Por:
Edisson Jaimes
Especialista Financiero
El modo de transporte portuario es un componente clave de la logística intermodal que involucra la gestión y transferencia eficiente de carga en áreas portuarias. Técnicamente, abarca una serie de operaciones, incluyendo la manipulación de contenedores y mercancías mediante grúas y otros equipos especializados, almacenamiento temporal en terminales portuarias, y la coordinación de transferencias modales entre buques y medios terrestres.
La infraestructura portuaria es fundamental para el desarrollo económico de los países, ya que facilita el comercio internacional, reduce costos logísticos de mercancías voluminosas como el carbón y el petróleo, genera empleo y atrae inversiones. Además, mejora la conectividad regional y fortalece la competitividad y productividad a través de la eficiencia logística y la adopción de tecnologías avanzadas (BID). Cada vez más países están reconociendo la importancia de contar con estructuras portuarias adecuadas y, pese a las elevadas inversiones necesarias, están impulsando el desarrollo de estas instalaciones. Sin embargo, para garantizar que estas inversiones se rentabilicen a largo plazo, es esencial que vayan acompañadas de mejoras en la infraestructura adyacente, lo que optimizará el transporte y facilitará la recuperación del capital invertido.
Un proyecto portuario consiste en el desarrollo y mejoramiento de instalaciones esenciales para la operación eficiente y segura de un puerto. Incluye la construcción y adecuación de muelles robustos para el atraque de buques, equipados con grúas de muelle capaces de manejar grandes volúmenes de carga. Se desarrollan áreas de patios para contenedores, optimizadas para el almacenamiento y organización de estos, complementadas con grúas RTGs (Rubber Tyred Gantry Cranes) para el movimiento vertical y horizontal de contenedores. La profundidad de la dársena es incrementada para permitir el acceso de buques de gran calado, particularmente aquellos con capacidad de hasta 14.000 TEUs (Twenty-foot Equivalent Units). Adicionalmente, se instalan tomas para contenedores refrigerados, garantizando que la mercancía perecedera se mantenga en condiciones óptimas durante su estadía en el puerto. Este conjunto de infraestructuras y equipamientos asegura la capacidad del puerto para atender eficazmente buques de gran tamaño, mejorando la competitividad y eficiencia del comercio marítimo.
En Colombia, entre 1991 y 2023, la capacidad portuaria se incrementó de 21 a 401 millones de toneladas, respaldada por inversiones de USD 180 millones en los últimos cuatro años y una inversión récord de USD 229 millones en 2023 (Ministerio de Transporte).
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (2021), Colombia ocupa el primer lugar en América del Sur en el índice de conectividad a la red marítima global. Además, según el ranking global de puertos de contenedores (The CPPI 2021: Global Ranking of Container Ports) del Banco Mundial, la zona portuaria de Cartagena lidera en eficiencia portuaria en Latinoamérica, seguida de la zona portuaria de Buenaventura, posicionando a Colombia en el quinto lugar a nivel mundial en conjunto.
En los últimos tres años, el volumen de carga movilizada empleando el modo portuario fue de 171.550.361 toneladas en 2021, 167.854.579 en 2022 y 175.954.515 en 2023. Este último año reflejó una recuperación en la dinámica portuaria, con un incremento del 4,8% en las toneladas movilizadas en comparación con el año anterior, impulsado por el aumento en las exportaciones.
El panorama actual para el desarrollo de proyectos portuarios se caracteriza por una dinámica influenciada por factores normativos, económicos y políticos, los cuales pueden impactar significativamente la operación portuaria. Entre estos factores se incluyen: cambios en leyes y regulaciones, fluctuaciones en las tasas de interés, variaciones en el clima político y en las relaciones internacionales, así como fluctuaciones en el comercio exterior. En este contexto, es muy importante que tanto el Estado como las sociedades portuarias cuenten con interventorías técnicamente expertas como Incoplan S.A. que:
Interpreten y faciliten ajustes en los planes de construcción y operación en respuesta a cambios en el entorno, como nuevas normativas, alteraciones en la demanda de servicios portuarios o variaciones en las condiciones económicas.
Revisen y adapten las metodologías de trabajo y los cronogramas, optimizando así los recursos, evitando sobrecostos y minimizando posibles retrasos en la ejecución de los proyectos.
Fomenten un diálogo continuo entre el concesionario y las autoridades para resolver problemas de manera oportuna y evitar bloqueos en el desarrollo de los proyectos.
Aseguren el cumplimiento adecuado de las obligaciones contractuales a través de una supervisión técnica rigurosa, reduciendo así el riesgo de disputas legales entre las partes.
Esta actividad se desarrolla haciendo un seguimiento técnico, financiero y jurídico al cumplimiento del contrato de Concesión cuyos compromisos son la ejecución del plan de inversiones, el pago de la contraprestación, el cumplimiento del marco normativo en asuntos tarifarios, de operación, ambientales y sociales. Con esto se garantiza el cumplimiento del objetivo estatal de optimizar el funcionamiento del sector portuario, mejorar la infraestructura y garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de las inversiones realizadas.
Desafíos para los siguientes años en este modo.
En conclusión, el desarrollo de una infraestructura portuaria de alta calidad, operada de manera eficiente, ha sido un requisito previo para tener estrategias de crecimiento exitosas, en particular aquellas impulsadas por las exportaciones. Cuando se hace correctamente, puede atraer inversiones en los sistemas de producción y distribución y, eventualmente, impulsar el crecimiento de las manufacturas y la logística, crear empleos y aumentar los niveles de ingresos.
Incoplan S.A., desde su rol como agente experto en interventoría de obra y de estudios y diseños en el sector portuario, busca coadyuvar en la mejora de la infraestructura portuaria, el aumento de la competitividad, y la promoción de la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión portuaria. Este enfoque está alineado con el CONPES 4118 de 2023, que define una política para optimizar la conectividad y capacidad de los puertos, fomentar inversiones privadas y públicas, y asegurar una gestión moderna y efectiva que impulse el crecimiento económico del país.