Material exclusivo de nuestro Centro de Formación®.

Psicografología Adolescente.

Lic Marcela Alvarez

Lic Eduardo Maggio

El video sobre este material lo podrás encontrar en:

http://www.youtube.com/watch?v=M6T07C0gzAQ

Cada etapa de la vida plantea al hombre tareas y desafíos a enfrentar y superar.

A nivel grafológico, el estudio científico de la escritura también al igual que en la evaluación psicodiagnóstica infantil tiene sus propios métodos y vías de acceso para lograr un diagnostico y comprensión de la personalidad del escritor. Estos métodos están sostenidos desde un criterio específico en donde la forma de abordar e interpretar la escritura estará en relación a la edad del analizado.

Así tenemos una primera etapa desde los 2 años hasta los 6 en donde el recurso que utilizaremos será el test de dibujo libre y el test del garabato, que son las expresiones gráficas de la primera y segunda infancia. Luego al comenzar el niño la edad escolar formal, entre los 6 y 12 años inicia el periodo del recurso grafológico propiamente dicho, al iniciar el proceso de alfabetización, contaremos con la escritura infantil como medio de diagnóstico y exploración de la personalidad infantil en sus núcleos y conflictivas básicas hasta ese momento que luego con la maduración y el desarrollo mas adelante podrán constituirse en genuinos núcleos básicos de la personalidad.

A diferencia del análisis escritural de edades posteriores (adolescencia, adultez) el análisis de los dibujos y escrituras infantiles requiere considerar los aspectos evolutivos característicos de estos años que conviven se apoyan e interactúan con los procesos psicoafectivo y sociales que el niño también va viviendo. Es importante mencionar entonces que el análisis de la escritura infantil tiene sus propios métodos y lecturas interpretativas, por lo cual no se deben aplicar a niños las interpretaciones psicológicas que corresponden a escrituras adultas.

Luego llegando a la etapa vital que hoy decidimos considerar para este material tenemos la escritura adolescente. Cronológicamente al igual que psicológicamente podemos considerarla a partir de los 11 o 12 años, lo cual coincide con el fin del ciclo escolar primario, y el indicio de la maduración psicosexual.

Así como en niños hasta los 12 años intentamos conciliar lo biológico madurativo con lo psicológico social, en los adolescentes debemos permanentemente diferenciar la parte adulta que va emergiendo y buscando su propia identidad, con la parte infantil que aun coexiste en el adolescente.

Recordemos los grandes duelos y perdidas que el adolescente debe ir aceptando, por un lado las mas evidente sus cambios físicos, sus primeros tiempos en su maduración sexual, la creciente exigencia de decisiones y responsabilidades, su dependencia /independencia respecto a los valores y expectativas y mandatos familiares, la mirada de sus pares, la relación desde otro lugar mas diferenciado con el otro género, etc.

Por ello la evaluación psicografológica de un adolescente pone como principal dilema y tarea poder separar la presencia aún justificada de aspectos infantiles y su lucha reivindicatoria de que se acepten sus derechos como mayor libertad de acción como si fuera un adulto.

Profundizando ahora algunas características psicosociales de esta etapa, podemos decir teórica y técnicamente con límites no exactos que la etapa adolescente es una etapa vital que abarca aproximadamente entre los 11 y 20 años. Es unos de los periodos más críticos del desarrollo de la personalidad.

En este período ocurren algunos cambios corporales que contribuyen a una imagen personal cambiante e inestable, se crece físicamente, a veces la voz cambia, la primera menstruación en las niñas, etc. Todos estos cambios son percibidos por el adolescente, quien va experimentando determinados sentimientos en relación a ellos, los que se manifiestan en el área afectiva, social y en la cognitiva.

A nivel cognitivo su crecimiento intelectual es muy rico, ha crecido en su capacidad simbólico representativa en general, así el adolescente es capaz de fundamentar juicios y exponer ideas emitiendo criterios críticos.

A nivel afectivo emocional es muy característico la inestabilidad emocional,  los sentimientos que caracterizan al adolescente es el de ser incomprendido, lo cual se relaciona con una percepción de no ser niño ni joven, que viene dada porque el adolescente comparte algunas características de los adultos (como puede ser la capacidad de procrear, y de desempeñarse en alguna profesión ya al promediar la adolescencia), pero socialmente no se les permite expresarla como tal. Esto provoca un conflicto entre lo que potencialmente el adolescente puede hacer y lo que socialmente le es permitido.

Esto muchas veces genera un quiebre en las relaciones interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades). Comienza a enfatizarse el afán de independencia que marca conflictos en las relaciones con los padres, ya que esto también oscila entre arranques de independencia y actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia.

Adolescencia indica estar a mitad de camino entre la infancia que comienza a dejarse atrás y el mundo adulto que genera sus atracciones y sus angustias, no todos los adolescentes atraviesan esta etapa de una manera conflictiva, angustiante que puede hacer mella en su autoestima y autoconcepto, no todos inician una pulseada o una actitud oposicionista hacia sus padres o figuras de autoridad, si probablemente algo de ello se presente, pero es la historia vivida, el vinculo previo con su familia, sus logros personales ( a veces sobresalir en algún deporte, arte) su ambiente social y familiar actual el que ayudará a superar esta etapa y ser una buena base para el logro de su identidad futura.

Esta posición intermedia, en la que el adolescente no es ni niño, ni adulto, sus necesidades de independencia (aunque depende de los padres), y la búsqueda constante de identidad, son elementos fundamentales que caracterizan la crisis en este período.

A nivel social el grupo de amigos redimensiona su significación, volviéndose de vital importancia para el adolescente. Es a partir de la posición que ocupa en el grupo de amigos, y de cómo lo valoran los integrantes de dicho grupo, que va a conformarse la autovaloración adolescente. A veces la falta justamente una buena inclusión social con pares, por timidez, exceso de introversión, etc.

Dicho de otro modo, el adolescente se va a percibir a sí mismo en función de la percepción que tiene su grupo de él. Si en el grupo es reconocido y lo perciben positivamente esto influirá en la manera en que él exprese su comportamiento. De lo contrario puede tender a la búsqueda constante de aceptación por parte del grupo.

Esta es una de las características fundamentales de los grupos informales, ya que la mayoría de los intereses del adolescente están dirigidos hacia la actividad que realizan estos grupos, los cuales definen los intereses que van surgiendo en los adolescentes. Además el grupo de amigos deviene en una fuente muy importante de satisfacción de necesidades que el individuo no satisface ni en la familia ni en la escuela.

A pesar que el adolescente tiene sus propias ideas y juicios morales, estos sufren gran influencia  de lo que el grupo acepta o no. Así, el adolescente no sólo se apropia de valores y normas, sino de patrones de conducta, modas, ideales, estereotipos, etc.

Se consideran logros de la adolescencia, la actitud activa en la búsqueda de conocimiento, el desarrollo de formaciones superiores como la autovaloración, los ideales y la motivación profesional, que se dan fundamentalmente en las relaciones con sus amigos, pero siempre como resultado de la influencia de la familia y los maestros en etapas anteriores y del manejo adecuado de las situaciones críticas que generan los cambios de esta etapa.

Finalmente dentro de las características distintivas de esta etapa, sobresale:

·       la inestabilidad emocional,

·        irritabilidad,

·        hipersensibilidad

·       y bipolaridad entre introversión y extroversión;

·       miedo al futuro o escepticismo.

·       Ambivalencia en sus vínculos e intereses en general.

·       Luchas internas, sentimientos contradictorios.

Todo esto ha contribuido a la visión comúnmente difundida de esta etapa como crítica o caótica, contrastando con la etapa anterior (edad escolar) en que la personalidad del niño y su configuración física son más estables y predecibles.

A nivel grafológico algunos signos asociados a las características de personalidad mencionadas son:

• Irregularidad en la altura de las letras.

• Inclinación de las hampas (partes altas de las letras por ejemplo la “b”).

• Óvalos muy redondos y grandes que indican hiperemoionalidad.

• Angulosidades aisladas por ejemplo en algunos montes de la letra “m”.

• Repasos, retoques y desprolijidades que indican ansiedad, sentimientos de culpa, etc.

Es por ello que a través del diagnostico tanto escrito como de otros test proyectivos podamos detectar, prevenir primariamente en lo posible áreas de conflictos que repercutan en su crecimiento y logro de una identidad sólidae