1.- Ofrecimiento
Al empezar la jornada,
me siento recibido de tus manos.
Queremos sentir Tu Presencia,
me gusta más que nunca abandonarme enteramente a ti
y a tu dulce Providencia.
Quiero que ella me conduzca de la mano y paso a paso.
No te diré: “¡Me quieres llevar muy lejos
y el camino es muy duro”.
Me vacío de mí mismo para poder experimentar tu atracción,
que tira de un extremo al otro con fuerza
pero dispone todo con suavidad.”
2.- OFRECIMIENTO DEL DÍA
Buenos días Jesús.
Gracias por esta noche tranquila
y por el descanso.
Gracias por el día de ayer
y por el que ha comenzado.
Hoy abrimos bien nuestros ojos
para mirar a los demás.
Trataremos de repartir algo
de lo mucho que nos ha dado
Queremos amar a quellos que nadie ama,
a los solos y a los tristes, a los desanimados,
a los que casi todo les sale mal.
Nos acordamos de los que sufren
la enfermedad física o moral...
de los que no son comprendidos
y no comprenden su comunidad, su entorno,
nos acordamos de los que viven
pensando sólo en ellos.
Dame unos ojos abiertos .
para ayudar a cuantos me necesiten.
Dame un corazón más grande
para que todos quepan dentro.
Enséñame esa lección de amor
3.- OFRECIMIENTO AL COMENZAR EL DÍA
Al comenzar este nuevo día,
te saludo con gozo y sin prisas:
¡Buenos días, Padre!
Te ofrezco la jornada entera:
el trabajo, el ocio, la comida,
tareas y decisiones,
encuentros,
idas y venidas,
las cosas corrientes y las nuevas,
el esfuerzo, las alegrías y las penas…
¡Infúndelas tu Espíritu, Padre!
Que tu presencia, fiel y efectiva,
acompañe todos mis pasos.
Me pongo en tus manos.
Hazme hijo y hazme hermano.
¡Gracias, Padre!
4.- AL COMENZAR EL DÍA
Buenos días, Señor.
Por este amanecer y despertar, por este nuevo día
lleno de caminos y sendas,
por los encuentros que nos esperan y sorprenden.
¡Gracias, Señor!
Sé que me llamas a una nueva tarea,
a un nuevo compromiso,
a un nuevo esfuerzo,
y a continuar, también, con entusiasmo,
los proyectos y trabajos no acabados.
¡Gracias, Señor!
Sé que estás a mi lado,
que has madrugado más que yo
y que has encendido luces, fuegos y soles para mí.
¡Gracias por tu presencia!
Sé, Señor, que al comenzar el día
me has bendecido y has bendecido a mis hermanos
para que todo sea un gran regalo
gozado y compartido.
¡Gracias y buenos días, Señor!
TODOS UNIDOS EN LA VIDA
VAMOS BUSCANDO UN HORIZONTE.
¡ARRIÉSGATE, ARRIÉSGASTE,
ARRIÉSGATE ALGO MÁS!
¡ARRIÉSGATE, ARRIÉSGATE,
ARRIÉSGATE SIN VACILAR!
1. Ningún camino es largo para el que cree,
ningún esfuerzo es grande para el que ama,
ninguna cruz vacía para el que lucha.
2. Cambiemos las promesas en realidades,
luchemos como hermanos por la justicia,
sembremos hoy la aurora de un nuevo día.
3. El pan que trabajamos con nuestras manos,
el cáliz que llevamos con alegría,
traerán la primavera a nuestras vidas
1. Sois la semilla que ha de crecer
Sois la estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois granos de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer.
Sois la espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.
ID, AMIGOS, POR EL MUNDO,
ANUNCIANDO EL AMOR,
MENSAJEROS DE LA VIDA,
DE LA PAZ Y EL PERDÓN.
SED AMIGOS LOS TESTIGOS
DE MI RESURRECCIÓN.
ID LLEVANDO MI PRESENCIA.
¡CON VOSOTROS ESTOY!
2. Sois una llama que ha de encender,
resplandores de fe y caridad.
Sois los pastores que han de guiar,
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.
3. Sois fuego y savia que vine a traer,
sois la ola que agita la mar.
La levadura pequeña de ayer
fermenta la masa de pan.
Una ciudad no se puede esconder,
ni los montes se han de ocultar.
En vuestras obras que buscan el bien
los hombres al Padre verán
NACIDOS DE LA LUZ HIJOS DEL DÍA
NACIDOS DE LA LUZ
1. Nacidos de la luz hijos del día,
vamos hacia el señor de la mañana
Su claridad disipa nuestras sombras
y llena el corazón de regocijo.
2. Que nuestro Dios, Padre de la Gloria,
limpie la oscuridad de nuestros ojos
y nos revela, al fin, cuál es la herencia
que nos legó en el Hijo Primogénito.
3. ¡Honor y gloria a Dios, Padre Celeste,
por medio de su hijo Jesucristo,
y el don de toda luz, el Santo Espíritu
que vive por los siglos de los siglos.
SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA.
1. Nos diste al esperado de los tiempos
mil veces prometido en los profetas
y nosotros de nuevo deseamos
que vuelva a repetirnos su promesa.
2. Brillaste como aurora del gran día
plantaba Dios su tienda en nuestro suelo.
Y nosotros soñamos con su vuelta,
queremos la llegada de su reino.
3. Viviste con la luz de la esperanza
tensando en el amor la larga espera.
Y nosotros buscamos con los hombres
el nuevo amanecer de nuestra tierra.
No se trata de '¿cómo murió?'
sino de '¿cómo vivió?'
No se trata de '¿cuánto ganó?'
sino de '¿cuánto dio?'
Estas son las unidades
para medir el valor
de todos los seres humanos,
y no su nacimiento.
No se trata de '¿tuvo dinero?'
sino de '¿tuvo corazón?'
¿Tuvo siempre una palabra amable,
una sonrisa?
¿Supo siempre
enjugar una lágrima?
¿Estuvo al lado del que le necesitó?
No importa cuál fue su templo,
ni cuál fue su credo.
Lo que importa es
si ayudó a los necesitados.
No importan los elogios
que, al morir, le hizo la prensa.
Lo que importa es cuántos lloraron su muerte.
7.- EN TU PRESENCIA PADRE
En tu presencia, Padre,
abro ante ti mi alma, y reconozco
que sólo a la fuerza soy un caminante,
sólo a la fuerza.
Si por mí fuera, yo haría detenerse el tiempo,
pararía mi vida en un lugar agradable, quizá
entre la juventud y la madurez,
con bastante salud y algún dinero,
con amigos, en paz, me plantaría así, que nada cambie.
No me hace falta más, no necesito más promesas.
Pero ese no soy yo, y la vida es cambiar, lo sé, lo siento
simplemente cuando a solas oigo a mi corazón
que es el reloj que cuenta los segundos de mi vida
y me dice que avanzo, que camino
y no puedo pararme, porque vivir es eso.
Llegar. ¿A dónde llegaré? ¿Cuál es el término?
Llegar a tener mucho, a disfrutar mucho, a mandar mucho...
pero esto no es llegar, que todo pasa,
lo que pasa no es fin, sino camino.
¿A dónde va el camino del tener, del disfrutar, a dónde va?
Eres el mar, me llamas, siento que me llamas.
Pero a veces camino tierra adentro, me lleno los bolsillos
de tierra, cada vez más tierra, y corro tierra adentro y moriré
llenos de tierra los bolsillos y la boca y el alma
lejos de ti, mi mar, y allí
se pudrirá mi vida.
¡Qué alegría
cuando me dicen: vamos caminando,
que lo nuestro es pasar,
se pasa todo, menos la certeza
de caminar seguros hacia casa,
la Casa del Señor, la casa de mi Padre!
Y llegaré. Un árbol brotará
de esta bellota ciega que es mi cuerpo.
Y de este huevo opaco y encerrado en sí mismo
volará el pájaro que soy, al aire, a la luz, que es lo mío.
Caminante de noche; desconoces
que la Ciudad te espera,
que estás cerca del Mar,
que tienes una Casa preparada ...
¡Qué alegría
cuando escuches, si escuchas, algún día,
que vas, aunque no quieras, caminando
a la Casa del Señor!
José Enrique Galarreta
Porque todos, Señor, tenemos hambre de ti,
no nos dejes, pasar por la vida sin regalar
nuestra risa, las caricias, los detalles,
que son los gestos que te hacen presente.
Porque tenemos hambre de ti, Señor,
hemos de llenar la tierra de confidencias,
de nuestro ser amigos, de crear buen clima de vecinos,
de generar ambiente cálido entre los compañeros,
de saber agradecer todo lo que la vida nos regala,
de intentar comprender a todo el mundo,
que es la forma de vivir a tu manera.
Porque Tú sacias nuestro hambre infinita,
ayúdanos a compartir con los demás
la alegría del comienzo del nuevo día,
la ternura de vivir en compañía,
la ilusión de disfrutar cada momento,
la emoción de poner amor en todos,
la sorpresa de lo nuevo de cada persona,
la salud del enfermo acompañado,
el compromiso con el mundo injusto y frío,
que Tú potencias en cada uno en los adentros.
Porque el mundo tiene hambre de Dios,
impúlsanos a hablar de ti con sencillez,
a contar lo que vas haciendo en cada uno,
a recordar que Tú liberas de toda atadura,
a acompañar vidas, haciéndote presente,
a ser chispa alegre y cotidiana,
a cambiar la rutina por tu vida en abundancia,
a entusiasmar con la revolución del evangelio,
y a ser buena noticia en donde estemos,
pues Tú estás en nosotros para hacernos como Tú.
Mari Patxi Ayerra
9.- ¡ABRE TU PUERTA!
Señor:
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los hombres.
Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.
Tu palabra es ésta:
“He aquí que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz
y abre la puerta,
Yo entrará y cenaré con él
y él conmigo”.
Señor:
que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega
por nuestros hermanos.
Que abramos la puerta
para acogerte a Ti,
y en Ti a todos los hombres.
10.- ALFARERO DEL HOMBRE
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto, los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro,
Vigor, Origen, Meta
de los sonoros ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía,
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia
del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa, si no alientas,
monte, si nos estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia.
Vivir es ese encuentro:
Tú, por la luz; el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado!
¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue,
Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra.
11.- CREDO ALTERNATIVO:
Yo creo sólo en un Dios,
en Abbá, como creía Jesús.
Yo creo que el todopoderoso
Creador del cielo y de la tierra
es como mi madre y puedo fiarme de Él.
Lo creo porque así lo he visto en Jesús, que se sentía hijo.
Yo creo que Abbá no está lejos sino cerca, al lado, dentro de mí,
creo sentir su aliento como un brisa suave que me anima
y me hace más fácil caminar.
Creo que Jesús, más aún que un hombre
es enviado, mensajero.
Creo que sus palabras son palabras de Abbá
Creo que sus acciones son mensajes de Abbá.
Creo que puedo llamar a Jesús
la palabra presente entre nosotros.
Yo solo creo en un Dios,
que es padre, palabra y viento
porque creo en Jesús, el hijo,
el hombre lleno del espíritu de Abbá.
José Enrique Galarreta
12.- PETICIONES
Presentamos nuestros sueños y deseos ante el Señor, para que Él vaya haciendo de nuestra vida una historia de amor y de justicia, cada día un poco más auténtica:
• Para que, alimentados por tu pan, Señor, logremos vivir en la sabiduría y la seguridad de tu presencia en el caminar cotidiano.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que, como dice San Pablo, no vivamos aturdidos, insensatos o con miedos, sino alegres, agradecidos y gozosos.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que nuestra iglesia sea la auténtica presencia de Jesús entre nosotros.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que todos los que hacen algo por los demás, descansen en ti y de noche les instruyas en tus sendas.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
• Para que cada uno de nosotros sea una gran persona, padre o madre, hijo o hija, vecino, trabajador y ciudadano, hermano - laico colaborando siempre en el bien común.
Que todo lo que nos pase, nos pase contigo, Padre.
Sabes, Señor, que soy uno de los tuyos,
que creo en ti y formas parte de mi vida,
pero muchas veces vivo como si no existieras,
porque no termino de fiarme en ti del todo.
Quiero tener la fe de la mujer que tocó tu manto,
convencida de que Tú podías sanarle.
Me invitas a levantarme, a no sestear en la mediocridad,
a vivir una vida apasionante,
a trabajar con la misma hermandad que Tú
y a confiar en ti mientras transcurre mi historia.
Tú me impulsas a levantar todo lo que está en mí dormido.
Tú me enseñas que puedo llegar a mucho más.
Tú me haces creer en el ser humano,
con todo lo que tiene de grandeza y fragilidad.
La fe en ti, Señor, me aparta de fatalismos y desesperanzas,
porque me haces confiar en las personas.
Hay mucho dolor en nuestro mundo,
a algunos les ha tocado una vida muy dura...
Hoy te pido que susurres al oído de cada hermano:
"Tu fe te ha salvado, vete en paz"...
Mari Patxi Ayerra
Si pienso en lo que quieres que yo haga,
si tengo que hacer caso a tus palabras,
si quieres que te diga lo que pienso,
es de locos
Si quieres que me quite las cadenas
que me hacen sentir seguro aquí abajo
es como si me vaciara las venas,
estás loco
Sólo te pido fuerzas para hacer
de mi debilidad
un férreo vendaval
Desde el convencimiento
que tal vez
hoy todo pueda ser
de nuevo realidad
que ya estás al llegar
De todas formas sé que es necesario
andar contra corriente en esta tierra
y que en el fondo merece la pena
estar loco
Alberto y Emilia (canción)
15.- Oración a la Virgen del Rosario
Virgen del Santo Rosario,
Madre del Redentor,
mujer de nuestra tierra
encumbrada por encima de los cielos,
humilde sierva del Señor,
proclamada Reina del mundo,
desde lo profundo de nuestras miserias
recurrimos a ti.
Con confianza de hijos
miramos tu rostro dulcísimo.
Coronada con doce estrellas,
tú nos llevas al misterio del Padre,
tú resplandeces de Espíritu Santo,
tú nos donas a tu Niño divino,
Jesús, nuestra esperanza,
única salvación del mundo.
Brindándonos tu Rosario,
tú nos invitas a contemplar su Rostro.
Tú nos abres su corazón,
abismo de alegría y de dolor,
de luz y de gloria,
misterio del Hijo de Dios,
hecho hombre por nosotros.
A tus pies sobre las huellas de los santos,
nos sentimos familia de Dios.
Madre y modelo de la Iglesia,
tú eres guía y sostén seguro.
Haz que seamos un corazón solo y un alma sola,
pueblo fuerte en camino hacia la patria del cielo.
Te entregamos nuestras miserias,
los tantos caminos del odio y de la sangre,
las mil antiguas y nuevas pobrezas
y sobre todo nuestro pecado.
A ti nos encomendamos,
Madre de misericordia:
obtennos el perdón de Dios,
ayúdanos a construir un mundo
según tu corazón.
Oh Rosario bendito de María,
cadena dulce que nos anuda a Dios,
cadena de amor que nos hace hermanos,
no te dejaremos jamás.
En nuestras manos serás arma de paz y de perdón,
estrella de nuestro camino.
Y nuestro beso a ti,
en nuestro último respiro,
nos sumergirá en una ola de luz,
en la visión de la Madre amada y del Hijo divino,
anhelo de alegría de nuestro corazón
con el Padre y el Espíritu Santo.
16 Lunes de Pascua
No temáis... (Mt. 28 8-15)
Jesús resucitado está ahí.
Sentimos una enorme sensación de alegría y de fiesta.
Pero también de responsabilidad:
ahora, mi vida puede y debe ser diferente.
A aquellas mujeres que lo encontraron, y a ti, Jesús vivo nos deja palabras de ánimo:
"Fuera con los miedos, las vacilaciones y resistencias".
Si vives por la fe, ya no debes tener miedo.
Quiero vivir al ritmo de la luz,
de la fiesta y de la alegría
que tú ofreces, Jesús vivo.
Y quiero contagiar a mis amigos
con esa energía.
Quiédate a mi lado.
Cuando la duda y el miedo me tienten,
apóyame con la luz alegre de tu Pascua.
21.- ESTOY A TUS PIES
Señor,
estoy a tus pies
como un niño pequeño
que espera tus órdenes;
no quiero, no deseo nada,
sino hacer lo que pidas de mí
para tu mayor gloria.
Habla, pues, Señor y obedeceré sin dudar,
sin lamentarme, con alegría y con amor.
22.- VENIMOS A TÍ
Venimos a tí, Padre,
porque necesitamos tu Viento para nuestra vida,
necesitamos sentirlo y disfrutarlo.
Te pedimos que lo sintamos,
que sintamos renovada nuestra fe.
Por Jesús, tu hijo, nuestro Señor.
23.- Oración a Jesucristo
Señor Jesucristo, infunde en nosotros tu gracia con la que pedir y de la que recibir la plenitud de la vida verdadera.
Ruega por nosotros al Padre, para que nos conceda una fe recta que merezca alcanzar el lugar de la vida eterna.
Con tu ayuda, Tú que eres el principio y el fin, digno de alabanza, admirable e inefable por los siglos de los siglos.
Amén.