Su piel tiene muy pocas glándulas. Está cubierta en su mayor parte por plumas, una estructura que sirve para conservar la temperatura corporal y para volar. La piel de las patas y alrededor de los ojos conserva las escamas propias de los reptiles. A veces, como en las tortugas, también presentan un caparazón (de placas córneas).
La cabeza se caracteriza por sus mandíbulas sin dientes cubiertas de una vaina córnea en forma de pico.
El cuello es normalmente largo y con forma de ese.
Las extremidades anteriores transformadas en alas, normalmente adaptadas para volar. Pero hay aves que no vuelan y sus alas están adaptadas a nadar y bucear (pingüino) o están muy reducidas (avestruz, kiwi).
Las extremidades posteriores son patas, normalmente con cuatro dedos, adaptadas a correr, posarse en las ramas o nadar según las especies.
La cola está muy reducida.
Su esqueleto es más ligero que el de los otros reptiles para poder volar.
En la caja torácica muy reforzada: las costillas tienen unos salientes por los que se unen a las costillas vecinas y el esternón está muy desarrollado.
Respiran mediante pulmones, no tienen branquias. Como necesitan mucho oxígeno durante el vuelo, los pulmones tienen unas expansiones llamadas sacos aéreos ¡Que ya estaban presentes en los dinosaurios!
Pueden realizar sus cantos y sonidos característicos gracias a la siringe (órgano fonador) que tienen en la garganta.
Corazón con cuatro cámaras y un par de arcos aórticos. La circulación pulmonar (que va a los pulmones) y la sistémica (que va a todas las partes del cuerpo) completamente separadas.
Son animales endotérmicos, lo que se conoce como animales de sangre caliente, porque pueden regular su temperatura interna.
Los riñones producen ácido úrico como principal residuo metabólico. No tienen vejiga para almacenar la orina, así que los residuos se van directamente a la cloaca.
Las hembras solo tienen un ovario (el derecho)
Fecundación interna. Los espermatozoides tienen que encontrar al óvulo dentro del cuerpo de la hembra.
Huevo amniota. Tiene una cáscara de carbonato cálcico muy dura y membranas que protegen al embrión del exterior para que no necesite estar en el agua como pasa con los anfibios y los peces.