FOMENTAR EL PLURALISMO CON MÚLTIPLES SISTEMAS NUEVOS

Y acordamos que, si no era posible hacerlo en este mundo, entonces haríamos otro mundo, uno más grande, uno mejor, uno donde quepan todos los mundos posibles, los que ya hay y los que aún no imaginamos. Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Los modelos posdesarrollistas pluralistas, basados en un amplio abanico de modos de vida y de desarrollo, sustituyen el paradigma occidental unilateral de desarrollo extractivista.

El pluralismo se alza como el antídoto a la definición unilateral del desarrollo y su equiparación inherente al modelo extractivista. El pluralismo promueve que se entable un diálogo con modos de vida conocidos y practicados en diferentes regiones del planeta. Hace referencia a la diversidad, a diferencias en los distintos modos de comprender la realidad, en los sistemas de valores y de creencias, y en las nociones de ‟otredad”. Implica, en resumen, que la gente sea respetada por lo que valoran/consideran valioso.

Por todo el mundo están surgiendo respuestas a las crisis sistémicas a las que nos enfrentamos, desde resistencia frente a la actividad minera, las grandes represas y los abusos de poder estatales y corporativos como maneras creativas de hacer frente a las necesidades alimentarias, energéticas y de agua. Estas respuestas muestran que hay alternativas a la actual ideología dominante sobre el ‟desarrollo”. Algunas de ellas reivindican o continúan modos de vida y de subsistencia que han existido en relativa armonía con la tierra desde hace miles de años. Este es el caso de los movimientos de los pueblos indígenas por la autonomía territorial y cultural. Otras son iniciativas nuevas que derivan de movimientos de resistencia contra la naturaleza destructiva del capitalismo, el patriarcado y otras formas de concentración de poder. Algunos ejemplos son e poscrecimiento, el ecofeminismo, el ecosocialismo y la recomunización del espacio urbano y del conocimiento.

Todos estos movimientos e iniciativas tienen como objetivo impulsar un cambio sistémico mediante el cuestionamiento de las estructuras de dominación y explotación. Su fuerza reside en la diversidad de sus contextos y procesos frente a la homogeneidad del marco del desarrollo occidental, que promueve el consumo irracional y el materialismo. Al mismo tiempo, comparten unos principios y unos valores comunes tales como la cooperación y la solidaridad, la interconectividad y la reciprocidad, los derechos humanos y los derechos de la naturaleza y la igualdad y la justicia, entre otros.

¿Por qué es importante?

Existen diferentes países con diferentes culturas y diferentes enfoques de desarrollo, que pueden ser adaptados a cualquier contexto. Es imperativo que cuestionemos la idea de que solo existe una forma de desarrollo y que todos los países deben seguir el mismo modelo de capitalismo occidental que ha derivado en sociedades pobres, desiguales y violentas y en la destrucción progresiva del medio ambiente.

Necesitamos adoptar con urgencia modelos de desarrollo que tengan en cuenta la justicia, la sostenibilidad, la igualdad, el bienestar y las comunidades indígenas y rurales. Debemos crear espacios que nos permitan articular ideas innovadoras y alternativas que promuevan un progreso basado en el bienestar colectivo de la humanidad y la naturaleza.

¿Cómo lo promovemos?

Deteniendo a las industrias extractivas y señalando su toxicidad

  • Demandando una moratoria del macroextractivismo industrial (minería, combustibles fósiles, industria forestal y agrícola, pesca). Reduciendo su legitimidad social y sus derechos de acceso a recursos naturales como el agua. Parando el desplazamiento de comunidades indígenas y la destrucción de hábitats que provocan con tal de disponer de sus puntos de entrada. Tanto los Gobiernos como las empresas privadas deberían asumir la responsabilidad de planear y financiar una transición justa para las personas trabajadoras y las comunidades afectadas. Las estrategias de transición deben contar con un enfoque geográfico articulado a partir de inversiones y programas sociales a largo plazo. Siempre que sea posible, las nuevas inversiones deben adelantarse a los cierres.


Explorar y experimentando con alternativas al desarrollo y al extractivismo, y respaldándolas con nuevos modelos económicos comprometidos con la justicia social y medioambiental, mediante:

  • El cuestionamiento del statu quo (es decir, el poscrecimiento en el Norte y el posextractivismo en el Sur). La demanda de materias primas va a descender a medida que el crecimiento de las economías del Norte global se detiene o incluso se contrae; en este contexto los países del Sur deben repensar sus modelos económicos y alejarse de las estrategias basadas en la exportación de materias primas para promover modelos que pongan a la naturaleza y la comunidad en el centro, poniendo las bases para nuevas civilizaciones: abandonando el antropocentrismo hacia un biocentrismo orientado a la reproducción de la vida, y no del capital.

  • La sustitución del crecimiento por la satisfacción de las necesidades y una justicia distributiva que garantice la calidad de vida de las personas en un sentido amplio, que vaya más allá del bienestar material e individual y el antropocentrismo para incluir a la espiritualidad, la comunidad y la naturaleza.

  • El reconocimiento del valor inherente a la naturaleza, tanto a nivel local como global, y la búsqueda de actividades humanas armoniosas para con la naturaleza que respeten la interconectividad de todos los entes vivos.

  • El reconocimiento y el aprendizaje de las contribuciones de las culturas indígenas, entendiendo que son interculturales, que implican la interacción y la interconexión entre múltiples sistemas de conocimiento salvaguardados en los comunes, que no pueden ser privatizadas, mercantilizadas o vendidas, y que se adaptan a cada contexto histórico, social y medioambiental particular.


Promover nuevas narrativas y relatos que:

  • Se alejen de la ideología del crecimiento y del reduccionismo materialista.

  • Cuestionen la idea de que el Sur debe adoptar los estilos de vida y la cultura de las naciones industrializadas y que se alejen de la modernidad europea hegemónica.

  • Sean una fuente de fuerza, esperanza e inspiración en los que podamos apoyarnos las unas en las otras y donde la cooperación, y no la competencia, sea la norma.

  • Promuevan una noción de calidad de vida que no esté basada simplemente en la acumulación de bienes materiales, sino que se expanda para incluir otras dimensiones, como la cultural y la espiritual.


Contribuir a la construcción y la articulación de movimientos que luchan por la justicia social, medioambiental y económica

Como por ejemplo, los movimientos de mujeres, de personas trabajadoras, sin hogar, pobres, indígenas, por las reformas agrarias o en defensa del medio ambiente. Debemos empoderar este tipo de organizaciones en sus acciones y movilizaciones y experimentar con iniciativas colaborativas que reconozcan la diversidad de visiones y habilidades humanas en lo relativo al bienestar planetario y la necesidad de protegerlo.

¿A qué aspiramos?

Alternativas posdesarrollistas y posextractivistas pluralistas, basadas en un amplio abanico de modos de vida y de desarrollo, sustituyen el paradigma occidental unilateral de desarrollo extractivista y promueven una transición hacia una economía permanente o sostenible basada en energías y materiales renovables y cuotas aranceles para las exportaciones de materias primas.

Desde los tiempos de Chico Mendes en la década de 1980, las luchas brasileñas en contra de la deforestación del Amazonas le dieron un nuevo sentido al término “reservas extractivistas”, que era usado en un sentido positivo (Burke, 2012). Al percatarse de que la conversión de los bosques en tierra de pastoreo aumentaba la ‟producción” (al introducir en el mercado un insumo que había permanecido fuera hasta el momento), los recolectores de caucho (o seringueiros, junto con la antropóloga Mary Aleggretti) inventaron el nuevo término. Este adquirió su sentido legal tras el asesinato de Chico Mendes en Acre en diciembre de 1988, y se refiere a áreas donde se conserva la masa forestal. En esas zonas la población local extraía látex del árbol del caucho y nueces de Brasil (castanha do Pará) para su venta, se practicaba la agricultura, la pesca y la caza de subsistencia a pequeña escala y se recolectaban otras frutas y plantas medicinales de manera sostenible. Pocos años después se supo que los bosques cumplen otras funciones ecológicas (reciclado de agua, absorción de carbono), lo cual confirmó la necesidad de apoyar reservas extractivistas (así llamadas por el marco legislativo que las regula en Brasil). Desgraciadamente, esta estrategia no ha parado la deforestación de la Amazonia. Muchas de las personas que han intentado mantener la integridad de los bosques han sido asesinadas. En una repetición del asesinato de Chico Menes en Xapurí, en 2011 dos conocidos activistas que defendían una reserva extractivista en Pará (José Cláudio Ribeiro da Silva y Maria do Espírito Santo) fueron asesinados cerca de su casa en Nova Ipixuna, a cincuenta kilómetros de Marabá. Nótense los dos significados (opuestos) del término extractivismo. Algunas de las inversiones en grandes proyectos mineros o hidroeléctricos bajo los mandatos de los presidentes Lula y Rousseff (como la represa de Belo Monte) en Brasil son claros ejemplos del extractivismo latinoamericano y constituyen una amenaza para las reservas extractivistas (en el sentido brasileño del término).

¿Cómo podemos conseguirlo?

Aprovechando este punto de inflexión para:

UN CAMBIO DE MENTALIDAD

  1. Crear una nueva normalidad, cambiar prácticas culturales y promover valores y normas que incentiven estilos de vida y decisiones sostenibles mientras penalizan los comportamientos destructivos.

    Un cambio de mentalidad no es algo que vaya a ocurrir de un día para otro, si no el resultado de un largo proceso de construcción y reconstrucción. Debemos empezar a desmontar mitos tales como el beneficio, el progreso, el desarrollo y la globalización, y redefinir conceptos como prosperidad, bienestar, éxito y ciudadanía; todo ello mientras impulsamos cambios radicales que apunten a nuevos mundos, basados tanto en experiencias ya existentes como en otras opciones. Las políticas gubernamentales y el cambio estructural también van a ser importantes, pero para los procesos en los que el liderazgo recae principalmente en las comunidades (y no en el Estado) el cambio cultural y mental va a ser prioritario.


  1. Apoyar la diversidad y la pluralidad cultural y de conocimiento

El conocimiento, incluyendo su generación, uso y transmisión, es de dominio público o se integra en lo común; la innovación se genera de manera democrática y no existen torres de marfil de ‟los expertos”; el aprendizaje se integra en el día a día y no exclusivamente en instituciones especializadas, y existen vías (tanto individuales como colectivas) para acceder a la realización ética y espiritual y la felicidad que son accesibles para todo el mundo.

DE: Una visión universalizadora y monolítica del mundo
A: Una multiplicidad de mundos posibles que reconoce la diversidad de visiones y habilidades humanas en lo relativo al bienestar planetario y su protección.

DE: ‟Desarrollo = progreso”
A: Una visión del mundo que pone el equilibrio social y ecológico en el centro y en la que se cultivan alternativas culturales que respetan la vida en la tierra. Las sociedades están cimentadas en la igualdad y las equidades (en plural) y las economías están basadas en la inclusión, la justicia y la diversidad y funcionan a partir de la solidaridad y la reciprocidad.

DE: TINA, del acrónimo formado por las siglas en inglés de There Is No Alternative (‟No hay alternativa”)
A: TAMPA, del acrónimo formado por las siglas en inglés de There Are Many Possible Alternatives (‟Hay muchas alternativas posibles”)

DE: Narrativas sobre fortalezas y globalismo
A: Narrativas sobre solidaridad

DE: Conciencia antropocentrista
A: Conciencia biocentrista

DE: Visiones individualistas del bienestar (dinero, bienes materiales, salud personal, ascender en la jerarquía social)
A: Bienestar colectivo con la comunidad en el centro y en conexión con la naturaleza y el espíritu (‟estar bien”)

UN CAMBIO EN EL PODER

Subvertir las dinámicas de poder y presionar a las élites políticas y económicas para transformar —y eventualmente redistribuir— el poder, de forma que pase de unas pocas a muchas manos

  • Adoptar la democracia directa o radical, en la cual el poder decisivo parte de la unidad más pequeña de un asentamiento humano, rural o urbano, y en la cual toda persona tiene el derecho, la capacidad y la oportunidad de participar; que se articula desde ellas hacia escalas mayores de gobernanza que rinden cuentas con estas unidades básicas; en la cual el proceso decisorio político respeta los vínculos y los límites culturales y ecológicos.

  • Incentivar la cooperación e interconexión entre panoramas y ecosistemas más amplios y entre cuerpos democráticos descentralizados, tanto a nivel nacional como local, con el objetivo de proteger los ecosistemas, los sustentos, los mercados y cualquier tipo de medidas de provisión de bienestar que sean necesarias, con independencia de las fronteras políticas locales y nacionales.


PROMOVER EL CAMBIO ESTRUCTURAL / DEFENDER LOS LÍMITES MEDIOAMBIENTALES

  • Ejercer presión para la adopción de políticas públicas orientadas a la satisfacción de las necesidades básicas universales y el equilibrio socioecológico en lugar del crecimiento del PIB (véase Más allá del PIB).

  • Reconocer y apoyar en constituciones, regulaciones y tratados la necesidad de modelos ‟posdesarrollistas” pluralistas basados en una diversidad de maneras de vivir y desarrollarse y una sociedad poscrecimiento en la que será necesario que proliferen un tipo de actividades (p. ej. las cooperativas, los huertos y las organizaciones comunitarias) mientras otras entran en declive (p. ej. las empresas contaminantes, el extractivismo y la industria publicitaria).

  • Cuestionar los fronteras políticas actuales, incluyendo las de los Estados-nación, hasta el punto en el que el papel del Estado se minimice de tal manera que permita las interconexiones en un panorama mayor, a la vez que garantice las medidas de provisión de bienestar que continúen siendo necesarias.