Características Enseñanza

Características de Don de Enseñanza


1. Presenta la verdad en forma lógica y sistemática

Al pensar en nuestros años de estudio, podemos identificar perfectamente a los maestros que tenían este don, puesto que sus lecciones siempre tenían la forma de bosquejo: puntos 1, 2, 3, a, b, c. Procedían de forma sistemática, Era muy fácil tomar notas.   

Derek Prince, un reconocido autor y estudioso de la Biblia, es un clásico ejemplo de una persona con el don motivacional de enseñanza. Tenemos carpetas llenas de notas que tomamos durante sus conferencias. Estas anotaciones son ricas en datos y en conclusiones, y todas están perfectamente organizadas debido a que Derek habla de esa forma. Es fácil buscar información en estas anotaciones porque están organizadas de manera lógica.

Notamos también que quienes tienen el don de exhortación son los maestros más interesantes y populares; sin embargo, ellos pueden enseñar durante una hora y sólo hablar de un concepto significativo. Además, difícilmente se puede tomar notas cuando ellos hablan. Las anotaciones serán pocas y no estarán en una secuencia lógica.  


2. Da validez a la verdad al verificar los hechos

Los maestros quieren estar seguros de que lo que creen y aceptan está basado en hechos. Así pasaba con Tomás, el discípulo incrédulo. Siendo motivado por su don de enseñanza, él no quería confiar en lo que había escuchado sobre la resurrección de Jesús; por eso fue muy natural para él responder:

“...Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré“ (Juan 20:25).

Sin embargo, cuando Jesús se le apareció ocho días más tarde, Tomás solamente pudo responder: “!Señor mío, y Dios mío!“ (versículo 28).

Si usted tiene el don motivacional de la enseñanza, probablemente alguna vez lo hayan llamado “Tomás el incrédulo”. No se desanime por eso.  Usted fue diseñado por Dios para investigar los hechos y está haciendo un trabajo lo suficientemente bueno como para que otros lo noten. ¡Eso es maravilloso!. Los maestros son los detectives.


3. Les gusta estudiar e investigar.

Debido a su pasión por el estudio y la investigación, a los maestros también les gusta tener una extensa biblioteca personal de libros de investigación.

Dick Mills, un orador popular con el don motivacional de enseñanza, tiene una pasión casi insaciable de los libros,  especialmente por las diferentes versiones de la Biblia (por lo general cita hasta veinticinco diferentes traducciones). El no puede pasar cerca de una librería cristiana sin escabullirse dentro de ella para ver si tiene nuevos libros de investigación.


4. Disfruta de estudiar a fondo las palabras.

A los maestros les fascinan las palabras. Les gusta investigar las raíces y los significados en el griego y/o el hebreo. Para ellos las palabras son como ladrillos con los cuales se edifica la comunicación. Los maestros quieren utilizar las palabras correctas.

A menudo usarán referencias bíblicas para determinar el precio significado del griego de una palabra. También les gusta hacer estudios de ciertos temas con la ayuda de referencias bíblicas y concordancias.  

Algunas veces el estudio de una sola palabra les llevará horas, y en ese tiempo, recibirán muchas revelaciones.

Cuando Dick Mills enseña, generalmente toma un solo versículo de las Escrituras y pasa un buen tiempo explicando las facetas del significado de cada palabra importante en el versículo, citando diferentes versiones de la Biblia y lo que han dicho diferentes estudiosos de la Biblia. Al oír estas enseñanzas, el versículo cobra vida para el oyente.


5. Prefiere usar ilustraciones bíblicas y no ilustraciones tomadas de la vida.

Para el maestro, la Biblia es la autoridad final. Si no entiende un versículo en particular , cree que el problema es su propia falta de conocimiento, y no el pasaje en sí. En este caso el pasaje bíblico sería una fuente de conocimiento que todavía no ha descubierto.

Quienes tienen el don de enseñanza citan textos bíblicos con frecuencia, a menudo utilizando historias, parábolas o personajes que comprueban o ilustran algún concepto. Para ellos, la Biblia es un recurso completamente confiable.

En cambio, las ilustraciones tomadas de la vida son de por sí muy subjetivas. Según los maestros, no son una roca confiable sobre la cual se pueda construir.

Un maestro podría utilizar anécdotas personales para realzar un tema, pero sólo después de haber usado ilustraciones tomadas de las Escrituras para comprobar sus enseñanzas.


6. Se disgusta cuando se citan las Escrituras fuera de contexto.

¡Es imperdonables! Para una persona que tiene el don de enseñanza, el que alguien cite textos bíblicos fuera de contexto es como si alguien raspara las uñas contra una pizarra. El maestro se preocupa tanto por la integridad de la enseñanza, ya sea hablada o escrita, que no puede menos que perder confianza en una persona que cita una escritura para apoyar alguna enseñanza cuando ignora el verdadero sentido del pasaje.

En los años ochenta había un maestro itinerante muy popular, que suscitaba mucho entusiasmo cuando hablaba en conferencias y campamentos. Era una persona muy ingeniosa y dramática es sus presentaciones, y mantenía la atención de todo su público, con excepción de aquellos que tenían el don de enseñanza. Mientras que todos los demás se iban de la reunión diciendo: “¿No te parece que esa fue una presentación fenomenal?” los maestros contestaban: “No. No me pareció buena para nada.”

El problema era que el expositor, quien había sido bendecido con el don motivacional de la exhortación, enseñaba sobre un tema y luego citaba varias escrituras para dar validez a los que decía. Por lo general, la enseñanza en sí era buena, pero en el contexto en que estaban citando, las escrituras que usaba no tenían el sentido que el escritor bíblico les había dado. Hubiera sido mejor no utilizar ninguna escritura que utilizar escrituras fuera de contexto. Observamos que las personas con el don de enseñanza dejaban de asistir a las reuniones de este expositor.

Para los maestro, citar erróneamente las escrituras es un abuso.


7. Se preocupa de que la verdad prevalezca en cada situación.

Quienes tienen el don de enseñanza quieren que la verdad prevalezca, ya sea en los negocios, la educación, la religión, las relaciones humanas o en cualquier otra esfera de la vida. Este es el fundamento, el ancla, el marco dentro del cual pueden trabajar seguros. Entre los cristianos de Berea posiblemente había muchas personas con el don de enseñanza porque cada día examinaban cuidadosamente las enseñanzas de Pablo para asegurarse que concordaban con lo que decía el Antiguo Testamento (Hechos 17:11).

Aquila y Priscila, quienes tenían ambos el don motivacional de enseñanza, le dieron la bienvenida a Apolos, quien también era un maestro. Sin embargo, ellos se dieron cuenta de que él tenía un conocimiento limitado del evangelio y se apresuraron a “exponer más exactamente el camino de Dios” (Hechos 18:26). Con la verdad establecida completamente en él, Apolos pudo entonces ir a Grecia y confrontar a los intelectuales de aquellos días.


8. Es más objetivo que subjetivo.

En general, los hombres tienden a ser más objetivos, las mujeres màs subjetivas. Por supuesto que hay excepciones. Pero cuando un hombre tiene el don motivacional de enseñanza, vemos a la persona más objetiva de todas. Tales hombres a menudo se convierten en investigadores cientìficos, analistas de negocios o jueces.

Las mujeres que tienen el don motivacional de enseñanza tambièn tienden a trabajar en estos campos. Y no es raro para ellas escuchar halagos como: “para ser una mujer, eres sumamente objetiva”.

Los maestros ven la vida con cierta imparcialidad. Ellos participan, pero no se dejan guiar por sus emociones. De esta manera evitan ser heridos emocionalmente.


9. Fácilmente desarrolla y utiliza un vocabulario amplio.

Los maestros utilizan bien las palabras y son muy hábiles para aprender palabras nuevas. Aun de niños, les encantan los crucigramas y otros juegos de palabras. Saben comunicarse muy bien; muchas veces hablan con mucha autoridad y elocuencia.


10. Enfatiza los hechos y la exactitud de las palabras

Los maestros no están muy interesado en las opciones; ellos quieren hechos. Los hechos con los componente básicos de su vida. Junto con su habilidad de utilizar tan bien las palabras y su gran objetividad, esta tendencia hace que sean muy diestros para los trabajos editoriales. Son muy buenos correctores. Ven inmediatamente cuando hay faltas ortográficas, gramática incorrecta o vocabulario inapropiado.


11. Verifica la fuente del conocimiento de otros maestros.

Los maestros son los que más tienden a pregunta: ¿quién?, ¿qué?, ¿dónde? y ¿por qué? En un joven, esto puede parecer una actitud descortés o inocente. Siempre se interesa por la fuente de la información para estar seguro.


12. Prefiere enseñar a creyentes que evangelizar.

Cuando llega el momento de evangelizar, el maestro trata de pasar desapercibido. Él lleva  a las personas a conocer a Jesucristo, pero generalmente en circunstancias donde ya tiene cierta relación o amistad con la persona.

Los métodos de evangelísticos más agresivos no atraen al maestro. Definitivamente no es una persona que gusta de ir de casa en casa evangelizando. Sin embargo, se alegra de que otros hagan ese esfuerzo. Y una vez que las personas se han convertido a Cristo, el maestro estará dispuesto a pasar horas interminables enseñando a los nuevos creyentes.  

Afortunadamente, no todos los cristianos han sido dotados para el evangelismo, porque si no hubiera personas que enseñaran a los nuevos creyentes, el Cuerpo de Cristo no madurará.


13. Siente que el estudio bíblico es fundamental para la operación de todos los dones

Los maestros creen que no puede haber nada más importante que estudiar la Biblia. Para ellos, la Palabra es el fundamento en que basa la operación de todos los demás dones.

Ellos piensan más o menos así:

No hay nada más fundamental que el estudio de la Biblia, dice el maestro.


14. Resuelve los problemas a partir de principios bíblicos.

Los maestros creen que la Palabra de Dios tiene la respuesta a cualquier problema, ya sea directamente mediante un ejemplo o un principio obvio, o indirectamente, mediante un principio implícito.


15. Es despierto intelectualmente.   

Estas son las personas que no es recomendable invitar a jugar juegos que consisten en contestar preguntas sobre diferentes temas, puesto que siempre terminarán ganando.

lo cierto es que Dios ha dotado a estas personas, que son la “mente” del Cuerpo de Cristo, con lo que necesitan  para tener éxito en su ministerio: un alto coeficiente de inteligencia. Muchas veces son personas brillantes. En la escuela, eran buenos estudiantes, les encantaba estudiar, eran automotivados, y siempre sacaban las mejores notas.

La mente del maestro puede compararse a una esponja sedienta que absorbe todo lo que puede. Como resultado, los maestros son prolíficos lectores y tienden a leer libros llenos de hechos, datos e información exacta. Tienen una buena memoria, especialmente para fechas e historia.


16. Es autodisciplinado

 Mezcle una buena dosis de seriedad con mucha objetividad, agréguele amor por la verdad y una mente aguda, y tendrá los ingredientes necesarios para la autodisciplina.

Los maestros pueden fijarse metas y cumplirlas, fijarse parámetros y trabajar eficientemente dentro de estos, y fijar fechas y horas y atenerse a los que han decidido.

Era asombroso observar a cierta mujer con este don. Su vida era tan regulada que sus compañeros de trabajo podían fijar su reloj según el momento en que ella entraba a la oficina: siempre a las 8:30 a.m., nunca a las 8:29 o a las 8:31. ¡De igual manera salí de la oficina a las 4:40 en punto! Aunque algunos se reían de esto, su puntualidad dejaba a los demás un buen ejemplo de cómo una persona debe ganarse el salario trabajando las 8 horas debidas.


17. Tiene dominio de sí mismo emocionalmente

De todos los dones motivacionales, las personas con este don son las más equilibradas emocionalmente. Algunas personas tienen tantos altibajos emocionales que parece que estuvieran montados en una montaña rusa. Otras personas tienen altibajos muy leves con un sacudón de vez en cuando. Sin embargo, si fuéramos a hacer una gráfica de los cambios de ánimo de los maestros, esta consistiría más o menos de una línea horizontal.

Los maestros son sumamente analíticos, Creen que las acciones razonables pueden resolver las situaciones que podrían llegar a ser volátiles. Cuando alguien se enoja, generalmente dicen: “Cálmate. Yo sé que puedes guardar clama.”


18. No tiene sino un grupo selecto de amistades.

Para los maestros es imprescindible tener algo en común para formar una amistad íntima. Ellos muy pocas veces forman amistades superficiales. Tienden a ponerse nerviosos o ser distantes cuando se encuentran en situaciones sociales informales, y detestan las conversaciones sin sentido. Ellos prefieren tener amigos con los cuales puedan discutir ideas y conceptos. A veces son personas solitarias, pero por lo general se sienten más a gusto con sólo unos cuanto amigos.

A menudo los maestros nos dicen: “Está bien relacionarse con las personas, pero francamente, casi prefiero acurrucarme en un sillón con un libro interesante”. Los libros generalmente son “sus mejores amigos”.


19. Tiene convicciones y opiniones fuertes basadas en la investigación de los hechos.

A los maestros les interesan muchos temas. Con gusto dejan lo que están haciendo para investigar algo nuevo.


20. Cree que la verdad tiene el poder intrínseco de producir cambios.

Cuando los maestros enseñan, presentan la verdad sin necesariamente explicar a sus oyentes cómo aplicar esa verdad a su vida. Ellos creen que es el trabajo del Espíritu Santo aplicar la verdad.

“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32) es su versículo favorito. En la vida de los maestros, la verdad es algo que les infunde vigor, entusiasmo y libertad, y ellos suponen que lo mismo sucede con todas las personas.

Los maestros hasta son capaces de enseñar verdades de las cuales ellos mismos todavía no se han apropiado.