1. Derecho a la estabilidad
Plantea una presidencia del diálogo, la unidad y el consenso. Apostando por un liderazgo que escuche, construya acuerdos y deje atrás la confrontación. Gobernar con y para las mayorías, asegurando gobernabilidad democrática y crecimiento económico conjunto.
2. El derecho al trabajo
El trabajo será el centro de la gestión mediante la reactivación de empleo con apoyo a las economías populares urbanas y rurales, impulsando la producción nacional y abriendo oportunidades para jóvenes, campesinos, trabajadores y emprendedores.
3. Derecho a una alimentación sana, abundante y a la producción agrícola local y popular
Llenaremos los mercados populares con productos de nuestras comunidades. Apoyaremos al productor con créditos accesibles y tecnología, eliminando la especulación y fortaleciendo la soberanía alimentaria desde abajo.
4. Derecho a la educación con calidad, justicia y a la salud con calidez
Ningún niño o joven deberá estar fuera de la escuela por falta de recursos. Reformaremos el sistema educativo y sanitario para hacerlo accesible, moderno y centrado en las personas. Además, impulsaremos una transformación profunda de la justicia, devolviéndole su independencia, imparcialidad y legitimidad.
5. Derecho al transporte justo
Transformaremos el sistema de subsidios energéticos para hacerlo más equitativo y eficiente. Se mejorará la importación de combustibles, se fortalecerán nuestras refinerías y se acelerará la transición hacia energías limpias y transporte más económico.
6. Derecho a la tranquilidad financiera
Vamos a estabilizar el tipo de cambio y frenar la incertidumbre que golpea el bolsillo de las familias. Recuperaremos el rol del Banco Central y generaremos confianza para que los dólares vuelvan al país mediante acuerdos transparentes con sectores estratégicos.
7. Derecho a un crédito justo y sostenible
Impulsaremos una revolución financiera para las economías populares. Reprogramaremos deudas, ofreceremos alivios tributarios y facilitaremos el acceso al crédito productivo, junto con programas de formación técnica y simplificación normativa.
8. Derecho a no vivir siempre endeudados
La deuda no puede ser una condena. Ordenaremos las finanzas públicas con soberanía, sin ajustes que afecten a los más humildes. Reestructuraremos préstamos y priorizaremos fuentes de financiamiento responsables, sin sometimiento externo.
9. Derecho a un mejor Estado, eficiente y transparente
El Estado no debe ser más grande ni más pequeño, sino mejor. Reduciremos el déficit fiscal sin despedir trabajadores ni cerrar empresas públicas. Haremos más con menos, digitalizando procesos, recortando privilegios y fortaleciendo la inversión pública con empleo joven y técnico.
10. Derecho al desarrollo sostenible.
Industrializaremos el litio, apoyaremos al pequeño productor, impulsaremos la agricultura orgánica y regularemos el sector minero con responsabilidad ambiental. Fomentaremos también el turismo y aceleraremos una verdadera transición energética con participación pública y privada.