Don Luis Riccieri
6to sucesor de Don Bosco
6to sucesor de Don Bosco
Nació en Mineo, cerca de Catania en Sicilia, el 8 de mayo de 1901.
Fue Ordenado sacerdote en 1925, a los 24 años.
En 1935, fue nombrado Director de la casa salesiana de Palermo (Sampolo).
Cinco años después, era Director del Instituto Domingo Savio en Messina.
En 1942, en plena guerra, don Pedro Ricaldone lo llama a dirigir la Inspectoría Subalpina.
Después de la guerra, en 1953, siendo Inspector de Milán, don Renato Ziggiotti lo nombra miembro del Capítulo Superior.
El nuevo cargo le permitió familiarizarse con dos sectores importantes del apostolado moderno: el del laicado cristiano, a través de los Cooperadores, y el de la prensa.
Dedicó a ambos doce años de trabajo intenso.
Se empeñó en aumentar no solamente el número, sino también la calidad espiritual y apostólica, gracias a un esfuerzo de formación y de selección.
Consolidó su organización, buscando nuevas actividades más adaptadas a los cristianos de nuestro tiempo.
Explicó a sus hermanos el lugar preciso de los Cooperadores en el conjunto de la familia salesiana, consiguió volver a dar importancia y actualidad a su misión.
En el campo de la prensa, sus realizaciones revelan una concepción moderna del periodismo y de la información: modernización del Boletín Salesiano, que hace imprimir en offset, profusamente ilustrado.
Crea en Turín una agencia de información (Agencia Noticias Salesianas), que recoge las noticias salesianas del mundo entero y las distribuye; lanzamiento de Meridiano 12, revista mensual muy cuidada que, en 1955, sustituyó con éxito a las Lecturas Católicas, fundadas por Don Bosco cerca de cien años antes.
El 27 de abril de 1965, después de una primera votación infructuosa, sobre la cual había influido la renuncia de don Renato Ziggiotti, los votos de los capitulares se orientaron hacia el nombre de don Luis Ricceri, encargado hasta aquel momento de los Cooperadores y de la prensa dentro del Capítulo Superior.
Así ponían al frente de la Sociedad Salesiana a un hombre que conocía bien los asuntos internos y que sabía mostrarse sensible a los problemas externos.
Las nuevas situaciones del mundo y de la Iglesia han suscitado en su seno preguntas y problemas nuevos, puestos al descubierto por el capítulo XIX, en la pauta del Concilio Vaticano II.
Desde entonces, han aparecido orientaciones parcialmente originales, con el fin de adaptar la Sociedad Salesiana a las necesidades contemporáneas.
Los superiores actuales han elegido el camino del equilibrio, que en su espíritu, no se confunde con el inmovilismo.
Le tocó liderar el XX Capítulo General Especial, el cual se realizó para adaptar la Congregación a las ideas y líneas propuestas por el Concilio Vaticano II, en el cual se expresaba “Adelante con Don Bosco vivo, hoy, para responder a las exigencias de nuestro tiempo y a la esperanza de la Iglesia", lo que después derivaría en "Con Don Bosco y con los tiempos".
Las nuevas líneas pastorales, estaban abocadas a las misiones en los lugares mas pobres, la renovación y resignificación de la vivencia de los votos religiosos y sobre todo en torno a las cuestiones de pobreza de la Congregación.
Entre los cambios mas radicales estuvo la búsqueda de pobreza, aparte de evangélica, como una cuestión socio económica, con el fin de asumir la misma condición social que los destinatarios de nuestra misión.
Ocupo el cargo de rector mayor hasta el año 1977.