Por:
César Pulido
Ingeniero Civil
La estructura de pavimentos flexibles es un diseño específico utilizado en carreteras y otras infraestructuras para soportar cargas vehiculares y proporcionar una superficie de conducción durable. Esta estructura está compuesta por varias capas, cada una con funciones y propiedades particulares. A continuación, se presenta una descripción general de las capas típicas en una estructura de pavimentos flexibles, de arriba hacia abajo.
La capa superior, llamada capa de rodadura, proporciona la superficie de conducción y resistencia al desgaste. Opcionalmente, se puede agregar una capa de sellado para prevenir la infiltración de humedad o instalar una capa intermedia que funciona como soporte de cargas vehiculares. La base (capa estructura pavimento), compuesta por materiales granulares como grava o agregado triturado (de Río o Cantera), distribuye las cargas de tráfico de manera uniforme. Justo debajo, la sub-base proporciona soporte adicional y ayuda a disipar la humedad. La capa más baja es la subrasante, en contacto directo con el suelo natural, brindando el soporte estructural fundamental. La flexibilidad de este diseño permite que las capas se deformen bajo el tráfico, distribuyendo cargas y reduciendo el estrés transmitido al suelo subyacente, contribuyendo a la durabilidad y eficiencia del pavimento.
La diferencia clave entre pavimentos flexibles y rígidos radica en la capacidad de deformación ante cargas vehiculares. Los pavimentos flexibles, generalmente construidos con capas de asfalto sobre una base granular, poseen una deformación admisible que les permite deformarse con cierta permisividad con ciertos parámetros como lo son: el tráfico, cargas de carros y adaptaciones del suelo. En contraste, los pavimentos rígidos, construidos con losa de concreto, son menos flexibles y tienden a distribuir las cargas de manera más uniforme sobre el suelo. Aunque los pavimentos flexibles son adecuados para suelos con variaciones y son más propicios para soportar mayores esfuerzos, los pavimentos rígidos son preferidos en casos de cargas concentradas y más altas y para superficies que requieren mayor resistencia y durabilidad. La elección entre ambos tipos depende de factores como el tipo de tráfico, las condiciones del suelo, presupuesto a largo plazo y los objetivos de diseño de la Infraestructura.
En resumen, al abordar la estructura del pavimento flexible y su contraparte rígida, resulta evidente que la elección entre ambas opciones es esencial para el éxito de cualquier proyecto vial.
En INCOPLAN, nuestra experiencia en interventoría de obras y diseños nos ha permitido apreciar la importancia de esta decisión en términos de durabilidad, seguridad y eficiencia. Los pavimentos flexibles, con su capacidad de adaptación a deformaciones, ofrecen soluciones ideales para una construcción más rápida, mientras que los pavimentos rígidos, con su resistencia y durabilidad, son apropiados para aplicaciones específicas.
Nuestro compromiso en INCOPLAN es asegurar que cada proyecto cuente con la estructura de pavimento óptima, considerando factores como tráfico, suelo, presupuesto a largo plazo y objetivos de diseño. A través de nuestra labor en interventoría, respaldamos la implementación de soluciones óptimas que garanticen la calidad y longevidad de las infraestructuras viales.