La raya tiene un trazo más largo que el del guion y se usa en estos casos:
Para señalar las intervenciones de los personajes en un diálogo.
—¿Te parece bien?
—¡Claro que sí!
Para introducir los comentarios del narrador en los diálogos. Si el personaje sigue hablando después de la intervención del narrador, se escriben dos rayas.
—Creo que este es el camino correcto —dijo él—. ¿Seguimos?
—Mejor descansemos antes un rato —contestó ella.
Para añadir aclaraciones. En este caso se pueden sustituir por paréntesis o comas.
El museo —un edificio del siglo XIX— reúne una colección fantástica de pinturas.