Características 

Servicio

Características del Don de Servicio


Quien tiene el don de servicio percibe una necesidad a leguas. Es como si tuviera un radar enfocado hacia las necesidades de otras personas, gran motivación para hacer algo para suplir dichas necesidades.

Cuando la iglesia se reúne para comer juntos, se puede notar fácilmente quiénes tienen el don de servicio. Observe quién está siempre en la cocina haciendo los preparativos, o colocando las mesas y las sillas, o haciendo la limpieza cuando el evento se ha terminado.

2. Disfruta de llevar a cabo proyectos, trabajo y funciones manuales.

De todos los dones motivacionales, son las personas que tienen el don de servicio los que tienen mayor destreza para trabajar con las manos. Es por eso que los hemos denominado las manos del cuerpo. Ellos pueden hacer casi todo lo que involucre habilidades manuales: proyectos artísticos, reparaciones, carpintería, plomería, trabajos eléctricos, costura, cocina, jardinería, etc

3. Mantiene todo en un orden meticuloso

Los que tienen el don de servicio no soportan el desorden, la suciedad y la desorganización. Las mujeres con este don siempre sacuden los muebles todos los días. Nunca hay platos sucios en su fregadero; doblan su ropa y la guardan el mismo día que la lavan; siempre hacen las camas antes de las nueve de la mañana. Uno podría llegar a su casa en cualquier momento del día y encontrar una casa lista para recibir invitados.

Los hombres con el don de servicio mantienen su ropa en orden; nunca ponen sus calcetines en la gaveta de las camisas. Su escritorio siempre está ordenado y cada herramienta está colgada en el clavo correcto. Además, siempre cortan el césped a tiempo y las malas hierbas no tienen oportunidad de crecer junto con las flores.

4. Es una persona detallista con una buena memoria.

Quienes tienen el don de servicio tienen una memoria para los detalles que pareciera una computadora. Recuerdan dónde han puesto un artículo que sacaron del periódico tres años atrás. Siempre recuerdan cómo le gusta a uno el café: con crema, pero sin azúcar, etc. Nunca se olvidan de un cumpleaños en la familia (y recuerdan enviar una tarjeta), y hasta pueden relatar un episodio del tercer capítulo del libro que leyeron la semana pasada con una asombrosa exactitud.

5. Disfruta de mostrar hospitalidad.

Cuando el pastor anuncia que se necesita un lugar en donde hospedar al misionero que está de visita, los que tienen el don de servicio son los que ofrecen su hogar primero. Les gusta recibir a las personas en su casa.

Buscan oportunidades de invitar a otros a cenar o tomar el postre en su casa, y siempre hacen que sus invitados se sientan a gusto.

6. Cuando empieza algo, persevera hasta que lo termina.

Quienes tienen el don de servicio terminan lo que empiezan. Cuando dicen que harán algo, lo hacen. Lo único que les causa frustración es cuando se les pide que hagan algo en un lapso demasiado corto. Esto es porque ellos no sólo quieren terminar una tarea que se les ha encomendado, sino que quieren terminarla bien. Mi amiga Claudia tiene todas las características de una servidora madura. Ella sirve en nuestra iglesia en la junta de mujeres y generalmente se ofrece voluntariamente para ser la secretaria de inscripciones para retiros y conferencias. En cuestión de un día o dos — y generalmente mucho antes que se necesitan — ella tiene todos los formularios de inscripción y otras hojas necesarias diseñadas, impresas y listas para ser utilizadas. Ella está pendiente de cada detalle durante el proceso de inscripción, y luego pacientemente mantiene todo los registros necesarios en un orden increíble.


7. Le es difícil decir que no cuando se le pide ayuda.

Debido a que los servidores han sido diseñados naturalmente para ser ayudantes, y puesto que saben que lo hacen bien, es muy difícil para ellos decir que no cuando se les pide ayuda. Como resultado, ellos tienden a involucrarse en demasiados proyectos a la vez. Incluso si se les hace una simple pregunta como, por ejemplo: "¿Sabes qué producto usar cuando una tubería se atasca?", los servidores automáticamente dirán: "Déjame ir a tu casa y ver la tubería." Casi sin pensarlo, el servidor está en la cocina de la persona con una llave inglesa en mano reparando la tubería.


8. Le interesa más satisfacer las necesidades de otros que satisfacer sus propias necesidades.

Quienes tienen el don de servicio son personas que se preocupan por los demás.


9. Disfruta más de trabajar con metas inmediatas que con metas a largo plazo.

Quienes tienen el don de servicio prefieren proyectos a corto plazo. Les gusta más hacer algo que solamente tome dos horas que algo que tome dos semanas,y prefieren un proyecto de dos semanas o dos meses a un proyecto de dos años.

Un servidor disfrutaría de hacer comida para la familia de una mujer que está temporalmente en el hospital, pero no necesariamente disfrutaría de brindar este tipo de servicio de manera permanente. Las personas con este don se gozarían trabajando un día a la semana en un banco de comida, pero no querrían administrar el proyecto.

En la Biblia, Marta vio la meta inmediata: Jesús necesitaba comida. En cambio, María vio la meta a largo plazo: su necesidad de aprender de Él .

Esteban fue nombrado diácono, y parte de su responsabilidad era ayudar a las viudas, mientras que los apóstoles vieron la necesidad a largo plazo de difundir el evangelio.

Si usted tiene un hijo con el don de servicio, la siguiente es una fórmula para lograr que su hijo sea productivo: Nunca le dé una lista de quince tareas para hacer un sábado. Para él sería agobiante. Más bien, dele una sola tarea. Cuando haya terminado esta, agradézcale su ayuda y luego pregúntele si le gustaría ayudar haciendo otro trabajo. Podrán seguir así durante todo el día.


10. Muestra amor por otros con acciones y obras más que con palabras.

Quienes tienen el don de servicio creen que las acciones dicen más que las palabras. Ellos expresan su amor con lo que hacen.

Un servidor nos dijo una vez: "Es fácil decir: 'Te amo', pero la otra persona posiblemente nunca sepa si en realidad uno la ama. Me parece que cuando hago algo para alguien, esa persona sabe que la amo."


11. Necesita sentir que las personas agradecen su ayuda.

No es que los servidores sirvan simplemente para que se les alabe; sin embargo, el agradecimiento les asegura que las tareas que han hecho las han hecho bien. El aprecio de las personas a quienes sirven edifica en ellos una buena imagen de sí mismos. Es la culminación de su gozo al servir.


12. Tiende a hacer más de lo que se le pide.

Quienes tienen el don de servicio disfrutan tanto de lo que hacen que a menudo no quieren parar.


13. Siente gran felicidad al hacer algo que es de ayuda

Disfruta de saber que esta ayudando de manera práctica a alguien.   


14. No le gusta liderar a las personas o dirigir proyectos

Quienes tienen el don de servicio no son líderes; son seguidores. Dios los creó de esa manera. Si se les obliga a ejercer una posición de liderazgo, se frustran.

Es una tentación darle el liderazgo a quienes tienen el don de servicio. Debido a que hacen tan bien todo lo que emprenden, podría parecer lo más natural que tomen el mando. Sin embargo, cuando esto sucede, ellos pierden su gozo. Esto se debe a que se les ha puesto en una situación para la cual no han sido equipados. El resultado es que ellos se frustran, a al final, lo más probable es que los que tratan de dirigir también se frustrarán.    


15. Tiene muchísima energía.

Quienes tienen el don de servicio tienen una sola velocidad: hacia delante y a gran velocidad. Pareciera que sus energías son inagotables. 1 Pedro 4:11 les manda a servir "por la fortaleza que Dios da". Y de hecho, los servidores parecen tener una perseverancia poco común y a menudo necesitan menos horas de sueño que las demás personas.

Podemos suponer que Dios los ha dotado con tanta energía porque ellos son los "hacedores" y hay muchísimos que hacer.


16. No soporta el desorden.

Hemos escuchado que los servidores dicen cosas como: "No puedo irme de la oficina hasta que mi escritorio esté limpio" o "Si la casa no está limpia, no me puedo sentar a ver televisión" o "No soporto ir a la casa de mi vecina. Siempre me dan deseos de recoger y poner las cosas en su sitio, pero no creo que a ella le gustaría".

Los que tienen el don de servicio son los que enderezan los cuadros en la pared cuando van a casa de sus amigos. Esto puede observarse incluso en los niños que tienen este don. un pastor nos comentó la manera en que su nieto de dos años daba pruebas de su don cada vez que iba a jugar a la casa de otros niños. Al encontrar el cuarto del otro niño en completo desorden, él siempre empezaba a recoger todo y a poner los juguetes en fila. Hasta no hacer esto no podía relajarse y empezar a jugar.


17. Tiende a ser perfeccionista.

Cualquier cosa que hacen los servidores, lo quieren hacer bien. Ellos quieren que las cosas se hagan correctamente y están dispuestos a trabajar hasta lograr esta meta.

Para personas con otros dones, el perfeccionismo puede ser una señal de un comportamiento anormal. Pero los servidores han sido creados perfeccionistas para llevar a cabo el propósito de Dios. Es necesario que alguien en el Cuerpo de Cristo muestre este comportamiento de una forma positiva y balanceada.


18. Ve el servir como lo más importante en la vida.

Un servidor nos dijo mientras arreglaba las sillas después de una reunión de la iglesia: "No puedo entender por qué los demás hombres no ayudan a hacer esto."

Para el servidor, el servicio es la esencia del cristianismo. Para ellos, todo lo demás son sólo palabras. Por supuesto que el ejemplo y las enseñanzas de Jesús sobre la importancia de tener un corazón de siervo refuerza su convicción de que el servir es la actividad más importantes de todas.

Sin embargo, los servidores necesitan cuidarse de insistir que otros piensen como ellos. Cada don piensa que su función es la más importante de todas.


19. Prefiere hacer un trabajo él mismo que delegarlo.

Los servidores no solamente prefieren hacer el trabajo ellos mismos, sino que se sienten culpables cuando no lo hacen. Un hombre dijo: "Para mí es muy difícil delegar trabajos a mis hijos. Generalmente yo soy quien termina haciéndolos.”

Don recalca que creció con una madre servidora. “Ella me delegaba un trabajo - dice él -, y cuando veía que yo lo estaba haciendo demasiado lentamente o con dificultad, ella venía y hacía ella misma el trabajo. Por supuesto que aprendí que podía librarme de diferentes responsabilidades de esa forma. Pero, desafortunadamente, hay muchas cosas que hubiera podido aprender a hacer en casa y que ahora como adulto tengo que aprender. Me hubiera gustado que mi mamá me delegara más tareas durante mis años de formación.”


20. Apoya a otras personas que están en liderazgo.

 Quienes tienen el don de servicio son excelentes secretarias vicepresidentes, o miembros de comité. Tienen una lealtad increíble hacia quienes sirven. No es raro que un servidor se queme las pestañas par culminar un proyecto. Los servidores desean que las personas a quienes apoyan tengan éxito.

UNA EXCEPCIÓN DE LA REGLA

Este es un buen lugar para sacar a relucir una excepción importante a la regla que dice que las personas funcionan mejor en los dones motivacionales que Dios les ha dado. Esta es la excepción: Cuando Dios lo llama a hacer un trabajo fuera de la esfera de su don motivacional, Él también le dará la unción que lo capacitará para hacer el trabajo. La unción de Dios sobrepasa cualquier don.

Seguimos enfatizando que esta enseñanza sobre los dones motivacionales no ha sido diseñada para encasillar a la persona de modo que diga: Esto es lo único que puedo hacer. Esperamos que el Espíritu Santo le dirija en todo y que esté abierto al llamado de Dios - y a la provisión que acompaña su llamado - en cualquier momento de su vida.

Para ver un ejemplo bíblico de esto, consideremos a Moisés.

Si usted fuera Dios y quisiera liberar a varios millones de personas de la esclavitud, probablemente escogería a alguien con el don de administración. Esta persona organizaría el éxodo de una forma sumamente eficiente.

Sin embargo, eso no es lo que hizo Dios. Él llamó a una persona con el don de servicio para que hiciera este trabajo: Moisés. ¿Cómo sabemos qué don tenía Moisés, y de cuáles carecía?

Primero que nada, ¿cuál fue la respuesta de Moisés cuando Dios lo llamó? “Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que …. saque de Egipto a los hijos de Israel? (Éxodo 3:11)

Ahora bien, si Moisés hubiese sido un líder natural él se hubiera emocionado al oír el plan de Dios. Hubiera contestado algo como: “¡Perfecto Señor! ¿Cuándo empezamos?” Pero como servidor, Moisés no tenía el deseo de ser líder. El no tenía confianza en sus propias habilidades para llevar a cabo un trabajo de ese tipo.

En segundo lugar, Moisés no estaba dando excusas, sino más bien diciendo la verdad cuando dijo: “¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra… porque soy tardo en el habla y torpe de lengua” (Éxodo 4:10)

Moisés conocía muy bien sus propias limitaciones. Sus talentos naturales todos iban en contra de su éxito en la tarea que Dios le estaba llamando a hacer. El que tiene el don de servicio generalmente tiene muy poco capacidad para hablar frente a un grupo.

Pero Dios tenía la solución al problema. “Y (Dios) dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón … Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca.” (Éxodo 4:14-16).

Indudablemente Aarón tenía uno de los “dones del habla”

En tercer lugar, las personas no venían ninguna habilidad natural para el liderazgo en Moisés. No siempre lo siguieron con entusiasmo, y tenemos como evidencia sus constantes quejas y murmuración. Ellos se quejaban de que Moisés les “había sacado  a ese desierto para matar de hambre a toda esa multitud” (Éxodo 1:3).

Ahora bien, un administrador con una personalidad carismática hubiera sido capaz de conseguir que lo apoyaran incondicionalmente. Para darnos cuenta de cuán conveniente puede ser un líder astuto que habla bien sólo tenemos que recordar la tragedia ocurrida en Jonestown en 1978, donde cientos de hombres, mujeres y niños bebieron Kool-Aid mezclado con cianuro porque Jim Jones se lo ordenó. Pero Moisés no era como Jim Jones.     

En cuarto lugar, Moisés, como muchos servidores, trató de hacer todo su trabajo él mismo. Fue su suegro, Jetro, quien tenía el don de administración que lo sacó de ese apuro.

“Se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

“Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: …¿por qué te sientas tú solo (a juzgar)?” (Éxodo 18:13-14).

A Moisés nunca se le ocurrió que existiera una mejor manera de juzgar todos los casos que el pueblo traía a él. Sin embargo Jetro vio inmediatamente que había una mejor manera.

“Desfallecerás del todo, tú y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para tí; no podrás hacerlo tú solo” (Éxodo 18:18).

Jetro le dijo a Moisés que instruyera claramente a las personas sobre los estatutos y las leyes de Dios, y que después seleccionara hombres temerosos de Dios y delegara a estos los casos más fáciles. Le sugirió a Moisés un plan específico de cómo organizarse que incluía líderes de millares, de centenas, de cincuenta personas y de diez personas, que es el plan en el cual se basa el sistema judicial de los Estados Unidos. Moisés juzgaría sólo casos más difíciles.        

“Y… todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarán la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo” (Éxodo 18:22).

En quinto lugar, un buen administrador hubiera llevado al pueblo de Israel de la tierra de Gosén a la Tierra Prometida en once días, el tiempo que toma caminar entre esos dos lugares. El administrador, operando en sus propias fuerzas, hubiera terminado el trabajo muy rápidamente. Pero Dios no solamente quería sacar a los israelitas de Egipto, sino también sacar a Egipto de los israelitas. Aquello tomó cuarenta años, ¡dos generaciones!

Sus ancestros habían vivido en una cultura pagana durante cuatrocientos años, es decir, veinte generaciones. Los aspectos paganos de la cultura de Egipto se habían pegado a ellos durante todos esos años. Moisés, siendo un servidor, simplemente siguió a Dios e hizo las cosas al ritmo de Él. Dios necesitaba obediencia más que habilidad. Sin embargo, Dios también le dio a Moisés la unción para hacer el trabajo.

Quizá habrá momentos en su vida cuando Dios lo llamará a hacer algún trabajo y su primera respuesta será: “Señor, tú sabes que he sido dotado en esa área”. ¡No importa! Dios lo capacitará y lo ungirá para llevar a cabo la obra; usted será capaz de hacer cosas que nunca hubiera podido hacer en sus propias fuerzas.

Nunca utilice el conocimiento de su don motivacional como una excusa para no hacer lo que Dios lo llama a hacer. Recuerde: la unción sobrepasa el don