Por ello es necesario seguir lo que es común, pues lo común es lo que une. Pero, aunque el logos es común, la mayoría viven como si cada cual tuviera una inteligencia particular.
Frag.2 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
Este mundo (que es el mismo para todos) no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.
Frag.30 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
Los cambios del fuego: primero el mar, y del mar, parte tierra y parte agua ardiente...La tierra es licuada en el mar, y retiene su medida de acuerdo con la misma Ley que existía antes de ser tierra.
Frag.31 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
El conflicto es el padre de todas las cosas, el rey de todas las cosas. A unos ha hecho dioses y a otros hombres;a uno ha hecho esclavos y a otros libres.
Frag.51 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
El camino hacia arriba y este hacia abajo son uno sólo y el mismo
Frag.60 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
A la naturaleza le gusta ocultarse
Frag.123 en , G. S. Kirk y J. E. Raven. Los filósofos presocráticos, Ed. Gredos)
1.-Define en los fragmentos de Heráclito: ley, fuego, medida, logos ,conflicto.
2.-Explica a qué se refiere Heráclito con “se enciende según medida y se extingue según medida”
3.-Relaciona los textos con el conjunto de la teoría heracliteana
4.-Compara la solución que presenta Heráclito al problema del arché con la de los filósofos de la escuela de Mileto.
Comentario de texto. RESUELTO.
Texto: Heráclito, 22 Bl
De este Lógos, que siempre existe, los hombres permanecen ignorantes, antes de haberlo escuchado y aun después de que por primera vez lo escuchan; porque aunque todas las cosas se originan según este Lógos, aseméjanse aquellos, sin embargo, a los insipientes, pues tantean por medio de palabras y de obras semejantes a las que yo empleo, cuando separo cada cosa según la naturaleza y explico en qué consiste. Mas a los otros hombres se les oculta cuanto hacen despiertos, del mismo modo que olvidan cuanto hacen dormidos.
(SEXTO EMPÍRICO: Contra los matemáticos, VII, 132)
Comentario
Heráclito escribió en prosa (mientras Parménides lo hizo en verso) y escribió una sola obra que, como la de sus predecesores milesios, se titula Sobre la naturaleza. De ella conservamos poco más de un centenar de fragmentos
Al referirse al Lógos, el filósofo se refiere en primer lugar al libro o discurso que comienza a escribir,ya que Lógos significa precisamente discurso o libro.Pero he aquí que este discurso o libro expresa, según él, un discurso eterno, que existe desde siempre y para siempre, de manera que la palabra filosófica, temporal y contingente, revela la palabra cósmica, eterna y necesaria. Lógos quiere decir, primero, discurso o palabra, pero, en cuanto la palabra o discurso traduce un pensamiento, quiere decir también pensamiento o razón. Por otra parte, así como el sentido lógico se vincula con el sentido gramatical o lingüístico, también con el sentido lógico se vincula el ontológico, de modo que Lógos llega a significar igualmente la verdadera realidad de las cosas, la cual, en Heráclito y en sus precursores milesios, se expresa con el término physis, Logos equivale, pues, a physis o naturaleza. Según esto, al hablar aquí del Lógos, Heráclito se refiere no sólo a la ley lógica o necesidad interna del pensamiento, sino también a la razón cósmica que establece la ley natural. Pero, en cuanto la naturaleza o physis es, para el filósofo, lo divino, el Lógos debe ser asimismo considerado como Principio divino. El Lógos es el ritmo racional del fuego, es decir, la ley de la naturaleza‑divinidad al manifestarse en los innumerables modos que conforman el cosmos. Del fuego (physis‑theion) dice Heráclito que es eterno y eternamente viviente (22 B 30); del Lógos afirma aquí que es verdaderamente eterno.Los hombres ignoran estos Lógos no sólo antes de que su experiencia de la realidad y de sí mismos se los revele sino aun después de haberlo escuchado muchas veces en las cosas y en el alma; no sólo antes de haber leído el libro del filósofo sino también después de haberlo hecho. Todos ellos se parecen a los ignorantes que andan a tientas, sin una verdadera razón que los ilumine.
Confían en la experiencia sensible, que es mal y maestro para quienes ignoran la ley universal y la razón cósmica. Tratan de imitar al filósofo y de distinguir, como él hace, las cosas, refiriéndolas a la naturaleza o principio universal (physis), pero no lo consiguen porque no conocen el Lógos, fundamento de toda sabiduría. Al ignorarlo, pasan por la vida sin comprender nada, sin entender siquiera las cosas con las cuales tienen trato cotidiano (22 B 72). Como si estuvieran dormidos y soñaran sueños que pronto se olvidan. Los hombres que viven una vida puramente sensorial son como los durmientes: cada uno de ellos tiene un mundo propio y particular; los que viven una vida racional y están despiertos al Lógos tienen un mundo común único (22 B 29). Por eso, a continuación del fragmento comentado, dice que es necesario adherirse a lo común, aunque los más vivan «como si tuvieran un entendimiento particular» (22 B 2). Ser hombre, estar despierto v consciente de sí, no es otra cosa más que participar de la vida de la physis y del «cosmos» mediante el Lógos universal y divino, el cual nos revela «que todo es uno» (22 B 50).