CARACTERIZACIÓN DEL CENTRO DE PRÁCTICA


La institución surgió en las calles 131 y 85 en el año 1995, en el momento que la referente integraba una agrupación en la cual le proponen comenzar con un comedor en el terreno que ella habitaba; la agrupación se encargaría de conseguir la mercadería para poder alimentar a sus hijxs y a lxs niñxs del barrio.

En el año 2006 se muda a la dirección actual (87 entre 26 y 27), y junto a su pareja deciden seguir realizando la copa de leche. Actualmente esta actividad, por motivos edilicios relacionados a la infraestructura, específicamente el techo, que, a pesar de las reiteradas demandas a organismos estatales, sigue estando en mal estado siendo peligroso para que lxs niñxs puedan seguir yendo, por este motivo se realiza una merienda para retirar.

En lo que respecta a los recursos estatales para el funcionamiento de la institución, desde febrero de este año, luego de una larga lucha, mes por medio reciben mercadería. También cuenta con una tarjeta de un plan social para comedores, que comenzó siendo de 3000 pesos y actualmente aumentó a 6000, argumentando que dicho monto no es suficiente para llevar a cabo las actividades por lo que, frente a ciertas situaciones de falta, la institución recibe donaciones de particulares.

Margarita Rozas Pagaza explica que la forma de dar solución a los problemas sociales muestra por un lado las prioridades que establecen los sectores dominantes y por otro lado la acción de las luchas de la clase trabajadora organizada y sectores subalternos de la sociedad. En un contexto neoliberal se consideran a los problemas sociales de carácter transitorio y las respuestas son de manera puntual y de asistencialismo, lo que lleva a una crisis de la base de la institucionalidad, generando un debilitamiento de las políticas sociales lo que modifica la intervención profesional. Un Estado neoliberal acentúa la perspectiva individual de las necesidades, lo que lleva al Estado a justificar la disminución de sus responsabilidades para enfrentar el déficit que existe frente a las necesidades básicas. Al disminuir el rol del Estado, se acentúan las instituciones privadas y el voluntariado para hacerse cargo de estas necesidades; sin embargo, el aumento de las instituciones privadas que intentan suplir estas necesidades, no pueden sustituir la función del Estado.

Los proyectos y actividades que se dictan en la institución son:

● FinEs (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios), los lunes, miércoles y viernes segundo año, y martes y jueves primer año. Llevado a cabo por docentes que toman el cargo a partir de concursos.

● Curso de cuidadorx gerontológicx domiciliarix, dictado por la referente y su hija. En un primer momento se dictaba los días lunes, miércoles y viernes de 15 a 18hs y los sábados de 9 a 11 y de 15 a 18. A partir de septiembre el curso se da solamente los sábados, correspondiendo la franja horaria de la mañana al grupo de estudiantes que asistían los días de semana, con el cual realizamos las prácticas.

● Un gimnasio donde se hace kick boxing, taekwondo y boxeo, los martes y jueves de 19 a 21hs. Dictado por un profesor.

● Merienda para retirar.

Es pertinente resaltar que la Copa de Leche se formó para suplir una emergencia alimentaria de lxs niñxs del barrio, pero, a partir de que han surgido nuevas demandas a lo largo del tiempo variando según el contexto socioeconómico, llevando a la institución a solventar una demanda implícita educativa con respecto a la necesidad de completar la educación secundaria, así como tener otros conocimientos que puedan ser útiles para la inserción en el mercado laboral.

A pesar de que el discurso social y hegemónico busca estigmatizar y criminalizar a quienes habitan los barrios periféricos, podemos dar cuenta de la importancia de los lazos sociales que se dan en la cotidianeidad ante la ineficiencia de las políticas públicas, las cuales buscan solventar a partir de instituciones de gestión privada y un trabajo en conjunto entre estas, mediante la vinculación y resolución de las problemáticas que abordan poniendo en común los recursos humanos y materiales de cada institución. A su vez, las asistentes al curso se relacionan con otros comedores con recursos económicos y materiales fomentando redes de solidaridad para la circulación del capital. Destacan el aumento de la falta de satisfacción de las necesidades básicas en el barrio a lo largo de los últimos cuatro años, las cuales fomentaron la creación de ollas populares interbarriales, creación de copas de leche y merenderos, lugares para la recreación para hacer talleres de diferentes tipos. Por ejemplo, una olla popular ubicada en 27 y 72, comedor en 29 y 90, comedor en 31 y 85, una escuela evangelista en el barrio de emergencia ubicado posterior al puente de fierro, comedor en 85 entre 26 y 27, en 29 entre 87 y 88 una copa de leche.

Es por esto que podemos basarnos en el libro de Alfredo Carballeda “Los cuerpos fragmentados: la intervención en lo social en los escenarios de la exclusión y el desencanto” para poder explicar el rol de las instituciones estatales para poder llevar a cabo la intervención profesional desde el trabajo social. Carballeda desarrolla las problemáticas sociales complejas como un producto de diferentes procesos de estigmatización de marcas que se expresan en los cuerpos, se escriben en la memoria, dando cuenta de nuevas formas del padecimiento y son en parte, efecto de la tensión-integración. Hay una necesidad de construcción de nuevos dispositivos de intervención. Las disciplinas que intervienen en lo social, se encuentran frente a nuevas posibilidades donde sería dable pasar de la lógica de la detección de lo enfermo, disfuncional o patológico hacia la recuperación de cada sujeto desde sus propias capacidades y habilidades. Se produce una necesidad de repensar perfiles institucionales, políticas públicas, informaciones académicas.

El comedor tiene relación con la Universidad Nacional de La Plata siendo centro de prácticas de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social y centro de prácticas de la Facultad de Trabajo Social desde el año 2014. En este sentido pudimos observar que desde el enfoque que tiene la cátedra está relacionado a indagar en la relación que tienen lxs sujetxs en su vida cotidiana desde la vinculación como estudiantes de trabajo social y de las personas que transcurren en la institución como centro de prácticas. Poner en tensión la perspectiva teórica metodológica entendiendo la intervención en las prácticas de formación profesional como el escenario donde se expresa la relación sujeto- necesidad

Nos abocamos en tomar la perspectiva de un trabajo social comunitario, donde se da cuenta de la importancia de la búsqueda de estrategias interdisciplinarias, para lograr tener una mirada que dé cuenta del contexto histórico-coyuntural, que afecta a la comunidad en su totalidad, entendiendo como comunidad a un conjunto de personas que tiene intereses compartidos, un conocimiento mutuo, capacidad para llegar a acuerdos, para compartir estrategias y para evaluar su progresión. La intervención del trabajo social comunitario en los procesos de fragmentación social, se desarrolla en el intento de reconstruir la fragmentación de lo social, económico, político, histórico; constituyendo una complejidad que actúa en espacios micro-sociales para un objetivo de integración, organización y la identidad.

Lo comunitario también se expresa en lxs sujetxs de intervención, que, a partir de estrategias en común para solventar la necesidad de inserción en el mercado laboral, buscando la satisfacción de bienes y servicios en su cotidiano, conformaron una coperativa de cuidadorxs gerontológicxs domiciliarixs que de forma gradual ha logrado cumplir su objetivo, mientras que, en paralelo, desarrolla estrategias de supervivencia y organización.

Utilizando las “propiedades distintivas del nuevo régimen de marginalidad avanzada” de Wacquant (2007), podemos mencionar que se ven expresadas en el territorio las seis propiedades, pero nosotras haremos énfasis en:

El asalariado como vector de la inestabilidad y de la inseguridad social.

Al volverse inestable y heterogéneo, el trabajo asalariado se ha convertido en una fuente de fragmentación y precariedad social, a partir de los empleos flexibles que cuentan con una cobertura médica y social reducida, naturalizando el maltrato, horarios variables de tiempo parcial y una falta de contrato que implica una inseguridad de estabilidad económica.

Fijación y estigmatización territoriales.

En los barrios periféricos aparecen la noción de espacio penalizado, donde aparecen estigmas adjudicados a la pobreza y a la pertenencia étnica, ampliando los discursos de estigmatización de quienes los habitan. Fomentando la idea de ser zonas de no derecho, facilitando a las autoridades la justificación de marginamiento y contrarias al no derecho.

La alienación espacial y la disolución del “lugar”.

Implica una pérdida de un marco humanizador con el que se identifican las poblaciones urbanas marginadas y dentro de la cual se sientan “entre sí” y en relativa seguridad. Después de la década del 70, los lugares comunitarios repletos de emociones compartidas y de significados comunes se han visto rebajados al rango de simples espacios indiferentes de competencia y de lucha por la vida.

La pérdida de un país interno.

Lxs individuxs excluídxs de un empleo remunerado no gozan de un apoyo colectivo informal; para sobrevivir deben recurrir a estrategias individuales de autoaprovisionamiento, de trabajo en negro, de comercio subterráneo, de actividades criminales y de deterioro casi institucionalizado.

Vinculando estas propiedades con nuestro Centro de Prácticas, podemos afirmar que se ven reflejadas en cuanto a la fragmentación social que genera el trabajo asalariado y cómo este factor condiciona su vida cotidiana y de esta manera el trabajo es más que el trabajo y el no-trabajo es más que el desempleo. Ante la necesidad de acceder a un trabajo asalariado se ve afectada la naturalización del maltrato y teniendo como única opción trabajos en los cuales no se tiene cobertura médica. Por ejemplo, el hecho de que el curso de cuidadorxs gerontológicxs domiciliarixs surge como un intento de dar respuesta a la necesidad de insertarse en el mercado laboral, a partir de un espacio barrial, de educación popular y gratuita, que funciona a su vez como una cooperativa de trabajo asegurando una posibilidad laboral en un futuro. Considerando también que la estigmatización por habitar un barrio periférico se ve reflejada en el lugar donde estudiar, donde trabajar e incluso en los lugares donde realizan sus actividades recreativas llevando a que las personas eviten decir su dirección real o que elijan realizar sus actividades en lugares donde se sientan cómodas y libres de miradas prejuiciosas. La estigmatización se reproduce al no tener acceso a colectivos, las ambulancias, policías, remises que no entran a determinadas zonas del barrio debido a que son caracterizadas como zonas peligrosas. Relacionándolo con Echevarría acerca de la conflictividad urbana podemos decir, que los mismos espacios del barrio en donde la violencia (o su percepción) se intensifica son marcados por lxs vecinxs, generando nuevos y cambiantes patrones de inaccesibilidad, frente a esto a veces se pide una presencia policial basándose en el pedido de mano dura o por el contrario se da una pérdida de credibilidad en el sistema judicial.

Por otro lado, la alienación espacial y la pérdida de un país interno se observan en los relatos de lxs sujetxs que transitan la institución, ya que han destacado en múltiples ocasiones su preocupación acerca de la inseguridad del barrio, especialmente en zonas cercanas al Puente de Fierro, siendo incluso catalogadas como “tierra de nadie” y de esta manera se va perdiendo la significación que tenían estos espacios en el sentido comunitario. Y a su vez, la inestabilidad laboral ha generado una situación de desempleo crónico, motivo por el cual, resulta más difícil contar con una ayuda tanto económica como alimentaria dentro del grupo familiar.