Ebullición

La ebullición no es un procedimiento de esterilización. Con este procedimiento físico tan sólo alcanzamos temperaturas de 100ºC, insuficientes para eliminar formas de resistencia como las endosporas. Peroe ste procedimiento nos puede permitir la eliminación de formas vegetativas, sobre todo de patógenos, reduciendo significativamente la carga microbiana.

Para la realización de esta práctica se parte de un tubo con un cultivo mixto que debe de contener al menos una especie bacteriana del género Bacillus.

Inoculamos 100 microlitros del cultivo mixto en una placa de agar nutritivo. Este será nuestro control con el que comparar.

El tubo debe de cogerse con las pinzas de madera, encendemos el mechero Bunsen y le aplicamos la llama. Debemos estar vigilantes para evitar que el líquido rebose debido a la ebullición, o que el tapón salga despedido por los gases emitidos.

El tubo debe de ebullir al menos tres veces. Posteriormente lo dejamos enfriar e inoculamos un volumen de 100 microlitros en otra placa de agar nutritivo.

Tras incubar a 37ºC durante 24 horas las dos placas, observaremos que la placa con el inóculo que no ha sido llevado a ebullición muestra una gran cantidad y diversidad de colonias. Si la concentración microbiana era muy alta incluso puede observarse un cesped bacteriano. En cambio, la placa con el inóculo que ha sido llevado a ebullición sólo debe de mostrar unas cuantas colonias y todas ellas muy similares.


Cuidado durante la ebullición que el tubo NO este herméticamente cerrado y a veces el tapón salta .