Collembola

Los Colémbolos o Saltarines son insectos ápteros (sin alas) que se reconocen por tener un cuerpo cilíndrico o globular, dotado, por lo común, en el extremo posterior de un órgano saltador bifurcado llamado fúrcula, que les permite brincar al aire. Su tamaño no suele sobrepasar de los 5 mm de largo. Viven en el suelo, entre la hojarasca y vegetación en general, casi siempre en lugares húmedos pues son poco resistentes a la desecación. Algunas especies viven en el agua y alrededor de ella.

Muchas especies tienen el cuerpo recubierto de pelos o escamas, y otras tantas presentan detrás de la cabeza un prominente collar de cerdas (pelos rígidos y cortos). La mayoría son de color gris o pardo, aunque también los hay blancos y muchas especies de la hojarasca son motedados de pardo y amarillo pálido. Las piezas bucales son masticadoras, aunque en algunos casos están adaptadas para picar o chupar. Carecen de ojos compuestos. El primer segmento abdominal aloja el tubo ventral, un órgano característico formado por la fusión de los apéndices de ese segmento, y que según algunos autores está relacionado con la regulación hídrica y puede tener funciones de órgano adhesivo. El nombre Colémbolos se refiere a esto último (kolla = liga, cola y embolos = estaquilla, clavija)

Los colémbolos participan en la actividad microbiana de los suelos de varios modos (Aracnet 7 -Bol. S.E.A., nº 28 (2001) : 35—48. Javier I. Arbea y Javier Blasco-Zumeta):

1. Fraccionan y trituran los restos vegetales. Esta acción mecánica es primordial para aumentar la superficie de implantación de la microflora.

2. Teniendo en cuenta el principio de la exclusión competitiva, los elementos ingeridos son degradados selectivamente por las especies gracias a su equipamiento encimático específico. De esta forma, pueden participar directamente en la formación de sustancias húmicas (humus coprógeno) que forman agregados complejos en los que se encuentran íntimamente mezcladas la materia orgánica y la fracción arcillosa del suelo. Además, las heces estimulan el crecimiento de gérmenes microbianos.

3. Participan en el control y dispersión de los microorganismos, ya que los materiales que ingieren son imperfectamente digeridos, y una parte importante es expulsada en forma de microorganismos aún viables. Así, participan en la renovación de especies microbianas, inoculándolas en sustratos que no están aún colonizados. Esta diseminación selectiva es más eficaz que el transporte accidental de gérmenes en la superficie del cuerpo de los animales.

En condiciones normales puede haber varias generaciones por año. Se conocen unas 1.500 especies, distribuidas por todo el mundo.