22 de septiembre de 2021

Día 6, 22 de septiembre 2021


Quizá las vivencias de hoy os sorprendan, pero, después de esta maravillosa aventura, hemos intercambiado opiniones y estamos de acuerdo en algo: ¿Cómo, el profesorado, va a transmitir sensaciones, experiencias y, en definitiva, desarrollo de competencia en ciudadanía europea si el propio profesorado no VIVE Europa en primera persona?


Nuestro itinerario formativo en "Motivación en el aula de hoy en día" tenía previsto una serie de excursiones culturales que llaman "Programa Social". Esto versaba sobre una serie de excursiones para conocer el entorno cultural, natural y gastronómico de la ciudad de Split. Sin embargo, este equipo aventurero se ha replanteado si la mejor manera de VIVIR Split era ser turista, o, hacer uso de los medios locales como ferry o bus para acceder a los increíbles rincones que su naturaleza ofrece.


Así, esta mañana hemos tomado un ferry local que nos ha dejado en la isla de Brač, concretamente en el pueblo de Supetar. Aquí hemos podido admirar el brillo blanco de una curiosa piedra calcárea que podría parecerse al mármol y que, con ella, se realizan trabajos de joyería, arquitectura y escultura en esta zona, para que se entienda, el Palacio Diocleciano que tanto hemos mencionado y vivenciado, fue construido con este material.


Después hemos cogido un bus de línea que nos ha transportado a un paisaje paradisiaco en el pueblo de Bol, que cuenta con una serie de pequeñas calas rocosas de agua cristalina de verde esmeralda y azul marino. Más allá, a 3 kilómetros paseando por un camino de palmeras, hemos caído en un promontorio de agua tranquila y cálida, Zlatni Rat, o Cuerno de Oro, en la que hemos podido disfrutar de un baño en el mar Adriático que baña estas costas... ¡IMPRESIONANTE!

¿Curiosidad? Este cabo, cambia su forma movido por el viento.


Sin embargo, no todo ha sido disfrute, porque, justo antes de recoger para tomar nuestro camino de vuelta, mientras admirábamos los diversos cantos rodados y caracolas, todo ello de un blanco intenso, en la misma orilla, una pequeña embarcación ha provocado una gran ola que nos ha empapado prácticamente todos nuestros enseres, a la vez que, a la reacción de ayuda para retirarlo todo del agua, nuestra compañera Celia ha perdido una pulsera que adoraba, a la que hemos despedido saludando a unas nuevas pulseras de roca de Brač que lucimos los tres con orgullo.


Por último, hemos reflexionado a última hora del día, deslumbrados por una puesta de sol increíblemente colorida, sobre todas las ideas que nos gustaría llevar de vuelta a Alfacar, además de apenarnos la idea de lo rápido que han transcurrido los días.


¡Mañana más y seguramente, mejor!