Bertolt Brecht
Notable
Es notable, sin embargo, cómo hasta los más grandes pasan
y no queda más que polvo. ¡Como la hierba!
(Y es raro que haya algo tan espantoso e inexplicado como esto).
En Altötting, por ejemplo, se ve a Tilly, el mariscal católico, en su ataúd,
sólo por dos marcos de entrada para adultos, embalsamado bajo cristal
(encima dice "No tocar a Tilly").
Y el del castillo me dijo, allí delante del ataúd,
y no tenía motivos para engañarme,
y sin duda era verdad:
Hace pocos años el señor general todavía tenía pelo.
Cosas así le vuelven a dar a uno siempre, sencillamente, una punzada.