Cristianismo y Estructura
©Por Abdel Hernandez San Juan
El cristianismo sigue siendo estructural en la modernidad, que hay de cristianismo en la estructura y que de la estructura en el cristianismo ?, más allá de la religión cristiana entendida como una cosmovisión del mundo que explica sus causas y el sentido de su existencia a propósito de una cierta teología, hay una relación actual, vigente y viva entre el cristianismo estructural y la reproducción social, no como algo discursivo o ideológico, sino como algo implícito a las estructuras sociales de reproducción.
Es el cristianismo como una estructura social objetiva que prevalece y perdura en modo estable para las formaciones y grupos sociales a lo largo de siglos en forma continua abarcando los principios estructurales que determinan el orden de la moral y la ética como estos se expresan en la organización de la familia y la reproducción social, incluyendo la reproducción del conocimiento, su transmisión y perdurabilidad en la educación, los valores como estos se dan en el intercambio, la economía y el ejercicio de las responsabilidades familiares y sociales, la niñez, la adultez, la vejes y las instituciones.
El cristianismo es la forma objetiva de cultura y reproducción actual, objetiva no tanto o a propósito de aquello que allí afuera en el mundo de la realidad se constata en el mismo modo en que se constata que los perros cruzan la calle, que el mosquito existe o que el oyin genera polvo no importa cuántas veces limpies, tampoco se trata de objetividad entendida solo en el sentido de reglas de un juego las cuales no conocidas o no visibles para un observador externo que llega a las circunstancias de aquellos que juegan y los observan, deben ser conocidas en toda su objetividad de reglas aceptadas por cada uno de los jugadores para que el juego tenga el desenvolvimiento que tiene dentro de un rango de probabilidades anticipables por sus pautas exactamente como este es a la vez vivido por sus jugadores y visualmente observado por aquel que conociendo o no sus reglas, lo ve desplegarse delante suyo.
La objetividad del Cristianismo como forma objetiva de cultura es estructural, e incluye reglas que como aquellas que sin hacerse explicitas en la forma o la visión tangible, muestran su objetividad en el conocimiento que les reconoce y les sigue, no explicitas, pero implícitamente acordadas, algunas de ellas son más visibles que la objetividad de las reglas en el juego, y muchas de ellas menos explicitas pero en la mayoría de los casos bastante más estables, duraderas y determinantes en el modo en que transcurren las cosas, que las reglas de un juego. La diferencias entre el modo de estas objetividades que organizan el mundo social según relaciones entre cristianismo y estructura, y las reglas de un juego es que estas últimas al menos los jugadores las conocen, en tanto las primeras constitutivas como objetividades relativas al mundo en que transcurren nuestras cosas, son, como las reglas de la sintaxis en el lenguaje, la fonética, la glosematica, la gramática y otros principios estructurales del lenguaje usualmente desconocidas por sus usuarios en tanto se trata de estructuras que, como estas nociones en el lenguaje, solo pueden ser conocidas y entendidas como realidades objetivas siendo estudiadas.
En el mismo modo en que puede aprenderse una lengua e idioma llegando a ser incluso plenamente performado por un hablante o escribiente, sin este necesariamente conocer las reglas sintácticas o gramaticales que organizan ese lenguaje, las relaciones entre cristianismo y estructura son constitutivas del mundo social objetivo en la forma de , como la lengua, estructuras estables y objetivas de reproducción social, es decir, estructuras objetivas de estabilidad y reproducción que son constitutivas de los modos objetivos de una cultura.
Como al observador que llega al juego sin conocerlo y ve el transcurrir de las cosas objetivas sujeto a reglas que no le han explicado, en el mundo social como la sintaxis en el lenguaje, las relaciones objetivas entre cristianismo y estructura que establecen reglas, ordenes, pautas y normas culturales estables, tienen que ser explicitadas, traídas al lenguaje, objetivadas por el estudioso tanto al observador externo como en buena medida a aquellos actores sociales que, como en la adquisición y la performance de una lengua o un idioma, se desenvuelven perfectamente dentro de sus bases reproductivas y su aprendizaje, sin necesariamente haberlas objetivado o poder hablar de ella en la objetividad que les define.
Lo anterior no significa que estas estructuras sean inconscientes, el concepto de inconsciente, como en buena medida inicio a demostrar lacan superando a Freud, si bien tampoco del todo un asunto plenamente desarrollado tampoco en Lacan, tiende a llenar para el sentido común todo aquello que por falta de tiempo, carencia de estudios o no motivación hacia el tema, cualquiera que sea el motivo, no es conocido o explícito a los actores sociales.
Se trata antes bien, como la sintaxis o la gramática en la lengua, o como las reglas del juego que el observador externo no conoce, de algo que una vez son explicitados y comunicadas a actores sociales que se desenvuelven de acuerdo a su objetividad en el mundo de su social transcurrir, resultan de inmediato admitidas por esos actores, es decir, reconocidas como ciertamente objetivas. Como decía, la noción de inconsciente era en realidad el modo en que se llenaba para el sentido común aquello que por no explicitado, objetivado o estudiado, se consideraba no conocido, pero tan pronto tales estructuras, como las reglas del juego o la gramática, son explicadas al actor, este no solo las reconoce en su objetividad, sino que además, confirma conocerlas y estar en dominio de ellas por medio de otros modos de conocimiento como son la experiencia, el acerbo, los hábitos, las costumbres y el desenvolvimiento de la persona en el mundo social.
Los idiomas y las lenguas son heterogéneos entre sí, pero las gramáticas responden todas a los mismos principios homogéneos, homogeneidad y heterogeneidad, esta relación de par tan decisiva en USA y sus mixturas, es la relación primera y última que puede entender y contemplar en este sentido la humanidad en general, para ser humano para todos y contemplar lo humano en todos sus modos y culturas, la modernidad tiene que ser muy general y homogéneo tiene que ser aquello que contemple lo heterogéneo, para la generalidad de lo homogéneo en que se generaliza lo humano para todas las formas de lo humano, lo que no es homogéneo debe ser entonces en su generalidad heterogéneo a lo homogéneo, para ser humano para todo lo heterogéneo tiene primero por principio que ser homogéneo, luego heterogéneo a lo homogéneo, la heterogeneidad es así la primera forma en que se presenta como un aspecto inclusivo y que adquiere su condición de posibilidad en relación a lo homogéneo, todo lo que resulta especifico, complejo, disímil, distinto y particular.
Vivimos en el new age, la nueva era, respecto a ello parecen quedar cada vez menos dudas, las nuevas tecnologías de la comunicación y la información modificaron para siempre en sentido positivo nuestros ecosistemas urbanos, ciudadanos y sociales, tanto como nuestros sentidos y respuestas a que son el espacio, el tiempo, las distancias, las comunicaciones y la memoria, el desarrollo económico y social conseguido como resultado de las nuevos paradigmas de la cultura del marketing, neoliberal o como le queramos llamar, la atención al cliente, el control de la calidad, la sociedad de servicios y el libre mercado, optimizo y exponencio valores y capacidades humanas y sociales que bajo formas obsoletas previas tendían a desaparecer cercanas a la extinción.
La creatividad y la sensibilidad adquirieron un lugar sin precedentes en el mundo de la vida cotidiana y social en nuestras grandes urbes y metrópolis, dejando de ser cual otrora atributos o cualidades de unos pocos, pasaron a ser ambas modos regentes de la subjetividad y los modos humanos de interacción, esta vez por motivos de contingencia, si no eres creativo y sensible en el mundo moderno de las altas tecnologías y el desarrollo de la inventividad en el marketing, ni prosperan tus emprendimientos, ni te adecuas a los requerimientos de capacidad y plasticidad, conocimiento y relacionalidad, que el mundo de las nuevas tecnologías requiere del individuo y el ciudadano, ello ha signicado una explícita humanización del mundo social, contingencia es humanidad.