Dios está aquí
Dios está aquí,
tan cierto como el aire que respiro,
tan cierto como la mañana se levanta,
tan cierto como que este canto lo puedes oír. (bis)
HEMOS CONOCIDO EL AMOR
HEMOS PUESTO EN ÉL NUESTRO IDEAL.
Y SABEMOS QUE AL UNIRNOS,
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR,
DANDO FUERZA A NUESTRA VIDA,
DIOS ESTÁ.
1. Cristo nos convoca para ser con Él,
signo de esperanza, signo de unidad.
Para hacer presente el amanecer,
de una nueva vida que comienza ya.
2. Juntos proclamamos el amor de Dios;
juntos compartimos nuestro mismo pan.
Siempre unidos como Cuerpo del Señor;
juntos en la lucha, juntos al rezar.
3. Hemos descubierto que la vida es,
sólo una mentira si el amor no está.
Porque en el amor está viviendo Dios,
como fuente eterna de felicidad.
1.- Meditación-contemplación
Jesús se hace presente en medio de la comunidad.
Ésta es la realidad pascual vivida por los primero seguidores.
Ésta es la realidad que tenemos que vivir hoy,
si queremos ser de verdad sus discípulos.
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No debemos esperar que Jesús se vaya a aparecer visiblemente.
Somos nosotros los que tenemos que hacerle presente.
El objetivo de la vida humana de Jesús,
fue hacer presente a Dios en este mundo.
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Hacer presente a Jesús es hacer presente a Dios.
Puesto que Dios es amor, solo con amor se le puede manifestar.
Cada vez que ayudamos, de cualquier forma, a otra persona,
estamos haciendo presente a Dios.
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Fray Marcos
2.- En los caminos de la vida
Señor, los caminos de la vida
están llenos de sorpresas,
y más si vamos por la periferia
siguiendo tus huellas;
pues aunque tratemos de ocultarlos,
antes o después, se hacen presentes
quienes están condenados,
por nuestras leyes y costumbres,
a ser invisibles.
Danos tus ojos, tu corazón,
tus entrañas, tu empatía
y compasión más viva…
Y líbranos de pedirles y exigirles
lo que no les dignifica:
que cumplan nuestras leyes estrictamente.
Ayúdanos, Señor, a seguir tus pasos,
a dejarnos sanar para sanar a los hermanos…
Y si brota el agradecimiento,
que sea desde lo más hondo:
libre, sincero, espontáneo…
como el del leproso samaritano.
Florentino Ullibarri
Después, cuando menos lo esperas
aparece más fresca la vida.
Y cuanto más alto miras,
cuanto más te sorprendes
más pequeño, más de rodillas
eres ante Dios.
Después, cuando menos lo esperas
el tiempo ha marcado su ritmo,
y un sendero por dentro
ha tejido otra entraña más viva.
Entonces apareces más hermano,
más hijo, más... de rodillas.
Es casi sin querer, al compás del deseo,
de la ilusión, como el hombre
va haciéndose criatura,
más a la imagen
del corazón del amor.
Y después, cuando menos lo esperas
no puedes menos que querer de rodillas.
Isidro Cuervo, sj
Creer de corazón y de palabra.
Creer con la cabeza y con las manos.
Negar que el dolor tenga la última palabra.
Arriesgarme a pensar
que no estamos definitivamente solos.
Saltar al vacío
en vida, de por vida,
y afrontar cada jornada
como si tú estuvieras.
Avanzar a través de la duda.
Atesorar, sin mérito ni garantía,
alguna certidumbre frágil.
Sonreír en la hora sombría
con la risa más lúcida que imaginarme pueda.
Porque el Amor habla a su modo,
bendiciendo a los malditos,
acariciando intocables
y desclavando de las cruces
a los bienaventurados.
José María Rodríguez Olaizola, sj
Señor, déjame ir contigo
sólo quiero caminar
detrás, pisar donde pisas
mezclarme entre tus amigos.
Recorrer esas aldeas
que habitan los olvidados
los que no recuerda nadie
ver como los recuperas.
Quiero escuchar tu palabra
simple y preñada de Dios
que aunque a muchos incomode
a tanta gente nos sana.
Quiero sentarme a tu mesa
comer del pan compartido
que con tus manos repartes
a todos los que se acercan.
Y un día tocar tu manto
como esa pobre mujer
suave, sin que tú lo notes
arrancarte algún milagro.
Esa que todos marginan
se atreve a abrazar tus pies
y derrama su perfume
porque en ti se ve querida.
Que de tanto ir junto a ti
pueda conocerte más,
tú seas mi único amor
y te siga hasta morir.
Javi Montes, sj
Me sedujiste, Señor y me dejé seducir.
Llamaste un día a mi corazón y no pude hacer otra cosa que seguirte.
La vida contigo se vuelve una fiesta,
las dificultades se reducen y nace en mí fuerza y sosiego,
las alegrías se multiplican,
porque llenas mi boca de risas, mi corazón de canciones
y toda mi vida de tu amor.
Tú haces de mi vida una fiesta, porque llenas mis días de sentido.
Tú haces que pueda con las dificultades, porque me recuerdas mis recursos.
Tú me conviertes en sanador de otros,
porque me llenas de sabiduría y de ternura,
para facilitar otros caminos, para entender, liberar y curar heridas de la vida.
Tú me haces generador de la vida en abundancia,
al tiempo que la haces brotar dentro de mí
y juntos la contagiamos a los hermanos.
Para ti no valen los ritos o rezos sin sentido,
para ti vale la vida, el amor y la ternura,
Tú valoras los detalles, las vivencias y la acción,
aunque para descansar necesitemos orar la vida,
dejándonos acariciar cada día por tu amor.
Cada mañana me vuelves a llamar y me pones en marcha.
Vas presentándome hermanos con los que vivir,
vas poniendo ante mí regalos, dolor y belleza
y me vas sugiriendo el modo y la manera oportuna,
el gesto y la palabra adecuada, para llenar de tu amor la vida entera.
Tú amor me vuelve alegre y me impulsa a alegrar.
Tu fuerza me hace fuerte y me invita a apoyar y acompañar.
Tu misericordia me hace empático y tolerante, amigo y amante.
Tu bondad me vuelve tierno, dulce y amoroso con el género humano.
Tu llamada me da seguridad, me descansa y me sosiega.
Tu ejemplo me dinamiza y me convierte en buena noticia.
Gracias por llamarme, Señor... Aquí me tienes, para hacer tu voluntad.
Mª Patxi Ayerra
7.- BENDICE MIS MANOS
Señor, bendice mis manos
para que sean delicadas y sepan tomar
sin jamás aprisionar,
que sepan dar sin calcular
y tengan la fuerza de bendecir y consolar.
Señor, bendice mis ojos
para que sepan ver la necesidad
y no olviden nunca lo que a nadie deslumbra;
que vean detrás de la superficie
para que los demás se sientan felices
por mi modo de mirarles.
Señor, bendice mis oídos
para que sepan oír tu voz
y perciban muy claramente
el grito de los afligidos;
que sepan quedarse sordos
al ruido inútil y la palabrería,
pero no a las voces que llaman
y piden que las oigan y comprendan
aunque turben mi comodidad.
Señor, bendice mi boca
para que dé testimonio de Ti
y no diga nada que hiera o destruya;
que sólo pronuncie palabras que alivian,
que nunca traicione confidencias y secretos,
que consiga despertar sonrisas.
Señor, bendice mi corazón
para que sea templo vivo de tu Espíritu
y sepa dar calor y refugio;
que sea generoso en perdonar y comprender
y aprenda a compartir dolor y alegría
con un gran amor.
Dios mío, que puedas disponer de mí
con todo lo que soy, con todo lo que tengo.
Sabine Naegeli
8.- CAMINOS TUYOS
Tengo rabia
y Tú me dices que tengo que perdonar.
Tengo miedo
y me dices que debo arriesgarme.
Tengo dudas y me dices que debo creer.
Estoy angustiado
y me dices que me tranquilice.
Siento pereza y me dices que debo continuar.
Tengo mis proyectos
y me dices que acepte los tuyos.
Tengo propiedades
y me dices que sea mendigo.
Tengo seguridad
y me dices que nada prometes.
Quiero vivir y me dices que debo dar la vida.
Quiero ser bueno
y me dices que no es suficiente.
Quiero mandar
y me dices que debo obedecer.
Quiero liderar y me dices que debo servir.
Quiero entender
y me dices que debo asimilar.
Quiero claridad y me hablas con parábolas.
Quiero símbolos
y vas directamente al asunto.
Quiero tranquilidad
y me dices que vienes a traer intranquilidad.
Quiero violencia
y me dices que sólo sabes dar paz.
Tomo la espada
y me dices que debo guardarlo.
Me preparo para objetar
y me dices que debo ofrecer la otra mejilla.
Quiero paz
y me dices que viniste a traer la espada.
Trato de enfriar las cosas
y me dices que vienes a traer
fuego a la tierra.
Quiero ser el más grande
y me dices que debo ser el más pequeño.
Quiero permanecer anónimo
y me dices que mi luz
debe permanecer encendida.
Muchas veces no los entiendo,
pero son tus caminos.
9.- AL VIENTO DE TU ESPÍRITU
Al viento de tu Espíritu,
que animó y ordenó, desde el inicio, la creación toda
e infundió aliento de vida en todas las criaturas
salidas de tu querer y manos,
nos colocamos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que guió a tus profetas y mensajeros,
y a todo tu pueblo -hombres, mujeres y niños-,
por los ambiguos caminos de la historia,
nos aventuramos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que penetró y remansó en el corazón
y vientre de María de Nazaret,
haciéndola portadora de vida y esperanza,
vivimos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que se apoderó de Jesús Nazareno
y lo llenó de fuerza y ternura
para anunciar la Buena Nueva a los pobres,
nos apostamos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que se llevó en Pentecostés los prejuicios y miedos,
y abrió de par en par las puertas del Cenáculo,
para que toda comunidad cristiana
fuera siempre sensible al mundo,
libre en su palabra,
coherente en su testimonio
e invencible en su esperanza,
nos abrimos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que se lleva, hoy, los nuevos miedos de la Iglesia,
critica en ella todo poder que no sea servicio
y la purifica con la pobreza y el martirio,
nos reunimos, Señor.
Al viento de tu Espíritu,
que sopla donde quiere, libre y liberador,
vencedor de la ley, del pecado, de la muerte,
y alma y aliento de tu reino,
obedecemos, Señor.
Florentino Ulibarri
Al Dios que tanto nos quiere a todos sus hijos, le dirigimos nuestros ruegos, contestando "ayúdanos, estamos en tus manos, Padre".
• Que se nos desapegue el corazón de las cosas y seamos austeros y sencillos.
Ayúdanos, estamos en tus manos, Padre.
• Que vivamos atentos a las necesidades de los hermanos para facilitarles la vida.
Ayúdanos, estamos en tus manos, Padre.
• Que seamos generosos, sin miedos ni desconfianzas de los hermanos.
Ayúdanos, estamos en tus manos, Padre.
• Que quien tiene más poder y capacidad de decisión sea cada día más sensible a la desigualdad social y trabaje por mejorarla.
Ayúdanos, estamos en tus manos, Padre.
• Que los cristianos seamos un puntal fuerte de transformación a la hora de hacer un mundo más fraterno y humano.
Ayúdanos, estamos en tus manos, Padre.
Mueve el corazón de políticos, autoridades y estamentos sociales, para que en su labor vean siempre a las personas que les necesitan. Buen Padre Dios, tú que conoces nuestras buenas intenciones y nuestra mala memoria, recoge nuestras súplicas y haznos más generosos cada día, amén.
Mari Patxi Ayerra
21.- Oración:
Desde tu entraña eterna eres el Dios para nosotros.
Solo puedes ser el Dios para nosotros siendo el Dios con nosotros,
y el Dios desde nosotros.
Cada día nos sorprendes
y nos renuevas.
Ahora sentimos tu Presencia
en este atardecer que vivimos
con nuestro Señor Jesucristo,
que contigo vive y reina por los siglos de los siglos
AMEN
22.- Meditación
Yo soy la resurrección y la Vida.
Resurrección y Vida expresan la misma realidad, no son cosas distintas.
En la medida en que haga mía la Vida,
estoy garantizando la resurrección.
..................
No te preocupes de lo que va a ser de ti en el más allá.
Además de ser inútil, te llevará a una total desazón.
Lo importante es vivir aquí y ahora esa nueva VIDA.
Todo lo demás ni está en tus manos ni debe importarte.
Fray Marcos
23.- Oración:
Te damos gracias, a Ti que eres Padre, Palabra y Viento.
Te damos gracias porque te sentimos, te escuchamos, te queremos.
Te damos gracias por Jesús,
porque todo esto lo sabemos y lo sentimos por Él.
Gracias, Padre, por Jesús, tu hijo, nuestro Señor.