Nombre de Mujeres en las calles de Cheste


Este es un proyecto realizado por los alumnos del IES Ricardo Marín coordinados por la docente Dª. Yolanda Marco Garrido y galardonado en los V premios de Urbanismo, Movilidad, Paisaje, Vivienda y Arquitectura con Perspectiva de Género convocados por la Generalitat Valenciana en marzo de 2021.

Bienvenidos al proyecto "Nombres de Mujeres en las calles de Cheste".

        Esta propuesta, iniciada a través de la colocación de códigos QR en las calles con la biografía de  cada mujer, se ha llevado a cabo con motivo de la Semana de la mujer que viene celebrándose desde hace unos años en la localidad de Cheste. Su Excmo. Ayuntamiento a través de la concejalía de Igualdad ha tenido por bien el considerar la contribución y el reconomiento de las mujeres que nombran nuestras calles, tienen su nombre en un centro educativo local o han sido partícipes de un determinado colectivo, el del Esperanto, y han permanecido en el anonimato. 

Hasta ahora.  

     Actualmente, el nombre de las calles refleja una sociedad eminentemente desigual. En Cheste, menos del 5% de las dedicadas a personas tienen nombre de mujer. Las dedicadas a hombres son el triple.  Se podría hacer una clasificación a las dedicadas a mujeres por temáticas, tales como maestras, religiosas, científicas, políticas, escritoras o músicas, pero es tan corta la relación que se nos hace una tarea cuanto menos, limitada. Tan solo hay dos calles dedicadas a maestras que ejercieron en la localidad, dos políticas de ámbito nacional, una científica de renombre internacional, una escritora gallega, una bibliotecaria y cuatro con un vínculo religioso, como "santa", "virgen" o "beata".  Si nos vamos a la clasificación de las principales ciudades españolas, Madrid, Barcelona o Valencia, el resultado es también desalentador.  De las más de 9000 calles de Madrid, tan sólo el 21% de las dedicadas a personas tienen nombre de mujer, los hombres tienen el triple. En Barcelona, el 19% y Valencia, peor aún, el 10%.  Como dato curioso añadir que los hombres dominan el centro  y las avenidas de las ciudades y las mujeres sobreviven en calles modestas de barrios poco céntricos.  Esta imagen da muestra también de como ha habido más atención por los nombres de mujeres en años recientes.

          Si pensamos en cómo recuperar terreno las mujeres sería a través de las nuevas zonas donde se está urbanizando porque rebautizar una calle es un proceso complejo y caro. Tan sólo añadir que en algunas ciudades se opta por mejorar la paridad en los nombres de equipamientos municipales, como centros culturales, deportivos o educativos. En el caso de Cheste ocurre esto, el centro de formación de personas adultas está representado con el nombre de una mujer, Dori Carmen Rodrigo Ruiz. 

          Hablar del Esperanto sin contar con la aportación de las mujeres sería, cuanto menos, pretencioso. A partir de que Francisco Máñez en 1909 introdujera el idioma del Esperanto en Cheste, las mujeres fueron también partícipes del aprendizaje de éste, llegando algunas de ellas a ejercer puestos de responsabilidad en la Asociación esperantista de Cheste Lumradio, como la presidencia, vicepresidencia, secretaría o tesorería, y la asistencia de éstas a cuantos congresos o eventos se realizaran a lo largo y ancho de nuestra geografía.

          El reto para la representación femenina en las calles no es solo de número, también de perfil. Si nos limitamos a los nombres precedidos por el oficio de la persona, el motivo que ha llevado a la mayoría de mujeres a tener una calle, por ejemplo en Madrid es su vínculo religioso, aunque se podría extrapolar a cualquier capital de provincias o, llegado a nuestro caso, a Cheste, como bien hemos relatado antes, colocando las cifras de un 83% en la capital española de mujeres cuya dedicación que precede en la placa son religiosas. No así los hombres, cuyo vínculo religioso es menor y sus denominaciones son a partir de profesiones más variadas, no solo militares o religiosas, destacando doctores, alcaldes, maestros, pintores, pero también profesores, concejales, poetas, arquitectos, presidentes, aviadores, ingenieros, etc. 

           Con este panorama tan poco "femenino" en el noménclator de las calles de nuestras ciudades o pueblos nos enfrentamos hombres y mujeres, con la esperanza no solo de reconocimiento entre semejantes sino con una actitud activa, consciente y clara,  que remueva conciencias en todos los ámbitos vitales, con valentía, con sinceridad y con la seguridad de que poco a poco se valoren nuestros logros, pues nosotras, las mujeres, también queremos ser protagonistas no solo en los nombres de las calles, que también, sino en todos los campos, sean culturales, políticos, artísticos o científicos porque todos y todas, en definitiva, somos iguales.

           Feliz visita.

                                        Marzo, 2021


Yolanda Marco Garrido