Yo describiría mi equipaje cómo todo el conocimiento y experiencias qué he tenido en mi camino como estudiante para convertirme en maestra. Este es uno qué voy a reflexionar con mucha importancia, ya que me permite entender cómo he llegado hasta aquí y cómo me he formado en la maestra que soy hoy día. Parte de mi equipaje también forman parte todas las vivencias, retos y las personas que han estado en mi camino, cómo mis profesores, mi maestra cooperadora durante mi práctica, otros estudiantes y mi grupo de apoyo, no sería posible la versión de mí misma que se prepara para asumir con el compromiso que vendrá al graduarme de maestra.
Mi sueño de ser una educadora surge a través de mi juventud cuando ayudaba a cuidar a los niños en cuidos y campamentos de verano. Sin embargo, fue en la universidad donde estuve segura de qué ese era mi propósito en esta vida. Cambiarme a la Facultad de Educación fue una decisión muy importante en mi camino, y tuve la suerte de estar rodeada de muchas personas y amistades que me apoyaron y me ayudaron a seguir adelante con el cambio. Una de estas fue la profesora Lizzette Velázquez que me enseñó qué la enseñanza no simplemente se basa en abrir un libro, es siempre buscar más y provocar el aprendizaje utilizando los recursos qué tenemos. Esta manera de pensar me ayudó mucho en mi práctica docente, ya qué en esta pude observar qué el aprendizaje es muy individualizado y diferente para cada niño. Cada uno aprende de una forma diferente y sí se intenta enseñar de la misma manera a todos los estudiantes, van a haber varios de ellos qué no tendrán un entendimiento total de los temas qué se discuten. Usando este conocimiento buscaré acomodar y transformar mi forma de educar para qué todos mis estudiantes puedan aprender y disfrutar mis clases.
A través de mi práctica, pude adquirir varias habilidades, herramientas y técnicas qué me van a ser útiles en mi carrera como maestra. La primera a discutir es la planificación, la cual se puede describir cómo la manera en la que se organizan las clases. Pude aprender a cómo preparar una clase aprovechando de todos los recursos dados para sí dar una clase divertida y organizada. La segunda habilidad qué obtuve es la forma qué uno se presenta en un salón de clases. Nosotros maestros debemos de tener una actitud que representa amabilidad y respeto. Con esto pude reconocer qué al mismo tiempo que los estudiantes nos deben tener agrado y sepan qué siempre estaremos ahí para apoyarlos, también deben saber qué somos figuras de autoridad qué se deben respetar y prestar atención a lo que decimos. La última habilidad qué aprendí se puede relacionar con la anterior, está siendo el manejo del grupo. Mi maestra cooperadora me mostró algunas estrategias qué ayudan a mantener a los estudiantes con autocontrol y atentos a la clase. Una de estas es la qué ella llamaba la “señal del sonido” donde la maestra subía dos dedos y para cada estudiante qué también subiera dos dedos se les decía “gracias”. Esto ayudaba a silenciar la clase al igual que dirigir la atención de los niños hacía la maestra. Otra estrategia qué yo utilicé fue la del “infinito y más allá” donde yo decía “al infinito” y los estudiantes responden con “y más allá”, dirigiendo la atención de la clase hacía mi. Además de estas habilidades, logre obtener algunas herramientas qué son útiles para medir el aprendizaje de la clase, cómo lo qué son las pre y post pruebas qué ayudan a ver cuánto los estudiantes están aprendiendo en la clase al igual que temas se deben discutir más a fondo. También pude ver diferentes técnicas y dinámicas qué sirven bien para cada maestro, pero lo qué me funcionó mejor para mí fue presentarme cómo un centro de apoyo para los niños. Así creando un ambiente seguro desde el principio de la clase.
En este camino a convertirme en maestra he descubierto que esta profesión es una a la que se debe estar listo y se debe tener mucho compromiso y amor para poder educar a los niños de una forma sincera. Espero poder expresar transmitir valores como la solidaridad, amor, respeto, y honestidad. Con estos espero poder crear un ambiente en el salón en el que los estudiantes se traten con igualdad y cariño, sientan qué pertenecen a estar allí, sean considerados unos a los otros, y qué se puedan expresar honestamente sin tener miedo de lo que piensen los demás. Estaré utilizando todo el conocimiento obtenido a través de este camino, y continuaré llenando mi equipaje a través de mi carrera como maestra ya qué uno nunca para de aprender, ese equipaje siempre tendrá espacio para más herramientas y experiencias y nunca se cerrará. En mi carrera como educadora, me comprometeré a lograr qué cada estudiante pueda tener todos los recursos necesarios para aprender al máximo y divertirse en mi salón, y cuando salga de mi clase esté alegre y satisfecho teniendo las herramientas necesarias para qué pueda seguir teniendo la motivación de aprender. Por ahora, mi enfoque principal será lograr graduarme para entonces convertirme en la maestra qué deseo ser con mi propio salón de clases, y tal vez algún día pueda tener mi propia escuela con ambiente de cariño y alegría.