritable de arrasar con todo lo que se mueve.

Para descubrir qué es lo que hace que las "abejas asesinas" africanizadas sean tan hostiles, los científicos del Estado de la Universidad de São Paulo (Brasil) compararon su neuroquímica con la de sus parientes más dóciles y descubrieron que en su mayoría se debe a un cambio químico sorprendentemente simple.

La reputación de las abejas asesinas es bastante merecida. Su veneno no es más letal que las abejas melíferas promedio e incluso son un poco más pequeñas, pero son increíblemente agresivas, y no se necesita mucha provocación para incitar a un enjambre de estas abejas a convertirse en una máquina de dolor furioso y punzante.

Cuanto más hostil es un animal, más precaución hay que tener

Estos malhumorados insectos a rayas aparecieron a fines de la década de 1950, después de que los apicultores brasileños importaran una variedad africana de Apis mellifera scutellata con el fin de aumentar la producción de miel. Parece que las abejas no comprendieron muy bien la letra pequeña y lo acabaron pagando las abejas de la miel.

Las abejas asesinas son muy agresivas y no necesitan mucha provocación para incitarlas al ataque

Desde entonces, estos híbridos agresivos se han extendido hasta el norte de California y siguen siendo una amenaza legítima. Varios cientos de personas han perdido la vida debido a su implacable punzada. Y es que esta subespecie también es extremadamente sensible a la presencia de seres humanos. Suelen atacar los ojos y la cara, y lo único que se puede hacer ante ellas es salir corriendo.

Pero, ¿qué pasa en su cerebro para que actúen de esta manera?

Para llegar al fondo del misterio, los investigadores de este último estudio tuvieron que recolectar una muestra de abejas asesinas (algo no exento de peligro). Utilizando un truco bastante curioso consiguieron atraparlas para observar sus diminutos cerebros.

La comparación de la gama completa de proteínas cerebrales de dos muestras de abejas utilizando imágenes espectrales de masa reveló una diferencia clara, pero simple.

Una de las proteínas sospechosas se llamaba Apis mellifera Allatostatins A, una neuroproteína que ya se sabe que desempeña un papel clave en el aprendizaje y la memoria de las abejas, así como en su desarrollo general.

El otro grupo de proteínas, descrito como péptidos relacionados con taquiquininas, parece influir en el procesamiento sensorial.

En los híbridos agresivos, estos dos grupos de neuropéptidos se habían cortado en proteínas más cortas, y se hallaron en diferentes grupos de tejido cerebral llamados neuropilos.

Para verificar que estas proteínas fueran significativas en la transformación del comportamiento de la abeja, los científicos inyectaron en el cerebro de un grupo de abejas no agresivas formas truncadas de estos neuropéptidos.

Tal y como se esperaba, las abejas no parecían muy felices cuando despertaron, pues al haber modificado su química cerebral se habían transformado también en abejas asesinas.

Sin embargo, todavía se desconoce por qué el tamaño y la distribución de estos neuropéptidos conducen a un comportamiento tan agresivo. Aprender más sobre la cascada de efectos que estas proteínas tienen sobre el sistema nervioso de una abeja podría decirnos más sobre el desarrollo de los sistemas nerviosos de las abejas, así como de los de los insectos en general.

Referencia: MALDI Imaging Analysis of Neuropeptides in Africanized Honeybee (Apis mellifera) Brain: Effect of Aggressiveness. Institute of Biosciences, Department of Biology, Center of the Study of Social Insects, University of São Paulo State (UNESP), Rio Claro, São Paulo 13506-900, Brazil. J. Proteome Res., Article ASAP DOI: 10.1021/acs.jproteome.8b00098 2018