Problemas 

Profecía-Percibir

Problemas del Don de Profecía /Percibir

Cada uno de los siete dones motivacionales tiene su propia serie de problemas. Hemos descubierto que es saludable que las personas sepan que juntamente con sus dones también habrá retos especiales. Una mujer nos dijo: “¡Qué alivio saber que mis problemas personales son típicos de las personas que tienen mi don! Pensé que era la única en todo el mundo que luchaba con estas cosas. Ahora tengo esperanza y dirección.”

¡Si no hubiera problemas, no habría la oportunidad de crecer espiritualmente!

Al observar honestamente las áreas en que tiene problemas:

Sentirá alivio al saber que no está solo.

Podrá descubrir soluciones específicas al identificar el problema.

    Entenderá mejor cómo orar pidiendo la ayuda y la gracia de Dios para vencer sus problemas.

El sistema de calificación es exactamente el mismo que él que se usó para las veinte características  positivas. La única diferencia es que ¡no llenará un perfil negativo de sí mismo! Solamente utilizará los resultados negativos para ver cómo está su nivel de madurez. La escala es más o menos así:

 0 a 5   puntos = maduro

 6 a 10 puntos = creciendo en gracia

11 a 20 puntos = madurez promedio

16 a 20 puntos = inmaduro

21 a 25 puntos= ¡necesita ayuda!


Hace ocho o diez años hicimos varias evaluaciones a diferentes personas y recientemente volvimos a evaluar a estas personas. En muchos de los casos los resultados negativos se habían reducido significativamente, aunque lo típico era que su calificación negativa para su don primario todavía era mayor que su calificación negativa para los demás dones (esos resultados también habían mejorado). Es bueno que recordemos la explicación de Pablo en Filipenses cuando nos insta a “ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor”.

A continuación examinaremos cinco áreas problemáticas típicas del que tiene el don de percepción:


1. Tiende a juzgar y ser brusco

Una persona con el don de percepción comentó una vez que quienes tienen este don sufren de un caso muy grave de “meter la pata”. Jonás es un ejemplo bíblico de esto. Dios le dijo a Jonás que fuera a predicar arrepentimiento a Nínive. A Jonás no le agradó la tarea que le fue asignada porque sabía que los moradores de Nínive eran malvados, y no se imaginaba cómo Dios podría perdonarlos. Así  que se embarcó en dirección opuesta.    

Usted ya conoce la historia. Dios le preparó un transporte especial que lo llevara en la dirección correcta en el momento correcto. Entonces Jonás decidió que sería mejor que fuera a Nínive, y allí predicó sobre el arrepentimiento. Y el pueblo se arrepintió.

Pero Jonás no contaba con eso. Él ya había juzgado a estas personas en su corazón; ya había decidido que merecían el castigo de Dios. Él tenía un fuerte espíritu de crítica. Nunca se dispuso a orar por Nínive, sino que más bien salió de la ciudad y esperó a que Dios juzgará la ciudad. Cuando esto no sucedió, Jonás se enojó y Dios tuvo que trabajar en él para cambiar su actitud crítica. Nunca se dispuso a orar por Nínive, sino que más bien salió de la ciudad y esperó a que Dios juzgará la ciudad. Cuando esto no sucedió, Jonás se enojó y Dios tuvo que trabajar en él para cambiar su actitud crítica.

Quienes tienen el don de percepción encontrarán que Dios trabajará de manera firme y hasta dura en su vida si no aprenden a orar más y a criticar menos. La oración es el guardaespaldas que impide que las personas con el don de percepción tengan actitudes de crítica y juicio. Quienes tiene este don son llamados a la oración intercesora. ¡No  hay excepciones!   

Si usted descubre que tiene el don de percepción y todavía no le ha prestado atención al llamado a la intersección, !tenga cuidado¡ Dios no dejará que se salga con la suya.

Queremos compartir lo siguiente con las personas con este don: aunque en el mundo natural la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, no es así en el mundo espiritual. La distancia más corta entre usted y otra persona (especialmente una persona problema) es una línea recta que va derecho a Dios en oración, confiando que Él se encargará de la situación y tendrá la solución al problema.

Lo cierto es que a nadie le gusta que otra persona le diga que debería cambiar. Sin embargo, cuando usted le entrega el problema a Dios, Él puede hablar directamente al corazón de la persona. Él puede derribar muros de resistencia por los cuales nosotros no podemos pasar.

El único momento en que una persona con el don de percepción debe confrontar a alguien es después de haber orado por el asunto, entregándolo a Dios, y después de haber recibido una palabra directa de Dios. Incluso de esta forma, es muy posible que la persona no reciba la corrección a menos que Dios haya suavizado el coraz;on de antemano. Sin embargo, el trabajo del que tiene el don de percepción no es cambiar a otros; únicamente debe llevar el mensaje. El Espíritu Santo es el que obra para convencer a las personas y cambiar su vida.  


2. Se olvida de elogiar el progreso parcial por estar tan centrado en la meta.

Quienes tienen el don de percepción siempre están tratando de llevarse a sí mismo y a otros a seguir perfectamente la voluntad de Dios. Ellos se enfocan en el hecho  de que Jesús dijo que debemos “Ser perfectos“.

Por ejemplo, cuando una persona con este don está dando consejería, puede anhelar vivamente que el aconsejado alcance la perfección en Cristo. Entonces tiende a presionarlo para que cambie más rápidamente de lo que es capaz.

Estas personas deben aprender que un paso hacia adelante es valioso. También deben aprender a decir: “!Me alegra mucho que hayas dado ese paso esta semana! ¡Qué bueno! Ahora trabajaremos en el siguiente paso.“   

3. Presiona a los individuos y a los grupos a que maduren espiritualmente.

No hay nada de malo en querer que las personas maduren espiritualmente; el problema es cuando se presiona.


4. No tolera opiniones y puntos de vista que sean diferentes a los suyos.

Quienes tienen el don de percepción siempre están convencidos que su punto de vista es el correcto, y la mayoría de las veces es así. Pero algunas veces la verdad tiene varias facetas. El que tiene el don de percepción puede ver una faceta de la verdad, mientras que otras personas con diferentes dones motivacionales verán otras facetas. Al unir todas estas facetas se ve la verdad completa. Quienes tienen el don de percepción deben aprender a valorar una perspectiva que abarca las facetas de un asunto.


5. Tiene problemas con su imagen de sí mismo

 Ya que los que tienen el don de percepción tiene un impulso interior que los lleva a hacer lo correcto, y ya que son introspectivos y están prestos a ver sus propios defectos, es muy fácil que se juzgan a sí mismo.

De todos los dones motivacionales, estas con las personas que más sienten alivio cuando descubren que las cosas con las que luchan internamente son indicadores de un don que Dios ha puesto en ellos y no la simple evidencia de sus muchos fracasos. Es bastante común que una persona con el don de percepción se nos acerque al terminar un seminario para contarnos lo emocionada que está de saber que su manera de ser forma parte del plan de Dios.

A menudo escuchamos comentarios como este: “Siempre pensé que era un inadaptado social, pero ahora veo que Dios me ha hecho ver las cosas de la forma en que las veo.“