En diciembre de 2010 la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) y la Real Academia Española (RAE), publicaron una nueva edición de la ortografía de la lengua española. Sus principales cambios se resumen en:
Exclusión de los dígrafos (conjunto de dos letras que representan un solo fonema o sonido) ch y ll del abecedario.
Propuesta de un solo nombre para cada una de las letras del abecedario.
Sustitución, por grafías propias del español, de la q etimológica con valor fónico independiente en aquellos extranjerismos y latinismos plenamente adaptados al español (quorum > cuórum). En aplicación de esta norma, voces inglesas como quark o quasar, o latinas como quorum o exequatur, deben escribirse en español cuark, cuásar, cuórum y execuátur. En caso de mantener las grafías etimológicas con q, estas voces han de considerarse extranjerismos o latinismos crudos (no adaptados) y escribirse, por ello, en cursiva y sin tilde.
Eliminación de la tilde en palabras con diptongos o triptongos ortográficos: guion, Sion, ion, prion, truhan, frio, friais, lie, lio, liais, hui, huis (y no guión, Sión, ión, prión, truhán, frió, friáis, lié, lió, liáis, huí, huís). Con voseo: fias, lia (y no fiás, liá).
Eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos (este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas), incluso en casos de posible ambigüedad, los cuales son raros y rebuscados, y siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de las palabras.
Supresión de la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o escrita entre cifras, que tampoco se justifica desde el punto de vista gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica como en la manual los espacios en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y menor altura que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan confundirse (1 o 2, frente a 102).
Normas sobre la escritura de los prefijos, incluido ex-, que ahora recibe el mismo tratamiento ortográfico que los demás prefijos: exmarido, ex primer ministro (ver el apartado de Prefijos en este Manual Editorial).
Equiparación en el tratamiento ortográfico de extranjerismos y latinismos, incluidas las locuciones. Los extranjerismos y latinismos crudos o no adaptados —aquellos que se utilizan con su grafía y pronunciación originarias y presentan rasgos gráfico-fonológicos ajenos a la ortografía del español— deben escribirse en los textos españoles con algún tipo de marca gráfica que indique su carácter foráneo, preferentemente en letra cursiva, o bien entre comillas. Y las locuciones o dichos en otras lenguas que se utilicen en textos españoles deben escribirse igualmente en cursiva —o, en su defecto, entre comillas— para señalar su carácter foráneo, su consideración de incrustaciones de otros idiomas en nuestra lengua: La historia tuvo un happy end de película. Su bien ganada fama de femme fatale le abría todas las puertas.
Para el caso de topónimos, la Ortografía de la lengua española (2010), indica que, cuando los topónimos extranjeros no presentan secuencias problemáticas para la ortografía del español, “también se someten a las normas de acentuación de nuestra lengua», de modo que es adecuado escribir Mánchester, al igual que Ámsterdam, Míchigan o Berlín”. Pero, cuando se trate de topónimos que no tienen forma española tradicional “se respetarán tanto los diacríticos como la acentuación original de los topónimos extranjeros que se incorporen en español por mera transferencia del endónimo: Düsseldorf, São Paulo, Jämtland”.
Forma invariable y no personal del verbo. Se utiliza fundamentalmente en función adverbial (“No me hables gritando”). También en función durativa (“La fortuna va guiando nuestros pasos”), en construcciones absolutas (“Arando la tierra encontré un tesoro”) y en función adjetiva, SOLAMENTE con verbos de percepción o representación (“Vi a Picasso pintando”). Es incorrecto usar el gerundio en función adjetiva cuando NO se trata de verbos de percepción o representación. Por lo tanto está mal decir “Recibí una caja conteniendo libros” o “El gobierno promulgó un decreto prohibiendo el juego”. En frases en inglés como ‘running is healthy’, el gerundio del inglés se traduce por infinitivo (‘correr es saludable’). En algunos casos puede traducirse por un sustantivo, como ‘swimming is healthy’, ‘la natación es saludable’.