Gremlins

Desde el CCULE os deseamos a todos unas felices fiestas y hemos decidido despedir este año con una película que nos ha acompañado a muchos en las navidades de nuestra infancia, con estos pequeños seres adorables y caóticos al mismo tiempo. Nos referimos, claro está, a Gremlins (1984) de Joe Dante.

Tras recibirlo como regalo de su padre, Billy descubre a Gizmo, una pequeña criatura cuya vida viene regida por tres normas: no recibir la luz del sol, no tocar el agua y no comer después de la medianoche. Al incumplir estas normas, los seres conocidos como gremlins comenzarán a provocar el caos por todo el pequeño pueblo de Kingston Falls.

Los Gremlins han conseguido acceder a ese privilegio alcanzable para pocos como es convertirse en un icono de la historia del cine, tanto el pequeño Gizmo con su dulce cantar, hasta sus compañeros malvados (guiados por esa terrible cresta de Spike) y las tres reglas que nunca se deben olvidar.

Pero tras ese humor sencillo y esas marionetas tan logradas, encontramos una película con un mensaje que no podría ser más adulto, un llamamiento al trato que el hombre hace de la naturaleza, a la falta de respeto que mostramos por sus normas y lo fácilmente que esta podría volverse contra nosotros. Todo ello personificado en estos pequeños gremlins que consiguen destrozar todo un pueblo en una sola noche, utilizando los propios vicios del hombre en su contra.

Y las formas apoyan todo este complejo que se oculta bajo una fachada en apariencia comercial: una cámara que nos acerca a los personajes y al propio pueblo (como ese recorrido inicial que tanto nos recuerda a clásicos de Hollywood como Qué bello es vivir o Vive como quieras), unos actores que encuentran en lo exagerado el gesto justo para la historia y un guion que utiliza el fantástico como metáfora de la realidad.

Con todo esto, vemos una película que une lo infantil con lo adulto, lo real con lo fantástico, consiguiendo hacer de la película un clásico indiscutible de esta época del año y de sus gremlins la mascota que todos hemos deseado encontrar debajo del árbol en la mañana de navidad.

- por David Castedo Flórez