DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DE LA RIQUEZA Y EL PODER

Reforma de los sistemas financieros para cubrir las necesidades de la mayoría

La especulación en los mercados financieros no debería determinar el destino del planeta. Una sociedad reformada debería obtener la propiedad y el control democrático de un sistema financiero en el que los mercados son reemplazados por inversiones públicas planificadas para ir generando progresivamente sectores industriales y agrícolas verdes y sostenibles para cubrir las necesidades de la mayoría. El dinero que se encuentra actualmente bajo el control de los bancos centrales responde a intereses privados y se socializa para que responda a demandas sociales.

Propuestas para un cambio estructural (conjunto de políticas, prácticas e inversiones)

  • Promover y fomentar la banca comunitaria, ética y cooperativa cuyo objetivo es servir a la comunidad y tiene objetivos específicos como la transición climática o fomentar el sector de los cuidados en contraposición a beneficiar a los socios propietarios.

  • Conceder préstamos orientados a cubrir las necesidades de la gente en lugar de préstamos en función de su capacidad para devolverlos.

  • Eliminar los flujos financieros ilícitos y prohibir la transferencia de fondos a paraísos fiscales.

  • Poner fin a la exención de impuestos y otras formas de subvención para las grandes empresas.

  • Respaldar legalmente las redes de producción e intercambio basadas en el crédito mutuo u otras formas de intercambio o moneda social comunitaria que no dependan en la generación de deudas.

  • Crear una plataforma internacional entre los estados del Sur global que los obligue a asumir controles de capital; estos controles incluyen los impuestos sobre las transacciones financieras, requisitos mínimos de permanencia, y límites a la cantidad de dinero que puede circular más allá de las fronteras. Nota: los controles de capital y el control democrático sobre el Banco Central prevendrán la huida de capitales y debería otorgar a los Gobiernos soberanía sobre sus divisas y economías.

  • “Desdolarización” mediante sistemas de pago alternativos, empezando con servicios regionales que no estén basados en el dólar y cuenten con el apoyo de nuevas instituciones financieras globales.

  • Fomentar la slow finance a través del establecimiento de límites legales a las transacciones financieras; reestablecer un sentido de proporción entre la esfera financiera y la economía real así como cambiar la lógica cultural en la que se formulan las inversiones.

  • Reclamar el dinero como una utilidad pública, una transición a un sistema monetario soberano y la exploración de un uso más amplio de las divisas alternativas. Eliminar el sistema bancario de reserva fraccionaria y acabar con el poder de los bancos para generar el dinero. En su lugar, la creación y destrucción del dinero debería organizarse democráticamente de acuerdo a unos criterios sociales y ecológicos.

Renta equitativa y prestaciones [A fondo]

La renta equitativa y las prestaciones ayudarán a superar las desigualdades en todas las clases sociales. En particular, la economía informal y el trabajo no remunerado deberían tenerse en cuenta y estar reconocidas. La propuesta de la RBU une a la DERECHA (libertad de acción para emprender tu propio negocio y convertirse en empresario) y la IZQUIERDA (redistribución de la riqueza y acabar con la libertad y la desigualdad).

Introducir un sistema progresivo de impuestos que penalice a los contaminadores

Los tipos impositivos progresivos redistribuyen la riqueza, que está injustamente concentrada en poderosas corporaciones, naciones y elites y proporciona un fuerte incentivo para cualquier producto, servicio o actividad que reduzca nuestro impacto en el medioambiente y fomente el bienestar de todas las personas.


Mira este vídeo sobre cómo reinventar el sistema tributario con nuestros aliados.

Propuestas para un cambio estructural (conjunto de políticas, prácticas e inversiones)

  • Impuesto sobre el patrimonio, que invierte la carga tributaria sobre el trabajo y los salarios, de modo que recaiga sobre la acumulación de riqueza. Por ejemplo, un impuesto sobre el patrimonio para el 1 % más rico o límites a los ingresos de los directores generales de las empresas, como máximo de ingresos, para complementar las garantías de ingresos mínimos/necesidades, o una remuneración máxima proporcional a la remuneración mínima en cualquier organización.

  • Abogar por impuestos progresivos y la redistribución de ingresos.

  • Crear impuestos de sucesión regresivos para prevenir la desigualdad de riqueza generacional.

  • Gravar los grandes beneficios corporativos y dejar de hacer exenciones para sus traslados financieros y tecnológicos.

  • Deberían introducirse impuestos sobre los rendimientos especulativos de las acciones y las transacciones financieras, idealmente a nivel mundial. Deberían prohibirse los productos y operaciones financieras perjudiciales, junto con controles y restricciones estrictos para la industria financiera. Debería aplicarse la “tasa Google”.

  • Aplicar el principio de “quien contamina, paga”, es decir, un impuesto regresivo sobre las emisiones nocivas derivadas del uso de combustibles fósiles y otras producciones agrícolas e industriales perjudiciales (para evitar que los grupos más vulnerables soporten la carga de la contaminación) y sobre los productores de productos desechables y no reparables ni reutilizables.

  • Pagar los impuestos allí donde se generan los ingresos y cerrar los vacíos legales que facilitan la elusión y la evasión fiscal; prohibir los paraísos fiscales.

  • Gravar de forma punitiva a las empresas con ratios salariales muy desiguales.

  • Crear incentivos fiscales para las actividades que frenen el flujo y contribuyan a crear una economía circular, como la reparación, la reutilización o el intercambio, así como para la producción local y sostenible.

  • Subvenciones, acceso a créditos y préstamos y/o deducciones fiscales para productos manufacturados ecológicos y de primera necesidad.

Descentralizar y democratizar los medios de producción y propiedad

La regularización otorga a las comunidades locales, así como a las personas productoras y consumidoras (o prosumidoras), el control sobre los medios de producción, distribución, intercambio y de mercado. La localización cubre todas las necesidades básicas a través de una economía local y regional; el comercio a mayor escala y el intercambio, si fuera necesario, se construyen por y para salvaguardar esta autosuficiencia local; la naturaleza, los recursos naturales y otros elementos importantes que nutren a la economía son administrados como comunes; la propiedad privada es mínima o inexistente.

Propuestas para un cambio estructural (conjunto de políticas, prácticas e inversiones)

  • Apoyar y promocionar modelos de negocios y tecnologías que distribuyan las formas de comercio, beneficio y creación de valor (como las cooperativas o el cooperativismo de plataforma, y limitar el poder y/o tamaño de las empresas).

  • Desarrollar políticas y prácticas que favorezcan el acceso en contraposición a la propiedad, y donde el uso, acceso, control y distribución de los medios de producción esté distribuido de manera equitativa.

  • Reforzar la propiedad pública mediante la transferencia de acciones mayoritarias a personas trabajadoras o empleadas que, por lo tanto, obtendrán el control y el poder de gestión.

  • Promover la propiedad y el control público y comunitario de los sectores esenciales para cubrir las necesidades básicas (por ejemplo, alguna variante de empresas públicas de energía de propiedad municipal o cooperativas). Redistribuir la propiedad de los grandes propietarios.

  • Organizar la custodia de la naturaleza en torno a una serie de límites ecológicos (por ejemplo, en torno a límites de emisiones centrales o de extracción de recursos). Es indispensable y extremadamente urgente que la humanidad se ponga de acuerdo no sólo en un presupuesto global de carbón, sino también en cómo distribuirlo entre las personas, sociedades y generaciones bajo un criterio de justicia climática.