Una noche de invierno

7 de Enero de 2011

El año 2010 ha sido con mucho mi peor año en cuanto a observación astronómica se refiere, y esto teniendo en cuenta ya la usual meteorología adversa del norte de la península. Y por lo que parece, el inicio de 2011 está siguiendo esa tendencia. La mañana del eclipse de Sol estuvo lloviendo y no se pudo hacer absolutamente nada, pero el día 7 anocheció con un cielo bastante despejado con lo que decidí coger el telescopio pese a que la previsión meteorológica para la noche no es demasiado buena. Observo desde mi lugar habitual, con contaminación lumínica moderada y el refractor de 120mm f/8,3. La temperatura es bastante agradable (8-10ºC) para esta época del año y permite observar con comodidad.

Los primeros vistazos a la Luna y Júpiter ya dejan clara una cosa: el seeing es horrible, como hace tiempo que no lo veía. Imposible trabajar a más de 100 aumentos, con los que las estrellas son borrones imposibles de enfocar y en Júpiter apenas se ve una de las bandas. Al menos se pudo ver una Luna creciente de tres días con una brillante luz cenicienta a bajos aumentos.

Como, al menos, la transparencia de la noche parece bastante buena, paso directamente a cielo profundo.

El primer objetivo, para comprobar la calidad de la noche, es la Galaxia de Andrómeda, M 31. La visibilidad de la galaxia y sus dos satélites M32 y M110 es bastante buena. Veo una extensión relativamente grande del halo, no más de 1-1.5º de eje mayor pero ya es bastante para estas condiciones de observación. Da la impresión de que uno de los lados de la galaxia, el opuesto a M 32, tiene un borde algo más neto y brusco que el opuesto, que aparece más difuminado. Las dos elípticas enanas M 32 y M 110 dan un contraste bastante interesante: una redondeada y muy concentrada, la otra alargada y difuminada. Bien, no está nada mal para empezar.

Sobre la marcha me acordé de un objeto del Herschel 400 en Casiopea sobre el que había leído últimamente. La galaxia NGC 278 está a unos 6º al norte de M31 y muy cerca de la Omicron Cas y de los otros dos satélites de la galaxia de Andrómeda, NGC 185 y 147. Es muy fácil de localizar ya que está a escasos 2’ al sur de una estrella de magnitud 8,8 que a su vez se localiza muy fácil desde Omicron. La galaxia (magnitud 10,8) es un objeto bastante compacto y brillante, tanto que a primera vista no parece una galaxia: tiene forma redondeada, con un disco bien definido y un centro brillante y destacado que parece estelar. Obtengo la mejor imagen a 111x con el Planetary 9mm. El campo es bastante rico y contribuye a mejorar la impresión de la galaxia, y la verdad es que se hace raro ver una galaxia en un campo como este. Sin embargo, cuando aún estoy observando a NGC 278, de repente todo empieza a debilitarse y emborronarse al ocular... han llegado las nubes, que en poco tiempo terminan cubriendo casi todo el cielo...

Tardó una hora en despejarse de nuevo, así que volvemos a la carga: M45, las Pléyades, con sus nebulosas (NGC 1432 y 1435). El cielo ha empeorado un poco, pero observando con cuidado puede verse algo de nebulosa en las cuatro estrellas principales del cúmulo. La más fácil y brillante es la de Merope, asimétrica y extendida hacia el sureste, lo que la hace fácilmente distinguible de dispersión o reflejos en la óptica. En el resto de las estrellas la nebulosa es redondeada y centrada en la estrella, por lo que se hace necesario comparar con otras estrellas para asegurarse de que eso es la nebulosa. Algunos observadores comentan que se obtiene mejora con un filtro UHC, aunque al menos en mi caso eso no es así. Las nebulosas desaparecen, pero el filtro introduce halos en todas las estrellas brillantes.

Tras las Pléyades, un pequeño salto hacia el norte, hacia la planetaria NGC 1514. Se encuentra fácil bien desde las Pléyades o desde la Zeta Persei. Es un objeto curioso ya que la estrella central es más brillante (mag. 9,4) que la propia planetaria (mag. 10,9). Aparece débilmente a 45x sin filtro, pero mucho mejor a mas aumentos (77x a 149x) con UHC. Es redondeada y débil, sin detalles visibles. Tiene el aspecto de una burbuja rodeando a la estrella.

NGC 1514 (Aladin/DSS)

Tenía pensado hacer una observación detallada de la Nebulosa del Cangrejo M1, y hacia este remanente de supernova dirigí el telescopio. La nebulosa no presenta ninguna dificultad al ocular y se ve fácilmente a todos los aumentos. Se obtiene una gran imagen a sólo 28x con el Aspheric 36, con los que se ve la nebulosa y Zeta Tauri en el mismo campo junto a multitud de estrellitas del campo. La mejor imagen se obtiene a 77x sin filtros. A primera vista, tiene forma ovalada, con el eje mayor en dirección aproximada NNW-SSE. Al observar con mayor atención comienzan a verse irregularidades: la forma de la nebulosa no es uniforme, sino que tiene una pequeña extensión al sur. En el extremo norte también hay otra extensión similar pero mucho menos marcada y más redondeada. Estas extensiones le dan una forma sigmoidal. Los detalles no se ven a primera vista pero están ahí tras un buen rato de observación. A 149x se confirma la forma general de la nebulosa, que quizá se ve un poco mejor pese al mal seeing.

Por desgracia la noche no dio para mucho más. La siguiente parada era la nebulosa NGC 2174-5 en Orion... sin embargo habían comenzado a aparecer nubes que no tardaron en cubrir todo el cielo. Es hora de recoger.