Hoy es el día nueve. El tiempo parece hacer un accelerando. Desayunamos fuerte y después hemos ido a visitar los famosos palacios de Potsdam. El tramo en autobús se nos hace larguísimo. Cada vez que el bus llega a una parada miramos a la profesora, parece imposible que estemos yendo por la ruta más corta, ni que sigamos en Berlín. Pero tras cada esquina aparecen nuevas viviendas, y cada vez que  las dejamos costosamente atrás aparecen nuevas en el horizonte. Berlín es enorme. El autobús coge  la autopista. Por fin Ana nos hace una señal y nos bajamos frotándonos los ojos y andando con torpeza.

Enseguida el paisaje inyecta nueva energía en nuestros ojos,  que se mueven estimulados desde las falsas ruinas griegas que mandó construir el rey Federico II el Grande a la gran cola de gente que serpentea lentamente hacia la puerta del Palacio de Sanssouci. El palacio, que encarna el arte rococó, fue el palacio de verano de Federico II. Hemos hecho una visita por las salas del palacio mientras escuchábamos la información mediante las audioguías. Lo sorprendente de este palacio es que Federico II era un talentoso flautista y le apasionaba la música, Bach y su hijo Johann Christian Bach estuvieron allí, pero además Bach hizo una impresionante fuga improvisada sobre un tema que tocó Federico y más tarde compuso la Ofrenda Musical que se la dio al rey Federico.

Seguidamente hemos paseado por los preciosos jardines del palacio, que se han convertido en uno de los lugares más bonitos que hemos visitado durante el viaje. Las coloridas flores, los inmensos árboles, el río y las fuentes hacen un exterior armonioso. 

Caminando por el jardín se llega al segundo palacio: Neues Palais, en el que nos sentamos en sus escalones y almorzamos nuestros bocadillos admirando las vistas.

Después de almorzar fuimos en metro a la residencia pero en la parada que nos teníamos que bajar, este no se paró, por lo que bajamos en la siguiente parada y tuvimos que hacer otro recorrido distinto.

Por la tarde dormimos e hicimos el blog hasta las 17:00 h, que nos fuimos a ver nuestro último concierto en Berlín: La Pasión según San Mateo de Bach. El concierto estuvo muy interesante y entretenido y nos lo pasamos muy bien.

Por último, a la vuelta no pudimos coger el tren ya que había problemas en la vía y tuvimos que coger buses hasta llegar a la residencia. Una vez allí, nos comimos un kebab muy bueno que habíamos comprado y nos pusimos a terminar el blog.

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