30/03/2025
30/03/2025
Pasando por los controles de seguridad
Los guitarristas animando y amenizando la espera en el aeropuerto
A punto de pasar por la puerta de embarque
Vistas del avión
Tentempie que nos regala la aerolínea
En transporte público hacia la residencia
Llegada a la residencia
La comida infinita
Habitación de la residencia
Sala de estar del hostal
Sitio de los profes
Todos los compañeros y los profesores habíamos quedado con mucha antelación en el aeropuerto, acompañados de nuestras familias. Tras una hora y media de facturación y de la despedida de nuestras familias, pasamos por los controles de seguridad y nuestros guitarristas hicieron de la espera un rato más ameno, pues interpretaron algunas obras. Unos turistas se detuvieron para escucharlos. Seguidamente subimos al primer vuelo, que transcurrió sin problemas, aunque se retrasó.
En el trasbordo de Viena corrimos por el aeropuerto porque nos quedaban 5 minutos para el embarque. En el segundo avión estuvimos hablando con unos italianos marroquíes, lo cual fue muy divertido, e hizo que nos olvidásemos del hecho de que los instrumentos iban separados de nosotros (¡gracias, aerolíneas!). Aquí no termina la cosa...Cuando llegamos a Berlín tuvimos que coger muchos transportes públicos e íbamos corriendo de uno a otro con las maletas de 20kg bajo la lluvia, fue complicado... Después del ajetreado día, llegamos a la residencia, donde hubo mucho lío para asignarnos las habitaciones. Hicimos una cena improvisada (con pizzas en el microondas y preparando sopas con agua del grifo de los baños) en el lugar que pensábamos que era la cocina y que realmente no lo era, solo tenía microondas y una hervidora. Por último estuvimos jugando al pin pon y a las cartas y con eso acabó nuestro día.
Rubén se sintió inspirado y realizó esta estrofa de un soneto:
Con maletas anduvimos por Viena
Más rápido no pudo ser el cambio
Sí, llegábamos al lugar de ocio
Y al hostal llegamos como fieras.
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