ACADEMIA

Abril-junio 2021 / CONTENIDO

EDITORIAL


COMUNIDAD


ACADEMIA



ENTS EN LOS MEDIOS


COMUNIDAD EN IMÁGENES


  • Dr. Edgar Zazueta Luzanilla, Dra. Kenya Sánchez Zepeda, Dra. Luz María Galindo Vilchis y Mtra. Tania Meléndez Elizalde

  • Los casos de fallecimientos en familias en el contexto pandémico por Covid-19 van desde 3 a 7 integrantes.

Seminario interinstitucional familias y diversidad 2021. Familias rotas por el virus SARS COV-2

Como parte del ciclo de conversatorios del seminario interinstitucional Familias y diversidad 2021, y en el marco del Día internacional de la familia, se realizó el conversatorio “Familias rotas por el virus SARS COV-2”, el 12 de mayo, transmitido a través de la plataforma de YouTube de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

Participaron la Dra. Andrea Kenya Sánchez Zepeda, profesora de tiempo completo de la ENTS; el Dr. Edgar Zazueta Luzanilla, del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora; Mtra. Tania Meléndez Elizalde de la Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM; y la Dra. Luz María Galindo Vilchis de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

La doctora Andrea Kenya Sánchez Zepeda presentó un estudio comparativo de casos a nivel Latinoamérica y Estados Unidos de familias rotas en el contexto pandémico por Covid-19, en las que los casos de fallecimientos en familias van desde los 3 a 7 integrantes.

Los datos se recabaron a partir de un seguimiento de casos, algunos fueron recabados por medio de la fuente periodística y otros por situaciones directas.

Para analizar el objeto de estudio se establecieron dos dimensiones: la horizontal, que tiene que ver con la variedad de información y, la segunda, a partir de fuentes indirectas. La visión vertical resalta parámetros de análisis como la temporalidad, el lapso y olas de contagio.

Entre las variables estudiadas en los casos, ligadas a los derechos humanos de acceso a la salud a partir de la política pública están: tasas de cobertura de salud (diversificadas, condición demográfica y laboral); asequibilidad (accesibilidad económica); proximidad geográfica a servicios hospitalarios (accesibilidad geográfica); índices de positividad (transmisión de contagio); índices de mortalidad (atención y capacidad de respuesta institucional; medidas de mitigación y prevención en el lapso de marzo a diciembre en los países de donde son provenientes los casos familiares.

Al respecto la Dra. Luz María Galindo Vilchis, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM mencionó que la salud está vinculada con los cuidados y autocuidados, la asequibilidad, accesibilidad geográfica y movilidad, son factores influyentes, el gasto de bolsillo, la economía, los costos sociales tienen un impacto directo en las familias. "Cada uno somos responsables de nuestra salud, cómo cuidarnos ante este nuevo escenario, donde el desempleo ha aumentado, en el último año se ha incrementado la indigencia y tenemos un panorama complicado, y con ello un difícil acceso a los servicios públicos" señaló.

La Mtra. Tania Meléndez Elizalde de la Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM señaló dijo que hoy en día hay muchas fisuras en las familias y confluyen factores de salud, económicos, que hablan de una realidad de precarización de recursos, nivel de educación e ingresos cada familia que determinan las herramientas para sobrellevar esta pandemia, son situaciones diversas que atraviesan las familias y hay quienes padecen más los estragos de esta emergencia sanitaria.

Por su parte el Dr. Edgar Zazueta Luzanilla, del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, subrayó que estas historias de familias rotas traen consigo problemas que han estado ahí siempre, y que con la pandemia se han expuesto más, como la inequidad de género, la precarización que afecta a las familias más pobres, problemas de desigualdad, "esta pandemia agudiza los problemas que ya existían, ¿qué estamos haciendo para atacar estas desigualdades? debemos combatir los problemas de fondo, de raíz con mejores políticas públicas", subrayó.

Se analizaron también marcos de creencias socioculturales o determinantes de impacto en la vida y acontecimientos familiares como las creencias por infodemia, es decir las creencias sobre la enfermedad especialmente a partir del primer ciclo de confinamiento; los porcentajes de consumo de alimentos industrializados así como cambios en la alimentación y el porcentaje de la población con comorbilidades como diabetes, hipertensión y obesidad, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son enfermedades con cronicidad que presentan las personas infectadas con SARS COV 2 y las que más influyen en los índices de mortalidad por Covid-19.

La doctora Zepeda compartió el caso específico de una familia en San Gregorio Atlapulco, Xochimilco.

Se trata de un núcleo parental donde las cabezas de familia eran presididas por los abuelos, vivían los hijos con sus esposas e hijos, en total 9 integrantes en un espacio de 69 metros cuadrados.

Cuando llegó la jornada de sana distancia, esta familia no sabía nada ya que había poca información y no se tomaban las medidas pertinentes, la gente no se preocupaba, porque decían no creer en el virus. Se presume que el virus pudo llegar al pueblo a través de la gente que va a comprar a la Central de abastos de Iztapalapa, una de las personas que fue clave en la cadena de contagio fue el vecino de la familia que atendía una cremería, falleciendo a los 3 días de haber presentado síntomas a mediados de abril del 2020.

El primer integrante de la familia en fallecer fue el abuelo que era diabético y se encontraba en condición de discapacidad porque se le había amputado una pierna a consecuencia de la diabetes. Una semana después, falleció la abuela, que también era diabética e hipertensa. Cada muerte se dio una semana tras otra: siguió la nuera y uno de los hijos de la familia, dejando sin cuidado a dos niños y una niña discapacitada.

En conclusión, explicó la doctora Andrea Kenya “se puede observar que en el caso de México existe una gran desconfianza en los servicios de salud incluyendo los privados”. Resaltó que el porcentaje que cada familia destina al gasto de la salud, ya sea de primera atención o en el cuidado de otras enfermedades, puede ir del 11.1% hasta el 63.9% del ingreso familiar. Para cerrar su intervención, la profesora de la ENTS hizo un llamado a reflexionar “como trabajadores sociales ¿dónde está la prevención? No se previene con carteles, palitos o murales a la entrada de las clínicas, esta situación implica un posicionamiento más que político sobre las empresas que venden y afectan los estados de salud. Y por otra parte un posicionamiento frente a quienes quieren mercantilizar la vida social y el acceso a servicios de salud que son fundamentales para la vida humana”.