Las roturaciones

La palabra “roturaciones” significa la incorporación de nuevas tierras al cultivo. Fue un fenómeno característico de  los siglos XI al XIII debido, en gran medida, al aumento demográfico.

Entre los siglos XI y XIII se llevó a cabo un activo movimiento de roturación de tierras, antes desaprovechadas, para incorporarlas a la explotación agrícola. Las roturaciones dieron trabajo al creciente número de hombres y, gracias a las nuevas tierras de cultivo, aumentó la producción de alimentos y fue posible alimentar más bocas.

Las roturaciones sirvieron a los intereses tanto de los campesinos como de los señores. A los señores les convenía que aumentarse la superficie cultivada y el número de campesinos asentados en sus tierras porque era una forma de cobrar más tributos. Generalmente las roturaciones exigían inversiones que los campesinos solos no podían afrontar y que requerían varios años de esfuerzo antes de que las nuevas tierras comenzasen a rendir frutos. Como, luego de un tiempo, los señores obtenían beneficios importantes, estuvieron dispuestos a ofrecer a os campesinos condiciones ventajosas para que participasen de las roturaciones. Las ventajas para los campesinos genralmente radicaron en la conquista de una mayor libertad personal junto a la posibilidad de obtener una justicia de privilegio para la solución de sus pleitos, situación que se observa especialmente en las roturaciones emprendidas más allá de  las viejas fronteras.

Áreas afectadas por las roturaciones

El movimiento de roturación se llevó a cabo tanto en el interior de las antiguas fronteras como más allá de ellas.

En las empresas de roturación intervinieron también monjes. La orden que más se destacó en esta actividad fue la de los cistercienses, quienes intentaban retomar la regla benedictina original, cuyo lema era ora et labora (reza y trabaja).Los cistercienses retornaron a la práctica de trabajar el campo con sus propias manos. Como consecuencia, los monjes incorporaron a los cultivos vastas regiones de frontera ñpara practicar una agricultura que podemos calificar de experimental e introdujeron un gran número de nuevas especies. En los monasterios que esta orden tenía en Francia se perfeccionó el cultivo de las vides, se establecieron algunos de los principales viñedos de la época y se elaboraron los mejores vinos que serían consumidos en las cortes de reyes y príncipes laicos y eclesiásticos. Este hecho constituyó la base de la industria francesa de vinos, de tanto prestigio en la actualidad.