Poniendo en práctica su Don

Poniendo en Práctica su Don

Ahora que ya sabe cuáles son sus dones, puede seguir los mandatos que se encuentran en 1 Pedro 4:10 y en Romanos 12:6 en cuanto a usarlos.

1 Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los

otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

Romanos 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia

que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

Descubrirá el gran gozo que viene de funcionar en sus dones. Aunque se dé cuenta de que lo ha hecho natural y espontáneamente en el pasado, se deleitará aun más cuando observa consistentemente sus dones en acción en el futuro.

Podrá tomar decisiones sabias. Podrá vivir su vida al máximo con el fin de ser de bendición a otros, y podrá también aceptar y apreciar a otros conforme ellos usan sus dones. Verdaderamente podrá experimentar el cumplimiento de la oración de Jesús en el capítulo diecisiete de Juan.

En cualquier situación podrá reconocer los dones motivacionales en acción, ya sea en conversaciones, en grupos, en los predicadores, en los líderes o en aquellos que trabajan silenciosamente entre bastidores. podrá notar el don de una persona conforme él/ella habla o enseña, incluso cuando esté hablando por televisión o por radio. Las biografías tendrán más sentido. Hasta los reportes periodísticos, si contienen suficientes detalles, revelarán el don de la persona.

Nos gustará compartir el siguiente ejemplo para mostrar la naturalidad con que funcionan los dones.

Supongamos que usted ha invitado a siete personas a cenar y cada una de ellas resulta tener un don motivacional diferente. Usted lleva a la mesa tres platos de ensalada a la vez, cuando de pronto uno de los platos cae al piso y se rompe. Hay pedacitos de vidrio y de ensalada por todos lados. ¿Cómo reaccionaría cada persona?


Desafíos Matrimoniales

Nos hemos dado cuenta de que por lo general, los opuestos se atraen en el matrimonio. Generalmente uno de los dos cónyuges tendrá un don del habla y el otro tendrá un don de servicio. Una persona con el don de percepción puede sentirse atraída a alguien que tiene el don de compasión; el que tiene el don de enseñanza puede sentir atracción por alguien que tiene el don de exhortación; al que te tiene el don de servicio le puede atraer alguien con el don de administración.

Podríamos escribir un libro completo sobre este tema (¡y tal vez lo hagamos!) pero nos gustaría decir aquí que muchos conflictos y muchas tensiones en el matrimonio pueden eliminarse al simplemente conocer y aceptar el don motivacional de la pareja.

Consideremos a Tim y a Darlene, por ejemplo. Tim es una persona callada a quien le gusta trabajar con las manos. Él trabaja construyendo barcos. Llora con facilidad, y cuando adopta una postura en cuanto a algún asunto, es fácil que después cambié de opinión. Darlene es más extrovertida, tiene opiniones fuertes, es muy firme en cuanto a las posturas que adopta, y se inclina a un ministerio de oración.

Al principio hubo muchos conflictos entre ellos. A Darlene le irritaban las “insipideces” de Tim y el hecho de que era a apto a cambiar de opinión. Él se molestaba con Darlene por su manera de ser dogmática e inflexible, y era lastimado fácilmente por su forma de hablar tan directa.

El examen de los dones motivacionales reveló que ella tenía el don de percepción y él de compasión. Casi inmediatamente su relación empezó a madurar. Darlene se dio cuenta de que necesitaba orar más y comentar menos. Empezó a apreciar la sensibilidad de su esposo al igual que su gentileza como un precioso don del Señor, y entendió que él también podía escuchar a Dios.

Tim se dio cuenta de que el don de Darlene provenía de Dios y que él podía valorarlo, en lugar de sentirse amenazado por sus opiniones fuertes. Él vio que no había nada malo con que ella fuera quien más hablara de los dos.

Ambos empezaron a animarse el uno al otro en lugar de resistirse. Su relación cambió mucho y desde entonces han llegado a ser una de las parejas más amorosas y espiritualmente maduras que conozco. Darlene dijo: “ Me di cuenta de que si ambos fuéramos iguales uno de nosotros estaría de más.”

Consideremos también a Gil y a Gloria. Él es un conferencista dinámico que durante años trató de presionar a su esposa callada y reservada a formar parte de su ministerio público. Cuando ella no quiso acceder, él la acusó de ser rebelde y terca. Cuando Gloria trataba de hablar frente al público se sentía avergonzada, humillada y asolada. Por otra parte, ella acusaba a Gil de ser dominante, controlador y orgulloso por querer un ministerio público tan visible.

Después de tomar el examen de los dones motivacionales ambos se arrepintieron por criticarse el uno al otro. Descubrieron que él tenía la combinación de los dones de administrador-percepción y que ella era una persona con el don de servicio con un secundario de compasión. Gil empezó a dejar que Gloria fuera una persona que apoyara el ministerio entre bastidores, y ella aceptó el hecho de que era el don de Gil y no su orgullo, el que hacía que disfrutara de un ministerio prominente. Ahora ellos se llevan muy bien.    

Recomendamos que cada pareja casada, y cada pareja que está considerando el matrimonio descubra sus dones motivacionales.

Todas las relaciones, no solamente la de esposos, puede beneficiarse de comprender claramente los dones motivacionales. Utilice la siguiente gráfica para entender mejor a las personas con quien tiende a tener problemas o conflictos. Escriba el nombre y la relación que tiene con usted la persona en la primera columna. Luego, en la segunda columna, describa brevemente el problema en la relación. En la tercera columna escriba los dones motivacionales que usted cree que tiene la persona (quizá podría darle el examen para que él/ella lo haga personalmente, si está abierta a hacerlo) y cómo esto influye en los roces entre ustedes. La cuarta columna es para que escriba posibles soluciones. Describa lo que puede hacer para reducir la tensión entre ustedes. Puede ser que el solo hecho de ver lo diferentes que son sus dones (o en otros casos, lo similares que son) eliminará gran parte de la presión.   

Otras personas que podría incluir en la lista son: empleados, compañeros de trabajo, pastores, maestros, suegros, hijos, amigos o vecinos.

Pídele al Señor que lo guíe mientras busca soluciones. Recuerde que usted no puede cambiar a nadie; sin embargo, sí puede cambiarse a sí mismo, tanto sus actitudes como sus acciones.


Recomendaciones en cuanto a la consejería

Hemos descubierto que conocer el don motivacional de la persona es un recurso sumamente útil al dar consejería. Un don contaminado puede ser lo que está causando las dificultades que la persona está teniendo. O simplemente la persona puede estar en conflicto con alguien que tiene un don opuesto o puede estar en competencia con alguien que tiene el mismo don. La consejería que damos para un tipo de don es diferentes a la que damos para otro tipo de don. Algunas veces la naturaleza de un problema es un indicador del tipo de don. Una esposa que constantemente se siente humillada por su esposo puede ser una persona con el don de compasión. Un padre que espera un alto nivel de desarrollo académico de su hijo puede ser un padre con el don de enseñanza cuyo hijo tiene el don de servicio.

A menudo podemos discernir el don de una persona entrevistándole o haciéndole unas cuantas preguntas clave. Le preguntamos a un hombre que esperaba una obediencia extrema de su esposa si él creía que siempre tenía razón en todo. Su respuesta de “sí” fue una pista de que él tenía el don de percepción.

Otras veces damos el examen de los dones motivacionales a quienes estamos aconsejando para que lo lleven a casa y saquen sus calificaciones allá. Luego les pedimos que lo traigan a la siguiente sesión de consejería.

A continuación detallamos algunos problemas que encontramos frecuentemente:

No nos imaginamos cómo sería aconsejar sin tener estas pistas y sin saber qué dones tienen las personas que aconsejamos.