Problemas Misericordia

Problemas del don de Compasión

El don motivacional de compasión es potencialmente el don más lindo de todos, pero también el más destructivo emocionalmente. Todo depende del grado al cual la persona con el don de compasión ha superado sus propias heridas emocionales.

Las personas con el don de compasión son las más vulnerables a ser heridas porque su corazón está más abierto a otros. Cuando ellos son traicionados, no tienen ninguna protección, ninguna caparazón en la cual puedan esconderse y ninguna dureza o insensibilidad con la cual puedan desviar el ataque.

De todos los dones motivacionales, el niño con el don de compasión necesita la mayor cantidad de amor, cariño y protección de parte de un adulto. Aquellos que crecen en un ambiente como este, llegan a la etapa adulta bastante sanos en el área emocional y son capaces de enfrentarse a la vida. Aquellos que no han crecido así, a menudo requieren mucho ánimo, consejería, liberación y sanidad para poder recibir la herencia que Dios tiene para ellos de una vida libre de estorbos.  

Hemos descubierto que la persona con el don de compasión es más apta a convertirse en alcohólico o drogadicto, y también es más probable que necesite de cuidados psiquiátricos. Los que tienen este don son personas idealistas que son propensas a vivir en un mundo de fantasía si el mundo real llega a ser intolerable.

Desafortunadamente muchas personas con el don de compasión crecen en hogares donde prevalecen las peleas y el desamor, y hasta el abuso físico y emocional. Pero las buenas noticias son que Jesús puede sanar a aquello que están heridos. Nuestra experiencia en cuanto a ministrar a los heridos emocionalmente, nos ha demostrado esto.

Así que, si usted ve que está herido, deje que Jesús lo sane y lo libere. A menudo, eso sucede conforme usted lo pida. O permita que otra persona lo ayude: su pastor o un cristiano maduro que ministra sanidad interior. Entonces será capaz de funcionar en toda la belleza y plenitud de su don.


1.  Tiende a ser indeciso.

     Es muy difícil para la persona con el don de compasión tomar decisiones. Pensará primero en las consecuencias, se tardará lo más que pueda, o transferirá la responsabilidad a otros si es posible.

Un joven con el don de compasión se enamoró de una joven con el mismo don. El primer año de su matrimonio fue un verdadero desafío.

Ya para este momento estaban demasiado enojados como para salir juntos. El problema era que cada decisión era lo  mismo, hasta que finalmente fueron a hablar con un pastor para pedir consejería sobre cómo tomar decisiones.

Esta característica es especialmente perjudicial en la crianza de los niños. A menudo los padres con el don de compasión no están dispuestos a confrontar a sus hijos cuando hay un comportamiento inapropiado. Ellos esperan que el otro padre tome la responsabilidad y se encargue de hacerlo. En realidad, al hacer esto, están instruyendo a sus hijos: los están entrenando para ser desobedientes e irrespetuosos.


2. Es propenso a tomarse para sí las ofensas de otra persona.  

Debido a que las personas con el don de compasión no pueden soportar ver a otra persona herida u ofendida, ellos con propensos a unirse a la causa de la persona ofendida.

Funciona de la siguiente manera: la persona A dice algo que hiere a la persona B, enojándose con la persona A. Mientras tanto, la persona A y la persona B se reconcilian y restauran su relación. Pero la persona con el don de compasión sigue con su enojo y resentimiento hacia la persona A.

Ellos deben aprender primeramente que estos asuntos no son de su incumbencia. Lo único que deben hacer es orar por las personas involucradas. No somo responsables de las acciones de otros a menos que estemos en una posición de autoridad sobre ellos, como padre, pastor, maestro, o líder de un grupo.

Y en segundo lugar, ellos deben aprender que la oración moverá montañas. Así como la oración puede desactivar la actitud crítica del que tiene el don de percepción, así también puede desactivar la tendencia de la persona con el don de compasión de tomarse para sí las ofensas. Ellos deben entregar estas ofensas al Señor y dejar que Él se encargue de la situación.

Algunas veces al tomarse para sí las ofensas se interponen en lo que el Señor está tratando de hacer con la persona. También tiene una tendencia a ofenderse fácilmente. Muchas veces malinterpretan las palabras o las acciones de otras personas.

Una buena oración para la persona con el don de compasión es: “Señor, ayúdame a no ofenderme con facilidad, para mi propio bien y para el bien de otros.”  


3. Es herido fácilmente por otras personas.

¡Esto es muy importante! Nadie es herido tan fácilmente como la persona con el don de compasión. Ellos son los más vulnerables.

Esto generalmente empieza en la niñas y hasta en la primera infancia. Uno mujer a la cual le dime consejería fue una niña no deseada. Ella era un inconveniente para sus padre y ellos nunca dejaron que lo olvidara. De adulta, ella siguió sintiendo que incomodaba a los demás. A menudo estallaba en la lágrimas y rogaba: “ Por favor, que alguien me ame.” Jesús sí la amaba, y en un encuentro muy personal con Él, ella fue sana.

4. Se identifica demasiado con el sufrimiento de otros.

  Esta es otra área peligrosa de aquellos que tienen el don de compasión. Si ellos se identifican demasiado con el sufrimiento de otros, puede hundirlos y hacer que su ministerio no prospere.

En algunos casos hemos visto a personas con el don de compasión tomarse las enfermedades de otros. Dios tampoco nos ha mandado hacer esto. Jesús llevó nuestras enfermedades en la cruz al mismo tiempo que llevó nuestros pecados.


5. Muchas veces su personalidad afectuosa es malinterpretada por el sexo opuesto.

Debido a que la persona con el don de compasión tiene una gran habilidad de demostrar amor, y puesto que muchas personas necesitan sentirse amadas, es muy fácil que su efecto sea malinterpretado por un miembro del sexo opuesto.

Nosotros recomendamos que una persona don el don de compasión nunca, y queremos decir nunca aconseje a alguien del sexo opuesto a solas. (De hecho es una buena regla para todos nosotros). SI usted conoce a alguien con el don de compasión, tómese en tiempo de decirle que lo ama, y anímelo.