CÁNCER DE PRÓSTATA

El cáncer de próstata comienza en las células de la próstata, que es una pequeña glándula en el sistema reproductivo masculino que produce semen. La glándula prostática se encuentra debajo de la vejiga, frente al recto y rodea la parte superior de la uretra.

El cáncer de próstata por lo general crece lentamente y, a menudo, se puede extirpar por completo o manejar con éxito cuando se diagnostica antes de que se haya propagado fuera de la próstata. Los hombres mayores con cáncer de próstata a menudo mueren por otras causas.

El tipo más común de cáncer de próstata es el adenocarcinoma de próstata (95% de todos los cánceres de próstata.

  • El adenocarcinoma comienza en las células de las glándulas. Las células de las glándulas de la próstata producen moco y líquido prostático, que se mezclan con el esperma y otros líquidos para producir semen. La mayoría de los adenocarcinomas se encuentran en la parte externa de la próstata. Generalmente se desarrolla en más de un área de la próstata. Cuando el cáncer se encuentra en más de un área de un órgano, se le llama cáncer multifocal. Cada sitio en la próstata puede tener una diferente calificación.

  • Tumores cancerosos raros de la próstata:

      • Carcinoma urotelial (también llamado carcinoma de células de transición)

      • Sarcoma

      • Carcinoma de células pequeñas

      • Tumores carcinoides

      • Carcinoma de células escamosas

  • Posibles condiciones precancerosas de la próstata son cambios en las células de la próstata que podrían hacerlas más propensas a convertirse en cáncer. Estas condiciones aún no son cáncer. Pero si no se tratan, existe la posibilidad de que estos cambios anormales se conviertan en cáncer de próstata. Algunos expertos clasifican la neoplasia intraepitelial prostática (PIN), la atrofia inflamatoria proliferativa (PIA) y la proliferación acinar pequeña atípica (ASAP) como condiciones precancerosas, pero la mayoría de los expertos no cree que estén relacionadas con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata. Por lo tanto, aquellos con PIN, PIA y ASAP no reciben tratamiento, y solo aquellos que tienen ASAP necesitan seguimiento.

  • La neoplasia intraepitelial prostática (PIN) es una condición anormal de células epiteliales que revisten las glándulas de la próstata. Puede afectar a más de un área de la próstata (llamada PIN multifocal). El PIN generalmente lo encuentra un biopsia para detectar cáncer de próstata o durante una resección transuretral de la próstata (RTUP) . El PIN se puede clasificar como de grado bajo o de grado alto. Muchos hombres con PIN nunca desarrollarán cáncer de próstata, pero si se encuentra PIN de alto grado, existe una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata con el tiempo.

  • La atrofia inflamatoria proliferativa (PIA) significa que hay áreas de inflamación en la próstata y las células de la próstata se ven más pequeñas de lo normal. La PIA no es cancerosa. Algunas investigaciones sugieren un vínculo entre PIA y PIN de alto grado o cáncer de próstata y algunas investigaciones no lo hacen.

  • La proliferación acinar pequeña atípica (ASAP) es un crecimiento anormal de las células de las glándulas en la próstata. Algunos hombres con ASAP pueden tener cáncer de próstata, por lo que los médicos pueden recomendar realizar una biopsia de seguimiento en seis meses. Si la biopsia repetida también muestra este crecimiento anormal, los médicos pueden recomendar un tratamiento.

  • Condiciones no cancerosas de la próstata (benigna) es un cambio en las células de la próstata, pero no es cáncer. Las condiciones no cancerosas no se propagan (metastatizan) a otras partes del cuerpo y, por lo general, no ponen en peligro la vida. Las condiciones no cancerosas más comunes de la próstata son:

  • Prostatitis.

  • Hiperplasia prostática benigna (HPB).

Prevención de recurrencia, vida saludable y autocuidado

Ciertos comportamientos, sustancias o condiciones pueden afectar su riesgo o posibilidad de desarrollar cáncer. Algunas cosas aumentan su riesgo y otras lo reducen. La mayoría de los cánceres son el resultado de muchos riesgos. Pero a veces el cáncer se desarrolla en personas que no tienen ningún riesgo.

El riesgo de cáncer de próstata aumenta a medida que los hombres envejecen. La posibilidad de que le diagnostiquen cáncer de próstata es mayor después de los 50 años. El cáncer de próstata se diagnostica con mayor frecuencia en hombres de 60 años.

Lo siguiente puede aumentar su riesgo de cáncer de próstata. La mayoría de estos riesgos no se pueden cambiar.

Factores de riesgo

  • Antecedentes familiares de cáncer de próstata: este riesgo es mayor si uno de tus familiares de primer grado (tu padre, hermano o hijo) ha sido diagnosticado. Cuantos más familiares de primer grado con cáncer de próstata tenga, mayor será su riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

El riesgo de cáncer de próstata también depende de la edad en el momento del diagnóstico. Si a su familiar se le diagnosticó cáncer de próstata antes de los 65 años, su probabilidad de desarrollar cáncer de próstata es mayor que si a su familiar se le diagnosticó a una edad mayor.


  • Riesgos personales:

    • Su riesgo aumenta después de los 50 años y alcanza su punto máximo entre los 70 y los 74 años.

    • Su riesgo disminuye ligeramente después de los 75 años, pero sigue siendo alto.

    • Su riesgo es mayor si tiene un padre o un hermano que haya tenido cáncer de próstata.

Si usted es una persona en uno de estos grupos de mayor riesgo, hable con su médico sobre la revisión regular de la salud de su próstata.


  • Etnia negra: se incluye la ascendencia africana o caribeña con más frecuencia que en hombres de otras etnias. Los hombres negros también tienen más probabilidades de tener tumores de próstata que crecen y se diseminan rápidamente y tienen más probabilidades de morir de cáncer de próstata en comparación con otros hombres. La razón para esto no es clara.


  • Obesidad o sobrepeso: tener estas condiciones hace que sea más probable que el cáncer de próstata se diagnostique en una etapa posterior. La grasa corporal alta también está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata de alto grado. Su riesgo de cáncer de próstata es mayor si tiene exceso de peso con:

      • Un alto índice de masa corporal (IMC).

      • Una medida de cintura de 94 cm o más.

      • Una relación cintura-cadera alta: la medida de su cintura dividida por la medida de su cadera es 1.0 o más.


  • Estatura adulta alta: varios factores que conducen a una estatura adulta alta, como la genética y la tasa de crecimiento durante la infancia, parecen contribuir a un mayor riesgo.


  • Mutaciones genéticas heredadas: solo un número muy pequeño de casos de cáncer de próstata están relacionados con mutaciones genéticas heredadas. En este momento, las pruebas genéticas no se realizan comúnmente para el cáncer de próstata. Las dos mutaciones genéticas más comunes relacionadas con el cáncer de próstata son HOXB13 y BRCA2. Los investigadores están estudiando muchas otras mutaciones genéticas que pueden afectar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

Tips para una vida saludable

  • Mantener un peso corporal saludable, incluso perder una pequeña cantidad de peso puede ayudar a reducir el riesgo para su salud. Pequeños cambios en su dieta y actividad física pueden ser suficientes para ayudarlo.


  • Comer una dieta saludable y bien balanceada que incluya una variedad de grupos de alimentos puede ayudarlo a recuperarse del cáncer de próstata. Comer bien también puede ayudarlo a vivir más tiempo y puede ayudar a reducir su riesgo de desarrollar un segundo cáncer. Mientras se recupera del cáncer de próstata, intente:

    • Tener una dieta rica en verduras, frutas y cereales integrales.

    • Limitar los alimentos y bebidas con alto contenido calórico.

    • Tener una dieta baja en grasas saturadas.


  • Las investigaciones muestran que obtener suficiente vitamina D y calcio puede ayudar a prevenir la osteoporosis y las fracturas óseas en quienes reciben terapia hormonal. Algunos hombres que reciben radioterapia tienen problemas para absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos.

Diagnóstico

No todos los pacientes siguen el mismo proceso de diagnóstico. En muchos casos, un médico no especialista es el primer contacto en el proceso de diagnóstico del cáncer, y es quien deriva a un paciente a un especialista.

Las siguientes pruebas se utilizan generalmente para descartar o diagnosticar el cáncer de próstata y también para determinar la etapa (hasta dónde se ha propagado el cáncer). Su médico también puede ordenar otras pruebas para verificar su salud general y ayudar a planificar su tratamiento. Es importante descartar otras razones de un problema de salud antes de hacer un diagnóstico de cáncer de próstata.

Historial de salud y examen físico

Su historial de salud es un registro de sus síntomas y riesgos y todos los eventos y problemas médicos que ha tenido en el pasado. Su médico le hará preguntas sobre:

  • Síntomas que sugieren cáncer de próstata.

  • Riesgos de cáncer de próstata.

Su médico también puede preguntarle sobre antecedentes familiares de cáncer de próstata. Un examen físico permite buscar cualquier signo de cáncer de próstata.

Examen rectal digital

Un examen rectal digital se puede hacer como parte de un examen físico. Su médico inserta un dedo enguantado en el recto para verificar el tamaño y la forma de la próstata y palpar si hay bultos o áreas anormales.

Pruebas de marcadores tumorales

Los marcadores tumorales son sustancias que se encuentran en la sangre, tejidos o fluidos extraídos del cuerpo. Una cantidad anormal de un marcador tumoral puede significar que tiene cáncer de próstata. La prueba de PSA ayuda a predecir si tiene cáncer de próstata y si se debe realizar una biopsia.

Prueba de antígeno prostático específico (PSA)

La prueba del antígeno prostático específico (PSA) se usa para medir el nivel de PSA en la sangre. El PSA es una proteína producida por la próstata, cuando es más alto de lo normal, puede indicar cáncer de próstata.

Los niveles de PSA también pueden ser altos en personas con afecciones no cancerosas de la próstata, como hiperplasia prostática benigna o prostatitis.

Si le han diagnosticado cáncer de próstata, su médico usará la prueba de PSA para medir su respuesta al tratamiento o para detectar signos de que el cáncer ha regresado (recurrido) después del tratamiento.

Otras pruebas de marcadores tumorales

Se pueden usar otras pruebas de marcadores tumorales junto con la prueba de PSA para ayudar a predecir si usted podría tener cáncer de próstata y si se debe realizar una biopsia. Pero estas no son pruebas estándar y actualmente es posible que no se paguen a través del sistema de salud de Canadá. Son caros y no se usan mucho. Incluyen lo siguiente.

  • 4Kscore es un análisis de sangre que puede predecir las posibilidades de que desarrolle cáncer de próstata de alto riesgo.

  • El índice de salud de la próstata (PHI, por sus siglas en inglés) es un análisis de sangre que predice las posibilidades de que desarrolle cáncer de próstata.

  • La prueba del antígeno 3 del cáncer de próstata (PCA3) es una prueba de orina (pipí) que busca PCA3 en la orina. PCA3 es un gen que normalmente está presente en niveles bajos en la próstata. Está presente en altos niveles en las células de cáncer de próstata.

Hemograma

Un hemograma mide la cantidad y la calidad de los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas. Se realiza para comprobar su estado general de salud y detectar signos de infección.

Pruebas de química sanguínea

Las pruebas de química sanguínea miden ciertas sustancias químicas en la sangre. Muestran qué tan bien están funcionando ciertos órganos y pueden ayudar a encontrar anomalías. Las pruebas químicas sanguíneas que pueden ayudar a determinar la etapa del cáncer de próstata incluyen las siguientes:

  • El nitrógeno ureico en sangre (BUN) y la creatinina sérica se miden para verificar qué tan bien están funcionando los riñones. Si son más altos de lo normal, puede significar que la próstata está bloqueando los conductos que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga (llamados uréteres).

  • Se pueden medir los niveles de calcio y fosfatasa alcalina en la sangre. Los niveles más altos de lo normal pueden significar que el cáncer de próstata se ha propagado a los huesos y los ha dañado.

Ecografía transrectal

Usa ondas de sonido de alta frecuencia para generar imágenes de partes del cuerpo. Una ecografía transrectal (TRUS) usa una sonda de ultrasonido colocada en el recto para generar imágenes de la próstata. Es usado para:

  • Guiar una aguja que se usa para extraer tejido de la próstata durante una biopsia.

  • Medir el tamaño de la próstata.

  • Buscar áreas anormales de la próstata.

Biopsia de próstata

Se puede realizar una biopsia de próstata si el médico encuentra un área anormal durante un examen rectal digita o ultrasonido. También se puede realizar si el nivel de PSA es más alto de lo normal o ha aumentado con el tiempo.

El tipo de biopsia que se usa se llama biopsia central porque el médico usa una aguja o sonda delgada y hueca para recolectar muestras de tejido (llamadas núcleos). En la mayoría de los casos, el médico toma de 10 a 12 muestras de varias áreas de la próstata, incluidas las áreas anormales. La recolección de las muestras puede causar algunas molestias, por lo que el médico puede inyectar un anestésico en la próstata antes de hacer la biopsia.

Los médicos usan pruebas de imágenes para ayudarlos a guiar la aguja hacia la glándula prostática. La mayoría de las biopsias de próstata se realizan mediante TRUS, pero a veces se utiliza una resonancia magnética. Pueden recoger muestras de la próstata a través de la pared del recto, el perineo o la uretra.

Si tiene una biopsia de próstata, se le administrarán antibióticos para prevenir una infección (llamados antibióticos profilácticos) ya que existe un mayor riesgo de infección con este tipo de biopsia. Si experimenta fiebre después de una biopsia, consulte a su médico de inmediato. No espere a su próxima cita planificada.

  • La biopsia transrectal usa TRUS para guiar la aguja a través de la pared del recto y hacia la próstata.

  • La biopsia transperineal usa TRUS para guiar la aguja a través de la piel del perineo (el área entre el escroto y el ano).

Las muestras recolectadas durante una biopsia de próstata se envían al laboratorio. El informe patológico dirá si hay células cancerosas en la muestra. Una biopsia positiva significa que se encontraron células cancerosas. Una biopsia negativa significa que no se encontraron células cancerosas. Si tiene una biopsia negativa, su médico puede repetir la biopsia porque, en algunos casos, una biopsia puede pasar por alto el cáncer. Si hay cáncer, el patólogo también dará una puntuación de Gleason (grado) y un grupo de grado para el cáncer de próstata. La puntuación de Gleason y el grupo de grado describen qué tan agresivo es el tumor de próstata y qué tan probable es que se propague.

  • La biopsia de fusión por resonancia magnética utiliza una resonancia magnética con TRUS. Se usa una resonancia magnética para identificar cualquier área irregular en la próstata. Luego se realiza una ecografía de la próstata. El software de computadora combina las 2 imágenes para producir una imagen 3D para identificar el área exacta de la biopsia.

  • La biopsia transuretral utiliza un cistoscopio (un instrumento en forma de tubo con una cámara de video diminuta y liviana) que se pasa a través de la uretra para llegar a la próstata. El médico recolecta muestras con herramientas que pasan a través del cistoscopio. Una biopsia transuretral generalmente no se usa para diagnosticar el cáncer de próstata.

Otras biopsias

Las siguientes biopsias se pueden usar para averiguar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras áreas del cuerpo fuera de la próstata:

  • La biopsia laparoscópica usa un laparoscopio, que es un instrumento delgado con forma de tubo con una cámara de video diminuta y liviana. El médico hace una pequeña incisión (corte quirúrgico) en el abdomen e inserta el laparoscopio. El médico usa una herramienta especial en el laparoscopio para extraer muestras o tejido anormal del interior del abdomen o la pelvis. Una biopsia laparoscópica también se puede utilizar para extirpar los ganglios linfáticos de la pelvis para que se puedan examinar en busca de cáncer.


  • La aspiración con aguja fina, utiliza una aguja y una jeringa muy finas para extraer una pequeña cantidad de líquido o células. Los médicos pueden usar aspiración con aguja fina para recolectar muestras de los ganglios linfáticos alrededor de la próstata. A veces usan una tomografía computarizada para guiar la aguja de la biopsia.

Resonancia magnética

La resonancia magnética nuclear (RMN) utiliza poderosas fuerzas magnéticas y ondas de radiofrecuencia para generar imágenes transversales de órganos, tejidos, huesos y vasos sanguíneos. Una computadora convierte las imágenes en imágenes en 3D. A veces, se inyecta un tinte (llamado medio de contraste) en una vena antes de la resonancia magnética. El tinte ayuda a que las partes del cuerpo se vean mejor en las imágenes.

A veces, las imágenes de resonancia magnética (MRI) y ecografía transrectal (TRUS) se combinan digitalmente para ayudar a identificar a quienes corren el riesgo de desarrollar una enfermedad más agresiva.

Una resonancia magnética se utiliza para:

  • Buscar cáncer en la parte frontal de la próstata que se pueda pasar por alto con otras pruebas.

  • Buscar cáncer de próstata cuando el médico cree que podría estar presente pero no se encuentra con una biopsia.

  • Medir el tamaño de la próstata o un tumor en la próstata.

  • Ayudar a planificar la radioterapia para tratar el cáncer de próstata.

  • Guiar la aguja durante una biopsia de próstata.

También se puede usar una resonancia magnética para ver si el cáncer se ha propagado fuera de la próstata, como a los ganglios linfáticos de la pelvis. Esto se puede hacer para los hombres que tienen niveles de PSA más altos de lo normal, un área anormal que se palpó durante un examen rectal digital o un puntaje de Gleason alto porque estos factores significan que es más probable que el cáncer se haya propagado.

Los siguientes tipos especializados de MRI se pueden usar para diagnosticar el cáncer de próstata:

  • La resonancia magnética multiparamétrica (mpMRI) utiliza varios tipos diferentes de pruebas de resonancia magnética (llamadas secuencias de resonancia magnética) que muestran diferentes detalles en la imagen de resonancia magnética. Mientras que una resonancia magnética estándar puede encontrar un tumor en la próstata, una resonancia magnética funcional brinda más detalles sobre la ubicación exacta del tumor, qué tan agresivo es y si se ha diseminado o no fuera de la próstata. Una mpMRI puede ayudar a los médicos a identificar mejor un área anormal durante una biopsia de próstata. También puede ayudar a los médicos a decidir quién debe recibir tratamiento de inmediato y quién puede beneficiarse más de vigilancia activa.

Su médico puede darle un puntaje del Sistema de datos e informes de imágenes de la próstata (PI-RADS) basado en su mpMRI. Esto puede ayudar a su médico a decidir si necesita someterse a una biopsia. Una puntuación de PI-RADS es un número del 1 al 5. Cuanto mayor sea el número, más probable es que tenga cáncer de próstata y necesite una biopsia. Una puntuación de PI-RADS de 1 significa que es muy poco probable que tenga cáncer de próstata. Una puntuación de PI-RADS de 5 significa que es muy probable que tenga cáncer de próstata.

  • La resonancia magnética con una bobina endorrectal usa un alambre delgado rodeado por un pequeño globo inflado que se coloca dentro del recto. Este tipo de resonancia magnética a veces se usa para obtener una mejor imagen de la próstata que una resonancia magnética estándar. Es posible que le den un sedante suave o un relajante muscular para que se sienta más cómodo.

Gammagrafía

Una gammagrafía ósea utiliza materiales radiactivos que buscan huesos (llamados radiofármacos) y una computadora para crear una imagen de los huesos. Se usa para buscar cáncer de próstata que se haya propagado a los huesos. Por lo general, los médicos no realizan una gammagrafía ósea si tiene un nivel bajo de PSA, un tacto rectal normal y una puntuación de Gleason baja porque estos factores significan que es muy poco probable que el cáncer se haya propagado fuera de la próstata. También se usa para controlar la respuesta al tratamiento en personas con cáncer de próstata metastásico (cáncer que se ha propagado).

Tomografía computarizada

Una tomografía computarizada (TC) utiliza un equipo especial de rayos X para generar imágenes transversales y en 3D de órganos, tejidos, huesos y vasos sanguíneos dentro del cuerpo. Una computadora convierte las imágenes en imágenes detalladas. A veces, se administra un tinte (llamado medio de contraste) por vía oral o se inyecta en una vena antes de la tomografía computarizada. El tinte puede ayudar al médico a ver mejor las estructuras del cuerpo.

Se puede usar una tomografía computarizada para buscar cáncer que se haya diseminado fuera de la próstata, como el tórax, el abdomen o la pelvis. Los médicos no suelen realizar una tomografía computarizada para detectar la propagación del cáncer si tiene un nivel de PSA bajo, un examen rectal normal y una puntuación de Gleason baja porque estos factores significan que es menos probable que el cáncer se haya propagado fuera de la próstata. También se puede usar una tomografía computarizada para guiar una aguja durante una biopsia de los ganglios linfáticos cerca de la próstata.

Una tomografía computarizada a veces se combina con una tomografía por emisión de positrones para obtener más información sobre el cáncer. Esta no es una prueba estándar.

Tratamiento

Si tiene cáncer de próstata, su equipo médico creará un plan de tratamiento sólo para usted. Se basará en su salud e información específica. Al decidir qué tratamientos ofrecer para el cáncer de próstata, su equipo médico considerará:

    • El tipo y la etapa del cáncer

    • El grado o puntuación de Gleason

    • Niveles de antígeno prostático específico (PSA)

    • El grupo de riesgo (si es probable que el cáncer regrese después del tratamiento)

    • Posibles efectos secundarios de los tratamientos

    • Sus preferencias personales

    • Su salud general y cualquier condición médica existente

    • Su edad y esperanza de vida

    • Si tiene síntomas

Los tratamientos para el cáncer de próstata pueden afectar su calidad de vida y causar efectos secundarios como disfunción eréctil (problemas para lograr o mantener una erección) e incontinencia (pérdida del control de la vejiga). Muchos cánceres de próstata crecen lentamente y no causan síntomas ni problemas.

Tratamientos para el cáncer de próstata localizado

El cáncer de próstata localizado se puede tratar con vigilancia activa, cirugía, radioterapia y terapia hormonal.

El cáncer de próstata localizado es sólo en la próstata y se divide en grupos de riesgo según el riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia) después del tratamiento.

El tratamiento se basa en estos grupos de riesgo. El cáncer de próstata localizado de menor riesgo crece muy lentamente y es poco probable que se convierta en una amenaza para la vida. El cáncer de próstata localizado de mayor riesgo tiene una mayor probabilidad de crecer o diseminarse.

A las personas en grupos de mayor riesgo generalmente se les ofrece un tratamiento agresivo. A aquellos en grupos de menor riesgo se les puede ofrecer vigilancia activa sin tratamiento inmediato.

  1. Cáncer de próstata localizado de muy bajo riesgo y cáncer de próstata localizado de riesgo intermedio favorable

Por lo general crece lentamente y con frecuencia no causa síntomas. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Vigilancia activa: es un tratamiento estándar para el cáncer de próstata localizado de crecimiento lento. La vigilancia activa implica monitorear el cáncer con pruebas y exámenes regulares para verificar si está comenzando a crecer o si causa síntomas. Si el cáncer comienza a crecer o experimenta síntomas mientras está bajo vigilancia activa, se le ofrecerán tratamientos.


  • Espera vigilante: es menos intensiva que la vigilancia activa. No hay pruebas de rutina y depende más de los cambios en los síntomas. Si comienza a tener síntomas mientras está en espera vigilante, su médico puede analizar el tratamiento para los síntomas.


  • Cirugía: es un tratamiento estándar para el cáncer de próstata localizado. Una prostatectomía radical extirpa la próstata y parte del tejido que la rodea. Se puede ofrecer una prostatectomía radical si está sano y se espera que viva al menos 10 años más. Por lo general, no se ofrece si tiene más de 75 años. Si se encuentran ciertas características adversas durante la cirugía, se puede administrar radioterapia o terapia hormonal o ambas después de la cirugía. Las características adversas incluyen márgenes quirúrgicos positivos, cáncer que afecta las vesículas seminales o cáncer que ha crecido a través de la cápsula.


  • Radioterapia: es un tratamiento estándar para el cáncer de próstata localizado y utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede ofrecer radioterapia externa si tiene más de 70 años y tiene un mayor riesgo de complicaciones con la cirugía.

Se puede ofrecer braquiterapia en lugar de radioterapia externa o cirugía. La braquiterapia es una forma de radioterapia interna que utiliza una sustancia radiactiva (isótopo radiactivo) que se coloca directamente en el tumor o muy cerca de él (llamado implante).


  1. Cáncer de próstata localizado de riesgo intermedio desfavorable

Puede crecer o diseminarse en unos pocos años. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cirugía: es un tratamiento estándar para el cáncer de próstata localizado. Una prostatectomía radical extirpa la próstata y parte del tejido que la rodea. Se le puede ofrecer si está sano y se espera que viva por lo menos 10 años más. Por lo general, no se ofrece si tiene más de 75 años. El cirujano también puede extirpar los ganglios linfáticos de la pelvis (lo que se denomina disección de los ganglios linfáticos pélvicos) al mismo tiempo que una prostatectomía radical.

Si se encuentran ciertas características adversas durante la cirugía, se puede administrar radioterapia o terapia hormonal o ambas después de la cirugía. Las características adversas incluyen márgenes quirúrgicos positivos, afectación de vesículas seminales o cáncer que ha crecido a través de la cápsula.


  • Radioterapia: es un tratamiento estándar para el cáncer de próstata localizado. La radioterapia utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. La radioterapia a menudo se administra junto con la terapia hormonal. Se puede ofrecer radioterapia externa en lugar de una prostatectomía radical. También se puede administrar después de una prostatectomía radical (llamada radioterapia adyuvante) para reducir el riesgo de que el cáncer regrese. También se puede utilizar en combinación con braquiterapia.

La braquiterapia se puede ofrecer como refuerzo junto con la radioterapia externa. A veces se usa solo en lugar de la radioterapia externa o la cirugía. La braquiterapia es una forma de radioterapia que utiliza una sustancia radiactiva (isótopo radiactivo) que se coloca directamente en el tumor o muy cerca de él (llamado implante).


  • Terapia hormonal: si recibe radioterapia, es posible que también reciba terapia hormonal antes, durante o después de la radioterapia. La terapia hormonal cambia los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Las terapias hormonales se pueden usar solas o combinadas e incluyen:

      • Hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) agonista.

      • Un antagonista de LHRH.

      • Un antiandrógeno.

      • Una orquiectomía (cirugía para extirpar los testículos).


  • Espera vigilante: si es una persona mayor y no desea los efectos secundarios que acompañan al tratamiento o si no puede recibir tratamiento debido a otras afecciones médicas. La espera vigilante es menos intensiva que vigilancia activa, no hay pruebas de rutina y depende más de los cambios en los síntomas. Si comienza a tener síntomas mientras está en espera vigilante, su médico puede analizar el tratamiento para los síntomas.


  1. Cáncer de próstata localizado de alto y muy alto riesgo

  • Radioterapia: utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. La radioterapia generalmente se administra junto con la terapia hormonal. Si está recibiendo tratamiento para aliviar sus síntomas pero no para curar el cáncer, es posible que solo reciba radioterapia o terapia hormonal.

Se puede ofrecer radioterapia externa en lugar de una prostatectomía radical. También se puede administrar después de una prostatectomía radical (llamada radioterapia adyuvante) para reducir el riesgo de que el cáncer regrese.

La braquiterapia se puede ofrecer junto con la radioterapia de haz externo. La braquiterapia es una forma de radioterapia que utiliza una sustancia radiactiva (isótopo radiactivo) que se coloca directamente en el tumor o muy cerca de él (llamado implante).


  • Terapia hormonal: se usa a menudo junto con la radioterapia. Se puede administrar antes, durante o después de la radioterapia. La terapia hormonal cambia los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. La terapia hormonal generalmente se administra junto con la radioterapia. Si está recibiendo tratamiento para aliviar sus síntomas pero no para curar el cáncer, es posible que solo reciba radioterapia o terapia hormonal.

Las terapias hormonales se pueden usar solas combinadas e incluyen:

  • Hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) agonista.

  • Un antagonista de LHRH.

  • Un antiandrógeno.

  • Una orquiectomía (cirugía para extirpar los testículos).


  • Cirugía: una prostatectomía radical extirpa la próstata y parte del tejido que la rodea. Se puede ofrecer una prostatectomía radical si está sano y se espera que viva al menos 10 años más. Por lo general, no se ofrece si tiene más de 75 años. El cirujano también puede extirpar los ganglios linfáticos de la pelvis (lo que se denomina disección de los ganglios linfáticos pélvicos) al mismo tiempo que una prostatectomía radical.

Si se encuentran ciertas características adversas durante la cirugía, se puede administrar radioterapia o terapia hormonal o ambas después de la cirugía. Las características adversas incluyen márgenes quirúrgicos positivos, afectación de vesículas seminales o cáncer que ha crecido a través de la cápsula.


  • Espera vigilante: es menos intensiva que la vigilancia activa. No hay pruebas de rutina y depende más de los cambios en los síntomas. Si comienza a tener síntomas mientras está en espera vigilante, su médico puede analizar el tratamiento para los síntomas.


  • Ensayos clínicos: analizan nuevas formas de prevenir, detectar y tratar el cáncer. Para conocer más sobre los estudios clínicos en FALP, haga click aquí.

Tratamientos para el cáncer de próstata localmente avanzado

El cáncer de próstata localmente avanzado se puede tratar con radioterapia, cirugía y terapia hormonal. Este cáncer implica que se ha propagado fuera de la próstata, pero no a los ganglios linfáticos ni a partes distantes del cuerpo. Su médico sugerirá tratamientos según sus necesidades y trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Radioterapia con terapia hormonal.

  • Cirugía y radioterapia, con o sin terapia hormonal.

  • Terapia hormonal sola.

  • Espera vigilante.


  • Radioterapia: utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. A menudo se usa para tratar el cáncer de próstata localmente avanzado. Por lo general, se administra junto con la terapia hormonal.

La radioterapia externa es el principal tratamiento para el cáncer de próstata localmente avanzado. También se puede administrar después de una prostatectomía radical (llamada radioterapia adyuvante) para reducir el riesgo de que el cáncer regrese (recurra).

La braquiterapia es una forma de radioterapia que utiliza una sustancia radiactiva (isótopo radiactivo) que se coloca directamente en el tumor o muy cerca de él (llamado implante). A veces se administra en combinación con radioterapia externa.


  • Cirugía:

    • La prostatectomía radical extirpa la próstata y algunos tejidos a su alrededor. El cirujano también puede extirpar los ganglios linfáticos de la pelvis (lo que se denomina disección de los ganglios linfáticos pélvicos) al mismo tiempo que se realiza una prostatectomía radical. La radioterapia, la terapia hormonal o ambas a veces se administran después de una prostatectomía radical.

    • La resección transuretral de la próstata (RTUP) extrae parte de la próstata a través de la uretra. La RTUP se puede usar para:

      • Aliviar los problemas urinarios causados ​​por una próstata agrandada que presiona la uretra.

      • Reducir el tamaño del tumor antes de la radioterapia o la terapia hormonal.


  • Terapia hormonal: cambia los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Se puede ofrecer antes, durante o después de la radioterapia para el cáncer de próstata localmente avanzado. También se puede usar solo como tratamiento principal si no puede someterse a radioterapia o cirugía o si es una persona mayor y no tiene ningún síntoma. Las terapias hormonales se pueden usar solas o combinadas e incluyen:

    • Hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) agonista.

    • Un antagonista de LHRH.

    • Un antiandrógeno.

    • Un inhibidor de la síntesis de andrógenos.

    • Una orquiectomía (cirugía para extirpar los testículos).


  • Espera vigilante: es posible que le ofrezcan un monitoreo si es una persona mayor y no desea los efectos secundarios que acompañan al tratamiento o si no puede recibir tratamiento debido a otras afecciones médicas. La espera vigilante es menos intensiva que vigilancia activa. No hay pruebas de rutina y depende más de los cambios en los síntomas. Si comienza a tener síntomas mientras está en espera vigilante, su médico puede analizar el tratamiento para los síntomas.


  • Estudios clínicos: analizan nuevas formas de prevenir, detectar y tratar el cáncer. Para conocer más sobre los estudios clínicos en FALP, haga click aquí.

Tratamientos para el cáncer de próstata metastásico sensible a hormonas

El cáncer de próstata metastásico sensible a las hormonas, es el que se ha diseminado a otras partes del cuerpo y se puede tratar con terapia hormonal, radioterapia y quimioterapia.

Se controla manteniendo el nivel de testosterona tan bajo como se esperaría si se extirparan los testículos (llamado nivel de castración). Su equipo de atención médica sugerirá tratamientos según sus necesidades y trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento.

Las opciones de tratamiento pueden incluir una combinación de lo siguiente:

  • Terapia hormonal.

  • Radioterapia.

  • Cirugía para aliviar los síntomas.

  • Quimioterapia.

  • Tratamientos para metástasis óseas.

  • Espera vigilante.


  • Terapia hormonal: es el principal tratamiento para este cáncer. Disminuye los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. La terapia hormonal puede administrarse junto con radioterapia o quimioterapia. Las terapias hormonales se pueden usar solas o combinadas e incluyen:

    • Hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) agonista.

    • Un antagonista de LHRH.

    • Un antiandrógeno.

    • Un inhibidor de la síntesis de andrógenos.

    • Una orquiectomía (cirugía para extirpar los testículos).


  • Radioterapia: utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. La radioterapia externa es el tipo de radioterapia que se usa con más frecuencia. A menudo se administra junto con la terapia hormonal. La radioterapia externa se puede usar:

    • Para aliviar los problemas urinarios causados ​​por el tumor.

    • Para aliviar el dolor donde el cáncer se ha propagado a los huesos (llamado metástasis ósea).


  • Cirugía: una resección transuretral de la próstata (RTUP) extrae parte de la próstata a través de la uretra. Se puede hacer para ayudar a aliviar los problemas urinarios causados ​​por una próstata agrandada que ejerce presión sobre la uretra. Obtenga más información sobre la cirugía para el cáncer de próstata.


  • Quimioterapia: utiliza medicamentos contra el cáncer para destruir las células cancerosas. El docetaxel y la prednisona son los fármacos más utilizados. Se utilizan junto con la terapia hormonal.


  • Tratamientos para las metástasis óseas: cuando el cáncer de próstata se disemina a otras partes del cuerpo, lo más frecuente es que sea a los huesos.


  • Espera vigilante: puede ser una opción de tratamiento para los hombres mayores (que no se espera que vivan mucho tiempo y cuyo cáncer no causa síntomas) o para aquellos que no pueden recibir tratamiento debido a otras afecciones médicas.


  • Si no puede o no desea recibir un tratamiento contra el cáncer: es posible que desee considerar un tipo de atención para sentirse mejor sin tratar el cáncer en sí. Esto puede deberse a que los tratamientos contra el cáncer ya no funcionan, no es probable que mejoren su condición o pueden causar efectos secundarios que son difíciles de sobrellevar. También puede haber otras razones. Hable con su médico para que lo ayuden a elegir la atención y el tratamiento para el cáncer avanzado.


  • Estudios clínicos: analizan nuevas formas de prevenir, detectar y tratar el cáncer. Para conocer más sobre los estudios clínicos en FALP, haga click aquí.

Tratamientos para el cáncer de próstata no sensible a hormonas

El cáncer de próstata resistente a las hormonas es un cáncer que continúa creciendo incluso cuando los niveles de testosterona están en el nivel de castración o por debajo de este. También se le puede llamar cáncer de próstata refractario a las hormonas. El cáncer de próstata resistente a las hormonas no metastásico no se ha diseminado a otras partes del cuerpo (según las gammagrafías óseas y las tomografías computarizadas). El cáncer de próstata metastásico resistente a las hormonas se diseminó a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo, como los huesos.

Este cáncer se puede tratar con terapia hormonal, quimioterapia, terapia dirigida y radioterapia.

Su médico sabrá que tiene cáncer de próstata resistente las hormonas si un análisis de sangre muestra que su nivel de antígeno prostático específico (PSA) está aumentando y su nivel de testosterona es bajo. Las pruebas de imagen también pueden mostrar que el cáncer ha comenzado a crecer. Los médicos pueden observar el tiempo de duplicación del PSA para ayudar a decidir el tratamiento. El tiempo de duplicación de PSA es el tiempo que tarda el nivel de PSA en duplicarse.

  • Tratamientos para el cáncer de próstata resistente a la castración no metastásico:

  • Terapia hormonal: por lo general se usara si el nivel de PSA está aumentando pero no hay otros signos de cáncer de próstata. La terapia hormonal cambia los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Es posible que lo observen con su inyección de terapia hormonal actual o que se le agregue otra forma de píldora de terapia hormonal. Si ya está tomando un antiandrógeno, a veces el cáncer de próstata dejará de crecer por un tiempo si suspende la terapia antiandrógena.


  • Tratamientos para el cáncer de próstata metastásico resistente a la castración: los tratamientos son principalmente para retardar el crecimiento de las células cancerosas, aliviar sus síntomas, mejorar su calidad de vida y ayudarlo a vivir más tiempo.

    • Terapia hormonal: puede continuar con algún tipo de terapia hormonal si el nivel de PSA está aumentando pero no hay otros signos de cáncer de próstata. La terapia hormonal cambia los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. La terapia hormonal y la quimioterapia se pueden usar juntas. Si ya está tomando un antiandrógeno, a veces el cáncer de próstata dejará de crecer por un tiempo si suspende la terapia antiandrógena.

    • Quimioterapia: se puede usar para tratar el cáncer de próstata metastásico resistente a la castración que está causando síntomas. Utiliza medicamentos contra el cáncer para destruir las células cancerosas. Los fármacos de quimioterapia más utilizados son el docetaxel con prednisona.

    • Terapia dirigida: usa medicamentos para atacar moléculas específicas (como proteínas) en las células cancerosas o dentro de ellas para detener el crecimiento y la propagación del cáncer y limitar el daño a las células normales. La terapia dirigida se puede usar para tratar el cáncer de próstata metastásico resistente a las hormonas que tiene ciertas mutaciones genéticas.

    • Radioterapia: se administra a los sitios que están causando síntomas. Utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. La radioterapia externa es el tipo de radioterapia que se usa con más frecuencia. A menudo se administra junto con la terapia hormonal. La radioterapia externa se puede usar:

    • Como principal tratamiento para destruir las células cancerosas

    • Para aliviar los problemas urinarios causados ​​por el tumor

    • Para aliviar el dolor donde el cáncer se ha propagado a los huesos (llamado metástasis ósea)

La radioterapia sistémica con dicloruro de radio-223 (Xofigo) se puede usar para tratar el cáncer de próstata resistente a las hormonas que se diseminó a los huesos.


  • Tratamientos para las metástasis óseas: cuando el cáncer de próstata se disemina a otras partes del cuerpo, lo más frecuente es que se disemine a los huesos. Los tratamientos más comunes para estos casos son:

    • Bisfosfonatos,

    • Terapia con anticuerpos monoclonales.

    • Corticosteroides.

    • Radioterapia externa

    • Radioterapia sistémica .

    • Un procedimiento para estabilizar un hueso colapsado

    • Medicinas para el dolor.


  • Si no puede o no desea recibir un tratamiento contra el cáncer: es posible que desee considerar un tipo de atención para sentirse mejor sin tratar el cáncer en sí. Esto puede deberse a que los tratamientos contra el cáncer ya no funcionan, no es probable que mejoren su condición o pueden causar efectos secundarios que son difíciles de sobrellevar. También puede haber otras razones. Hable con su médico para que lo ayuden a elegir la atención y el tratamiento para el cáncer avanzado.


  • Estudios clínicos: analizan nuevas formas de prevenir, detectar y tratar el cáncer. Para conocer más sobre los estudios clínicos en FALP, haga click aquí.


  • Pruebas de seguimiento: las pruebas de PSA y las pruebas de imágenes se pueden realizar con regularidad para ver si el cáncer ha crecido o se ha propagado.

Tratamientos para el cáncer de próstata recurrente

El cáncer de próstata recurrente es el cáncer que regresa (recurre) después de haber sido tratado. También se diagnostica cuando el nivel del antígeno prostático específico (PSA) comienza a aumentar rápidamente después del tratamiento inicial, pero no hay otros signos de cáncer. Esto se llama recurrencia bioquímica o falla del PSA. Se puede tratar con radioterapia, terapia hormonal, criocirugía y terapia dirigida. El tipo de tratamiento que reciba dependerá de:

  • Los tratamientos que ya ha tenido.

  • Dónde vuelve el cáncer.

  • Si el cáncer se ha propagado.

  • Su salud en general y si tiene otras enfermedades.

  • Su edad y esperanza de vida.

  • Sus preferencias personales.

Después de la prostatectomía radical, las opciones de tratamiento incluyen:

  • Radioterapia con o sin terapia hormonal.

  • Terapia hormonal.

  • Espera atenta.

Después de la radioterapia, las opciones de tratamiento incluyen:

    • Espera atenta.

    • Braquiterapia.

    • Cirugía.

    • Criocirugía.

    • Terapia hormonal.

    • Ultrasonido enfocado de alta intensidad (HIFU).

En un cáncer que reaparece fuera de la próstata, las opciones de tratamiento incluyen:

  • Terapia hormonal.

  • Quimioterapia.

  • Terapia dirigida (si el cáncer tiene una mutación genética específica).

  • Tratamientos para metástasis óseas.


  • Radioterapia: se puede ofrecer para el cáncer de próstata que recurre después de una prostatectomía radical. Utiliza rayos o partículas de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede administrar con o sin terapia hormonal.

    • La radioterapia externa es el tipo de radioterapia que se usa con más frecuencia. Se puede administrar junto con la terapia hormonal. Si el cáncer se trató con cirugía y regresa en la misma área de la próstata, se puede usar radioterapia para tratarlo. Si el cáncer se trató con radioterapia externa, este tratamiento no se puede volver a administrar en la misma área. Esto se debe a que la radiación dañaría demasiado los órganos que rodean la próstata, como la vejiga y el recto.

    • Braquiterapia es una forma de radioterapia que utiliza una sustancia radiactiva (isótopo radiactivo) que se coloca directamente en el tumor o muy cerca de él (llamado implante). Es posible que le ofrezcan braquiterapia para tratar una recurrencia si la radioterapia externa se utilizó por primera vez para tratar el tumor en la próstata y si el cáncer no se ha propagado a otras partes del cuerpo.


  • Terapia hormonal (también llamada terapia de privación de andrógenos) se puede usar para tratar el cáncer de próstata que recurre después de la cirugía o la radioterapia. Es el tratamiento principal para el cáncer de próstata que recurre fuera del área de la próstata. Disminuye los niveles de hormonas o bloquea ciertas hormonas para retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. La terapia hormonal se puede administrar sola o junto con la radioterapia. Si un tipo de terapia hormonal no es útil, se puede usar otro tipo. Las terapias hormonales se pueden usar solas o combinadas e incluyen:

    • Hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) agonista.

    • Un antagonista de LHRH.

    • Un antiandrógeno.

    • Un inhibidor de la síntesis de andrógenos.

    • Una orquiectomía (cirugía para extirpar los testículos).


  • Espera vigilante: es recomendada si es una persona mayor y no desea los efectos secundarios que acompañan al tratamiento o si no puede recibir tratamiento debido a otras afecciones médicas. La espera vigilante es menos intensiva que la vigilancia activa. No hay pruebas de rutina y depende más de los cambios en los síntomas. Si comienza a tener síntomas mientras está en espera vigilante, su médico puede analizar el tratamiento para los síntomas.


  • Cirugía: rara vez se usa para tratar el cáncer de próstata recurrente que se trató previamente con radioterapia.


  • Criocirugía: es un procedimiento que utiliza temperaturas extremadamente frías para destruir células o tejidos anormales. A veces se usa para tratar el cáncer que recurre en la próstata cuando la radioterapia fue el primer tratamiento administrado. La criocirugía se puede usar si no puede someterse a una cirugía o radioterapia debido a otras afecciones médicas.

  • Ultrasonido enfocado de alta intensidad (HIFU): usa ondas de ultrasonido enfocadas para crear un calor intenso que destruye las células cancerosas. En este momento, HIFU es un tratamiento experimental para el cáncer de próstata. A veces, los médicos lo usan para tratar el cáncer de próstata que regresa después de haber sido tratado con radioterapia.


  • Quimioterapia: se puede ofrecer cuando el cáncer de próstata reaparece fuera de la próstata. Utiliza medicamentos contra el cáncer para destruir las células cancerosas. El docetaxel y la prednisona son los fármacos más utilizados. Se utilizan junto con la terapia hormonal.


  • Terapia dirigida: usa medicamentos para atacar moléculas específicas (como proteínas) en las células cancerosas o dentro de ellas para detener el crecimiento y la propagación del cáncer y limitar el daño a las células normales. La terapia dirigida se puede usar para tratar el cáncer de próstata recurrente que tiene ciertas mutaciones genéticas.


  • Tratamientos para las metástasis óseas, cuando el cáncer de próstata se disemina a otras partes del cuerpo, lo más frecuente es que se disemine a los huesos.


  • Si no puede o no desea recibir un tratamiento contra el cáncer, es posible que desee considerar un tipo de atención para sentirse mejor sin tratar el cáncer en sí. Esto puede deberse a que los tratamientos contra el cáncer ya no funcionan, no es probable que mejoren su condición o pueden causar efectos secundarios que son difíciles de sobrellevar. También puede haber otras razones por las que no puede recibir o no desea recibir tratamiento contra el cáncer. Hable con su médico para que lo ayuden a elegir la atención y el tratamiento para el cáncer avanzado.


  • Estudios clínicos: analizan nuevas formas de prevenir, detectar y tratar el cáncer. Para conocer más sobre los estudios clínicos en FALP, haga click aquí.

Pronóstico y supervivencia

Si tiene cáncer de próstata, es posible que tenga preguntas sobre su pronóstico. Un pronóstico es la mejor estimación del médico de cómo el cáncer afectará a alguien y cómo responderá al tratamiento. El pronóstico y la supervivencia dependen de muchos factores. Solo un médico familiarizado con su historial médico, el tipo y etapa y otras características del cáncer, los tratamientos elegidos y la respuesta al tratamiento puede juntar toda esta información con las estadísticas de supervivencia para llegar a un pronóstico.

Un factor pronóstico es un aspecto del cáncer o una característica de la persona que el médico considerará al hacer un pronóstico. Un factor predictivo influye en cómo responderá un cáncer a un determinado tratamiento. Los factores pronósticos y predictivos a menudo se analizan juntos. Ambos juegan un papel en la decisión sobre un plan de tratamiento y un pronóstico.

Los siguientes son factores pronósticos y predictivos para el cáncer de próstata:

  • Estadio: el cáncer de próstata con un estadio más bajo al momento del diagnóstico tiene un pronóstico más favorable. El cáncer que no se ha diseminado fuera de la próstata en el momento del diagnóstico tiene un mejor pronóstico que el cáncer que se ha diseminado fuera de la próstata.


  • Calificación: cuanto menor sea la puntuación de Gleason, mejor será el pronóstico. El cáncer de próstata con una puntuación de Gleason inferior a 7 tiene un pronóstico más favorable que el cáncer de próstata con una puntuación de 7 o superior.


  • Nivel de antígeno prostático específico (PSA): algunas investigaciones muestran que un nivel más alto de lo normal de antígeno prostático específico (PSA) puede indicar un mal pronóstico. Esto se debe a que un nivel alto de PSA está relacionado con un mayor riesgo de que el cáncer de próstata se propague.

      • Tiempo de duplicación de PSA, mide el tiempo que tarda en duplicarse el nivel de PSA. Por ejemplo, un tiempo de duplicación de PSA de tres años significa que, en promedio, el nivel de PSA se duplica cada tres años. El tiempo de duplicación del PSA puede ayudar a los médicos a determinar si un cáncer de próstata es agresivo, lo que significa que es más probable que crezca rápidamente y se propague. Los tiempos de duplicación más cortos están relacionados con un peor pronóstico.


  • Grupos de riesgo: los médicos pueden clasificar el cáncer de próstata en grupos según el riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia) después del tratamiento. Estos grupos de riesgo se basan en el tumor (T), la puntuación de Gleason y el nivel de PSA. Cuanto menor sea el grupo de riesgo, menor será el riesgo de recurrencia del cáncer de próstata después de una prostatectomía radical.


  • Nomogramas: son modelos estadísticos que predicen un resultado probable. Tienen en cuenta el estadio, la puntuación de Gleason, el nivel de PSA, los informes de patología basados ​​en muestras de biopsia, el uso de terapia hormonal, la dosis de radiación y otra información específica como edad o los tratamientos recibidos.

Los nomogramas utilizados para predecir el pronóstico del cáncer de próstata incluyen:

  • Nomograma de evaluación del riesgo de cáncer de próstata (CAPRA): Los médicos lo usan para ayudarlos a predecir el riesgo de que el cáncer de próstata se propague, predecir el riesgo de morir a causa del cáncer de próstata y tomar decisiones de tratamiento. Este nomograma se basa en:

          • El nivel de PSA.

          • La puntuación de Gleason.

          • El porcentaje de muestras de biopsia que tienen cáncer.

          • El escenario.

          • Su edad cuando lo diagnostican.

  • Tablas de particiones: son un nomograma que ayuda a los médicos a predecir la posibilidad de que el cáncer se propague antes de la cirugía para extirpar la próstata. Esto les ayuda a tomar decisiones de tratamiento. Las tablas de partición se basan en:

          • Puntuación de Gleason.

          • Nivel de PSA.

          • Escenario.


  • Fumar: las personas que fuman en el momento del diagnóstico tienen más probabilidades de sufrir una recurrencia bioquímica (también llamada falla bioquímica) y morir de cáncer de próstata que las personas que no fuman. Una recurrencia bioquímica significa que el nivel de PSA comienza a aumentar después del tratamiento pero no hay otros signos de cáncer.


  • Niveles de ciertas sustancias químicas en la sangre: pueden predecir un peor pronóstico en hombres con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración. Incluyen:

        • Fosfatasa alcalina alta.

        • Hemoglobina baja.

        • Albúmina baja.

        • Alta lactato deshidrogenasa.


  • Firmas genéticas: el perfil de expresión génica es una forma de analizar muchos genes al mismo tiempo para ver cuáles están encendidos y cuáles están apagados. Los médicos han encontrado varios patrones genéticos anormales (llamados firma genética) en el cáncer de próstata. Estas firmas genéticas pueden ayudar a los médicos a hacer un pronóstico. Algunas firmas genéticas están vinculadas a un mejor pronóstico y una mejor respuesta al tratamiento. Otras firmas genéticas se asocian con un peor pronóstico.

Efectos secundarios

La atención de apoyo ayuda a las personas a enfrentar los desafíos físicos, prácticos, emocionales y espirituales del cáncer de próstata. Es una parte importante de la atención del cáncer y de mejorar la calidad de vida de las personas que viven con cáncer y sus seres queridos, especialmente después de que finaliza el tratamiento.

Recuperarse del cáncer de próstata y adaptarse a la vida después del tratamiento es diferente para cada persona, según la etapa del cáncer, los órganos o tejidos extirpados durante la cirugía, el tipo de tratamiento y muchos otros factores. El final del tratamiento del cáncer puede traer emociones encontradas, porque puede haber otros problemas que tratar, como hacer frente a los efectos secundarios a largo plazo.

Seguimiento después del tratamiento

El seguimiento después del tratamiento es una parte importante de la atención del cáncer. El seguimiento del cáncer de próstata a menudo se comparte entre los especialistas en cáncer, incluidos el oncólogo, el urólogo y el cirujano. Su equipo médico trabajará con usted para decidir sobre la atención de seguimiento que satisfaga sus necesidades.

No espere hasta su próxima cita programada para informar cualquier síntoma nuevo o síntomas que no desaparezcan. Informe si tiene:

      • Necesidad de orinar con frecuencia (lo que se denomina frecuencia urinaria), una necesidad repentina o fuerte de orinar (lo que se denomina urgencia urinaria) o dificultad para orinar.

      • Dolor o rigidez en los huesos de las caderas, la espalda o el pecho.

      • Pérdida de sensibilidad o fuerza muscular en las piernas.

      • Pérdida del control de la vejiga o de la función intestinal (llamada incontinencia).

      • Una tos que no desaparece o dificultad para respirar.

      • Sangre en la orina.

      • Sangrado del ano o dolor en el recto.

La posibilidad de que el cáncer de próstata regrese (recurra) es mayor dentro de los cinco años, por lo que necesitará un seguimiento minucioso durante este tiempo.

Calendario de visitas de seguimiento

El seguimiento después del tratamiento del cáncer de próstata depende del grupo de riesgo y del tipo de tratamiento que haya recibido. Si tuvo cirugía, radioterapia, terapia hormonal o una combinación de estos tratamientos, las visitas de seguimiento generalmente se programan:

  • Cada tres a seis meses durante los primeros cinco años.

  • Una vez al año después de cinco años.

Si tiene vigilancia activa, las visitas de seguimiento generalmente se programan cada tres a seis meses.

Durante las visitas de seguimiento

Su médico le hará preguntas sobre los efectos secundarios del tratamiento y cómo los está enfrentando. Es probable que le pregunten si tiene algún problema intestinal, de la vejiga o sexual. Su médico le hará un examen físico, incluido un examen rectal digital (DRE).

Las siguientes pruebas a menudo son parte de la atención de seguimiento:

  • Prueba de antígeno prostático específico (PSA): se usa para medir el nivel de PSA en la sangre. El nivel de PSA puede indicar a los médicos qué tan bien están funcionando los tratamientos contra el cáncer de próstata o si alguien que tiene vigilancia activa debe comenzar a recibir tratamiento.

El nivel de PSA debería bajar significativamente después del tratamiento para el cáncer de próstata. Por lo general, cae a un nivel muy bajo o indetectable dentro de los do meses posteriores a una prostatectomía radical. Pero el nivel de PSA por lo general desciende más lentamente después de la radioterapia, tardando entre seis meses y algunos años en alcanzar su nivel más bajo. Si el nivel de PSA aumenta con el tiempo (llamado recurrencia bioquímica o falla bioquímica), el equipo de atención médica realizará más pruebas para detectar cáncer.

A veces, el nivel de PSA puede aumentar temporalmente en los primeros años después de la radioterapia. Esto se llama un rebote de PSA. En la mayoría de los casos, el nivel de PSA caerá la próxima vez que se controle. No se necesita tratamiento a menos que el nivel de PSA continúe aumentando.

  • Otros análisis de sangre: le harán análisis de sangre para verificar su nivel de testosterona. Si su nivel de testosterona es superior a 50 ng/ml, puede significar que la terapia hormonal ya no está funcionando. También le harán análisis de sangre para verificar la cantidad y la calidad de sus células sanguíneas y para saber qué tan bien están funcionando sus otros órganos.

  • Pruebas de imagen: si su nivel de PSA comienza a aumentar, su médico puede enviarlo a pruebas de imagen, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una gammagrafía ósea, para detectar cáncer.

  • Biopsia de próstata: si la braquiterapia fue el tratamiento principal y un DRE de seguimiento es anormal o el nivel de PSA aumenta. También es posible que le hagan una biopsia de próstata si tiene vigilancia activa.

Lidiando con sus emociones

Pasar por muchas emociones es una parte normal de tener cáncer, ya sea que le hayan diagnosticado recientemente, haya terminado el tratamiento o haya descubierto que el cáncer ha regresado. Mucha gente describe esto como estar en una montaña rusa emocional.

Todos reaccionan a un diagnóstico de cáncer a su manera. Es difícil predecir qué tan rápido o fácilmente alguien se adaptará a la situación. La forma en que reacciona y se adapta a vivir con cáncer a menudo depende de cómo enfrenta otros problemas y crisis. Aprender sobre los efectos emocionales del cáncer puede ayudarlo a sobrellevar la situación. También puede ayudarlo a comprender y apoyar a otros en estos tiempos difíciles.

Autoestima e imagen corporal

Lo que una persona siente acerca de sí misma se llama autoestima. La imagen corporal es cómo una persona ve su propio cuerpo. El cáncer de próstata y sus tratamientos pueden afectar su autoestima e imagen corporal. A menudo, esto se debe a que el cáncer o los tratamientos contra el cáncer, como la terapia hormonal o la cirugía, pueden provocar cambios en el cuerpo, como:

    • Pérdida de peso corporal y masa muscular.

    • Crecimiento o sensibilidad del tejido mamario.

    • Sofocos y cambios de humor.

    • Pérdida de uno o ambos testículos.

    • Pérdida del control de la vejiga (llamada incontinencia urinaria ).

    • Problemas sexuales , incluida la disfunción eréctil.

Algunos de estos cambios pueden ser temporales. Otros durarán mucho tiempo o serán permanentes.

Su médico puede ayudarlo a encontrar formas para sobrellevar los problemas de autoestima e imagen corporal. Por ejemplo, puede optar por someterse a una cirugía de prótesis testicular si le extirparon uno o ambos testículos. Esta cirugía ayuda a mejorar la apariencia del escroto después de que se extirpa el testículo.

Sexualidad

Muchos hombres continúan teniendo relaciones sólidas y de apoyo y una vida sexual satisfactoria después del cáncer de próstata. Si los problemas sexuales ocurren debido al cáncer de próstata o a sus tratamientos, existen formas de controlarlos.

La mayoría de los hombres con cáncer de próstata son mayores cuando se les diagnostica, por lo que no poder embarazar a alguien a menudo no es un problema. Asegúrese de hablar con su médico si tiene inquietudes acerca de cómo el tratamiento puede afectar su fertilidad.

Los siguientes problemas sexuales pueden ocurrir debido al tratamiento del cáncer de próstata.

  • La disfunción eréctil significa no poder tener y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales.

  • La eyaculación retrógrada significa que durante el orgasmo el semen regresa a la vejiga y se mezcla con la orina (pis), en lugar de salir por el pene. Esto puede suceder en aquellos que han tenido una resección transuretral de próstata (RTUP).

  • El orgasmo seco significa que un hombre alcanza el clímax sexual pero no eyacula semen. Puede ocurrir después de una prostatectomía radical porque esta cirugía extirpa la próstata y las vesículas seminales, que producen la mayor parte del líquido en el semen. Como resultado, los hombres que se someten a esta cirugía no pueden dejar embarazada a alguien de forma natural.

  • La pérdida del deseo sexual también se llama disminución de la libido. Es común tener menos interés en el sexo cuando se le diagnostica cáncer y durante el tratamiento. La terapia hormonal en particular puede reducir el deseo sexual porque reduce los niveles de testosterona. Su deseo sexual puede ser bajo después del tratamiento porque le preocupa que sea doloroso o que no pueda tener una erección o un orgasmo.

Es posible que necesite ayuda para lidiar con inquietudes o problemas sexuales. Los profesionales de la salud que se especializan en problemas sexuales pueden brindar información y apoyo a las personas con cáncer y sus parejas. El asesoramiento sexual se puede realizar individualmente, con una pareja o en grupo.

Hable con su médico sobre los recursos disponibles. Pueden sugerir formas de hacer frente a los problemas sexuales, incluida la fisioterapia, medicamentos, dispositivos o prótesis.

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es una pérdida del control de la vejiga. Puede ocurrir cuando crece un tumor en la próstata, presiona la uretra y bloquea el flujo de orina desde la vejiga. La cirugía o la radioterapia para el cáncer de próstata también pueden dañar los nervios o los músculos que controlan la vejiga o la liberación de orina. La radioterapia también puede irritar el revestimiento de la vejiga, lo que puede provocar la necesidad de orinar con frecuencia y una necesidad urgente de orinar.

La incontinencia urinaria puede ser embarazosa e inconveniente, pero se puede tratar con medicamentos, cirugía, cambios en el comportamiento o dispositivos médicos para lograr un mejor control.

Problemas intestinales

Si recibe tratamiento con radioterapia, puede desarrollar problemas intestinales como irregularidad, flatulencia excesiva, calambres o diarrea. Hable con su médico si tiene problemas intestinales. Pueden sugerir cambios en su dieta o recetarle medicamentos que ayuden a controlar estos problemas.

Fatiga

La fatiga hace que una persona se sienta más cansada de lo normal y puede interferir con las actividades diarias y el sueño. Puede ser causado por un recuento bajo de glóbulos rojos (llamado anemia), medicamentos específicos, falta de apetito o depresión. También puede estar relacionado con sustancias tóxicas que se producen cuando las células cancerosas se descomponen y mueren. La fatiga puede mejorar con el paso del tiempo o puede continuar mucho tiempo después de haber terminado el tratamiento contra el cáncer.

Osteoporosis y fracturas óseas

La osteoporosis es cuando los huesos pierden masa (densidad) y el tejido óseo se degrada. Algunas terapias hormonales utilizadas para tratar el cáncer de próstata pueden aumentar el riesgo de osteoporosis. Estas terapias reducen la cantidad de testosterona en el cuerpo para que las células cancerosas no puedan usarla para crecer. Pero la testosterona también desempeña un papel en el mantenimiento de huesos fuertes, por lo que las terapias hormonales que reducen los niveles de testosterona pueden causar pérdida ósea. El cáncer que se ha propagado a los huesos también puede provocar debilidad y fracturas óseas.

La detección y el tratamiento temprano de la osteoporosis pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea y las fracturas. El tratamiento para la osteoporosis incluye medicamentos llamados bisfosfonatos y denosumab. Es importante tomar también calcio y vitamina D.

Segundos cánceres

Los sobrevivientes de cáncer de próstata tienen un mayor riesgo de desarrollar un (segundo) cáncer diferente, que incluye:

    • Cáncer de intestino delgado.

    • Sarcoma de tejido blando.

    • Cáncer de vejiga.

    • Cáncer de tiroides.

    • Cáncer de timo.

    • Cáncer de piel melanoma.

    • Cáncer de recto.

    • Leucemia mielógena aguda (LMA).

El riesgo de desarrollar un segundo cáncer está relacionado con tener ciertas mutaciones genéticas o hacer ciertas elecciones de estilo de vida. La radioterapia también puede aumentar el riesgo de un segundo cáncer, según el tipo y la dosis utilizada. Pero el beneficio de tratar el cáncer de próstata con radioterapia generalmente supera con creces el riesgo.

Cuidados paliativos

Los cuidados paliativos son para apoyar a los pacientes y las familias que están lidiando con esta enfermedad. El objetivo de esta atención es ayudarlo a sentirse mejor al prevenir o tratar los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y el tratamiento para que puedan tener la mejor calidad de vida posible.

Puede hablar con su médico sobre sus deseos, valores y creencias. Comenzar estas conversaciones temprano ayuda a garantizar que la atención que reciba se base en sus deseos y necesidades. Es posible además que estas cambien durante su experiencia con el cáncer. Asegúrese de informar esos cambios para que puedan brindarle la mejor atención.

Con los cuidados paliativos, también se tratan problemas emocionales, sociales, prácticos y espirituales que la enfermedad plantea. Cuando las personas se sienten mejor en estas áreas, tienen una mejor calidad de vida.

Los cuidados paliativos pueden brindarse al mismo tiempo que los tratamientos destinados para curar o tratar la enfermedad. Los cuidados paliativos se pueden dar cuando se diagnostica la enfermedad, durante todo el tratamiento, durante el seguimiento y al final de la vida.

Su médico lo derivará a la Unidad de Cuidados Paliativos cuando lo requiera, pero si necesita información sobre esta unidad puede solicitarla.a su médico tratante.

Atención al final de la vida

Cada persona tiene una experiencia diferente durante sus últimos meses y días de vida. Sus síntomas pueden cambiar a medida que continúa su enfermedad, y sus necesidades de información y apoyo serán únicas. Los miembros de la familia también tendrán sus propias preguntas, inquietudes y necesidades.

Si está ayudando a un miembro de la familia en sus últimos meses de vida, hable con su médico sobre sus preguntas e inquietudes a medida que surjan. Pueden brindarle información y recursos para apoyarlo, ayudarlo a tomar decisiones y planificar la atención al final de la vida.