Beato Felipe Rinaldi
3er sucesor de Don Bosco
3er sucesor de Don Bosco
Nace el 28 de mayo de 1856, en Lu Monferrato
Fachada y patio interior de la casa donde nació Felipe Rinaldi
La familia de Felipe
El padre se llamaba Cristóbal, quien era un cristiano franco y leal.
Su madre se llamaba Antonia Brezzi, quien con su vida de fe y de piedad, conocía el secreto que suscita las vocaciones religiosas.
Felipe era el octavo de nueve hermanos. De los cuales saldrán dos sacerdotes más.
No frecuentó la escuela del pueblo ya que recibió la enseñanza de un maestro privado, amigo de la familia.
En el lienzo de la pared que daba al patio de la casa había un nicho desde el cual una estatuita de la Purísima Concepción dominaba las dependencias; ante ella se postraban los niños y la saludaban con el Avemaría y la conveniente jaculatoria. Andando en el tiempo, y siendo ya Felipe un personaje, sus hermanos quisieron cambiar esa imagen por otra <<mas artística>>, pero él se opuso, diciendo que esa imagen les recordaba tantas cosas, y entre otras la costumbre de la madre que, llevando todas las noches a sus hijitos al dormitorio, los hacia arrodillar y decirle con ella a la Virgen:
<<Os saludo, ¡oh Madre mía!, os doy mi corazón; tenedlo Vos y no me lo devolváis nunca.>>
En 1874 Don Bosco vino en persona a Lu Monferrato y Felipe, ya de 18 años, fue testigo de un milagro del santo de los jóvenes pero tampoco esto lo impresionó y se mantuvo en su negativa de volver a estudiar. La visita y la reiteración de la negativa del joven Felipe causó una masiva insistencia por parte de su familia.
Un otoño de 1861, a la edad de cinco años, Felipe vio como una banda de muchachos músicos se paraban con sus instrumentos frente a su casa. Los muchachos eran alumnos de un carismático sacerdote de Turín llamado simplemente por todos Don Bosco.
El segundo encuentro con Don Bosco sería cinco años después, esta vez en Mirabello, en donde el niño ingresó al Seminario Menor. Bien pronto extrañó la casa, pero recibiría la ayuda de su asistente, un amable joven seminarista de nombre Pablo Albera quien llegaría ser su mejor amigo. Sin embargo, una tensa situación de disciplina en la escuela hizo que Felipe renunciara a continuar allí y regresó a Lu Monferrato. No valió una carta que le envió el mismo Don Bosco para que reconsiderara su intempestiva decisión, mostrando el duro carácter del muchacho.
El joven era serio, reflexivo, observador implacable.
A los 20 años, una muchacha tomó la iniciativa de pedirle matrimonio, lo cual turba y sorprende a Rinaldi. Se tomó un tiempo para responder, donde intensificó su vida de piedad.
En 1876 don Bosco se encuentra con Felipe, y este le expone sus dudas y deja su elección en sus manos, lo cual hace que mas tarde se esfume la idea del matrimonio.
Pero antes de hacer opción por la vida salesiana reflexionó más.
Manifestó algunas dudas a don Bonetti, quien era director del colegio de Mirabello. Éste lo animó a hacer lo que sienta que es acorde a su capacidad de hacer. El mismo don Bosco lo animará a que estudie, a pesar de su salud. (en el ojo izquierdo y las hemicráneas)
Por fin en noviembre de 1877 el joven Felipe llegó a Sampierdarena, donde Don Bosco había abierto una casa para lo que llamaba "vocaciones tardías" y con buena fortuna el rector de esa casa era su antiguo amigo Albera.
«Me bastaba una sola palabra suya, a veces una mirada, para calmar mi corazón y llenarlo de gozo.»
Dos años después, el 8 de septiembre de 1879, sigue su noviciado en San Benito Canavés y el 13 de agosto de 1880 hizo sus votos religiosos temporales. Incluso siendo ya salesiano, Felipe no pensaba en el sacerdocio, pero de nuevo fue la intervención de don Bosco la que hizo que presentara los exámenes correspondientes para el teologado.
El 17 de septiembre de 1882 Felipe recibía la tonsura y las ordenes menores en Biella.
El 8 de octubre fue admitido al diaconado.
«Quería ser salesiano, pero no sacerdote. Di los exámenes de teología y recibí las ordenes solo para obedecer a don Bosco quien decía: darás los exámenes en esta y en esta fecha, y recibirás esa orden.»
El 23 de septiembre – Ordenación sacerdotal en la catedral de Ivrea, por Monseñor David de los Condes Riccardi.
Su primera misa fue en la casa salesiana de San Benigno en vigilia de la navidad.
Su primer cargo fue ser director de la casa de Mathi, reservada a los jóvenes de vocación tardía.
En 1892 don Rinaldi era nombrado Inspector de las Casas de España y Portugal.
Mientras fue inspector en España hizo florecer la obra salesiana abriendo nada menos que dieciséis casas en las ciudades mas importantes: Sevilla, Málaga, Santander, Salamanca, Madrid, Córdoba, y en Portugal, Oporto y Lisboa.
El 1 de Abril de 1901 – Toma posesión del cargo de Prefecto General, junto al Rector Mayor Don Rúa.
Don Miguel Rúa , moría el 6 de abril de 1910. ( después de 22 años como Rector Mayor)
1910 15 de Agosto – Don Albera es elegido como Rector Mayor y confirma como Prefecto General a Don Rinaldi.
1921 – El 28 de octubre muere don Albera. (11 años de servicio como Rector Mayor)
Don Miguel Rúa, Rector Mayor de los Salesianos, moría el 6 de abril de 1910.
Don Rinaldi en la espera de la elección del nuevo Rector Mayor, asumió temporalmente la herencia.
El Capitulo General se reunió en Valsálice el 15 de agosto.
Durante los trabajos del mismo Capítulo General, don Rinaldi, con setenta y un votos sobre setenta y tres, era reelegido para el cargo de Prefecto General.
Elección de Don Rinaldi como Rector Mayor (1922 –1931)
24 de abril de 1922, se elige a don Rinaldi a Rector Mayor de la congregación salesiana.
“Esta elección es embarazosa tanta para vosotros como para mí. Quizá Nuestro Señor quiere humillar la Congregación o Nuestra Señora quiere mostrar que, con nosotros, es ella la que está haciéndolo todo. Sin embargo, es algo sumamente embarazoso para mí. Por favor orad al buen Señor para que yo no destruya lo que Don Bosco y sus sucesores han construido.”
6 de junio, en la primer audiencia que le concede el Papa Pío XI don Rinaldi obtiene del Papa la indulgencia del trabajo para todos los salesianos, religiosos y laicos.
Contexto Histórico
Durante la tercera década del siglo XX y en un período de post-guerra que conduciría al desastre de la II Guerra Mundial, se consolidó la URSS como el primer bloque comunista, se presentó la gran depresión económica de 1929, Argentina, el primer país latinoamericano a donde habían llegado los salesianos, logra una gran transformación económica, mientras Alemania es asfixiada por las disposiciones del Tratado de Versalles. Francia, otros de los primeros países salesianos, vivía una gran inestabilidad política, mientras Japón ponía a Asia entres sus ambiciones geopolíticas.
Don Bosco le confía a Juan Bonetti, director espiritual de la congregación, que Don Rinaldi sería su tercer sucesor.
Felipe tenía profunda devoción por San Francisco de Sales y hacía propagar su devoción en el Boletín Salesiano.
En 1922 fundó un Instituto Misionero en Ivrea, en conmemoración del aniversario de ordenación sacerdotal del primer obispo salesiano, Monseñor Cagliero. El centro fue llamado Instituto Misionero Salesiano Cagliero, del cual salieron 450 misioneros en su primera década, la mayoría de ellos adolescentes entre los 15 y 16 años hacia países como Brasil, India, Japón y Tailandia.
Su gran confianza en la tarea misionera de la mujer, le hizo que respaldara con gran dedicación el envío de Hijas de María Auxiliadora a tierras de misión.
Dio un gran impulso a la vocación del Salesiano Coadjutor.
En 1925 emprende una larga visita en Europa:
Polonia: Esta nación salía de la primera guerra mundial relativamente bien. Se abrían casas a medida que salían hermanos polacos del noviciado.
Hungría: Fue la gran victima de la guerra. Había 6 casas salesianas que recibían huérfanos de la guerra.
Alemania: 63 novicios esperaban recibir de su mano la sotana. Para comunicarse lo hacía a través del italiano con los salesianos e interpretes con los alumnos.
Francia: Una gran parte del 1926 se la dedico a este país. “Comprendí entonces porque Don Bosco amó tanto a Francia.” Muchas casas salesianas y de HMA. fueron secuestrados por gobiernos sectarios.
España: cuando llegó por primera vez, en 1889, habían solo dos casas, al salir dejó 21 mas las 6 de las Hijas de María Auxiliadora. En 1926 encontró 42 y 16 de las HMA. Bendijo una iglesia en Barcelona dedicada a Santa Gorotea. En Madrid pone la primera piedra de una iglesia en el Barrio de Estrecho donde funcionaba un oratorio festivo, con la ayuda del Rey Alfonso XIII.
Se trata en el Capítulo la necesidad de la ampliación del Santuario de María Auxiliadora, el Capítulo aprobó aunque no por unanimidad.
Don Rinaldi quería preparar la iglesia para que sea un hospedaje digno para cuando Don Bosco sea canonizado y pueda tener, no solo un altar bello, sino también un sitio capaz de acoger a numerosos devotos.
El ingeniero encargado del proyecto fue Cerradini que falleció y dejó como encargado al joven arquitecto salesiano Julio Valotti.
Don Felipe Rinaldi no logra ver terminada la obra.
El mayor consuelo de don Rinaldi fue la beatificación de Don Bosco.
Él fue el encargado de ocuparse de la causa, promoviendo los actos, los gastos, presentar los testigos y documentos necesarios, preparar los artículos sobre los cuales debería actuar el tribunal eclesiástico.
Sacan el cuerpo de Don Bosco y hacen reliquias, que don Rinaldi envía a los inspectores de la congregación cuando se aprueba la beatificación.
Un grupo de jóvenes formaban la Compañía de las hijas de María.
Pidieron a Don Rinaldi la formación de una Asociación Religiosa Laical. (Querían ser religiosas pero siguiendo en el mundo.)
Don Rinaldi presentó el pedido al Rector Mayor Don Pablo Albera y el 20 de mayo de 1917 se aprobó el proyecto como una rama de la Familia Salesiana.
Don Rinaldi siguió ocupándose de este grupo hasta 1928. Con su muerte el grupo sufrió una gran crisis.
En 1955 Don Renato Ziggiotti las acogió nuevamente y en 1971 se forma como Instituto Secular de las Voluntarias de Don Bosco.
La idea de Don Rinaldi había vuelto a florecer.
El 5 de diciembre de 1931 el Padre Felipe Rinaldi, murió silenciosamente mientras leía la vida de Miguel Rúa.
Fue sepultado en un cementerio común de Turín y fue transferido a Valdocco, a la Basílica de María Auxiliadora, después de establecida la causa de canonización en 1947.
En 1987 fue declarado Venerable por el Papa Juan Pablo II y el mismo Pontífice declaró Beato al III Sucesor de Don Bosco el 29 de abril de 1990.