La relación pedagógica es una práctica fundamental en el entorno educativo, que involucra la interacción diaria entre docentes y estudiantes. Como señalado por Pinzón Vanegas Ciria Raquel (2020) en su investigación, esta relación involucra una serie de sentimientos y comportamientos tanto en los estudiantes como en los docentes. Explorar esta dimensión es crucial para comprender cómo influye en el proceso educativo y cómo puede mejorarse.
La educación integral se fundamenta en la construcción de relaciones pedagógicas que trascienden el ámbito escolar, integrando la naturaleza, la comunidad y la familia en el proceso educativo. Según Herrera (n.d.), la conexión con la naturaleza es esencial, ya que forma parte del territorio y de la cosmogonía cultural, permitiendo a los estudiantes vincular su aprendizaje con su entorno. Esta relación se complementa con la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad educativa, promoviendo una “pedagogía de convivencia y respeto” que valora y respeta las diferencias y diversas formas de ser y estar en el mundo (Herrera, n.d.). Así, estas relaciones pedagógicas contribuyen a construir un entorno inclusivo, donde la diversidad y el respeto mutuo son pilares fundamentales para el desarrollo integral de los educandos.