Problemas Administrador

Problemas del Administrador

Las personas con el don de administrador a veces enfrentan el siguiente obstáculo: cuando llevan sus características positivas a un extremo, estas se convierten en áreas problemáticas. Dios los ha equipado con las características y los dones que se necesitan para completar tareas y alcanzar metas. Sin embargo, si no bajan un poco la velocidad y se toman el tiempo de disfrutar de la vida, su don los absorbe tanto terminan invirtiendo sus prioridades.


1.  Se molesta cuando otros no comparten la misma visión o las mismas metas.

Como se ha mencionado, le es muy difícil al administrador trabajar en un equipo de liderazgo. Pero cuando tiene compañeros de trabajo con una visión diferente, que parecen obstaculizar el trabajo, para el administrador es como si tuviera una piedras de molino al cuello.

Quizás la cosa más importante que puede aprender el administrador es que la oración cambia las cosas. El ser persuasivo y el presentar los datos y los hechos no pueden cambiar del todo la perspectiva limitada de otras personas. Pero Dios puede mover montañas y transformar a las personas; Él puede engrandecer la visión de otros, si solamente se lo pedimos.


2. Desarrolla una barrera por ser objeto de crítica.

Si es verdad, como nos dice la psicología, que cada palabra negativa que se habla en contra de nosotros necesitamos cuatro palabras positivas para neutralizar el efecto negativo, entonces está claro por qué muchos administradores construyen una barrera para protegerse a sí mismos de la mucha crítica que les llega debido a su posición.


3. Puede caer en usar personas para llevar a cabo sus metas personales.

  Para los administradores es tan importante alcanzar sus metas que pueden olvidar que las personas no son peones que pueden moverse como en un juego de ajedrez. No es que quieran hacer esto; simplemente llevan una cualidad buena a un extremo hasta que se vuelven desconsiderados y muchas veces hasta hieren a otras personas.


4. Tiende a empujarse a sí mismo y descuidar las necesidades familiares y personales.

 ¡Las prioridades! Eso es lo que los administradores deben tener en mente. Ciero administrador nos dijo: “Me entrego cien por ciento a cualquier cosa que hago.” Pero esta cualidad que puede ser tan admirable también puede hacer estragos en otras áreas de la vida.  

Los administradores pueden sobrecargarse, comprometerse demasiado a una tarea, o hacer demasiadas actividades, ya sea para su propio bienestar o el de su familia. El celo por su trabajo o ministerio puede llevarlos a descuidar a sus seres queridos.

Proverbios 31 nos da un consejo excelente: “Considera un prado nuevo antes de comprar o aceptarlo. Amplía su negocio prudentemente (no exponiéndose a ser negligente con sus responsabilidades actuales al asumir otras) (versículo 162). Cada vez que los administradores estén considerando nuevos proyectos , necesitan tomar en cuenta sus obligaciones presentes y asumir nuevas responsabilidades solamente si pueden hacerlo sin descuidar su cónyuge, sus hijos, su trabajo, sus compromisos en la iglesia, su tiempo devocional, y el tiempo que le dedican al ejercicio y a la recreación.


5. Descuida las responsabilidades rutinarias del hogar debido a su dedicación apasionada a su “trabajo”.

Todos los administradores deben recordar que el amor por el trabajo, los proyectos voluntarios, el trabajo de la iglesia, o cualquier cosa en la que están involucrados no debe llevarlos a descuidar las responsabilidades básicas de la vida.