ACADEMIA

Como parte del programa La ENTS en movimiento, y de las actividades de acompañamiento al alumnado ante el impacto personal y social por la pandemia de Covid-19, el lunes 31 de mayo, a través de la plataforma zoom, se llevó a cabo la plática Salud mental y emocional en la contingencia, dirigida a alumnado, profesorado y público en general.

La ponencia estuvo a cargo de la licenciada Alexia Silva Núñez, docente de la carrera de Psicología en la FES Iztacala de la UNAM. La psicóloga comenzó definiendo el concepto de emoción como una respuesta fisiológica que va cambiando dependiendo de la persona, y apuntó que las emociones más frecuentes son cuatro: alegría, enojo, miedo y tristeza.

Las emociones en la nueva normalidad

La psicóloga Silva expresó sobre los sentimientos que “solemos tenerlos presentes cada vez que nos encontramos ante situaciones nuevas, en las que se supone deberíamos desenvolvernos de manera cotidiana interactuando con nuestros semejantes. Por ejemplo, el regreso laboral en las oficinas, para algunos esto resulta en enojo ya que no se sienten preparados para retomar sus actividades por miedo a contagiarse o a las mismas condiciones de salud que se imponen en sus centros de trabajo”.

La licenciada Alexia Silva clasificó las emociones en dos vertientes:

• Emociones saludables: se obtienen las respuestas esperadas y acorde a la situación que se enfrenta, independientemente si son satisfactorias o de conflicto.

• Emociones no saludables: traen consecuencias negativas en nuestro estado de ánimo como depresión, ansiedad, etc.

En este sentido señaló que cada individuo tiene señales específicas en diferentes niveles de intensidad, por tal motivo es importante el autoconocimiento para identificarlas apropiadamente.

Durante el confinamiento se acrecentaron dos situaciones de riesgo preocupantes para la salud mental: 32% en depresión y 35.9% de ansiedad. Es importante saber diferenciarlas ya que la primera se trata de un proceso patológico no adaptativo, diferente de la tristeza, mientras que la segunda se caracteriza por el miedo irracional ante lo que ocurre.

Para poder prevenir estos escenarios es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones que la Lic. Silva apunta:

• Identificar las emociones.

• Ser capaz de expresarlas.

• Poder gestionar el auto control emocional.

• Realizar ejercicio y tener una adecuada higiene del sueño.

• Apoyarse en terapia psicológica.

• Acompañar el proceso con medicamentos, si es necesario y bajo vigilancia médica.

• Y generar nuevas estrategias de adaptación.

La psicóloga señaló también que los trabajadores sociales pueden contribuir para dar un enfoque multidisciplinario abriendo las posibilidades de mejora y ayuda en la mayoría de los casos.