01/04/2025
01/04/2025
Creíamos que iba a ser un día tranquilo, pero empezó siendo todo lo contrario. Cuando desayunamos y nos preparamos, fuimos a terminar la comida que habíamos preparado la noche del día anterior (unos deliciosos espaguetis a la carbonara), pero... ¡Se había estropeado la vitrocerámica y no teníamos comida! Esperamos a que llegara la conserje una hora y nos dijo que el electricista no llegaría hasta las 11:00h (o por lo menos eso es lo que nos tradujo Nico). Nico, que toca la guitarra como el mejor, nos es además de gran ayuda; habla fluidamente el alemán debido a su descendencia austriaca y traduce todas nuestras dudas.
Fue entonces cuando decidimos cenar los espaguetis y comprar algo en el ALDI para comer. El único problema es que llegamos muy tarde a la escuela de música de Potsdam y dispusimos de menos tiempo de estudio. Tuvimos unas clases individuales y grupales muy enriquecedoras debido a que pudimos tratar con otros músicos, tanto profesores como alumnos, y aprendimos muchas cosas de ellos, como sus técnicas y formas de estudio, aparte de ayudarnos a perfeccionar nuestro repertorio.
Nico cello ha tenido una clase de lo más útil, recibida por Inken Ewertsen, gran profesora cellista de la escuela de música, con mucho talento y un carácter a la hora de enseñar directo y muy agradable en su opinión. Trabajaron el concierto no.1 de Haydn para cello en Do mayor y le fue de muchísima ayuda, corrigiendo técnicas de la mano derecha, que sujeta el arco, y recibiendo sugerencias de la maestra acerca de los arcos y digitaciones, los cuales le facilitan a la hora de interpretar la obra. Dicho esto, ha querido recalcar que está muy agradecido por haber tenido la oportunidad de recibir dicha clase.
La clase de Telma ha ido muy bien. La experiencia deslumbrante de su profesor Tobias Schiller, le ha ofrecido una clase alucinante. Él, un profesor alemán muy simpático, estudió saxofón en una escuela muy importante de jazz llamada Berklee College of music, en Boston, USA, además de sus estudios en clarinete clásico. Su destreza le resultó muy provechosa. Ha sido una clase corta pero interesante, y ha tenido la oprtunidad de aprender cosas de técnica del instrumento y de estudio, además de consejos y muchas otras curiosidades. En definitiva, una clase magistral.
Hoy Ciro ha estado dando clase con Asensio Argiler, ha sido muy buena experiencia ya que ha estado haciendo técnica y además ha mirado una de sus obras: mourceau symphonique. Los consejos de Asensio valen oro, a Ciro le han aportado bastante.
Niels, Rubén y Nico entraron en la clase expectantes. Durante varios meses se habían reunido para montar la obra, un cuarteto de piano, violín, violonchelo y canto, de Beethoven, llamado On the Massacre of Glencoe. Los tres primeros eran del conservatorio Manuel Carra, pero la vocalista, Franka, era alemana. Como ella contaba la historia, ellos estaban relegados a un segundo plano, que resulta ser el acompañamiento, asi que todo dependía de Franka. Pronto iban a averiguar si estaba bien como lo habían ensayado o si había que darle un enfoque completamente distinto. Afortunadamente, nos pusimos de acuerdo rápidamente, habiendo progreso y aprendiendo mucho.
Rubén, Ángel y Nico cello disfrutaron de una clase cuya agrupación era bastante curiosa e inusual. Se trataba de un septeto formado por una fagotista, un trompista, una oboísta, una contrabajista y nuestros alumnos ya mencionados (violín primero, violín segundo y cello, respectivamente). Dicho septeto lo habían estado trabajando durante meses atrás como trío, puesto que lógicamente no podían juntarse el grupo entero, por lo que fue un reto acostumbrarse a la formación completa, pero finalmente fue una clase de lo más fructífera y eficiente. Aunque que es cierto que al inicio había cierta dificultad a la hora de coordinar todos los instrumentos de distintas familias (vientos y cuerdas), finalmente aprendieron a trabajar todos juntos creando verdaderamente música. Todo fue gracias a la profesora Ulrike Dinslage, fagotista de la escuela, que realizó un gran trabajo logrando que todos se integraran y aprovecharan al máximo la experiencia. Con su guía, la clase finalizó en un ambiente de satisfacción compartida, como resultado también de todo el trabajo de los siete músicos y profesores (incluyendo por supuesto a nuestra querida Ana).
Telma también ha asistido a la clase de un grupo de cámara (un sexteto): Bumcke. La experiencia ha sido maravillosa. Todos los instrumentistas han hecho que sea inolvidable. Todo ha funcionado bien desde el principio, ha aprendido muchas cosas de trabajo musical en grupo y también ha sido divertido tocar junto a ellos y la maestra, Ulrike Dinslage, ha hecho de la clase un ensayo increíble.
Estuvimos durante toda la tarde estudiando en las aulas y a las 20:30h volvimos a la residencia y, aunque la vitrocerámica seguía rota, cenamos los espaguetis recalentándolos en el microondas (estuvieron muy buenos). Tras la cena, Ana nos enseñó unos ejercicios de pilates, y después algunos de nosotros intentamos realizar los ejercicios.
Al final del día, nos dimos cuenta que ahora ya teníamos compañeros de residencia (unos holandeses un tanto bordes).
Esperando al técnico de la vitro (no llegó)
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