in-citaciones de pasajes que sus ojos leen

Recorrido performativo. Acciones + Audios en diferido + Textos. Duración aproximada 1 h 30 m


Apertura de cuerpos arquitectónicos a partir de la memoria de nuestros cuerpos. Cartografías nómadas: paisajes encarnados en la memoria. 


INCITACIÓN DE PASAJES QUE SUS OJOS LEEN es un recorrido por lugares del centro de la ciudad de Pachuca que el Semillero de Artes Vivas ha intervenido a través de encarnar paisajes personales en esos espacios públicos. Se trata de un proyecto de investigación-creación que el equipo del Semillero pone en marcha para habitar preguntas en torno al arte, la ciudad y la memoria, con el fin de abrir la memoria de cuerpos arquitectónicos a partir de la memoria de nuestros propios cuerpos.

La secuencia de acciones en lugares del Centro Histórico de Pachuca -Edificio central de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Plaza Independencia, el Río de las Avenidas, Parque Hidalgo, Jardín Pasteur- dio como resultado un diálogo y una agenda de cuestionamientos con respecto al poder político, el agua, la migración y la violencia de género.


Activación del recorrido: Daniela Armendáriz, Sara Ortega, Francisco Arrieta.


¿Cómo se delimita una ciudad? 

¿Por la forma en que un centro de poder se diluye en linderos de pobreza? 

¿Por el momento en el que las personas dejan de ver muros y visualizan paisajes que ya no pueden tocar al extender sus manos?  

¿Es una ciudad aquello que las personas se llevan de ella cuando se alejan y cruzan fronteras… 

¿Qué es una frontera?

Entre los cerros se forma una cañada: ahí se encuentra oculto el himen roto de la Ciudad, el origen que ahora esconde ruinas de antiguas minas. 

En ese lugar estrecho que significa Pachuca, está el cérvix, el útero de donde surgió la urbe... 

Daniela lleva sobre su tórax un mapa de Pachuca; abrimos el cuerpo de la ciudad frente a un antiguo hospital (ahora, el edificio central de la UAEH) edificado para recibir los cuerpos humanos que sirvieron al “beneficio de patio”, método de explotación de las minas de plata, descubierto en el sigo XVI.

El encuentro frente a la entrada del edificio de la UAEH, nos lleva a abrir algunas memorias colectivas en torno a su arquitectura, como hospital colonial y como institución moderna: grupos de poder ligados a la política del estado y a la academia. También se abren memorias personales a la sombra de los árboles: Daniela bosqueja su relación con la Compañía Titular de Teatro 2+4, un espacio de resistencia que ha tenido sede en este edificio durante más de 40 años.

La calle de Nicolás Bravo, desde donde Sara abre la memoria de la ciudad a través de su propio linaje: las mujeres de su familia y aquello que cada una presenció en la Plaza Independencia… “Todas salimos del mismo vientre. Ninguna de nosotras lleva el mismo apellido.” La voz de su abuela: un cortejo alrededor de Reloj Monumental. Caminamos hacia la Plaza Independencia. 

Sara - Vals en el Reloj.mp3

Escucha a Sara: un vals en el Reloj

“La ciudad [cité] no es mítica, es lógica. Lo mítico se da a sí mismo sus condiciones de posibilidad; lo lógico no se da ninguna, o se la da hasta el infinito. El sentido debe ser proyectado allí, no es recibido. En consecuencia, la ciudad [cité] se forma primero en la circulación, el intercambio, el proyecto, la proyección. Es un mercado o un puerto antes de ser ciudadela; es una convergencia, una combinación antes de ser una institución, una constitución, una figura.”


J. Luc de Nancy, La Ciudad a lo Lejos

El Río de las Avenidas durante a inundación de 1949, un evento que dejó como resultado la muerte y desaparición de decenas de personas. A partir de esta memoria colectiva, abrimos otros ríos en las fronteras del país, cada uno con sus propios desaparecidos. Ahora entubado, el Río de las Avenidas es en sí mismo un cuerpo desaparecido.

La Calle Hidalgo - Daniela y Sara.mp3

Escucha a Sara y  a Daniela: La calle de Hidalgo

El sonido del agua nos lleva hasta El Parque Hidalgo, punto al que arribaron los cuerpos que arrastró la corriente durante la inundación y paso intermedio por el que, en silencio, nos dirigimos al último sitio: el Jardín Pasteur...

Me he preguntado si la ciudad se delimita por un microclima: por la identificación de cuerpos vivos y no vivos que nos son familiares, por lo que irradian, por su luz y su humedad…



Al final del recorrido, Francisco abre la memoria en este Jardín: de día, un lugar habitado por familias, vendedores de helados y chicharrones, vecinos que vienen a hacer ejercicio; al anochecer, un sitio de encuentro para encuentros sexuales entre hombres: el cruising…