Las Valquirias son siervas de Odín, elegidas para seleccionar a la mitad de los guerreros caídos en batalla para llevarlos al Valhalla, donde cada uno de ellos luchará y celebrará hasta el día del Ragnarök. Si un guerrero rechaza el llamado de la Valquiria y la involucra en la batalla, el guerrero será quemado por la intensidad de la lucha y estará condenado a vagar por el reino mortal como un Draugr.
Despechado por la traición y abandono de Freya, quien ostentaba el título de reina de las Valquirias, Odín usó magia arcaica contra sus hermanas guerreras. La maldición obligó a las Valquirias a permanecer en una forma física, lo cual es un estado antinatural para ellas, ya que no pueden conservar su pureza en un cuerpo físico. La estadía prolongada en una forma física impulsó a las Valquirias a la locura, siendo la muerte de esa forma física la única manera de liberarlas. Sigrun, la actual reina Valquiria, se vio obligada a sellar a sus hermanas en diversos reinos para evitar que su locura causara una destrucción innecesaria.
Las nueve Valquirias encontradas en la aventura están corrompidas por la maldición, depende de Kratos y Atreus derrotarlas para salvarlas de su castigo eterno. Cuatro de ellas se encuentran en diferentes Cámaras Ocultas de Odín en Midgard, otra en Alfheim y otra en Helheim. Una está al final de las pruebas de Muspelheim y otra en el laberinto de Niflheim. La última se encuentra en el Consejo de las Valquirias, en el Lago de los Nueve, apareciendo únicamente tras liberar a sus ocho hermanas.
Tras derrotar a cada una de las Valquirias acabando con su cuerpo físico al arrancarles las alas, Kratos conversa con cada una de ellas, lo que va desentramando el misterio de su maldición. También recoge todos sus yelmos, los cuales puede depositar en el Consejo de las Valquirias, donde Mimir revelará detalles adicionales de cada una de ellas.
Liberadas de su forma física, todas las Valquirias regresan al mundo espiritual.
Gunnr es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Gunnr en la Cámara Oculta de Odín del Cadáver de Thamur para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Gunnr: "Señora de la guerra. Tras cualquier conflicto, grande o pequeño, era la primera en llegar y dictaba que los espíritus dignos fuesen al Valhalla. Una tarea terrible, pero que cumplía con orgullo. Su juicio sobre los caídos no tenía par y suponía un recurso valioso pan Odín. Era de sus favoritas".
Hildr es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Hildr en el laberinto de Niflheim para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Hildr: "Señora de la batalla. Se llevaba bastante bien con Odín, en realidad. Aunque con el resto de las valquirias... eso ya es otro cantar. Pasaba el tiempo en Midgard observando la discordia entre los vivos e incluso sembrándola a veces. Vivía para el conflicto. En cierta manera, era el conflicto personificado. Me pregunto qué habrá sido de ella ahora que es libre".
Kara es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Kara en la Cámara Oculta de Odín de la Cueva de la Bruja para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Kara: "Muy tranquila y serena... hasta que cambia el aire y desata la furia de su tormenta. Era algo precioso de ver, siempre que encontrases cobijo. Sus lágrimas limpiaban la sangre que colmaba los campos de batalla".
Eir es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Eir en la Cámara Oculta de Odín de la Montaña para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Eir: "Es sanadora, algo raro en una valquiria. Muy callada y tranquila. Mientras que sus hermanas eran ríos de caudal violento, Eir era como un riachuelo. Sanaba las heridas de dioses y mortales... e incluso las de cieno sabelotodo que una vez bebió demasiado y se cayó por un precipicio".
Geirdriful es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Geirdriful en la Cámara Oculta de Odín de las Laderas para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Geirdriful: "Es maestra de armas en el Valhalla y responsable de armar y entrenar a los einherjar de Odín, su ejército para cuando llegue el Ragnarök. Los einherjar esperan en el gran salón en un festejo eterno, bebiendo y foll..., ejem, fornicando sin parar. Cuando llegue el Ragnarök, Odín los llamará a su servicio para luchar en su bando. Menuda faena la de Geirdriful entrenando a esa panda".
Gondul es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Gondul al final de los desafíos de Muspelheim para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Gondul: "Gondul siempre me quitaba el aliento. Era persuasiva e ingeniosa, y tenía una figura tan impactante que volvía a los hombres literalmente locos. Odín le prohibió pisar Midgard después de un tiempo, pues la locura no es bienvenida en el Valhalla".
Olrun es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Olrun en la Cámara Oculta de Odín de Alfheim para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Olrun: "Olrun, hija de un poderoso líder, cayó defendiéndolo durante un ataque de ladrones. Olrun fue llevada al Valhalla, donde decidió dedicar su otra vida a perseguir el conocimiento por encima de todo. Un comportamiento inusual, que destaca entre los constantes festejos y borracheras del Valhalla. Odín vio en la búsqueda de conocimientos de Olrun un espíritu afín. La nombró historiadora de las valquirias".
Ròta es una de las nueve Valquirias corrompidas por Odín. Sigrun, la reina de las Valquirias, encerró a Ròta en la Cámara Oculta de Odín de Helheim para que no supusiera un peligro.
Mimir dice de Ròta: "Ròta es una de las que eligen a los muertos y la primera en volverse loca cuando la encerraron en una forma física. Sigrun la metió en Helheim para impedir que se hiciera daño a sí misma y, sobre todo, a otros".