Características Administrador


Características del Administrador


1. Es muy motivado a organizar lo que esté bajo su responsabilidad.

A los administradores les encantan los retos. También les encanta desarrollar u organizar cualquier cosa de la cual están a cargo. Tiene la motivación natural para hacerlo, un deseo creativo de tomar a las personas y la materia prima, y producir algo que nunca se ha producido. Les gusta, por ejemplo, organizar una oficina, establecer un comité, o desarrollar un proyecto.

Un líder-organizador, como requisito principal, debe ser “aprendiz de todo, oficial de nada”. Debe tener una amplia gama de intereses y habilidades. Sin embargo, los que llevan a cabo tareas específicas deben ser más capaces y especializados. Para poder supervisar eficazmente, quien tiene el don de administración debe conocer un poco acerca de muchas cosas.


2. Expresa las ideas y la organización de maneras muy claras.

Quienes tienen el don de administrador saben comunicarse muy bien. Ellos buscan formas de expresar lo que quieren decir clara y eficazmente. Ya que creen que las imágenes son más expresivas que las palabras, les gusta utilizar diagramas, gráficas, bosquejos, fotos, y otras ayudas visuales.


3. Prefiere estar bajo autoridad para tener autoridad.

Quienes tienen el don de administración entienden, honran y respetan las estructuras de autoridad. Ellos se sienten a gusto con estas estructuras, ya sea que estén a la cabeza o en algún lugar dentro del sistema.

El centurión que se acercó a Jesús para pedirle que sanara a su siervo probablemente tenía el don motivacional de administración. Cuando Jesús le ofreció ir a ver al hombre enfermo, el centurión respondió: “Señor , no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabras, y mi siervo quedará sano. Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores, y además tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno : “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo: “Haz esto” y lo hace” (Mateo 8:8-9). Jesús recompensó la confianza del centurión en la autoridad de Él, y el siervo fue sanado.

Quienes tienen el don de administración quieren saber cuánta autoridad tiene y qué autoridad no tienen, puesto que respetan estos límites. Les gusta tener parámetros claramente definidos, para no salirse de ellos inadvertidamente, y les gusta tener la libertad - dentro de esos parámetros - para ser “sus propios jefes”.

Son creativos creativos y productivos si operan según este sistema, pero se sienten reprimidos y sofocados si no lo hacen.


4. No tomará una responsabilidad si no es delegada por la autoridad.

Debido a su respeto por la autoridad, el administrador nunca la usurpará adrede. Por lo tanto, en cualquier situación donde existe la autoridad, el administrador no tratará de movilizarse y utilizar sus habilidades, aunque éstas se necesiten grandemente, a menos que la autoridad le pida que lo haga.

Hay muchos administradores que no están utilizando sus habilidades correctamente debido a esta característica. Queremos animar a los que tienen puestos de liderazgo que busquen a estos facilitadores y les deleguen responsabilidades.


5. Asumirá responsabilidades si no existe liderazgo específico.

En una situación donde no existe una estructura de liderazgo o de autoridad., el administrador es quien de forma natural tomará las riendas. Si dividieramos un grupo grande en grupos más pequeños y diéramos a cada uno una tarea para hacer, serían las personas con el don motivacional de administración quienes surgirían espontáneamente como los líderes de las unidades individuales. En realidad, los administradores prefieren ser escogidos con anticipación para tomar el liderazgo; sin embargo, donde un grupo está teniendo dificultades por no tener un líder designado que lo guíe, entonces los administradores tomarán las riendas.


6. Disfruta mucho de trabajar con metas y proyectos a largo plazo.

Mientras que la persona que tiene el don de servicio disfruta de trabajar con proyectos a corto plazo - los que duran, por ejemplo, entre dos días y dos semanas el administrador se inclina más a los proyectos a largo plazo, los que duran dos años, por ejemplo. “De hecho - dijo confiadamente un administrador - , prefiero un proyecto que tome varios años. Me gusta algo en lo cual me pueda involucrar a fondo. Me gusta hacer planes a largo plazo, y luego establecer metas a corto plazo para que estas se cumplan en el camino”

Cuando uno le pide a una persona con el don de compasión que se trace una meta, dicha persona dirá: “¿Para qué?” Estas personas viven un día a la vez, o más exactamente, un momento a la vez. En cambio, los administradores son los que asisten a seminarios sobre cómo manejar el tiempo. Ellos quieren mejorar su habilidad de manejar proyectos grandes.


7. Es una persona visionaria con una perspectiva amplia.

Proverbios 29:18 nos dice: “Donde no hay visión, el pueblo se extravía…” Es necesario tener una visión para mantener a las personas enfocadas, ya sea en los negocios o en la fe. Un buen líder es una persona de visión. Al levantar en alto esa visión, el líder puede inspirar grandes logros.  

Una visión puede ser cualquier cosa, ya sea una revelación de Dios acerca de sus propósitos para un grupo en particular o simplemente la habilidad de entender cómo las persona pueden trabajar juntas para alcanzar una meta en común.

Nehemías tenía una visión para reedificar los muros de Jerusalén. Josué se agarró de la visión de llegar a la Tierra Prometida. José tuvo un sueño que le mostró cómo salvar al Medio Oriente de una hambruna devastadora que duraría siete años. David tuvo la visión de ser rey; sin embargo, esperó el tiempo indicado. Gedeón tuvo una visión de victoria. La Biblia está llena de líderes visionarios.

Junto con la visión viene un tipo específico de fe. Los administradores creen que con la ayuda de otros, pueden alcanzar aquello que son capaces de visualizar.

Muchas veces tiene una visión más allá de la esfera de las personas a quienes dirigen, pero sus seguidores son estimulados y alentados por la visión de los líderes. Sin esto, las personas no desarrollarían su potencial al máximo.   


8. Fácilmente junta a personas y recursos para llevar a cabo metas o tareas.

Tal como la persona que disfruta de juntar las piezas de un rompecabezas, al administrador le gusta juntar a las personas y los recursos para posibilitar una tarea.


9. Disfruta de delegar tareas y supervisar a las personas.

A los administradores les encanta mandar a las personas. Lo decimos en un sentido positivo. Les es fácil ver qué tareas hay que hacer, y parecen saber quiénes podrían llevarlas a cabo. Disfrutan de distribuir el trabajo de manera que se cumpla de la mejor manera.


10. Soportará la crítica para completar la tarea en la cual se ha involucrado.

¡Los líderes son muy criticones! Parece que  son gajes del oficio del administrador. Siempre hay quienes sienten que el líder debería hacer las cosas de manera diferente: más lentamente o más rápidamente, más prudentemente, más audazmente, etc.

Si usted conoce a algún administrador, ore por él/ella. Los administradores reciben más críticas de los que corresponde.


11. Tiene mucho entusiasmo por cualquier tarea que emprende.

El entusiasmo emana naturalmente del administrador. Es como si Dios le hubiera dado al administrador la habilidad de poner todos sus esfuerzos en determinada obra o tarea de manera que pueda completarla.

Aunque el celo del administrador es puso y altruista, es tan fuerte que muchas veces otras personas se sienten amenazadas y agobiadas por él.


12. Su máxima felicidad y satisfacción es trabajar para alcanzar sus metas.

Quienes tienen el don de servicio gustan de trabajar con metas inmediatas y experimentan gran gozo cuando alcanzan estas metas. Pero los administradores trabajan con proyectos a largo plazo y encuentran su gozo al trabajar para alcanzar la meta.


13. Está dispuesto a que otros se lleven los laureles para que se pueda terminar un trabajo.

Un administrador maduro no se preocupa por llevarse los laureles por algún logro. Como cualquier otra persona, al administrador le gusta que lo halaguen y lo animen; sin embargo, él prefiere compartir el reconocimiento con todo el grupo. Él ve el éxito como un logro colectivo. No es una modestia falsa cuando el administrador rechaza los elogios de la gente. Cuando él dice: “Nada de esto hubiera sido posible sin el excelente trabajo de mis colegas”, verdaderamente lo cree y lo dice de corazón. Él se ve a sí mismo como el que organiza el trabajo, y ve a los demás como los que ejecutan la tarea.   


14. Prefiere asumir un nuevo reto cuando ya ha terminado una tarea.

Una vez que los administradores completan una tarea, están listos para emprender otra. Algunos suponen que una vez que el administrador ha puesto a funcionar un negocio o una iglesia, lo que quiere es seguir llevando las riendas. Pero no es así. Una vez que el sistema está caminando sobre ruedas, él prefiere dejárselo a otra persona y pasar a otra tarea que implique un reto.   


15. Constantemente se escribe notas a sí mismos.

Esta característica se aplica a todos los que tienen el don de administración sin excepciones. Diariamente escriben notas recordatorias para sí mismos y hacen listas de cosas que deben hacer, llamadas que hay que hacer, metas que tienes que cumplir, etc.

Los administradores tienden a tener tantas cosas en su mente que si no escriben las cosas cuando se les ocurren, es muy posible que las olviden.

Una persona con el don de administración nos confesó que cuando no tenía a la mano una hoja de papel, escribía sus anotaciones en la mano, y luego esperaba no olvidar que estaban escritas ahí y lavarse las manos antes de haber transferido las anotaciones a un papel.


16. Es un líder natural y capaz.

Una de las cosas que hemos aprendido de los administradores es que no funcionan bien en cualquier tipo de equipo de liderazgo. Ellos tienen fuertes convicciones sobre la forma en que dirigen. Cada uno tiene su propio estilo y si hay dos líderes, habrá conflictos. Los administradores prefieren estar completamente a cargo de ciertas tareas o áreas; no les gusta compartir el liderazgo. Como cierto hombre dijo una vez: “Prefiero mil veces seguir a alguien que trata de compartir el liderazgo con otro administrador.”


17. Sabe cuándo conservar métodos antiguos y cuándo lanzar métodos nuevos.

En cualquier grupo u organización donde se ha establecido un método de operación, las personas generalmente se sienten a gusto con ese método. Pero cuando un administrador toma las riendas, muchas veces él/ella puede ver que es necesario hacer unos cambios. Sin embargo, no es fácil hacer que las personas intenten algo nuevo cuando están acostumbrados a los viejo. Esto requiere de gran sabiduría y los administradores la tienen.    


18.  Disfruta de trabajar con personas y estar alrededor de ellas.

Los administradores son personas que gustan de relaciones con la gente. Ellos comparten esta característica con los exhortadores, pero en este caso, su motivación no es animar, sino llegar a conocer a las personas, aprender de ellas y relacionarse con ellas. Los administradores son grandes observadores del comportamiento humano y constantemente están aprendiendo cómo trabajar con las personas más eficazmente.


19 Le gusta ver las cosas terminadas lo más pronto posible.


Los administradores quieren terminar un trabajo, ¡rápido! No les gustan los retrasos, los trámites burocráticos o las personas que arrastran los pies.

Una madre son el don de administrador dijo: “Me enojo y me frustro mucho cuando no puedo terminar un simple proyecto rápidamente. El obstáculo más grande es no saber dónde están las cosas. Con una familia tan grande como la mía (ella tiene, seis hijos), es increíble lo que desaparece o lo que no se vuelve a poner en su lugar.”


20. No disfruta de realizar tareas rutinarias.

“¡Qué aburrido!” Esa es la opinión del administrador acerca de los trabajos rutinarios y repetitivos. Si no hay desafíos, no hay interés.

Estimamos que un administrador no duraría más de un día en un trabajo rutinario. Por otra parte, a los que tiene el don de servicio les gusta la seguridad de un trabajo rutinario donde saben qué es lo que se espera de ellos. No es de extrañar que a los administradores les guste tener servidores en su equipo de trabajo, par poder delegarles este tipo de trabajo.