23 de septiembre de 2021

Día 7, 23 de septiembre 2021


La motivación se puede aprender, se puede enseñar, se puede buscar, pero lo mejor que te puede pasar es que te la encuentres.


Esto es lo que hemos vivido hoy en Split. A la hora acordada de clase nos estaba esperando un minibus en la puerta de la escuela Erasmus+ Courses Coratia. Sin más explicación la profesora y el profesor se han ido en un coche. Estudiantes y ayudantes, sin mediar palabra, con cierta sorpresa pero con mucha intriga, hemos tomado asiento en el bus, que, a la media hora, ha parado en un antiguo molino y actual restaurante al aire libre, a la vera de un río con mesas de madera.


Primeramente se ha disfrutado del entorno natural, para, después, escuchar la grata noticia de que se iba a impartir la clase al aire libre, nos ha inspirado a todas y a todos a visualizar nuestras Comunidades Educativas para buscar la oportunidad que nos ofrecen de buscar este espacio. Diferente, natural y motivador. Esta fue la modalidad a media jornada que se optó en Croacia para la vuelta al cole tras la cuarentena COVID19.


Excusa perfecta para tratar la importancia del Pensamiento Crítico. Utilizando artículos periodísticos y diferentes dilemas, para implementar la técnica de "Problem Solving" o Aprendizaje Basado en Problemas, descubrimos la importancia de hacer consciente al alumnado que no todo lo que nos llega es válido y cómo poder saberlo, el uso de palabra es clave.


Para terminar, en una atmósfera más distendida ahondamos en el "Story Telling", usando el cuentacuentos como herramienta para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este es un escenario perfecto para compartir experiencias, vislumbrar las necesidades laborales, personales y educativos de compañeros y compañeras de otros países, con sistemas educativos diversos, reconocimiento muy variado por parte de la sociedad como docentes y, como no puede ser de otra manera, la necesidad de compartir con iguales.


Para terminar con el programa social, la tarde volvió a convertirse en ocasión de ponernos en los zapatos croatas, haciendo uso de ese transporte público que, en ocasiones, un viaje de treinta minutos torna en hora y media, porque Croacia es así: Pomalo! (take it easy, con calma), descubrimos la localidad de Trogir, un entorno que te transporta a la Edad Media, callejuelas estrechas y una fortaleza que encerraba pequeños comercios de materiales manufacturados que nos cautivaron. De nuevo ese agua verde azul que rodea la costa croata y la brisa marina nos ha proporcionado una vista más cercana de la cultura croata, sus mercados y su cercanía a otros países como Alemania e Italia por razones históricas.


Con nostalgia y alegría terminamos la jornada terminando de gestionar documentación para volver a España, esperando la despedida de mañana con nuestras compañeras y compañeros de curso.